BRASILIA (AFP) — El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, discutieron este lunes en Brasilia las posibilidades de una acción integrada para enfrentar los desafíos generados por los cambios climáticos.
Lula "expresó el firme apoyo a la idea de que la comunidad internacional trabaje en forma conjunta ante el calentamiento global", dijo Ban luego de mantener con el mandatario brasileño un encuentro de una hora y media en la sede de la cancillería, seguido de un almuerzo de honor.
El calentamiento global, dijo el diplomático, es un problema global y requiere de una acción integrada.
Ban llegó a Brasilia para el encuentro con Lula y con el canciller Celso Amorim después de participar en Santiago, Chile, de la Cumbre Iberoamericana.
El canciller brasileño dijo que Lula y Ban mantuvieron "una reunión muy positiva. El Secretario General de la ONU elogió la política brasileña de biocombustibles y la preocupación de las autoridades brasileñas con los cambios climáticos."
El diplomático surcoreano, recordó el canciller, "visitará la región amazónica y tendrá oportunidad de verificar personalmente los esfuerzos de Brasil para evitar la deforestación".
En el encuentro que mantuvieron, dijo Amorim, Lula relató a Ban sobre el reciente anuncio de la estatal de hidrocarburos, Petrobras, del descubrimiento de un enorme yacimiento de petróleo, pero le aseguró que el país no dejará de realizar inversiones para impulsar el uso de biocombustibles.
En ese sentido, poco antes de embarcar rumbo a la región amazónica, Ban comentó con periodistas que Lula le había prometido que las plantaciones de caña de azúcar para producción de etanol no van a substituir a plantaciones de alimentos ni invadir la región amazónica.
Las acciones para el combate al hambre y las Metas del Milenio también ocuparon parte de la agenda, añadió Amorim. "Se habló bastante sobre hambre, sobre desigualdades y sobre las medidas que Brasil está adoptando", dijo.
Ban y Lula también conversaron sobre la reforma en el sistema de Naciones Unidas, en especial las modificaciones en el Consejo de Seguridad en el que Brasil aspira obtener un puesto permanente. Analizaron igualmente el papel de tropas brasileñas en misiones de paz, como la que desempeña en Haití y Timor Oriental.
Lula, acotó Ban, "mostró un firme compromiso con la pacificación, especialmente en Haití".
Según Amorim, durante el almuerzo Lula llegó a mencionar a Ban la posibilidad de que las negociaciones de paz en Medio Oriente puedan tener la participación de "interlocutores nuevos, que pueden aportar ideas nuevas para entendimientos".
Una fuente de la ONU que participó del almuerzo y pidió el anonimato, sin embargo, comentó con la prensa que Lula llegó a mencionar específicamente a Estados Unidos en la conversación, alegando que el país a veces "está en el origen de un problema pero insiste en mediar en la solución de ese problema".
Según esa fuente, Lula habría sugerido a Ban a países como Brasil, Sudáfrica e India como posibles "interlocutores nuevos".
No obstante, Amorim afirmó que la conversación apenas fue un intercambio de impresiones y no una propuesta formal, y que Ban habría "anotado" la idea de Lula.
"Fue mencionada la insatisfacción con los progresos en el Medio Oriente. Nuestra idea no es que Brasil necesariamente sea consultado, pensamos que un grupo de países en desarrollo pueden ser incluidos, son países que pueden contribuir con aire nuevo", dijo el canciller.
De igual forma, Lula mencionó a Ban la posibilidad de que países con creciente importancia en el mercado mundial puedan ser consultados en casos de crisis internacionales.
"No se trata de un grupo paralelo. Apenas que a veces sería útil que la ONU escuche líderes y haga consultas", acotó.
Lula "expresó el firme apoyo a la idea de que la comunidad internacional trabaje en forma conjunta ante el calentamiento global", dijo Ban luego de mantener con el mandatario brasileño un encuentro de una hora y media en la sede de la cancillería, seguido de un almuerzo de honor.
El calentamiento global, dijo el diplomático, es un problema global y requiere de una acción integrada.
Ban llegó a Brasilia para el encuentro con Lula y con el canciller Celso Amorim después de participar en Santiago, Chile, de la Cumbre Iberoamericana.
El canciller brasileño dijo que Lula y Ban mantuvieron "una reunión muy positiva. El Secretario General de la ONU elogió la política brasileña de biocombustibles y la preocupación de las autoridades brasileñas con los cambios climáticos."
El diplomático surcoreano, recordó el canciller, "visitará la región amazónica y tendrá oportunidad de verificar personalmente los esfuerzos de Brasil para evitar la deforestación".
En el encuentro que mantuvieron, dijo Amorim, Lula relató a Ban sobre el reciente anuncio de la estatal de hidrocarburos, Petrobras, del descubrimiento de un enorme yacimiento de petróleo, pero le aseguró que el país no dejará de realizar inversiones para impulsar el uso de biocombustibles.
En ese sentido, poco antes de embarcar rumbo a la región amazónica, Ban comentó con periodistas que Lula le había prometido que las plantaciones de caña de azúcar para producción de etanol no van a substituir a plantaciones de alimentos ni invadir la región amazónica.
Las acciones para el combate al hambre y las Metas del Milenio también ocuparon parte de la agenda, añadió Amorim. "Se habló bastante sobre hambre, sobre desigualdades y sobre las medidas que Brasil está adoptando", dijo.
Ban y Lula también conversaron sobre la reforma en el sistema de Naciones Unidas, en especial las modificaciones en el Consejo de Seguridad en el que Brasil aspira obtener un puesto permanente. Analizaron igualmente el papel de tropas brasileñas en misiones de paz, como la que desempeña en Haití y Timor Oriental.
Lula, acotó Ban, "mostró un firme compromiso con la pacificación, especialmente en Haití".
Según Amorim, durante el almuerzo Lula llegó a mencionar a Ban la posibilidad de que las negociaciones de paz en Medio Oriente puedan tener la participación de "interlocutores nuevos, que pueden aportar ideas nuevas para entendimientos".
Una fuente de la ONU que participó del almuerzo y pidió el anonimato, sin embargo, comentó con la prensa que Lula llegó a mencionar específicamente a Estados Unidos en la conversación, alegando que el país a veces "está en el origen de un problema pero insiste en mediar en la solución de ese problema".
Según esa fuente, Lula habría sugerido a Ban a países como Brasil, Sudáfrica e India como posibles "interlocutores nuevos".
No obstante, Amorim afirmó que la conversación apenas fue un intercambio de impresiones y no una propuesta formal, y que Ban habría "anotado" la idea de Lula.
"Fue mencionada la insatisfacción con los progresos en el Medio Oriente. Nuestra idea no es que Brasil necesariamente sea consultado, pensamos que un grupo de países en desarrollo pueden ser incluidos, son países que pueden contribuir con aire nuevo", dijo el canciller.
De igual forma, Lula mencionó a Ban la posibilidad de que países con creciente importancia en el mercado mundial puedan ser consultados en casos de crisis internacionales.
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