Cristina le dio a Lousteau en Brasil un papel que no gozará en la Argentina
Hubo coincidencia en la mayoría de las repercusiones mediáticas: si bien debutaron en Brasil los ministros más importantes que integrarán el próximo gabinete K, Cristina le dio un mayor rol a Martín Lousteau. Y cuando el río suena, agua lleva. Pero, si el dólar seguirá siendo manejado por el Central y los precios por Guillermo Moreno, ¿por qué habría de darle este papel a un ministro que desmintió tener un plan económico?
Las repercusiones del debut en Brasil del próximo gabinete, que acompañará a Cristina Kirchner desde el 10 de diciembre, pueden resumirse fácilmente en el papel protagónico que le tocó a Martín Lousteau.
Pese a que la comitiva argentina también estuvo integrada por los ministros Jorge Taiana, de Relaciones Exteriores; Julio De Vido, de Planificación; Alberto Fernández, jefe de Gabinete; Nilda Garré, de Defensa; Lino Barañao, futuro de Ciencia, Tecnología e Innovación, y el embajador en Brasil, Juan Pablo Lohlé, los diarios nacionales reflejaron lo siguiente:
'Ambito Financiero'
"La promesa de Cristina de Kirchner de visitar a Lula da Silva antes de asumir (...) permitió que debutase, antes de jurar, el protoministro Martín Lousteau, que protagonizó un discurso pidiendo que Brasil financie a empresas argentinas y haga algo para achicar el déficit comercial entre los dos países. (...)
Cristina de Kirchner lo presentó con exagerada pompa como su futuro funcionario y le dio la palabra para que expusiera el reclamo de ayuda a Brasil para financiar inversiones en la Argentina a corto y largo plazo. Como se trataba más de protocolo que de negociación, recibió como respuesta que el lugar para pedirlo es el Banco del Sur. La presidenta electa saltó en la silla y aplaudió recordando que el 9 de diciembre se firmará en Buenos Aires el tratado para crear esa «caja» que se aspira alimenten más los petrodólares.
Ese reclamo del nuevo ministro dejó plantado en la larga mesa que compartieron ministros de los dos gobiernos la principal queja de la Argentina: la necesidad de compensaciones por el déficit comercial entre los dos países que perjudica a Buenos Aires.
«El 50% de ese déficit lo alimenta la industria automotriz», dijo el ministro de Economía de Brasil, y agregó: «El acuerdo se va a renegociar para firmarlo en junio y es la oportunidad que vamos a tener para discutir cómo puede compensarse el déficit».
(...).
Pese a la mención a que una renegociación del protocolo automotor pueda revertir ese déficit, en ese sector se entiende que en junio sólo se prorrogará el actual convenio.
Estos diálogos ocurrieron después de que Lula y la presidente electa mantuviesen una reunión a solas en el despacho del primer mandatario (...). Se presume -por lo que contó más tarde Marco Aurelio García- que Lula planteó la demanda de Brasil de que la Argentina autorice la compra de la petrolera Esso por la estatal Petrobras(...).
Otra de las cuestiones que se conversó -aunque no avanzó hacia ningún lado- fue la posibilidad de «desdolarizar» el comercio en la región, para que en el futuro las transacciones comerciales entre la Argentina y Brasil se realicen en pesos o reales y no en divisas norteamericanas. "
'La Nación'
"Cristina Kirchner aprovechó ayer el viaje que encabezó a esta ciudad, sede administrativa del gobierno brasileño, para exhibir en acción a los seis ministros que desempeñarán papeles protagónicos en su gobierno y enviar, con este gesto, una señal de fuerte interés por la gestión hacia la Argentina.
La jefa de Estado acudió a su cita con Luiz Inacio Lula da Silva acompañada por seis de sus futuros funcionarios clave: el jefe de Gabinete, Alberto Fernández; el canciller, Jorge Taiana; el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido; la ministra de Defensa, Nilda Garré, y los flamantes ministros de Economía, Martín Lousteau, y de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao.
Sobresalió entre todos ellos el nuevo titular del Palacio de Hacienda. Según revelaron a LA NACION altas fuentes de la comitiva, la presidenta dedicó gran parte del vuelo a discutir con Lousteau las herramientas para contener la inflación sin provocar una desaceleración de la economía.
"No hay que aplacar el crecimiento", le dijo Cristina Kirchner a su ministro, según relataron a LA NACION fuentes de máximo nivel.
"Se discutió sobre cómo desarrollar un proyecto productivo con integración social", graficó un ministro que integró la comitiva.
Joven, distendido y accesible, Lousteau se mostró ayer cómodo en el viaje que encabezó a esta ciudad la presidenta electa. "Hasta el 10 de diciembre sólo soy presidente del Banco Provincia", bromeó ante LA NACION, en el lobby del hotel Kubitschek (...).
Como buen estudiante aplicado, demostró haber aprendido con precisión una de las pocas cuestiones que no se enseñan en la London School of Economics: el abecé de las relaciones del kirchnerismo con la prensa. Siempre con cordialidad, evitó los comentarios y las declaraciones.
"Martín se mostró cómodo y seguro todo el tiempo. La formación que tiene es impresionante y le da una seguridad a la hora de exponer sus ideas que uno se queda realmente impresionado", relató un integrante de la comitiva.
Más allá de su juventud -tiene 36 años-, Lousteau es conocido por varios ministros del gobierno desde hace mucho tiempo. Es el caso de Nilda Garré: el joven ministro de Economía era compañero de colegio de su hijo, en Florida, y jugaba acalorados partidos de ping-pong en los recreos escolares. (...)"
Pese a todo lo dicho, la pregunta es: ¿por qué Cristina puso tanto énfasis en un ministro que apenas tendrá algún margen de maniobra en la futura gestión de los Kirchner?
El propio Gobierno se ocupó ayer de desmentir a través de la agencia oficial 'Télam' todas las especulaciones que se habían publicado en los diarios del fin de semana, y que merecieron atención en el mundo político y económico. Ni reabrir el canje de la deuda, ni la canasta de monedas para definir el tipo de cambio, ni un supuesto plan con medidas originales que supongan alguna renovación de ideas en el modelo económico.
Voceros de la Presidencia que ayer viajaron a Brasil junto a Cristina Kirchner y al futuro Ministro de Economía se ocuparon de clarificar que todo era supuestamente un invento, y que ni siquiera Lousteau participó académicamente en la elaboración de una serie de recomendaciones de política económica que ganaron espacio y rating porque las había difundido ante empresarios Felipe Sola, actual jefe del ministro designado que hoy preside el Banco Provincia.
Mientras Cristina lo hacía lucir en Brasil, Lousteau pasó de ser la esperanza de algunos, a convertirse un ministro más en el esquema verticalista que rodea al presidente Kirchner.
> Es un jefe del Palacio de Hacienda que asume sin siquiera poder designar a su secretario de Hacienda, el hombre clave del Ministerio que seguirá reportando directamente a la Rosada.
> Aseguran que tendrá que convivir con el polémico secretario Guillermo Moreno, que ahora ni siquiera sería removido hacia Enarsa, sino que podría quedar con renovado poder en la secretaría de Comercio.
¿Hay algo de nuevo o de cambio en esta figura, una de las únicas diferencias que se esforzó en mostrar la futura presidenta?
"Es absolutamente falso que estemos pensando en reabrir el canje", fue la aclaración oficial sin más detalles.
En cuanto a la política monetaria y el futuro del dólar, también en Presidencia se ocuparon de aclarar que las decisiones cambiarias dependen del Banco Central en contacto directo con Néstor K.
En el Gobierno creen que no hay que modificar la política monetaria, porque además explican que el salto en la inflación real tuvo menos que ver con el precio casi fijo del dólar, frente al problema de la expansión del gasto y los salarios en 2006 y 2007.
Para todo esto, Peirano quedó afuera luego de que el presidente testeara su fidelidad en su propio despacho. Según fuentes de 'La Política Online', Néstor Kirchner lo habría convocado días antes de que Fernández anunciara el nuevo gabinete de Cristina. Allí, lo habría indagado informalmente sobre algunos asuntos clave, simplemente para conocer su opinión.
En tono amistoso o casi paternal, le habría sugerido que quería "sacar a (Guillermo) Moreno", y que pretendía conocer su plan económico, con puntos clave como la inflación o el INdEC.
Peirano soltó la lengua en pleno plan de K de sacar "mentira por verdad". Se habría despachado sin miramientos contra el secretario de Comercio Interior, habló de una nueva "planificación" para alcanzar un "acuerdo de precios" y pidió manejar de forma distinta la inflación, blanqueando las cifras del INdEC.
Una vez conocida su postura y con Peirano tranquilo recorriendo el pasillo que lo alejaba del despacho de la Rosada, Kirchner habría iniciado inmediatamente el operativo para buscarle un reemplazante al joven ministro. Y encontró otro joven al que consideran que pueden manipular con facilidad.
¿Y Moreno?
Mientras, Moreno sigue su trabajo. Ayer puso en marcha los controles a la industria láctea. Exige el pago de 73 centavos el litro a los tamberos, con los cual los productores perderían $90 millones por mes.
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Urgente 24 - Argentina/20/11/2007
Hubo coincidencia en la mayoría de las repercusiones mediáticas: si bien debutaron en Brasil los ministros más importantes que integrarán el próximo gabinete K, Cristina le dio un mayor rol a Martín Lousteau. Y cuando el río suena, agua lleva. Pero, si el dólar seguirá siendo manejado por el Central y los precios por Guillermo Moreno, ¿por qué habría de darle este papel a un ministro que desmintió tener un plan económico?
Las repercusiones del debut en Brasil del próximo gabinete, que acompañará a Cristina Kirchner desde el 10 de diciembre, pueden resumirse fácilmente en el papel protagónico que le tocó a Martín Lousteau.
Pese a que la comitiva argentina también estuvo integrada por los ministros Jorge Taiana, de Relaciones Exteriores; Julio De Vido, de Planificación; Alberto Fernández, jefe de Gabinete; Nilda Garré, de Defensa; Lino Barañao, futuro de Ciencia, Tecnología e Innovación, y el embajador en Brasil, Juan Pablo Lohlé, los diarios nacionales reflejaron lo siguiente:
'Ambito Financiero'
"La promesa de Cristina de Kirchner de visitar a Lula da Silva antes de asumir (...) permitió que debutase, antes de jurar, el protoministro Martín Lousteau, que protagonizó un discurso pidiendo que Brasil financie a empresas argentinas y haga algo para achicar el déficit comercial entre los dos países. (...)
Cristina de Kirchner lo presentó con exagerada pompa como su futuro funcionario y le dio la palabra para que expusiera el reclamo de ayuda a Brasil para financiar inversiones en la Argentina a corto y largo plazo. Como se trataba más de protocolo que de negociación, recibió como respuesta que el lugar para pedirlo es el Banco del Sur. La presidenta electa saltó en la silla y aplaudió recordando que el 9 de diciembre se firmará en Buenos Aires el tratado para crear esa «caja» que se aspira alimenten más los petrodólares.
Ese reclamo del nuevo ministro dejó plantado en la larga mesa que compartieron ministros de los dos gobiernos la principal queja de la Argentina: la necesidad de compensaciones por el déficit comercial entre los dos países que perjudica a Buenos Aires.
«El 50% de ese déficit lo alimenta la industria automotriz», dijo el ministro de Economía de Brasil, y agregó: «El acuerdo se va a renegociar para firmarlo en junio y es la oportunidad que vamos a tener para discutir cómo puede compensarse el déficit».
(...).
Pese a la mención a que una renegociación del protocolo automotor pueda revertir ese déficit, en ese sector se entiende que en junio sólo se prorrogará el actual convenio.
Estos diálogos ocurrieron después de que Lula y la presidente electa mantuviesen una reunión a solas en el despacho del primer mandatario (...). Se presume -por lo que contó más tarde Marco Aurelio García- que Lula planteó la demanda de Brasil de que la Argentina autorice la compra de la petrolera Esso por la estatal Petrobras(...).
Otra de las cuestiones que se conversó -aunque no avanzó hacia ningún lado- fue la posibilidad de «desdolarizar» el comercio en la región, para que en el futuro las transacciones comerciales entre la Argentina y Brasil se realicen en pesos o reales y no en divisas norteamericanas. "
'La Nación'
"Cristina Kirchner aprovechó ayer el viaje que encabezó a esta ciudad, sede administrativa del gobierno brasileño, para exhibir en acción a los seis ministros que desempeñarán papeles protagónicos en su gobierno y enviar, con este gesto, una señal de fuerte interés por la gestión hacia la Argentina.
La jefa de Estado acudió a su cita con Luiz Inacio Lula da Silva acompañada por seis de sus futuros funcionarios clave: el jefe de Gabinete, Alberto Fernández; el canciller, Jorge Taiana; el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido; la ministra de Defensa, Nilda Garré, y los flamantes ministros de Economía, Martín Lousteau, y de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao.
Sobresalió entre todos ellos el nuevo titular del Palacio de Hacienda. Según revelaron a LA NACION altas fuentes de la comitiva, la presidenta dedicó gran parte del vuelo a discutir con Lousteau las herramientas para contener la inflación sin provocar una desaceleración de la economía.
"No hay que aplacar el crecimiento", le dijo Cristina Kirchner a su ministro, según relataron a LA NACION fuentes de máximo nivel.
"Se discutió sobre cómo desarrollar un proyecto productivo con integración social", graficó un ministro que integró la comitiva.
Joven, distendido y accesible, Lousteau se mostró ayer cómodo en el viaje que encabezó a esta ciudad la presidenta electa. "Hasta el 10 de diciembre sólo soy presidente del Banco Provincia", bromeó ante LA NACION, en el lobby del hotel Kubitschek (...).
Como buen estudiante aplicado, demostró haber aprendido con precisión una de las pocas cuestiones que no se enseñan en la London School of Economics: el abecé de las relaciones del kirchnerismo con la prensa. Siempre con cordialidad, evitó los comentarios y las declaraciones.
"Martín se mostró cómodo y seguro todo el tiempo. La formación que tiene es impresionante y le da una seguridad a la hora de exponer sus ideas que uno se queda realmente impresionado", relató un integrante de la comitiva.
Más allá de su juventud -tiene 36 años-, Lousteau es conocido por varios ministros del gobierno desde hace mucho tiempo. Es el caso de Nilda Garré: el joven ministro de Economía era compañero de colegio de su hijo, en Florida, y jugaba acalorados partidos de ping-pong en los recreos escolares. (...)"
Pese a todo lo dicho, la pregunta es: ¿por qué Cristina puso tanto énfasis en un ministro que apenas tendrá algún margen de maniobra en la futura gestión de los Kirchner?
El propio Gobierno se ocupó ayer de desmentir a través de la agencia oficial 'Télam' todas las especulaciones que se habían publicado en los diarios del fin de semana, y que merecieron atención en el mundo político y económico. Ni reabrir el canje de la deuda, ni la canasta de monedas para definir el tipo de cambio, ni un supuesto plan con medidas originales que supongan alguna renovación de ideas en el modelo económico.
Voceros de la Presidencia que ayer viajaron a Brasil junto a Cristina Kirchner y al futuro Ministro de Economía se ocuparon de clarificar que todo era supuestamente un invento, y que ni siquiera Lousteau participó académicamente en la elaboración de una serie de recomendaciones de política económica que ganaron espacio y rating porque las había difundido ante empresarios Felipe Sola, actual jefe del ministro designado que hoy preside el Banco Provincia.
Mientras Cristina lo hacía lucir en Brasil, Lousteau pasó de ser la esperanza de algunos, a convertirse un ministro más en el esquema verticalista que rodea al presidente Kirchner.
> Es un jefe del Palacio de Hacienda que asume sin siquiera poder designar a su secretario de Hacienda, el hombre clave del Ministerio que seguirá reportando directamente a la Rosada.
> Aseguran que tendrá que convivir con el polémico secretario Guillermo Moreno, que ahora ni siquiera sería removido hacia Enarsa, sino que podría quedar con renovado poder en la secretaría de Comercio.
¿Hay algo de nuevo o de cambio en esta figura, una de las únicas diferencias que se esforzó en mostrar la futura presidenta?
"Es absolutamente falso que estemos pensando en reabrir el canje", fue la aclaración oficial sin más detalles.
En cuanto a la política monetaria y el futuro del dólar, también en Presidencia se ocuparon de aclarar que las decisiones cambiarias dependen del Banco Central en contacto directo con Néstor K.
En el Gobierno creen que no hay que modificar la política monetaria, porque además explican que el salto en la inflación real tuvo menos que ver con el precio casi fijo del dólar, frente al problema de la expansión del gasto y los salarios en 2006 y 2007.
Para todo esto, Peirano quedó afuera luego de que el presidente testeara su fidelidad en su propio despacho. Según fuentes de 'La Política Online', Néstor Kirchner lo habría convocado días antes de que Fernández anunciara el nuevo gabinete de Cristina. Allí, lo habría indagado informalmente sobre algunos asuntos clave, simplemente para conocer su opinión.
En tono amistoso o casi paternal, le habría sugerido que quería "sacar a (Guillermo) Moreno", y que pretendía conocer su plan económico, con puntos clave como la inflación o el INdEC.
Peirano soltó la lengua en pleno plan de K de sacar "mentira por verdad". Se habría despachado sin miramientos contra el secretario de Comercio Interior, habló de una nueva "planificación" para alcanzar un "acuerdo de precios" y pidió manejar de forma distinta la inflación, blanqueando las cifras del INdEC.
Una vez conocida su postura y con Peirano tranquilo recorriendo el pasillo que lo alejaba del despacho de la Rosada, Kirchner habría iniciado inmediatamente el operativo para buscarle un reemplazante al joven ministro. Y encontró otro joven al que consideran que pueden manipular con facilidad.
¿Y Moreno?
Mientras, Moreno sigue su trabajo. Ayer puso en marcha los controles a la industria láctea. Exige el pago de 73 centavos el litro a los tamberos, con los cual los productores perderían $90 millones por mes.
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Urgente 24 - Argentina/20/11/2007
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