Joseph Purugganan*
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(CEPRID).- Hace años que la Unión Europea intenta consolidar y afinar estrategias que le permitan fortalecer su competitividad para abordar los nuevos desafíos de un mercado mundial que cambia a gran velocidad. El fomento al comercio y las inversiones es claramente una prioridad para Europa. En 2000 se definió la Estrategia de Lisboa, una iniciativa para transformar a la UE en "la economía basada en el conocimiento más competitiva y dinámica del mundo de aquí al 2010, capaz de crecer económicamente de manera sostenible con más y mejores empleos y con mayor cohesión social y respeto por el medioambiente".(1)
(CEPRID).- Hace años que la Unión Europea intenta consolidar y afinar estrategias que le permitan fortalecer su competitividad para abordar los nuevos desafíos de un mercado mundial que cambia a gran velocidad. El fomento al comercio y las inversiones es claramente una prioridad para Europa. En 2000 se definió la Estrategia de Lisboa, una iniciativa para transformar a la UE en "la economía basada en el conocimiento más competitiva y dinámica del mundo de aquí al 2010, capaz de crecer económicamente de manera sostenible con más y mejores empleos y con mayor cohesión social y respeto por el medioambiente".(1)
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En 2005 se hizo un relanzamiento de la estrategia de Lisboa, que propuso además ocho áreas prioritarias clave: Apoyo al conocimiento y la innovación; reforma de la política de ayudas del Estado; simplificación del marco regulatorio; completar el mercado interno para los servicios; acuerdo global sobre las negociaciones de la Ronda de Doha de la OMC; eliminación de los obstáculos a la movilidad física, laboral y académica; desarrollo de un enfoque común para los temas de la integración económica; y apoyo a los esfuerzos para abordar los efectos sociales de la reestructura económica.
La estrategia de Lisboa se basa en el fortalecimiento de la integración económica en Europa como paso necesario para promover su competitividad y su ventaja comparativa en el mercado mundial. En otras palabras, muchas de las reformas económicas y de las reestructuras tendrán consecuencias, no solamente para los socios comerciales de la UE sino que afectarán también las economías de los propios Estados miembros.
En un discurso pronunciado en octubre de 2006 ante la Comisión Europea, el Comisionado de Comercio de la UE, Peter Mandelson, describió en general los elementos clave de una nueva comunicación de la Comisión Europea titulada "Una Europa Global: Competir en el mundo", que define la interrelación entre el comercio interno y exterior de la UE y las políticas de desarrollo.
Mandelson resume la nueva estrategia como el "rechazo del proteccionismo en casa, combinado con un "activismo en la apertura de mercados en el exterior".(2) La nueva estrategia pone de manifiesto la convicción de que si se adopta una política de apertura interna, se "crean condiciones para que puedan crecer compañías europeas fuertes", y que impulsar la apertura y la liberalización del comercio y las inversiones en el resto del mundo es crucial para asegurar los intereses de desarrollo de la UE.
La estrategia implica el desmantelamiento de las barreras comerciales, particularmente los obstáculos no arancelarios, la promoción de regímenes de comercio abiertos dentro y fuera de la UE, el desarrollo del mercado interno y la continuidad del proceso de integración de la UE, el establecimiento de reglas y normas a nivel mundial, la protección de los derechos de propiedad intelectual (DPI), la conclusión de la Ronda de Doha, y el establecimiento de tratados de libre comercio (TLC) bilaterales y regionales, en particular con la región asiática, donde la presencia de la UE no es tan fuerte en comparación con Estados Unidos, Japón y China.
Muchos analistas europeos consideran que esta nueva estrategia representa un cambio importante para la UE. Por un lado, si bien todavía se manifiesta de palabra una preferencia por el multilateralismo en el comercio, hoy hay una ofensiva fuerte en pos de concretar tratados de libre comercio bilaterales y regionales, al igual que acuerdos de asociación económica, con África, América Latina y Asia. Como la UE se proyecta como el campeón del sistema de comercio multilateral, la OMC y las negociaciones de la actual Ronda de Doha mantienen la "prioridad", al menos en el discurso oficial. Tal y como subrayó Mandelson, "Europa no dará un paso atrás en el multilateralismo".(3) Sin embargo, la UE "detenta el record mundial de TLC bilaterales que cubren toda Europa, Oriente Medio, África, el Pacífico y América Latina".(4) Mandelson justifica la búsqueda de acuerdos bilaterales como parte de una estrategia global para eliminar las barreras comerciales, en particular "las que están fuera del alcance de las reglas de la OMC". Destaca que "Doha primero, nunca ha significado solamente Doha".(5)
La UE les está imponiendo su agenda de competitividad a los países en desarrollo del sudeste asiático de muchas maneras y mediante diversos instrumentos políticos complementarios.
Documentos de estrategia país (DEP) y programas indicativos nacionales y regionales (PIN y PIR)
La UE elabora un DEP donde define cuáles son sus prioridades en materia de asistencia para el desarrollo, luego los países receptores lo adoptan dando forma a un Programa Indicativo Nacional, o en el caso de ASEAN, a un programa indicativo regional, que establece los lineamientos generales para la realización de proyectos y expresa su compromiso con el programa.
El Programa Indicativo Regional de ASEAN comienza con un análisis donde se expresa que la UE y ASEAN comparten muchas características e intereses comunes: la búsqueda de la cooperación e integración regional entre Estados miembros muy diversos; el respeto por la identidad cultural, religiosa y lingüística; y el compromiso con un mundo multipolar basado en instituciones multilaterales fuertes. Estos intereses y características comunes conforman la base de la "nueva asociación" entre las dos regiones.
Sin embargo, la médula del asunto se encuentra prolijamente escondida unos pocos párrafos más abajo: los fuertes lazos comerciales entre las dos regiones.
ASEAN es el sexto socio comercial de la UE en el mundo, siendo proveedor de productos que incluyen desde aceite de palma a maquinaria. La UE (25 países) da cuenta del 14,4 % del total de las exportaciones de ASEAN y del 11,4 % del total de importaciones que ingresan a esa región. También está aumentando el comercio en servicios.
A lo largo de los años, las prioridades de asistencia a ASEAN han sido definidas así: facilitación del comercio, incluyendo asesoramiento en normas, calidad y conformidad; Derechos de Propiedad Intelectual; energía; medioambiente; desarrollo de capacidad para la Secretaría de ASEAN (promoción de la integración regional en el sudeste asiático); armonización de estadísticas sobre salud, educación, comercio e inversiones (cooperación estadística); y la lucha contra el terrorismo (manejo de fronteras).
En el bienio 2005-2006, el programa indicativo regional de la UE para ASEAN fue de entre 15 y 20 millones de euros.
Documento de estrategia País - Filipinas
Para Filipinas, las prioridades de la Estrategia País de la UE incluyeron: reforma del sector de la salud, apoyo a los procesos de paz en Mindanao, y asistencia relativa al comercio.
Sobre salud, la principal preocupación que plantean diversos grupos filipinos de la sociedad civil es la ofensiva por una reforma del sector de la salud en el contexto de la mercantilización de los servicios de atención de salud, y la presión para que las instituciones de salud pública adopten principios de "recuperación de costos" y "generación de ganancias".
En lo que hace a la asistencia relativa al comercio, si bien el objetivo declarado es el desarrollo de capacidades en las agencias gubernamentales, los grupos de la sociedad civil denuncian que la motivación principal de la asistencia de la UE relativa al comercio es fortalecer el comercio y los flujos de inversiones, en particular entre la UE y Filipinas. Todos los demás aspectos de la asistencia, plantean, son complementos de este objetivo subyacente. Por lo tanto, si bien se llama a "prestar debida atención a las dimensiones sociales de la globalización", el DEP/PIN no formula ningún apoyo o siquiera la voluntad explícita de promover políticas o programas para abordarlas.
El PIN reconoce, por ejemplo, la posibilidad de que la liberalización tenga efectos negativos en el corto plazo, y la necesidad de establecer "políticas complementarias debidamente secuenciadas". Sin embargo no dice nada que permita identificar (i) ¿cuáles son esos efectos potencialmente negativos (por ejemplo, la pérdida de ingresos resultante de la reducción de los aranceles y las consecuencias sobre el gasto público, los efectos negativos sobre los ingresos de los agricultores como consecuencia del ingreso de productos agrícolas más baratos, o la posible pérdida de puestos de trabajo en el sector industrial como consecuencia del NAMA) y (ii) qué tipo de medidas de mitigación son necesarias para revertir esos efectos?
Si se lo compara con la asistencia técnica relacionada con el comercio (TRTA por sus siglas en ingles) que se aplicaba antes, que era más explícita en cuanto a proporcionar apoyo a la promoción de empresas y el desarrollo de capacidades para ayudar a implementar las reglas de la OMC actuales y participar de manera significativa en la Ronda de Doha, el objetivo de esta nueva asistencia técnica relacionada con el comercio es la facilitación del comercio mediante una estrategia dual: el desarrollo de capacidades de los principales actores públicos y privados, y el levantamiento de los obstáculos técnicos al comercio, para que la UE pueda aprovechar mejor los derechos filipinos y las oportunidades existentes en el marco del sistema de comercio multilateral.
En el curso de las negociaciones de la Ronda de Doha, Filipinas ha dedicado mucho esfuerzo a articular estos derechos, adoptando una posición que comparten muchos países en desarrollo -la defensa del espacio político para el desarrollo o el derecho de los países a usar la política de comercio para trazar sus propias metas de desarrollo-y exigiendo una mayor flexibilidad para los países en desarrollo en las negociaciones. El PIN, sin embargo, parece ver con recelo esta posición. El componente de desarrollo de capacidades también debe fortalecer la capacidad del gobierno para facilitar un proceso de revisión de su política de comercio.
Si bien el DEP-PIN apunta a desarrollar las capacidades de los actores en las negociaciones comerciales, ignora absolutamente el reclamo de los afectados -tales como los pequeños agricultores rurales y los pescadores artesanales, las mujeres, los trabajadores y las comunidades indígenas-por acceso a la información y por mayor participación en la formulación de las políticas comerciales.
Los representantes de la delegación de la Unión Europea ante Filipinas argumentan que nuestras críticas a la asistencia relacionada con el comercio se originan en que no hemos entendido la naturaleza de la asistencia de la UE. Según los burócratas de la CE, la UE está allí para ayudar a Filipinas a mejorar sus normas y así facilitar las exportaciones nacionales a la UE. También señalan que nuestra posición respecto de la Ronda de Doha es obviamente contraria a la posición de la UE.
Acuerdos de asociación y acuerdos de cooperación
Hay una multitud de acuerdos de cooperación entre la UE y ASEAN sobre facilitación y promoción del comercio y las inversiones, asesoramiento en materia de normas y conformidad, desarrollo de un sector de servicios eficiente, cooperación institucional sobre mecanismos y políticas para la integración regional, y cooperación sectorial en agricultura (sector alimentos y bebidas, exportaciones y fabricación de maquinaria), pesca (desarrollo de capacidades para el manejo de recursos costeros), minería y energía (petróleo y gas natural, generación y suministro de energía), y manufacturas (automotores, medicamentos y productos farmacéuticos, productos petroquímicos y alimentos procesados).
La agenda de prioridades de las empresas de la UE resulta evidente en estos acuerdos de cooperación, que ponen el énfasis en crear un clima de negocios más favorable, que beneficie a las empresas europeas en áreas tales como la industria de alimentos procesados y el sector químico y farmacéutico, sectores en los cuales las compañías de la UE son las que dominan el mercado internacional.
Tratado de libre comercio UE-ASEAN
"Creo que Europa por su parte no se ha adaptado con la rapidez suficiente a estos cambios de Asia y a los desafíos que representan. En muchos aspectos, Europa todavía tiene una política del siglo XX para un Asia del siglo XXI. Cuando Europa se involucra efectivamente con Asia, demasiado a menudo lo hace poniendo el énfasis sólo en China, pasando por alto las oportunidades que surgen en todo el resto del continente". Peter Mandelson en Malasia, mayo de 2006.
El camino hacia el TLC
Ya en 2002 la UE estaba manejando la idea de un tratado de libre comercio (TLC) con Singapur. Esa idea quedó en suspenso debido a la preocupación de que un tratado bilateral con Singapur dejara afuera a otros miembros de ASEAN.
En 2003, la UE propuso la 'Iniciativa de Comercio Trans Regional UE-ASEAN' (TREATI, por sus siglas en inglés), como nueva iniciativa de cooperación económica biregional que incluye diálogo y actividades conjuntas de mutuo interés económico. La meta es consolidar los cimientos sobre los cuales establecer el diálogo y la cooperación en aspectos regulatorios sobre distintos temas de facilitación del comercio y acceso a mercados e inversiones entre ambas regiones, con el objetivo de ampliar los flujos de comercio e inversiones.
Con esta iniciativa (TREATI), la UE podría mejorar sustancialmente su relación con la región, ya que la misma crea las bases para un eventual TLC en el futuro. Si bien no pretende sustituir al TLC, representa un compromiso sustantivo de la UE de intensificar su asociación económica con ASEAN en los próximos años.
El grupo de visión ASEAN - UE
El Grupo de Visión sobre la Asociación Económica ASEAN-UE fue creado por los Ministros de Economía de ASEAN y el Comisionado de Comercio de la UE en la 6ª Consulta el 27 de abril de 2005 en Vietnam. Este Grupo de Visión tuvo por finalidad estudiar la viabilidad de una Área de Libre Comercio ASEAN-UE, además de otras iniciativas para mejorar la cooperación y los lazos económicos entre ASEAN y la UE. La reunión inaugural del Grupo de Visión se realizó en julio de 2005 en Vietnam.
El informe del Grupo de Visión que dio luz verde a un TLC UE-ASEAN se presentó en Hanoi en mayo de 2006. El capítulo 3 del informe está dedicado al TLC UE-ASEAN. Allí se describen los beneficios potenciales del acuerdo y se establece el marco para las negociaciones.
El estudio cuantitativo concluye lo siguiente: 1: ASEAN obtendría ganancias muy grandes, que llegarían a superar el 2% del PIB en 2020, aunque las ganancias de los países miembros individuales difieren, siendo apenas modestas en el caso de los países menos adelantados (PMA); 2. El grueso de las ganancias (75% de las ganancias de ASEAN) está asociado a la liberalización en el área de los servicios (suponiendo una reducción del 50% en las barreras al comercio en servicios); 3. Las ganancias se fortalecen dentro del ambiente de los TLC con terceros países firmados por UE y ASEAN: TLC UE-Mercosur, TLC de ASEAN con socios de diálogo.
Por otra parte, según el estudio cualitativo, el TLC podría generar una amplia gama de impactos tanto positivos como negativos. Estos incluyen ganancias moderadas a partir de la reducción arancelaria, ya que los aranceles ya no serían la principal barrera para el comercio de bienes, en particular con ganancias más significativas en los sectores de aranceles altos como la agricultura y el sector automotriz. El estudio identifica una complementariedad entre las dos regiones en una serie de industrias, con una relativa fuerza de ASEAN en la manufactura y de la UE en servicios basados en el conocimiento. Las barreras no arancelarias también han ganado importancia como impedimento del comercio: para las exportaciones de ASEAN a la UE, éstas serían las normas y requisitos técnicos y los cupos arancelarios para los productos sensibles, en tanto que para las exportaciones de la UE a ASEAN, las mismas serían las restricciones en el sector de servicios, particularmente los requisitos y limitaciones impuestos a la propiedad extranjera y las políticas nacionales destinadas a apoyar a determinados sectores industriales.
En base a estos estudios, el informe del Grupo de Visión recomendó un enfoque diferenciado para las negociaciones del TLC. La cooperación o el fortalecimiento de la asociación deberá apuntar a tres objetivos: cooperación, facilitación y liberalización. El TLC incluiría medidas de asistencia técnica y desarrollo de capacidades, además de las disposiciones corrientes de liberalización.
La UE presentó un proyecto de mandatos el 6 de diciembre de 2006. Ese proyecto de mandatos confirma el nuevo enfoque estándar anunciado el 4 de octubre en la Comunicación de la Comisión de la Unión Europea sobre 'Europa Global': fuerte destaque del clima regulatorio general, con especial énfasis en las barreras no-comerciales, y una serie de mecanismos nuevos de consulta previa y mediación flexible.
El 23 de abril de 2007, el Consejo de Asuntos Generales y Relaciones Exteriores (GAERC por sus siglas en inglés) de la UE aprobó todos los cinco mandatos para los TLC con ASEAN, Corea e India y los acuerdos de asociación con América Central y la Comunidad Andina de Naciones.
Los Ministros de Economía de los países de ASEAN y el Comisionado de Comercio de la UE se reunieron en Brunei el 4 de mayo de 2007, y acordaron comenzar las negociaciones para firmar un TLC. El proceso de negociación se basará en un enfoque región - región, en el que se reconoce y toma en cuenta los distintos niveles de desarrollo y capacidad de los países miembros de ASEAN.
Se creará un comité conjunto integrado por funcionarios de alta jerarquía de todos los países miembros de ASEAN y la UE para desarrollar los detalles de las modalidades y el programa de trabajo y el cronograma de las negociaciones.
Preocupaciones y problemas centrales
1. El proceso
La falta de transparencia y de participación de la opinión pública en ASEAN. Esto devela el doble discurso de la UE, que promueve procesos más participativos dentro de su región, pero no se molesta en absoluto por la falta de transparencia en ASEAN.
2. Países incluidos
ASEAN quiere negociar como uno, utilizando el enfoque "10 como 1", en tanto que la UE tiene la intención de excluir a Birmania. En la misma reunión del Consejo que aprobó los mandatos, también se adoptó una posición común, renovando las medidas restrictivas contra Birmania hasta el 30 de abril de 2008 y actualizando la lista de personas incluidas en el marco de esas medidas.
3. Temas sustantivos
3.1 Disparidades dentro de las economías de ASEAN -quién se quedará con los potenciales beneficios.
La región del sudeste asiático se caracteriza por ser un área de crecimiento del comercio y las inversiones.
Compuesta por Birmania, Brunei, Camboya, Indonesia, Malasia, Filipinas, Singapur, Tailandia, República Democrática Popular de Laos y Vietnam, la región tiene una población total de alrededor de 550 millones de personas. En conjunto, esos países tienen un PIB combinado de US$700.000 millones. La tasa media de crecimiento de la región es de 5,5% (2005).
La inversión extranjera directa (IED) en ASEAN alcanzó los US$38.000 millones en 2005, representando un aumento del 48% respecto del año anterior. El pronóstico para 2006 también muestra una tendencia al alza según los datos preliminares del primer trimestre de ese año, que indican que los flujos de IED alcanzaron US$14.000 millones en ese período, 90% más que los US$7.400 millones registrados en el mismo período de 2005.
ASEAN continuó manteniendo una tendencia positiva en su desempeño comercial, ya que el total de exportaciones de 2005 aumentó en un 13,5% respecto de 2004, pasando de US$589.400 millones en 2004 a US$646.000 millones en 2005. La tendencia siguió en alza hasta el primer trimestre de 2006, con un crecimiento de 17,7% de las exportaciones de ASEAN en comparación con las cifras de exportación para el mismo período de 2005. La cuota parte del comercio intra-ASEAN como porcentaje total del comercio de ASEAN se mantuvo relativamente constante en un 25% en 2005, apenas mayor que el 24,3% de 2004.(6)
Las cifras totales sin embargo enmascaran una realidad: "el sudeste asiático es una región económicamente diversa, con países que tienen distintos niveles de desarrollo y capacidades para responder a la globalización y el cambio y las necesidades de sus ciudadanos".(7)
El país más rico de la región es Singapur, que tiene un PIB per cápita de US$25.207, en comparación con Birmania, cuyo PIB per cápita solamente llega a US$166 (apenas 0,6% del PIB per cápita de Singapur). Incluso el PIB per cápita de Filipinas que asciende a US$1.042, equivale nada más que al 4% del PIB per cápita de Singapur.
Del total de la IED en ASEAN en 2004 que llegó a US$25.000 millones, Singapur se lleva la parte del león con US$16.000 millones que representan el 64% del total de la IED de la región. En segundo lugar distante está Malasia, que atrajo US$4.000 millones equivalentes al 16%, seguida de Vietnam con US$1.600 millones equivalentes al 6%. Filipinas ocupa el sexto lugar con flujos de IED que llegan a US$469 millones, apenas el 1,6% de la IED de la región.
En términos de exportaciones de mercancías, Singapur está al tope de la lista nuevamente, con exportaciones que en 2004 llegaron a US$197.000 millones, mientras que la RDP de Laos ocupa el último puesto con exportaciones que solamente llegan a US$363 millones, apenas el 0,1% de las exportaciones de Singapur. Las exportaciones de Filipinas ascienden a US$38.000 millones, que equivalen al 19% de las exportaciones de Singapur.
En términos de migraciones, la región tiene países de emigración (como Indonesia y Filipinas) y otros de inmigración (como Tailandia, Malasia y Singapur). Los migrantes irregulares rondan los 2,6 millones, de los cuales el 82% son indonesios y filipinos. Malasia y Tailandia son receptores del 83% de esta migración.
3.2 La liberalización del comercio de bienes y servicios podrá ser beneficiosa para los intereses empresariales de la UE, pero puede ser perjudicial para el empleo, el sustento, y los ingresos de los Estados.
En agricultura, los ajustes o las reformas de las políticas podrían llevar a la 'mercantilización' creciente de la agricultura de ASEAN y podrían tener consecuencias negativas graves sobre los ingresos de los pequeños agricultores. También podría conducir a una presión mayor encaminada a transformar las estructuras de propiedad de la tierra, las prioridades de uso de la tierra y las formas de producción de alimentos en aras de una producción de alimentos más orientada al comercio.
En el sector de bienes industriales, la UE ya es el mayor exportador del mundo. La agenda de la UE en torno al NAMA recalca su postura de reducir drásticamente los aranceles de los productos industriales y de la pesca en el mundo en desarrollo. Eso tendría efectos devastadores sobre las economías de los países pobres y sus posibilidades de utilizar la política comercial para llevar adelante su propia agenda de desarrollo, tal y como lo hizo la UE en el pasado.
Los estimativos de Filipinas muestran que con una fórmula ambiciosa para el NAMA que podría implicar un coeficiente de 15% para los países en desarrollo, las líneas arancelarias consolidadas para los productos no agrícolas se reducirían en un 63% en promedio. Si bien las nuevas líneas arancelarias consolidadas para los siguientes productos seguirían estando por encima de los aranceles aplicados, los siguientes sectores experimentarían una erosión sustancial de la flexibilidad de la que actualmente disponen en materia de políticas. Las líneas arancelarias consolidadas para los textiles se reducirían de 30% a 10%. Con aranceles aplicados de 9%, esta reducción de las líneas arancelarias consolidadas constituye una pérdida de 96%. Los cinco sectores que serían más severamente afectados incluyen los productos de caucho (95%), los metales fabricados (87,7%), la madera y los productos de madera (87,3%), y el papel y los productos de papel.
Los siguientes sectores enfrentarían la mayor erosión del espacio de políticas, registrando reducciones efectivas en los aranceles aplicados. El sector de muebles experimentaría una reducción del 9% en los aranceles aplicados; el plástico, los productos de cuero y calzado experimentarían reducciones del 13% en los aranceles aplicados, y el sector de la vestimenta experimentaría reducciones del 33% en los aranceles aplicados. Pero el sector que sería más afectado sería el automotriz (vehículos motorizados) que sufriría una reducción del 61% en los aranceles aplicados.
Pérdida de ingresos y de puestos de trabajo
Según un informe reciente publicado por Sam Lair, Asesor de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD por sus siglas en inglés), en un escenario ambicioso de reducciones arancelarias, los ingresos aduaneros de los países en desarrollo en conjunto caerán un 41%, calculado a partir de una base de US$156.000 millones.
Por otra parte, en el marco del escenario ambicioso, las proyecciones muestran pérdidas de empleo significativas, especialmente en el sector de los vehículos motorizados, que sería el principal sector que sufriría pérdidas en los países en desarrollo.
En el sudeste asiático se prevén pérdidas de puestos de trabajo en los sectores de metales no ferrosos (6,4%), vehículos automotores (6,6%) y electrónica (1,7%).
En Filipinas se podría esperar pérdidas de puestos de trabajo en el sector de vehículos motorizados, que emplea alrededor de 39.000 trabajadores, el sector vestimenta, con una capacidad de empleo mayor cercana a los 370.000, el sector del cuero y el calzado, con 69.000 trabajadores, el sector de muebles, con 143.000 trabajadores, y en el sector de productos plásticos, que emplea 54.000 trabajadores.
En el área de servicios la mayor preocupación es en torno al tema de la reglamentación interna. Se teme que los mecanismos regulatorios, inclusive los que se consagran en las constituciones vigentes en la actualidad, serían desmantelados para dar lugar a regímenes de mayor liberalización y más favorables para las inversiones extranjeras.
En Filipinas, Tailandia y en la mayoría de los países de la región, el cambio de la constitución es un tema sensible que está siendo debatido y resistido a nivel nacional. Los debates se centran en las reformas políticas, que a menudo eclipsan el problema de las reformas económicas (es decir las medidas de liberalización) que son parte inherente de la agenda del cambio de las constituciones.
Otro tema crucial para la región es el del acceso a los medicamentos. El gran énfasis que pone la UE en el reconocimiento y observancia de los Derechos de Propiedad Intelectual choca con la posición cada vez más generalizada en la región tendiente a maximizar sus derechos en la solución de los problemas de salud pública. La experiencia de Tailandia, que invocó tales derechos amparándose en el acuerdo de la OMC sobre los ADPIC y sus cláusulas sobre licencias obligatorias e importación paralela de medicamentos esenciales para salvar vidas, es un ejemplo claro de ello. La medida adoptada por Tailandia de emitir licencias obligatorias para los medicamentos clave, ha generado gran revuelo en el mundo desarrollado, especialmente entre la multimillonaria industria farmacéutica. La UE es sede de algunas de las empresas farmacéuticas más grandes del mundo.
Conclusiones
El enfoque de la UE de combinar acuerdos de cooperación "más blandos" con TLC duros y puros ha generado la impresión de que la UE es una potencia hegemónica benigna cuyo interés fundamental es el desarrollo, con preocupación por los derechos humanos, el medioambiente, los derechos laborales, etc. Ese discurso resulta evidente en los EPA (Acuerdos de Asociación Económica) y en los TLC, así como en los acuerdos de asociación y en los DEP. Según los burócratas de la UE, lo que está haciendo la UE es ayudar a los países a incrementar el comercio, contribuyendo a mejorar sus normas y mecanismos de regulación.
La agenda de competitividad de la UE definida en la estrategia de Lisboa, la directiva de Bolkestein y la nueva agenda de la UE desmiente todos estos alardes de una Europa filantrópica. Los intereses empresariales están en el centro mismo de esa estrategia de transformar a la UE en la economía más competitiva del mundo.
La agenda de competitividad de la UE, con su ofensiva enérgica y agresiva en pos de la liberalización del comercio de bienes y servicios y de los regímenes de inversión, socavará el desarrollo del Sur Global.
De otra parte, la agenda de integración económica y liberalización que promueve la UE como modelo a seguir por ASEAN es muy peligrosa, debido a los niveles de pobreza e inequidad en la región y la ausencia de un sistema de seguridad social comparable al de Europa.
Notas
1. Lisbon Strategy (http://www.euractiv.com)
2. Una Europa Global: Competir en el Mundo. Elementos del discurso del Comisionado Peter Mandelson. 4 de octubre de 2006
3. ibid
4. Marc Maes. The EU approach to bilateral negotiations. A quick snapshot. 8 de noviembre de 2006
5. Una Europa Global: Competir en el mundo. Elementos del discurso del Comisionado Peter Mandelson. 4 de octubre de 2006
6. Extractado de la Declaración Conjunta de los treinta y ocho Ministros de Economía de ASEAN (AEM) en agosto de 2006
7. SAPA Grupo de Trabajo de ASEAN. Submission on the Economic Pillar.
Junio 2000
*Joseph Purugganan es investigador asociado de Focus on the Global South. Este documento fue presentado en los talleres sobre comercio en la Cumbre Alternativa del G8, junio 5-7, 2007 en Rostock, Alemania
En 2005 se hizo un relanzamiento de la estrategia de Lisboa, que propuso además ocho áreas prioritarias clave: Apoyo al conocimiento y la innovación; reforma de la política de ayudas del Estado; simplificación del marco regulatorio; completar el mercado interno para los servicios; acuerdo global sobre las negociaciones de la Ronda de Doha de la OMC; eliminación de los obstáculos a la movilidad física, laboral y académica; desarrollo de un enfoque común para los temas de la integración económica; y apoyo a los esfuerzos para abordar los efectos sociales de la reestructura económica.
La estrategia de Lisboa se basa en el fortalecimiento de la integración económica en Europa como paso necesario para promover su competitividad y su ventaja comparativa en el mercado mundial. En otras palabras, muchas de las reformas económicas y de las reestructuras tendrán consecuencias, no solamente para los socios comerciales de la UE sino que afectarán también las economías de los propios Estados miembros.
En un discurso pronunciado en octubre de 2006 ante la Comisión Europea, el Comisionado de Comercio de la UE, Peter Mandelson, describió en general los elementos clave de una nueva comunicación de la Comisión Europea titulada "Una Europa Global: Competir en el mundo", que define la interrelación entre el comercio interno y exterior de la UE y las políticas de desarrollo.
Mandelson resume la nueva estrategia como el "rechazo del proteccionismo en casa, combinado con un "activismo en la apertura de mercados en el exterior".(2) La nueva estrategia pone de manifiesto la convicción de que si se adopta una política de apertura interna, se "crean condiciones para que puedan crecer compañías europeas fuertes", y que impulsar la apertura y la liberalización del comercio y las inversiones en el resto del mundo es crucial para asegurar los intereses de desarrollo de la UE.
La estrategia implica el desmantelamiento de las barreras comerciales, particularmente los obstáculos no arancelarios, la promoción de regímenes de comercio abiertos dentro y fuera de la UE, el desarrollo del mercado interno y la continuidad del proceso de integración de la UE, el establecimiento de reglas y normas a nivel mundial, la protección de los derechos de propiedad intelectual (DPI), la conclusión de la Ronda de Doha, y el establecimiento de tratados de libre comercio (TLC) bilaterales y regionales, en particular con la región asiática, donde la presencia de la UE no es tan fuerte en comparación con Estados Unidos, Japón y China.
Muchos analistas europeos consideran que esta nueva estrategia representa un cambio importante para la UE. Por un lado, si bien todavía se manifiesta de palabra una preferencia por el multilateralismo en el comercio, hoy hay una ofensiva fuerte en pos de concretar tratados de libre comercio bilaterales y regionales, al igual que acuerdos de asociación económica, con África, América Latina y Asia. Como la UE se proyecta como el campeón del sistema de comercio multilateral, la OMC y las negociaciones de la actual Ronda de Doha mantienen la "prioridad", al menos en el discurso oficial. Tal y como subrayó Mandelson, "Europa no dará un paso atrás en el multilateralismo".(3) Sin embargo, la UE "detenta el record mundial de TLC bilaterales que cubren toda Europa, Oriente Medio, África, el Pacífico y América Latina".(4) Mandelson justifica la búsqueda de acuerdos bilaterales como parte de una estrategia global para eliminar las barreras comerciales, en particular "las que están fuera del alcance de las reglas de la OMC". Destaca que "Doha primero, nunca ha significado solamente Doha".(5)
La UE les está imponiendo su agenda de competitividad a los países en desarrollo del sudeste asiático de muchas maneras y mediante diversos instrumentos políticos complementarios.
Documentos de estrategia país (DEP) y programas indicativos nacionales y regionales (PIN y PIR)
La UE elabora un DEP donde define cuáles son sus prioridades en materia de asistencia para el desarrollo, luego los países receptores lo adoptan dando forma a un Programa Indicativo Nacional, o en el caso de ASEAN, a un programa indicativo regional, que establece los lineamientos generales para la realización de proyectos y expresa su compromiso con el programa.
El Programa Indicativo Regional de ASEAN comienza con un análisis donde se expresa que la UE y ASEAN comparten muchas características e intereses comunes: la búsqueda de la cooperación e integración regional entre Estados miembros muy diversos; el respeto por la identidad cultural, religiosa y lingüística; y el compromiso con un mundo multipolar basado en instituciones multilaterales fuertes. Estos intereses y características comunes conforman la base de la "nueva asociación" entre las dos regiones.
Sin embargo, la médula del asunto se encuentra prolijamente escondida unos pocos párrafos más abajo: los fuertes lazos comerciales entre las dos regiones.
ASEAN es el sexto socio comercial de la UE en el mundo, siendo proveedor de productos que incluyen desde aceite de palma a maquinaria. La UE (25 países) da cuenta del 14,4 % del total de las exportaciones de ASEAN y del 11,4 % del total de importaciones que ingresan a esa región. También está aumentando el comercio en servicios.
A lo largo de los años, las prioridades de asistencia a ASEAN han sido definidas así: facilitación del comercio, incluyendo asesoramiento en normas, calidad y conformidad; Derechos de Propiedad Intelectual; energía; medioambiente; desarrollo de capacidad para la Secretaría de ASEAN (promoción de la integración regional en el sudeste asiático); armonización de estadísticas sobre salud, educación, comercio e inversiones (cooperación estadística); y la lucha contra el terrorismo (manejo de fronteras).
En el bienio 2005-2006, el programa indicativo regional de la UE para ASEAN fue de entre 15 y 20 millones de euros.
Documento de estrategia País - Filipinas
Para Filipinas, las prioridades de la Estrategia País de la UE incluyeron: reforma del sector de la salud, apoyo a los procesos de paz en Mindanao, y asistencia relativa al comercio.
Sobre salud, la principal preocupación que plantean diversos grupos filipinos de la sociedad civil es la ofensiva por una reforma del sector de la salud en el contexto de la mercantilización de los servicios de atención de salud, y la presión para que las instituciones de salud pública adopten principios de "recuperación de costos" y "generación de ganancias".
En lo que hace a la asistencia relativa al comercio, si bien el objetivo declarado es el desarrollo de capacidades en las agencias gubernamentales, los grupos de la sociedad civil denuncian que la motivación principal de la asistencia de la UE relativa al comercio es fortalecer el comercio y los flujos de inversiones, en particular entre la UE y Filipinas. Todos los demás aspectos de la asistencia, plantean, son complementos de este objetivo subyacente. Por lo tanto, si bien se llama a "prestar debida atención a las dimensiones sociales de la globalización", el DEP/PIN no formula ningún apoyo o siquiera la voluntad explícita de promover políticas o programas para abordarlas.
El PIN reconoce, por ejemplo, la posibilidad de que la liberalización tenga efectos negativos en el corto plazo, y la necesidad de establecer "políticas complementarias debidamente secuenciadas". Sin embargo no dice nada que permita identificar (i) ¿cuáles son esos efectos potencialmente negativos (por ejemplo, la pérdida de ingresos resultante de la reducción de los aranceles y las consecuencias sobre el gasto público, los efectos negativos sobre los ingresos de los agricultores como consecuencia del ingreso de productos agrícolas más baratos, o la posible pérdida de puestos de trabajo en el sector industrial como consecuencia del NAMA) y (ii) qué tipo de medidas de mitigación son necesarias para revertir esos efectos?
Si se lo compara con la asistencia técnica relacionada con el comercio (TRTA por sus siglas en ingles) que se aplicaba antes, que era más explícita en cuanto a proporcionar apoyo a la promoción de empresas y el desarrollo de capacidades para ayudar a implementar las reglas de la OMC actuales y participar de manera significativa en la Ronda de Doha, el objetivo de esta nueva asistencia técnica relacionada con el comercio es la facilitación del comercio mediante una estrategia dual: el desarrollo de capacidades de los principales actores públicos y privados, y el levantamiento de los obstáculos técnicos al comercio, para que la UE pueda aprovechar mejor los derechos filipinos y las oportunidades existentes en el marco del sistema de comercio multilateral.
En el curso de las negociaciones de la Ronda de Doha, Filipinas ha dedicado mucho esfuerzo a articular estos derechos, adoptando una posición que comparten muchos países en desarrollo -la defensa del espacio político para el desarrollo o el derecho de los países a usar la política de comercio para trazar sus propias metas de desarrollo-y exigiendo una mayor flexibilidad para los países en desarrollo en las negociaciones. El PIN, sin embargo, parece ver con recelo esta posición. El componente de desarrollo de capacidades también debe fortalecer la capacidad del gobierno para facilitar un proceso de revisión de su política de comercio.
Si bien el DEP-PIN apunta a desarrollar las capacidades de los actores en las negociaciones comerciales, ignora absolutamente el reclamo de los afectados -tales como los pequeños agricultores rurales y los pescadores artesanales, las mujeres, los trabajadores y las comunidades indígenas-por acceso a la información y por mayor participación en la formulación de las políticas comerciales.
Los representantes de la delegación de la Unión Europea ante Filipinas argumentan que nuestras críticas a la asistencia relacionada con el comercio se originan en que no hemos entendido la naturaleza de la asistencia de la UE. Según los burócratas de la CE, la UE está allí para ayudar a Filipinas a mejorar sus normas y así facilitar las exportaciones nacionales a la UE. También señalan que nuestra posición respecto de la Ronda de Doha es obviamente contraria a la posición de la UE.
Acuerdos de asociación y acuerdos de cooperación
Hay una multitud de acuerdos de cooperación entre la UE y ASEAN sobre facilitación y promoción del comercio y las inversiones, asesoramiento en materia de normas y conformidad, desarrollo de un sector de servicios eficiente, cooperación institucional sobre mecanismos y políticas para la integración regional, y cooperación sectorial en agricultura (sector alimentos y bebidas, exportaciones y fabricación de maquinaria), pesca (desarrollo de capacidades para el manejo de recursos costeros), minería y energía (petróleo y gas natural, generación y suministro de energía), y manufacturas (automotores, medicamentos y productos farmacéuticos, productos petroquímicos y alimentos procesados).
La agenda de prioridades de las empresas de la UE resulta evidente en estos acuerdos de cooperación, que ponen el énfasis en crear un clima de negocios más favorable, que beneficie a las empresas europeas en áreas tales como la industria de alimentos procesados y el sector químico y farmacéutico, sectores en los cuales las compañías de la UE son las que dominan el mercado internacional.
Tratado de libre comercio UE-ASEAN
"Creo que Europa por su parte no se ha adaptado con la rapidez suficiente a estos cambios de Asia y a los desafíos que representan. En muchos aspectos, Europa todavía tiene una política del siglo XX para un Asia del siglo XXI. Cuando Europa se involucra efectivamente con Asia, demasiado a menudo lo hace poniendo el énfasis sólo en China, pasando por alto las oportunidades que surgen en todo el resto del continente". Peter Mandelson en Malasia, mayo de 2006.
El camino hacia el TLC
Ya en 2002 la UE estaba manejando la idea de un tratado de libre comercio (TLC) con Singapur. Esa idea quedó en suspenso debido a la preocupación de que un tratado bilateral con Singapur dejara afuera a otros miembros de ASEAN.
En 2003, la UE propuso la 'Iniciativa de Comercio Trans Regional UE-ASEAN' (TREATI, por sus siglas en inglés), como nueva iniciativa de cooperación económica biregional que incluye diálogo y actividades conjuntas de mutuo interés económico. La meta es consolidar los cimientos sobre los cuales establecer el diálogo y la cooperación en aspectos regulatorios sobre distintos temas de facilitación del comercio y acceso a mercados e inversiones entre ambas regiones, con el objetivo de ampliar los flujos de comercio e inversiones.
Con esta iniciativa (TREATI), la UE podría mejorar sustancialmente su relación con la región, ya que la misma crea las bases para un eventual TLC en el futuro. Si bien no pretende sustituir al TLC, representa un compromiso sustantivo de la UE de intensificar su asociación económica con ASEAN en los próximos años.
El grupo de visión ASEAN - UE
El Grupo de Visión sobre la Asociación Económica ASEAN-UE fue creado por los Ministros de Economía de ASEAN y el Comisionado de Comercio de la UE en la 6ª Consulta el 27 de abril de 2005 en Vietnam. Este Grupo de Visión tuvo por finalidad estudiar la viabilidad de una Área de Libre Comercio ASEAN-UE, además de otras iniciativas para mejorar la cooperación y los lazos económicos entre ASEAN y la UE. La reunión inaugural del Grupo de Visión se realizó en julio de 2005 en Vietnam.
El informe del Grupo de Visión que dio luz verde a un TLC UE-ASEAN se presentó en Hanoi en mayo de 2006. El capítulo 3 del informe está dedicado al TLC UE-ASEAN. Allí se describen los beneficios potenciales del acuerdo y se establece el marco para las negociaciones.
El estudio cuantitativo concluye lo siguiente: 1: ASEAN obtendría ganancias muy grandes, que llegarían a superar el 2% del PIB en 2020, aunque las ganancias de los países miembros individuales difieren, siendo apenas modestas en el caso de los países menos adelantados (PMA); 2. El grueso de las ganancias (75% de las ganancias de ASEAN) está asociado a la liberalización en el área de los servicios (suponiendo una reducción del 50% en las barreras al comercio en servicios); 3. Las ganancias se fortalecen dentro del ambiente de los TLC con terceros países firmados por UE y ASEAN: TLC UE-Mercosur, TLC de ASEAN con socios de diálogo.
Por otra parte, según el estudio cualitativo, el TLC podría generar una amplia gama de impactos tanto positivos como negativos. Estos incluyen ganancias moderadas a partir de la reducción arancelaria, ya que los aranceles ya no serían la principal barrera para el comercio de bienes, en particular con ganancias más significativas en los sectores de aranceles altos como la agricultura y el sector automotriz. El estudio identifica una complementariedad entre las dos regiones en una serie de industrias, con una relativa fuerza de ASEAN en la manufactura y de la UE en servicios basados en el conocimiento. Las barreras no arancelarias también han ganado importancia como impedimento del comercio: para las exportaciones de ASEAN a la UE, éstas serían las normas y requisitos técnicos y los cupos arancelarios para los productos sensibles, en tanto que para las exportaciones de la UE a ASEAN, las mismas serían las restricciones en el sector de servicios, particularmente los requisitos y limitaciones impuestos a la propiedad extranjera y las políticas nacionales destinadas a apoyar a determinados sectores industriales.
En base a estos estudios, el informe del Grupo de Visión recomendó un enfoque diferenciado para las negociaciones del TLC. La cooperación o el fortalecimiento de la asociación deberá apuntar a tres objetivos: cooperación, facilitación y liberalización. El TLC incluiría medidas de asistencia técnica y desarrollo de capacidades, además de las disposiciones corrientes de liberalización.
La UE presentó un proyecto de mandatos el 6 de diciembre de 2006. Ese proyecto de mandatos confirma el nuevo enfoque estándar anunciado el 4 de octubre en la Comunicación de la Comisión de la Unión Europea sobre 'Europa Global': fuerte destaque del clima regulatorio general, con especial énfasis en las barreras no-comerciales, y una serie de mecanismos nuevos de consulta previa y mediación flexible.
El 23 de abril de 2007, el Consejo de Asuntos Generales y Relaciones Exteriores (GAERC por sus siglas en inglés) de la UE aprobó todos los cinco mandatos para los TLC con ASEAN, Corea e India y los acuerdos de asociación con América Central y la Comunidad Andina de Naciones.
Los Ministros de Economía de los países de ASEAN y el Comisionado de Comercio de la UE se reunieron en Brunei el 4 de mayo de 2007, y acordaron comenzar las negociaciones para firmar un TLC. El proceso de negociación se basará en un enfoque región - región, en el que se reconoce y toma en cuenta los distintos niveles de desarrollo y capacidad de los países miembros de ASEAN.
Se creará un comité conjunto integrado por funcionarios de alta jerarquía de todos los países miembros de ASEAN y la UE para desarrollar los detalles de las modalidades y el programa de trabajo y el cronograma de las negociaciones.
Preocupaciones y problemas centrales
1. El proceso
La falta de transparencia y de participación de la opinión pública en ASEAN. Esto devela el doble discurso de la UE, que promueve procesos más participativos dentro de su región, pero no se molesta en absoluto por la falta de transparencia en ASEAN.
2. Países incluidos
ASEAN quiere negociar como uno, utilizando el enfoque "10 como 1", en tanto que la UE tiene la intención de excluir a Birmania. En la misma reunión del Consejo que aprobó los mandatos, también se adoptó una posición común, renovando las medidas restrictivas contra Birmania hasta el 30 de abril de 2008 y actualizando la lista de personas incluidas en el marco de esas medidas.
3. Temas sustantivos
3.1 Disparidades dentro de las economías de ASEAN -quién se quedará con los potenciales beneficios.
La región del sudeste asiático se caracteriza por ser un área de crecimiento del comercio y las inversiones.
Compuesta por Birmania, Brunei, Camboya, Indonesia, Malasia, Filipinas, Singapur, Tailandia, República Democrática Popular de Laos y Vietnam, la región tiene una población total de alrededor de 550 millones de personas. En conjunto, esos países tienen un PIB combinado de US$700.000 millones. La tasa media de crecimiento de la región es de 5,5% (2005).
La inversión extranjera directa (IED) en ASEAN alcanzó los US$38.000 millones en 2005, representando un aumento del 48% respecto del año anterior. El pronóstico para 2006 también muestra una tendencia al alza según los datos preliminares del primer trimestre de ese año, que indican que los flujos de IED alcanzaron US$14.000 millones en ese período, 90% más que los US$7.400 millones registrados en el mismo período de 2005.
ASEAN continuó manteniendo una tendencia positiva en su desempeño comercial, ya que el total de exportaciones de 2005 aumentó en un 13,5% respecto de 2004, pasando de US$589.400 millones en 2004 a US$646.000 millones en 2005. La tendencia siguió en alza hasta el primer trimestre de 2006, con un crecimiento de 17,7% de las exportaciones de ASEAN en comparación con las cifras de exportación para el mismo período de 2005. La cuota parte del comercio intra-ASEAN como porcentaje total del comercio de ASEAN se mantuvo relativamente constante en un 25% en 2005, apenas mayor que el 24,3% de 2004.(6)
Las cifras totales sin embargo enmascaran una realidad: "el sudeste asiático es una región económicamente diversa, con países que tienen distintos niveles de desarrollo y capacidades para responder a la globalización y el cambio y las necesidades de sus ciudadanos".(7)
El país más rico de la región es Singapur, que tiene un PIB per cápita de US$25.207, en comparación con Birmania, cuyo PIB per cápita solamente llega a US$166 (apenas 0,6% del PIB per cápita de Singapur). Incluso el PIB per cápita de Filipinas que asciende a US$1.042, equivale nada más que al 4% del PIB per cápita de Singapur.
Del total de la IED en ASEAN en 2004 que llegó a US$25.000 millones, Singapur se lleva la parte del león con US$16.000 millones que representan el 64% del total de la IED de la región. En segundo lugar distante está Malasia, que atrajo US$4.000 millones equivalentes al 16%, seguida de Vietnam con US$1.600 millones equivalentes al 6%. Filipinas ocupa el sexto lugar con flujos de IED que llegan a US$469 millones, apenas el 1,6% de la IED de la región.
En términos de exportaciones de mercancías, Singapur está al tope de la lista nuevamente, con exportaciones que en 2004 llegaron a US$197.000 millones, mientras que la RDP de Laos ocupa el último puesto con exportaciones que solamente llegan a US$363 millones, apenas el 0,1% de las exportaciones de Singapur. Las exportaciones de Filipinas ascienden a US$38.000 millones, que equivalen al 19% de las exportaciones de Singapur.
En términos de migraciones, la región tiene países de emigración (como Indonesia y Filipinas) y otros de inmigración (como Tailandia, Malasia y Singapur). Los migrantes irregulares rondan los 2,6 millones, de los cuales el 82% son indonesios y filipinos. Malasia y Tailandia son receptores del 83% de esta migración.
3.2 La liberalización del comercio de bienes y servicios podrá ser beneficiosa para los intereses empresariales de la UE, pero puede ser perjudicial para el empleo, el sustento, y los ingresos de los Estados.
En agricultura, los ajustes o las reformas de las políticas podrían llevar a la 'mercantilización' creciente de la agricultura de ASEAN y podrían tener consecuencias negativas graves sobre los ingresos de los pequeños agricultores. También podría conducir a una presión mayor encaminada a transformar las estructuras de propiedad de la tierra, las prioridades de uso de la tierra y las formas de producción de alimentos en aras de una producción de alimentos más orientada al comercio.
En el sector de bienes industriales, la UE ya es el mayor exportador del mundo. La agenda de la UE en torno al NAMA recalca su postura de reducir drásticamente los aranceles de los productos industriales y de la pesca en el mundo en desarrollo. Eso tendría efectos devastadores sobre las economías de los países pobres y sus posibilidades de utilizar la política comercial para llevar adelante su propia agenda de desarrollo, tal y como lo hizo la UE en el pasado.
Los estimativos de Filipinas muestran que con una fórmula ambiciosa para el NAMA que podría implicar un coeficiente de 15% para los países en desarrollo, las líneas arancelarias consolidadas para los productos no agrícolas se reducirían en un 63% en promedio. Si bien las nuevas líneas arancelarias consolidadas para los siguientes productos seguirían estando por encima de los aranceles aplicados, los siguientes sectores experimentarían una erosión sustancial de la flexibilidad de la que actualmente disponen en materia de políticas. Las líneas arancelarias consolidadas para los textiles se reducirían de 30% a 10%. Con aranceles aplicados de 9%, esta reducción de las líneas arancelarias consolidadas constituye una pérdida de 96%. Los cinco sectores que serían más severamente afectados incluyen los productos de caucho (95%), los metales fabricados (87,7%), la madera y los productos de madera (87,3%), y el papel y los productos de papel.
Los siguientes sectores enfrentarían la mayor erosión del espacio de políticas, registrando reducciones efectivas en los aranceles aplicados. El sector de muebles experimentaría una reducción del 9% en los aranceles aplicados; el plástico, los productos de cuero y calzado experimentarían reducciones del 13% en los aranceles aplicados, y el sector de la vestimenta experimentaría reducciones del 33% en los aranceles aplicados. Pero el sector que sería más afectado sería el automotriz (vehículos motorizados) que sufriría una reducción del 61% en los aranceles aplicados.
Pérdida de ingresos y de puestos de trabajo
Según un informe reciente publicado por Sam Lair, Asesor de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD por sus siglas en inglés), en un escenario ambicioso de reducciones arancelarias, los ingresos aduaneros de los países en desarrollo en conjunto caerán un 41%, calculado a partir de una base de US$156.000 millones.
Por otra parte, en el marco del escenario ambicioso, las proyecciones muestran pérdidas de empleo significativas, especialmente en el sector de los vehículos motorizados, que sería el principal sector que sufriría pérdidas en los países en desarrollo.
En el sudeste asiático se prevén pérdidas de puestos de trabajo en los sectores de metales no ferrosos (6,4%), vehículos automotores (6,6%) y electrónica (1,7%).
En Filipinas se podría esperar pérdidas de puestos de trabajo en el sector de vehículos motorizados, que emplea alrededor de 39.000 trabajadores, el sector vestimenta, con una capacidad de empleo mayor cercana a los 370.000, el sector del cuero y el calzado, con 69.000 trabajadores, el sector de muebles, con 143.000 trabajadores, y en el sector de productos plásticos, que emplea 54.000 trabajadores.
En el área de servicios la mayor preocupación es en torno al tema de la reglamentación interna. Se teme que los mecanismos regulatorios, inclusive los que se consagran en las constituciones vigentes en la actualidad, serían desmantelados para dar lugar a regímenes de mayor liberalización y más favorables para las inversiones extranjeras.
En Filipinas, Tailandia y en la mayoría de los países de la región, el cambio de la constitución es un tema sensible que está siendo debatido y resistido a nivel nacional. Los debates se centran en las reformas políticas, que a menudo eclipsan el problema de las reformas económicas (es decir las medidas de liberalización) que son parte inherente de la agenda del cambio de las constituciones.
Otro tema crucial para la región es el del acceso a los medicamentos. El gran énfasis que pone la UE en el reconocimiento y observancia de los Derechos de Propiedad Intelectual choca con la posición cada vez más generalizada en la región tendiente a maximizar sus derechos en la solución de los problemas de salud pública. La experiencia de Tailandia, que invocó tales derechos amparándose en el acuerdo de la OMC sobre los ADPIC y sus cláusulas sobre licencias obligatorias e importación paralela de medicamentos esenciales para salvar vidas, es un ejemplo claro de ello. La medida adoptada por Tailandia de emitir licencias obligatorias para los medicamentos clave, ha generado gran revuelo en el mundo desarrollado, especialmente entre la multimillonaria industria farmacéutica. La UE es sede de algunas de las empresas farmacéuticas más grandes del mundo.
Conclusiones
El enfoque de la UE de combinar acuerdos de cooperación "más blandos" con TLC duros y puros ha generado la impresión de que la UE es una potencia hegemónica benigna cuyo interés fundamental es el desarrollo, con preocupación por los derechos humanos, el medioambiente, los derechos laborales, etc. Ese discurso resulta evidente en los EPA (Acuerdos de Asociación Económica) y en los TLC, así como en los acuerdos de asociación y en los DEP. Según los burócratas de la UE, lo que está haciendo la UE es ayudar a los países a incrementar el comercio, contribuyendo a mejorar sus normas y mecanismos de regulación.
La agenda de competitividad de la UE definida en la estrategia de Lisboa, la directiva de Bolkestein y la nueva agenda de la UE desmiente todos estos alardes de una Europa filantrópica. Los intereses empresariales están en el centro mismo de esa estrategia de transformar a la UE en la economía más competitiva del mundo.
La agenda de competitividad de la UE, con su ofensiva enérgica y agresiva en pos de la liberalización del comercio de bienes y servicios y de los regímenes de inversión, socavará el desarrollo del Sur Global.
De otra parte, la agenda de integración económica y liberalización que promueve la UE como modelo a seguir por ASEAN es muy peligrosa, debido a los niveles de pobreza e inequidad en la región y la ausencia de un sistema de seguridad social comparable al de Europa.
Notas
1. Lisbon Strategy (http://www.euractiv.com)
2. Una Europa Global: Competir en el Mundo. Elementos del discurso del Comisionado Peter Mandelson. 4 de octubre de 2006
3. ibid
4. Marc Maes. The EU approach to bilateral negotiations. A quick snapshot. 8 de noviembre de 2006
5. Una Europa Global: Competir en el mundo. Elementos del discurso del Comisionado Peter Mandelson. 4 de octubre de 2006
6. Extractado de la Declaración Conjunta de los treinta y ocho Ministros de Economía de ASEAN (AEM) en agosto de 2006
7. SAPA Grupo de Trabajo de ASEAN. Submission on the Economic Pillar.
Junio 2000
*Joseph Purugganan es investigador asociado de Focus on the Global South. Este documento fue presentado en los talleres sobre comercio en la Cumbre Alternativa del G8, junio 5-7, 2007 en Rostock, Alemania
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BolPress - Bolivia/19/11/2007
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