Dice fundación Konrad Adenauer
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Por Hypatia Velasco Ramírez
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México (CIMAC) Aún cuando hay signos desalentadores de la participación política e institucional de la población femenina en América Latina, en los últimos años ha habido un rápido crecimiento de las mujeres en cargos decisivos de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial de Latinoamérica.
Es así como países como Brasil, México y Uruguay han incrementado la participación de las mujeres en un porcentaje mayor al 100 por ciento.
De acuerdo con las cifras proporcionadas por el IDD-Lat, México tuvo una participación de la mujer en cargos decisivos del 8.33 por ciento en 2002, mientras que en 2007 éste había aumentado al 19.73 es decir, 136.85 por ciento.
En Argentina, el mismo índice indica una participación en cargos políticos de 11.6 por ciento en 2002 y del 24.9 en 2007.
En Paraguay el crecimiento fue del 15.10 por ciento, pues en el año 2002 el registro señala una participación del 1 por ciento y en 2007 éste había aumentado al 16.1 por ciento.
Por su parte, Brasil creció, de un 2 por ciento en 2002, a un 14.3 por ciento en 2007; Costa Rica, de un 16.3 por ciento en 2002, a un 30.1 en la actualidad; Honduras, del 8.6 por ciento de mujeres en posiciones de liderazgo estatal en 2002, a un 35.5 por ciento en 2007; y Uruguay del 4 por ciento en 2002 al 24.7 por ciento en la actualidad.
En el caso de Chile, la cifra de participación en 2002 fue del 14 por ciento, aumentando al 17.57 por ciento en 2007; y en Nicaragua, del 3.3 por ciento de 2002 creció a 23.3 por ciento.
Es decir, en promedio la participación de la mujer en cargos de decisión en América Latina creció un 151.42 por ciento.
De acuerdo con la fundación Konrad Adenauer, que es la encargada de llevar a cabo el Índice de Desarrollo Democrático, éste se realiza mediante el análisis y evaluación del comportamiento de sociedades, dirigentes e instituciones de la democracia en 18 países de América Latina.
Y este año, el Índice destaca también que hubo un retroceso en Centroamérica y el Caribe, pues la República Dominicana, Salvador, Nicaragua y Guatemala presentaron la mayor caída interanual en comparación con el 2006.
Asimismo, el índice revela que hubo un incremento en la región en cuanto a la Dimensión de Derechos Políticos y Libertades Civiles del 4 por ciento.
No obstante, hubo un retroceso del 2 por ciento del promedio en la dimensión de calidad institucional y eficiencia política, en la que destacan las caídas de El Salvador y República Dominicana.
Y en desarrollo económico se observa una mejora en el promedio de países latinoamericanos, nos obstante, en esta dimensión hay importantes caídas para Chile, México y Colombia.
Para la fundación, la participación de las mujeres en los cargos políticos es crucial en el proceso de adelanto de la mujer, “ya que no sólo es una exigencia básica de justicia o democracia, sino que puede considerarse una condición necesaria para que se tengan en cuenta los intereses de la mujeres”.
Y de seguir con el crecimiento de la participación femenina en estos cargos “la igualdad estaría al alcance de la mano. Prueba de ello es la aparición de mujeres en el ejercicio de la presidencia de los países latinoamericanos o compitiendo con posibilidades ciertas de lograrlo”.
No obstante, es necesario reconocer que en muchos casos “la mujer aparece como una continuidad de espacios de poder obtenidos por los hombres”, explica.
Es así como mucho de ellos utilizan a sus esposas, hijas o amigas para ampliar su espacio de ocupación de posiciones o para burlar los mecanismos que prohíben la reelección de concejales diputados, senadores, gobernadores o presidentes.
“Aunque posiblemente sea la única posibilidad para el crecimiento de la participación de la mujer y el significativo crecimiento que destacamos, es de esperar que también los métodos de participación política femenina permitan el acceso de las miles de mujeres que luchan políticamente sin otro padrinazgo que el de sus ideales y esfuerzo personal”, señala la fundación.
México (CIMAC) Aún cuando hay signos desalentadores de la participación política e institucional de la población femenina en América Latina, en los últimos años ha habido un rápido crecimiento de las mujeres en cargos decisivos de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial de Latinoamérica.
Es así como países como Brasil, México y Uruguay han incrementado la participación de las mujeres en un porcentaje mayor al 100 por ciento.
De acuerdo con las cifras proporcionadas por el IDD-Lat, México tuvo una participación de la mujer en cargos decisivos del 8.33 por ciento en 2002, mientras que en 2007 éste había aumentado al 19.73 es decir, 136.85 por ciento.
En Argentina, el mismo índice indica una participación en cargos políticos de 11.6 por ciento en 2002 y del 24.9 en 2007.
En Paraguay el crecimiento fue del 15.10 por ciento, pues en el año 2002 el registro señala una participación del 1 por ciento y en 2007 éste había aumentado al 16.1 por ciento.
Por su parte, Brasil creció, de un 2 por ciento en 2002, a un 14.3 por ciento en 2007; Costa Rica, de un 16.3 por ciento en 2002, a un 30.1 en la actualidad; Honduras, del 8.6 por ciento de mujeres en posiciones de liderazgo estatal en 2002, a un 35.5 por ciento en 2007; y Uruguay del 4 por ciento en 2002 al 24.7 por ciento en la actualidad.
En el caso de Chile, la cifra de participación en 2002 fue del 14 por ciento, aumentando al 17.57 por ciento en 2007; y en Nicaragua, del 3.3 por ciento de 2002 creció a 23.3 por ciento.
Es decir, en promedio la participación de la mujer en cargos de decisión en América Latina creció un 151.42 por ciento.
De acuerdo con la fundación Konrad Adenauer, que es la encargada de llevar a cabo el Índice de Desarrollo Democrático, éste se realiza mediante el análisis y evaluación del comportamiento de sociedades, dirigentes e instituciones de la democracia en 18 países de América Latina.
Y este año, el Índice destaca también que hubo un retroceso en Centroamérica y el Caribe, pues la República Dominicana, Salvador, Nicaragua y Guatemala presentaron la mayor caída interanual en comparación con el 2006.
Asimismo, el índice revela que hubo un incremento en la región en cuanto a la Dimensión de Derechos Políticos y Libertades Civiles del 4 por ciento.
No obstante, hubo un retroceso del 2 por ciento del promedio en la dimensión de calidad institucional y eficiencia política, en la que destacan las caídas de El Salvador y República Dominicana.
Y en desarrollo económico se observa una mejora en el promedio de países latinoamericanos, nos obstante, en esta dimensión hay importantes caídas para Chile, México y Colombia.
Para la fundación, la participación de las mujeres en los cargos políticos es crucial en el proceso de adelanto de la mujer, “ya que no sólo es una exigencia básica de justicia o democracia, sino que puede considerarse una condición necesaria para que se tengan en cuenta los intereses de la mujeres”.
Y de seguir con el crecimiento de la participación femenina en estos cargos “la igualdad estaría al alcance de la mano. Prueba de ello es la aparición de mujeres en el ejercicio de la presidencia de los países latinoamericanos o compitiendo con posibilidades ciertas de lograrlo”.
No obstante, es necesario reconocer que en muchos casos “la mujer aparece como una continuidad de espacios de poder obtenidos por los hombres”, explica.
Es así como mucho de ellos utilizan a sus esposas, hijas o amigas para ampliar su espacio de ocupación de posiciones o para burlar los mecanismos que prohíben la reelección de concejales diputados, senadores, gobernadores o presidentes.
“Aunque posiblemente sea la única posibilidad para el crecimiento de la participación de la mujer y el significativo crecimiento que destacamos, es de esperar que también los métodos de participación política femenina permitan el acceso de las miles de mujeres que luchan políticamente sin otro padrinazgo que el de sus ideales y esfuerzo personal”, señala la fundación.
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Cimac - México/06/11/2007
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