I. ESTEBAN
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Entre los nuevos proyectos en los que Frank Gehry trabaja, se encuentra el de un museo Guggenheim en Abu Dhabi, capital de los Emiratos Árabes Unidos, que se situará en una isla que aún no se ha construido y en la que también se ubicará una sucursal del Louvre francés. «La cultura árabe es muy distinta a la mía. No es lo mismo que la diferencia que pueda haber entre Estados Unidos y Bilbao. Nosotros podemos entendernos con facilidad, pero con los árabes hay veces que te quedas perplejo. Estás discutiendo una cosa con unas personas y sabes que hay otra, en la habitación de al lado, que es la que al final va a decir sí o no. En esos países no hay tradición de instituciones culturales. Pero acepté el trabajo porque me lo pidió Thomas Krens (director de la Fundación Guggenheim de Nueva York). A lo mejor hay un segundo milagro». El arquitecto, nacido en una población cercana a Toronto (Canadá), expresó su «pesimismo por la política de Estados Unidos». «He vuelto a viajar con pasaporte canadiense», afirmó Gehry, que está remodelando y ampliando la Art Gallery of Ontario, un museo de arte moderno y contemporáneo situado en la mitad del 'Chinatown' de Toronto. «Los artistas están planteándose los grandes temas, Irak, Irán, África. Los problemas políticos son ahora muy grandes, y ellos están respondiendo con las mismas dimensiones».
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El Correo Digital - España/14/10/2007
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