22/11/07

Datos sombríos sobre un planeta en crisis

por Martin Khor
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El planeta está en serias dificultades ambientales y la humanidad está en situación de riesgo en la medida que no se resuelvan los problemas, advierte un nuevo informe de las Naciones Unidas sobre los peligros del cambio climático, la escasez de agua, la disminución de las poblaciones de peces y la extinción de especies.
El Programa de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente (PNUMA) publicó la cuarta versión de su emblemático informe “Perspectivas del Medio Ambiente Mundial”, conocido también como “GEO-4”, preparado por unos cuatrocientos expertos y revisado por otros mil de todo el mundo.El ambicioso informe brinda detalles sobre tendencias pasadas y perspectivas futuras en torno a la atmósfera, la contaminación, los alimentos, la diversidad biológica, el agua y la desigualdad en el mundo. Y el panorama es sombrío.Las buenas noticias son que el medio ambiente está ahora mucho más cerca de disfrutar de una política general en todo el mundo y se han combatido algunos problemas simples. Las malas, que hay cuestiones “difíciles de gestionar”, los problemas “persistentes”. En este sentido, el GEO-4 dice: “No se han identificado problemas graves que se correspondan con tendencias previstas favorables”.De no abordar esos problemas persistentes es posible que se desarticulen todos los avances realizados hasta ahora en las cuestiones más simples. Esto puede ser también una amenaza para la mera supervivencia de la humanidad, dice el informe del PNUMA.Achim Steiner, director ejecutivo del PNUMA, dijo que durante los últimos veinte años el mundo ha recortado en un noventa y cinco por ciento la producción de sustancias químicas que dañan la capa de ozono, ha creado un tratado de reducción de las emisiones de gas de efecto invernadero, ha apoyado el aumento de las zonas terrestres protegidas que han llegado a cubrir casi un doce por ciento de la Tierra y ha diseñado numerosos tratados y acuerdos importantes para abordar problemas que van desde la biodiversidad y la desertización hasta los residuos peligrosos y la bioseguridad.“Sin embargo, como señala el GEO-4, aún existen problemas ‘persistentes’ e intratables que no se han resuelto o abordado. Los problemas del pasado continúan y están surgiendo otros nuevos que van desde el rápido aumento de ‘zonas muertas’ o carentes de oxígeno en los océanos hasta la reaparición de enfermedades conocidas y la aparición de otras desconocidas relacionadas en parte con la degradación del medio ambiente”, declaró Steiner.Entretanto, instituciones como el PNUMA, que han sido creadas para contrarrestar las causas de estos problemas, siguen siendo débiles y carecen de recursos suficientes.Con respecto al cambio climático, el informe dice que ahora la amenaza es tan urgente que es necesario reducir enormemente las emisiones de gases de efecto invernadero para mediados de siglo. Otro problema es el consumo insustentable: estamos viviendo muy por encima de nuestras posibilidades.La cantidad de recursos necesarios para sustentar la población mundial supera la disponibilidad de éstos.“La huella ecológica de la humanidad (la demanda de la humanidad sobre el medio ambiente) es de 21,9 hectáreas por persona, mientras que la capacidad biológica media de la Tierra es de sólo 15,7 hectáreas por persona”, dice el GEO-4.Hay una crisis triple –ambiental, del desarrollo y energética– que en realidad es una sola, agrega el informe del PNUMA. Las causas son el aumento de la población humana, del consumo de los ricos y de la desesperación de los pobres.Esta crisis consiste en el cambio climático, en los índices de extinción de especies y de hambruna, la disminución de las poblaciones de peces, la pérdida de tierra fértil por degradación, la presión insostenible en los recursos, el descenso de la cantidad de agua dulce disponible, el riesgo de que el daño al medio ambiente pueda superar “niveles insospechados para los que no habrá vuelta atrás”.Algunos de los principales problemas destacados por el informe son: l El cambio climático. Este problema es una “prioridad mundial”, pero el informe revela “una asombrosa falta de sentido de la urgencia” y una respuesta mundial “lamentablemente inadecuada”. Varios países altamente contaminantes se han negado a ratificar el Protocolo de Kioto.“Algunos sectores de la industria que estaban en desacuerdo con el Protocolo se las arreglaron para debilitar la voluntad política de ratificarlo”.+ El agua. Se tornará más escasa. El riego se lleva alrededor de un setenta por ciento del agua disponible y, sin embargo, lograr los objetivos mundiales de reducir el hambre significa que, para 2050, habrá que duplicar la producción de alimentos. La cantidad de agua dulce está disminuyendo: para 2025 se prevé que el uso haya aumentado en un cincuenta por ciento en los países en vías de desarrollo y en un dieciocho por ciento en el mundo desarrollado. El peso cada vez mayor de la demanda de agua llegará a ser intolerable en los países donde este recurso escasea. La calidad del agua también está descendiendo, ya que está contaminada por patógenos microbianos y por un exceso de nutrientes. El agua contaminada sigue siendo la mayor causa de enfermedad humana y de mortalidad a escala mundial.+ Las poblaciones de peces. El consumo se triplicó desde 1961 a 2001. El número de capturas se ha quedado estancado o ha descendido lentamente desde la década del ochenta. Hay un exceso en la capacidad de pesca, que representa un 250 por ciento más de lo que sería una captura sustentable de la producción de los océanos.+ La biodiversidad. Los cambios actuales son los más rápidos que se han visto en la historia del ser humano. Las especies se están extinguiendo a un ritmo cien veces mayor que el que se aprecia en los registros de fósiles. Más del treinta por ciento de los anfibios, el 23 por ciento de los mamíferos y el doce por ciento de las aves se encuentra en peligro. Y la intrusión de especies exóticas invasivas es un problema en aumento. El ctenóforo americano, introducido accidentalmente por barcos estadounidenses en 1982, ha llegado a dominar por completo el ecosistema del Mar Negro y hacia 1992 ya había destruido veintiséis piscifactorías comerciales.Martin Khor es director de Third World Network (TWN).Este artículo fue publicado el 15 de noviembre de 2007 en Agenda Global, un suplemento semanal que circula los jueves con el periódico La Diaria de Montevideo, Uruguay.
www.ladiaria.com.uy
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Red del Tercer Mundo - Uruguay/22/11/2007

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