17/11/07

Brasil: perspectivas en el ámbito energético

Brasil ha anunciado el descubrimiento, efectuado por la compañía petrolífera estatal Petrobras, de un enorme yacimiento de crudo ligero y abundantes depósitos de gas. Según las estimaciones, podría contener entre 5.000 y 8.000 millones de barriles, una cifra equivalente al 40% de las actuales reservas de hidrocarburos del país, lo que podría asegurar un amplio margen de independencia energética. Por el momento, la extracción no está prevista para antes de cinco años, y sus costes serán muy elevados. La noticia ya ha impulsado a Brasil a plantearse una posible adhesión a la OPEP, junto con Venezuela y otros exportadores de petróleo. Mientras, el presidente Lula anuncia que las políticas sobre biocombustibles no se verán afectadas por el descubrimiento de estas nuevas riquezas.
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Eleonora Maria Pani
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Prometedor descubrimiento
En una conferencia de prensa convocada en Río de Janeiro, Sergio Gabrielli, presidente de Petrobras, anunció el descubrimiento de un yacimiento de crudo ligero (el más económico y fácil de refinar) y con abundantes depósitos de gas, a 250 kilómetros de la ciudad brasileña. Las dimensiones son francamente notables: 800 km de largo por 200 de ancho, gran parte de los cuales se encuentran en el área marina de Tupi, extendiéndose desde la isla Espíritu Santo, al Norte, y hasta Santa Catalina, al Sur. Según la primeras informaciones, las reservas disponibles oscilarían entre los 5.000 y los 8.000 millones de barriles de petróleo.El resultado es producto de años de trabajo y de importantes inversiones: sólo para el primer pozo, se invirtieron 240 millones de dólares. Según el presidente Gabrielli, el área podría esconder reservas superiores a lo previsto, lo que situaría a Brasil en una posición clave desde el punto de vista del potencial extractor.Petrobras ha declarado que continúa haciendo estudios en otra zona, a 800 km de São Paulo, que podría revelar la existencia de yacimientos aún mayores.El Gobierno ha acogido con entusiasmo la noticia: la jefa del gabinete presidencial, Dilma Rousseff, ha afirmado que si el proyecto de extracción del nuevo yacimiento acaba siendo una realidad, Brasil podría alcanzar a Venezuela y a las naciones árabes en cuanto a cantidad de petróleo exportado (Véase: Brasil: el impacto de los recientes descubrimientos petrolíferos).
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El papel de Petrobras
Petrobras tiene el 65% del control del yacimiento, mientras que la británica BG Group y la portuguesa Galp poseen el 25 y el 10%, respectivamente. Si ya en los últimos doce meses el valor de los títulos de la Petrobras había alcanzado un +138,63%, el yacimiento permitiría a la compañía brasileña escalar posiciones en los mercados financieros, colocándose en el camino hacia el Olimpo de las grandes petroleras.Por el momento, tal y como ha explicado Roberto Schaeffer (profesor y especialista en recursos energéticos de la Universidad Federal de Río de Janeiro), los depósitos de petróleo y gas se encuentran a gran profundidad, lo que significa que su explotación resultará costosa en tiempo y dinero. El yacimiento de Tupi se encuentra bajo 2.100 metros de agua, más de 3.000 metros de arena y roca, y otros 2.000 metros de un duro estrato de sales, por lo que una explotación inmediata no es verosímil.Guillerme Estrella, director de Exploración y Producción de la Petrobras, ha admitido que desarrollar la tecnología necesaria a tales profundidades y en tales condiciones, será un proceso largo y costoso. Otro experto en la materia, Adriano Pires (del Centro brasileño para las infraestructuras), ha declarado que, además del coste de extracción en aguas profundas, cabe considerar que la producción comenzaría, en el mejor de los casos, en 2012 ó 2013, y esto sólo en el supuesto de que los precios continúen siendo elevados.Por el momento, las técnicas y métodos empleados por Petrobras se están refinando, logrando satisfacer las exigencias del nuevo mercado energético. Las inversiones previstas para el 2007 han superado a las del año pasado en un 23%, con la intención de optimizar la producción de petróleo, explorar nuevos yacimientos de crudo en la costa meridional brasileña y extraer petróleo ligero a grandes profundidades.
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Perspectivas de futuro
Con un yacimiento de este calibre, Brasil no sólo aumentaría en un 40% sus reservas petrolíferas, actualmente valoradas en 14.400 millones de barriles, sino que atraerá capitales e inversiones extranjeras.Sin embargo, se debe considerar que Brasil cuenta con 180 millones de habitantes y que, si para el 2007 se espera un crecimiento del 4,7%, en los próximos cinco años tendrá un crecimiento medio del 4%, lo que acarreará un rápido desarrollo del país, pero también una creciente demanda interna de petróleo. En 2006, el consumo de derivados del petróleo fue de 1,896 millones de barriles al día, de los cuales 0,592 eran importados. Tal y como ha declarado Estrella, en el plazo de cinco años se podrá proceder a una extracción inicial de 100.000 barriles al día, una cuota insuficiente para aliviar la dependencia de las importaciones. Es bastante probable que la demanda interna absorba el petróleo del nuevo yacimiento, lo que quiere decir que, para que Brasil pueda convertirse en un exportador al mismo nivel que Venezuela, tendrá que desarrollar el potencial productivo de los yacimientos descubiertos y de aquellos ya existentes, además de confirmar a existencia de nuevas reservas en la segunda zona explorada.También Estados Unidos, que encontraría grandes ventajas políticas en la importación de petróleo brasileño al reducir su dependencia energética de Venezuela, tendrá que esperar por el momento.Finalmente, más allá del futuro de la industria petrolífera, será necesario estudiar la cantidad de gas extraíble del yacimiento, así como su modo de extracción. Las alternativas son la utilización del propio gas para bombear el petróleo, o bien su licuefacción. Hoy, Brasil consume entre 42 y 46 millones de metros cúbicos de gas al día, la mayor parte de esta cantidad importada desde Bolivia. La explotación del yacimiento podría afectar a las relaciones con Bolivia, ya que el capital que hasta ahora Petrobras invertía en el país andino se reinvertiría en Brasil, influenciando en la incierta relación entre ambos países.
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La certeza de los biocombustibles
El presidente Lula ha asegurado que el Gobierno no modificará su política de biocombustibles como consecuencia del descubrimiento del nuevo yacimiento: la investigación de energías alternativas y su desarrollo continuará su ritmo.Los recursos energéticos renovables suponen actualmente el 43,8% del consumo total de energía, respecto a una media mundial del 13,6%. El consumo de biomasa por parte del sector industrial experimentó un crecimiento del 9% durante el 2006, y es por tanto inverosímil pensar que la producción de petróleo sustituirá o compensará a la de los biocombustibles. Brasil dispone de las condiciones ideales para convertirse en uno de los mayores productores en este sector: posee una gran cantidad de terrenos cultivables, parte de los cuales no son aptos para el cultivo alimentario pero sí lo son para la plantación de semillas oleosas. El país tiene ya a su disposición la tecnología necesaria para realizar su programa nacional para la producción y uso de Biodiesel, la National Biodiesel Production & Use Program.
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Posible ingreso en la OPEP
Brasil se encuentra en el puesto número diecisiete entre los países productores de petróleo, con reservas equivalentes a 14.400 millones de barriles, si bien el nuevo yacimiento le colocaría en el octavo puesto, por detrás de Venezuela. El presidente Lula, durante la Cumbre Iberoamericana de Santiago de Chile, afirmó que gracias a los recientes descubrimientos, su país podría pasar a formar parte de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, la OPEP. Lula, sin embargo, ha subrayado que Brasil no se adherirá a la organización antes de que comience la exportación de petróleo del nuevo yacimiento, algo que seguramente no ocurrirá antes del final de su mandato, previsto para el uno de enero de 2010.Si, por un lado, Brasil quiere participar en este importante foro en el que se discuten significativas políticas energéticas; por otro, ha mostrado su resolución para que, cuando una vez que el país entre a formar parte de la Organización, se logre obtener una reducción del precio del petróleo, ya que esta sería la mayor contribución que los países ricos podrían hacer a los países pobres. De acuerdo con esta visión, el día después de que se anunciara el descubrimiento del yacimiento, el presidente Chávez propuso a Lula unirse en una joint venture (alianza) bilateral denominada Petroamazonia, con el objetivo de vender petróleo subvencionado a los países más pobres de América Latina. En el momento en que este proyecto comenzara, sería verosímil pensar que se insertaría en el gran proyecto del Banco del Sur, un banco de apoyo económico para los proyectos de desarrollo latinoamericanos, que debería ver la luz el próximo mes de diciembre (Véase: Sudamérica: el lanzamiento del Banco del Sur se retrasa un mes).
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Conclusiones
Los datos geológicos relativos al área bajo la que se encuentra el yacimiento no son demasiado esperanzadores, por lo que se prevé una larga espera antes de comenzar con las extracciones. Por otro lado, Petrobras dispone de tecnologías y capacidades que ya han demostrado poder operar en este tipo de condiciones. En el caso de que se confirmara la existencia del segundo yacimiento, a 800 km de São Paulo, a las reservas de la zona de Tupi (entre 5.000 y 8.000 millones de barriles) se le añadiría otro no con una cantidad par, sino mayor, de petróleo.Resulta verosímil esperar un rápido ascenso, a nivel internacional, de la Petrobras, apoyado por la creciente importancia del sector petrolero brasileño, y por la perspectiva de ingreso en los países de la OPEP.Por último, sería plausible sostener que las inversiones en el sector de las energías alternativas y la política para el desarrollo de hidrocarburantes continuarán desarrollándose paralelamente. Brasil está demasiado implicado en el desarrollo de biocombustibles como para dar marcha atrás, tanto a nivel de acuerdos internacionales suscritos (como el Convenio firmado con Estados Unidos en marzo del presente año para promover el uso de etanol y biocombustibles en el hemisferio occidental), como a nivel socio-cultural, ya que sería difícil y hasta contraproducente utilizar y desarrollar dos fuentes de energía de manera inversamente proporcional.
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Traducción de J. Daniel García
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Equilibri.net - Italy/17/11/2007

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