El debate hoy entre los aspirantes liberal y laborista a la cartera de Medio Ambiente evidenció las diferencias en la política sobre el cambio climático entre los dos principales partidos de Australia con vistas a los comicios del 24 de noviembre próximo.
Malcolm Turnbull, ministro en funciones de esa cartera, dijo que la Coalición Liberal, que gobierna Australia desde 1996 y se niega a firmar el Protocolo de Kioto (Jaón), tiene la fortaleza necesaria para liderar al país en "la próxima etapa de las negociaciones internacionales sobre cambio climático".
"Habrá países que querrán quitarle industrias a Australia", advirtió, al tiempo que aseguró que un nuevo gobierno conservador cuidará el medioambiente sin arriesgar la prosperidad económica del país.
"Nosotros daremos el resultado adecuado para el mundo, para la efectividad medioambiental y para la seguridad económica de Australia", prometió Turnbull, quien accedió al cargo el pasado mes de enero.
Por su parte, el candidato laborista a ocupar su puesto, Peter Garrett, opinó que si su partido resulta vencedor en las elecciones del 24 de noviembre, los países que negocien el nuevo protocolo que en el 2012 sustituirá al de Kioto sabrán que él aceptaría firmarlo sin que China o la India se comprometan a los mismos objetivos.
Turnbull subrayó que Australia compite en muchos mercados con la producción procedente de países en desarrollo, pero Garret, ex presidente de uno de un importante grupo ecologista australiano, insistió en que un Ejecutivo laborista suscribirá de inmediato el Protocolo de Kioto.
Según el candidato laborista, sin esta firma, cuando se celebre en diciembre en Bali la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático, Australia no tendrá derecho a votar.
Un gobierno laborista, añadió, basará la gestión del medio ambiente más en hechos científicos que económicos, pues éstos últimos "indican que una dilación significa un coste más alto".
Garrett, quien también fue en el pasado vocalista de la famosa banda de rock local Midnight Oil, es considerado el candidato más popular en materia de cambio climático, según una encuesta encargada por el Instituto sobre el Clima.
El sondeo recoge que el 43 por ciento de los ciudadanos cree que es más sensato en este aspecto que Turnbull, al que sólo apoya el siete por ciento de los encuestados.
El 61 por ciento opina que Australia debe sumarse a Kioto y el 75 por ciento respalda que debe comprometerse a reducir la emisión de gases que causan el efecto invernadero sin esperar que otros países en desarrollo también se comprometan a ello.
Entre 1995 y el 2005, Australia fue el país que emitió más gases nocivos por habitante para el medio ambiente de todas las naciones industrializadas, según el último estudio elaborado este mes por la Universidad Nacional.
Malcolm Turnbull, ministro en funciones de esa cartera, dijo que la Coalición Liberal, que gobierna Australia desde 1996 y se niega a firmar el Protocolo de Kioto (Jaón), tiene la fortaleza necesaria para liderar al país en "la próxima etapa de las negociaciones internacionales sobre cambio climático".
"Habrá países que querrán quitarle industrias a Australia", advirtió, al tiempo que aseguró que un nuevo gobierno conservador cuidará el medioambiente sin arriesgar la prosperidad económica del país.
"Nosotros daremos el resultado adecuado para el mundo, para la efectividad medioambiental y para la seguridad económica de Australia", prometió Turnbull, quien accedió al cargo el pasado mes de enero.
Por su parte, el candidato laborista a ocupar su puesto, Peter Garrett, opinó que si su partido resulta vencedor en las elecciones del 24 de noviembre, los países que negocien el nuevo protocolo que en el 2012 sustituirá al de Kioto sabrán que él aceptaría firmarlo sin que China o la India se comprometan a los mismos objetivos.
Turnbull subrayó que Australia compite en muchos mercados con la producción procedente de países en desarrollo, pero Garret, ex presidente de uno de un importante grupo ecologista australiano, insistió en que un Ejecutivo laborista suscribirá de inmediato el Protocolo de Kioto.
Según el candidato laborista, sin esta firma, cuando se celebre en diciembre en Bali la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático, Australia no tendrá derecho a votar.
Un gobierno laborista, añadió, basará la gestión del medio ambiente más en hechos científicos que económicos, pues éstos últimos "indican que una dilación significa un coste más alto".
Garrett, quien también fue en el pasado vocalista de la famosa banda de rock local Midnight Oil, es considerado el candidato más popular en materia de cambio climático, según una encuesta encargada por el Instituto sobre el Clima.
El sondeo recoge que el 43 por ciento de los ciudadanos cree que es más sensato en este aspecto que Turnbull, al que sólo apoya el siete por ciento de los encuestados.
El 61 por ciento opina que Australia debe sumarse a Kioto y el 75 por ciento respalda que debe comprometerse a reducir la emisión de gases que causan el efecto invernadero sin esperar que otros países en desarrollo también se comprometan a ello.
Entre 1995 y el 2005, Australia fue el país que emitió más gases nocivos por habitante para el medio ambiente de todas las naciones industrializadas, según el último estudio elaborado este mes por la Universidad Nacional.
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Primera Hora - Puerto Rico/08/11/2007
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