Por Charles Davis
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WASHINGTON (IPS) - Un paquete de asistencia antidrogas de 1.400 millones de dólares de Estados Unidos a México y América Central podría ser un tiro por la culata, según el presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense, el demócrata Tom Lantos.
Conocida como "Iniciativa Mérida", la mayoría de la ayuda se dirigiría a México en forma de aviones de vigilancia, equipamiento de seguridad fronteriza y entrenamiento de personal antidrogas. Un pedido inicial de asistencia por 550.000 millones de dólares remitido por la Casa Blanca al Congreso legislativo incluye 50.000 millones para apoyar las campañas contra el crimen organizado en tal vez todos los países de América Central, según el subsecretario de Estado (vicecanciller) Thomas Shannon. Se trata de "asistencia vital para nuestros socios en México y en América Central, que están trabajando para dominar a los carteles, combatir el crimen organizado y detener el tráfico humano", dijo el mes pasado el presidente estadounidense George W. Bush a la prensa al anunciar la propuesta. El plan fue bautizado así por la ciudad mexicana donde Bush y su par Felipe Calderón se reunieron en marzo. La Casa Blanca asegura que la Iniciativa de Mérida brindará el muy necesario apoyo al combate al narcotráfico en uno de los más cercanos aliados de Estados Unidos en América Latina. Alrededor de 90 por ciento de la cocaína que se consume en este país pasa a través de México. En una audiencia sobre el asunto en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense el miércoles, funcionarios del Departamento de Estado (cancillería) aplaudieron los pasos tomados por Calderón para combatir el narcotráfico desde que asumió el cargo en diciembre pasado. "La determinación y compromiso demostrados por el gobierno de Calderón son históricos", dijo Shannon. El mandatario mexicano desplegó hasta 24.000 soldados en todo el territorio de su país para combatir a los carteles, y se elevó también la cantidad de extradiciones de narcotraficantes a Estados Unidos, recordó el funcionario. Pero el opositor senador Lantos dijo que la Iniciativa de Mérida es defectuosa. La cooperación bilateral en seguridad es una deuda de larga data, pero, según el legislador, el énfasis de Bush en el suministro de drogas tendrá como efecto empujar al narcotráfico a otros países de la región. También cuestionó la clave de la propuesta --el adiestramiento del personal de seguridad mexicano-- a la luz de la corrupción que percibe en el país latinoamericano. "El entrenamiento puede ser peligroso porque mejora la eficacia de las fuerzas corruptas", dijo. Esa visión es compartida por Joy Olson, directora ejecutiva del instituto académico Oficina en Washington sobre América Latina. En los años 90, Estados Unidos brindó adiestramiento en la Escuela de las Américas a funcionarios que terminaron integrando el grupo paramilitar Las Zetas, brazo armado del Cartel del Golfo, según Olson. "Muchos presidentes mexicanos anunciaron reestructuras radicales de las fuerzas policiales, pero ninguno ha sido capaz todavía de cambiarla efectivamente", advirtió. Críticos de la política antidrogas estadounidense prevén que la asistencia a las fuerzas de seguridad mexicanas podría terminar financiando violaciones de derechos humanos. Cuarenta por ciento de la ayuda al país latinoamericano se dirigirá a las fuerzas armadas y a la policía. Reata Rendon, de la organización de derechos humanos Amnistía Internacional, sostuvo que "hay muchas más preguntas que respuestas" sobre la Iniciativa de Mérida. El aumento del uso de fuerzas militares contra el narcotráfico por parte del gobierno de Calderón requiere un control cuidadoso, pues ya ha elevado las violaciones de derechos humanos y los perpetradores operan, con frecuencia, con impunidad, dijo Rendon a IPS. "Los servicios de seguridad mexicanos, en particular los militares, tienen muy malos antecedentes en materia de derechos humanos", dijo a IPS Daniel Wilkinson, subdirector para América de la organización Human Rights Watch. "Sería un error darles un cheque en blanco." El gobierno de Bush ha intentado aventar las dudas de los críticos enfatizando en el compromiso de ayudar en las mejoras del sistema legal mexicano. "La Iniciativa de Mérida, si se aprueba, incluirá varios esfuerzos para mejorar la prevención del delito, modernizar la policía mexicana y consolidar las instituciones y el estado de derecho", dijo el secretario de Estado adjunto David Johnson ante el Comité del Senado. Pero Laura Carlsen, del Centro para Políticas Internacionales, denomina a la Iniciativa de Mérida "Plan México", para parangonarlo con el Plan Colombia, otro programa antidrogas del gobierno de Bush. Carlsen cuestiona el uso de la fuerza militar en campañas antidroga, un enfoque que, según ella, no ha funcionado en ningún país del mundo.
WASHINGTON (IPS) - Un paquete de asistencia antidrogas de 1.400 millones de dólares de Estados Unidos a México y América Central podría ser un tiro por la culata, según el presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense, el demócrata Tom Lantos.
Conocida como "Iniciativa Mérida", la mayoría de la ayuda se dirigiría a México en forma de aviones de vigilancia, equipamiento de seguridad fronteriza y entrenamiento de personal antidrogas. Un pedido inicial de asistencia por 550.000 millones de dólares remitido por la Casa Blanca al Congreso legislativo incluye 50.000 millones para apoyar las campañas contra el crimen organizado en tal vez todos los países de América Central, según el subsecretario de Estado (vicecanciller) Thomas Shannon. Se trata de "asistencia vital para nuestros socios en México y en América Central, que están trabajando para dominar a los carteles, combatir el crimen organizado y detener el tráfico humano", dijo el mes pasado el presidente estadounidense George W. Bush a la prensa al anunciar la propuesta. El plan fue bautizado así por la ciudad mexicana donde Bush y su par Felipe Calderón se reunieron en marzo. La Casa Blanca asegura que la Iniciativa de Mérida brindará el muy necesario apoyo al combate al narcotráfico en uno de los más cercanos aliados de Estados Unidos en América Latina. Alrededor de 90 por ciento de la cocaína que se consume en este país pasa a través de México. En una audiencia sobre el asunto en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense el miércoles, funcionarios del Departamento de Estado (cancillería) aplaudieron los pasos tomados por Calderón para combatir el narcotráfico desde que asumió el cargo en diciembre pasado. "La determinación y compromiso demostrados por el gobierno de Calderón son históricos", dijo Shannon. El mandatario mexicano desplegó hasta 24.000 soldados en todo el territorio de su país para combatir a los carteles, y se elevó también la cantidad de extradiciones de narcotraficantes a Estados Unidos, recordó el funcionario. Pero el opositor senador Lantos dijo que la Iniciativa de Mérida es defectuosa. La cooperación bilateral en seguridad es una deuda de larga data, pero, según el legislador, el énfasis de Bush en el suministro de drogas tendrá como efecto empujar al narcotráfico a otros países de la región. También cuestionó la clave de la propuesta --el adiestramiento del personal de seguridad mexicano-- a la luz de la corrupción que percibe en el país latinoamericano. "El entrenamiento puede ser peligroso porque mejora la eficacia de las fuerzas corruptas", dijo. Esa visión es compartida por Joy Olson, directora ejecutiva del instituto académico Oficina en Washington sobre América Latina. En los años 90, Estados Unidos brindó adiestramiento en la Escuela de las Américas a funcionarios que terminaron integrando el grupo paramilitar Las Zetas, brazo armado del Cartel del Golfo, según Olson. "Muchos presidentes mexicanos anunciaron reestructuras radicales de las fuerzas policiales, pero ninguno ha sido capaz todavía de cambiarla efectivamente", advirtió. Críticos de la política antidrogas estadounidense prevén que la asistencia a las fuerzas de seguridad mexicanas podría terminar financiando violaciones de derechos humanos. Cuarenta por ciento de la ayuda al país latinoamericano se dirigirá a las fuerzas armadas y a la policía. Reata Rendon, de la organización de derechos humanos Amnistía Internacional, sostuvo que "hay muchas más preguntas que respuestas" sobre la Iniciativa de Mérida. El aumento del uso de fuerzas militares contra el narcotráfico por parte del gobierno de Calderón requiere un control cuidadoso, pues ya ha elevado las violaciones de derechos humanos y los perpetradores operan, con frecuencia, con impunidad, dijo Rendon a IPS. "Los servicios de seguridad mexicanos, en particular los militares, tienen muy malos antecedentes en materia de derechos humanos", dijo a IPS Daniel Wilkinson, subdirector para América de la organización Human Rights Watch. "Sería un error darles un cheque en blanco." El gobierno de Bush ha intentado aventar las dudas de los críticos enfatizando en el compromiso de ayudar en las mejoras del sistema legal mexicano. "La Iniciativa de Mérida, si se aprueba, incluirá varios esfuerzos para mejorar la prevención del delito, modernizar la policía mexicana y consolidar las instituciones y el estado de derecho", dijo el secretario de Estado adjunto David Johnson ante el Comité del Senado. Pero Laura Carlsen, del Centro para Políticas Internacionales, denomina a la Iniciativa de Mérida "Plan México", para parangonarlo con el Plan Colombia, otro programa antidrogas del gobierno de Bush. Carlsen cuestiona el uso de la fuerza militar en campañas antidroga, un enfoque que, según ella, no ha funcionado en ningún país del mundo.
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IPS Noticias - Uruguay/16/11/2007
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