Policías de Pakistán reprimieron hoy a miles de personas que protestaron contra el presidente Pervez Musharraf, en medio de críticas de Estados Unidos y otros países por la decisión del mandatario de declarar el estado de emergencia y suspender las garantías constitucionales. Más de 1.500 personas fueron detenidas desde que Musharraf decretó, el sábado, las medidas excepcionales, que incluyeron la disolución de la Corte Suprema y el arresto de sus jueces, justo cuando el alto tribunal se preparaba para fallar sobre la validez de su reelección en comicios celebrados el mes pasado. Aunque las manifestaciones dieron una muestra de un incipiente malestar público en este país musulmán con armas nucleares de 160 millones de habitantes, y que está gobernado por militares desde hace 60 años, hasta ahora las protestas fueron limitadas a opositores, abogados y activistas de los derechos humanos. Los principales asesores en seguridad del presidente estadounidense, George W. Bush, dijeron que la ayuda financiera que Washington da a Pakistán, un aliado clave en su "guerra contra el terrorismo", seguramente no se interrumpirá pese al malestar de la Casa Blanca con la declaración del estado de emergencia. Pakistán recibió 11 mil millones de dólares desde que se alió a Washington en el combate al islamismo radical, tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos. La secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice -que ayer había dicho que Washington podría "revisar" su asistencia financiera a Pakistán- urgió a Musharraf a cumplir sus promesas y a "quitarse el uniforme" militar y convertirse en un líder civil. "Creemos que la mejor opción para Pakistán es regresar rápidamente a la senda constitucional y luego celebrar elecciones", dijo Rice, citada por la cadena de noticias CNN. El secretario de Defensa, Robert Gates, de visita en China, urgió a Musharraf a "hacer regresar su país al gobierno democrático, constitucional y legal". Su vocero, Geoff Morrel, dijo que conversaciones bilaterales de Defensa que debían comenzar mañana quedaron suspendidas hasta que mejore la situación política. Musharraf, en el poder desde 1999, suspendió la Constitución con el argumento de una creciente violencia islamista y de que el sistema judicial obstruía su autoridad. Musharraf se reunió hoy con embajadores extranjeros y dijo que "el sistema superior de Justicia paralizó varios órganos del Estado y creó impedimentos en la lucha contra el terrorismo", informó la agencia de noticias estatal Associated Press de Pakistán, en su edición digital.No obstante, el presidente -que llegó al poder con un golpe de Estado- reiteró que completará la transición a la democracia. Su gobierno, que además de suspender la Constitución ordenó detener a opositores y cerró los medios de prensa privados, dijo ayer que las elecciones legislativas podían ser postergadas un año. El primer ministro Shaukat Aziz dijo hoy "creer" que los comicios parlamentarios se celebrarán "como estaba previsto", pero no aclaró si se refería a la fecha prevista de enero o a que simplemente habrá elecciones en algún momento aún no fijado. Una fuente del Ministerio del Interior que pidió no ser identificada dijo que entre 1.500 y 1.800 personas fueron detenidas desde el sábado, entre ellos dirigentes opositores, abogados y activistas de derechos humanos que podían incitar a las protestas, informó la cadena de noticias CNN. Miles de abogados se manifestaron hoy frente a tribunales de varias ciudades, pero fueron duramente reprimidos. En la manifestación más numerosa, unos 2.00 abogados protestaron en Lahore, en el este. Los abogados se congregaron en la puerta de un tribunal y cuando se diponían a iniciar una marcha todos juntos, la policía cargó con bastonazos y gases. Los abogados respondieron con piedras y golpes de puño al grito de "¡Fuera Musharraf, fuera!". Los abogados fueron la punta de lanza de un incipiente movimiento de protesta de principios de año cuando Musharraf quiso echar al presidente de la Corte Suprema. El desafío dio bríos a la oposición y desató un movimiento pro democrático aún mayor para poner fin a ocho años de gobierno de facto. Musharraf finalmente destituyó al juez el sábado, justo cuando el tribunal se preparaba a pronunciarse sobre la validez de su triunfo en elecciones presidenciales el mes pasado.
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Repudio de Gran Bretaña, Holanda y Australia
El autogolpe en Pakistán decretado el sábado por el presidente Pervez Musharraf, continúa cosechando rechazos en todo el mundo, como los casos del Reino Unido, Holanda y Australia que anunciaron hoy una serie de medidas como respuesta a tal determinación. El primer ministro, Gordon Brown, le pidió a Musharraf que "restablezca el orden constitucional lo antes posible y que confirme el desarrollo de las elecciones previstas para enero" y advirtió que en caso contrario podría determinar un recorte de los programas de asistencia a Pakistán. "Queremos ver el restablecimiento de los normales procesos democráticos y constitucionales", dijo Brown a través de su vocero, según informó la agencia Ansa. Por su parte, Holanda decidió suspender su ayuda financiera a Pakistán, tras la proclamación del estado de emergencia en el país. Lo anunció el ministro para la Ayuda al Desarrollo holandés, Bert Koenders, quien condenó con fuerza lo que calificó como "un golpe de estado dramático". Con esta decisión, Holanda suspende el pago de 3 millones de euros de una ayuda total de 12 millones. El funcionario holandés agregó que será revisado el pago de 40 millones de euros para el período 2008, destinados sobre todo al programa de ayuda para la educación. También Australia, a través de su primer ministro John Howard, expresó preocupación por la situación en Pakistán. Howard invitó telefónicamente a Musharraf a la moderación, aunque reconoció que "Pakistán enfrenta difíciles circunstancias y graves desafíos para su estabilidad". El premier dijo que respeta la línea dura del presidente paquistaní "contra los terroristas y su fidelidad" a la coalición en Afganistán, pero advirtió que no puede apoyar su última decisión. "Los derechos civiles, la capacidad de los partidos políticos de operar y la libertad de los medios y del sistema judicial son requisitos centrales para que Pakistán complete la transición hacia la democracia, como su líder prometió", indicó Howard.
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Los Andes - Argentina/06/11/2007
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