3/11/07

Fin de la Era del Petróleo

La aldea: Estados Unidos.
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Diversos reportes afirman que estamos llegando al “pico” de la producción petrolera y pronto comenzará a bajar el recurso del crudo, algo que hasta ahora Washington oficialmente negaba.

La refinería de la ciudad iraquí de Basra fue asediada por el fuego en agosto de 2006.
Foto: Atef Hassan/Reuters
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Rocco Marotta.
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Toronto - Al dejar de referirse al “petróleo” y dar proyecciones en “líquidos” —petróleo, derivados sintéticos del gas natural, maíz, carbón mineral, arenas bituminosas y otras sustancias—, el Departamento de Energía de Estados Unidos reconoció en mayo pasado que estamos saliendo de la Era del Petróleo y entrando en la Era de la Insuficiencia, un cambio que, escribe el historiador estadunidense Michael T. Klare (The Nation, noviembre 2007), significa el comienzo de una nueva era de intensificada competición energética y creciente uso de la fuerza para proteger las fuentes extranjeras de petróleo, cuyas reservas están mermando drásticamente.“Los conservadores analistas de la industria” ya no ignoran esto porque “la mayoría de países productores de petróleo están bombeando al máximo de su capacidad y encuentran difícil aumentar la producción frente a la creciente demanda internacional”. Y esto también explica la política del presidente George W. Bush de subsidiar la producción de etanol a partir del maíz, de pedir a Canadá mayor producción en las arenas bituminosas y hasta de explorar la explotación del petróleo aprisionado en las rocas (esquistos) en partes de EU.En su análisis, Klare expone los argumentos de los países exportadores de petróleo (OPEP), la suspensión del proyecto en el gigantesco yacimiento de Kashagan en Kazajstán y las dificultades de las compañías privadas petroleras en hacer avanzar proyectos de explotación de crudo convencional, un problema “que no es temporal sino sintomático de una tendencia” confirmada en dos estudios de “conservadoras organizaciones industriales”: la Agencia de Energía Internacional (AEI), y el Consejo Nacional del Petróleo (CNP) de EU.La AIE confirma que para abastecer la demanda de aquí a 2012 se necesitan otros 10 millones de barriles diarios de petróleo, y otros cinco más para compensar la baja de la extracción y mantener las reservas, y ese crudo deberá venir de Irán, Kuwait, Arabia Saudita, Argelia, Angola, Libia, Nigeria, Sudan, Kazajstán y Venezuela, “países que no inspiran confianza a los inversores” que para mantener los abastecimientos necesitarán invertir 20 billones de dólares en maquinaria, oleoductos y otras obras de infraestructura en los próximos 25 años.El informe del CNP preparado bajo la dirección de Lee Raymond, ex patrón de ExxonMobil y “muy bien recibido en el Congreso”, apunta que “un clima estable y atractivo será necesario para atraer el capital adecuado para la evolución y expansión de la infraestructura energética”, y es ahí —dice Klare— que hay razón para alarmarse, porque el mismo estudio nota que no hay que esperar encontrarse con ese clima en países de la OPEP o en Rusia, y que serán los factores geopolíticos y no la oferta y la demanda los que dominarán el mercado.El CNP expresa que “estos cambios plantean profundas implicaciones para los intereses, estrategias y decisiones políticas de EU”, porque “podrán elevar los riesgos de la seguridad energética de EU en un mundo en el cual la influencia de EU posiblemente declinará en la medida en que otros países se conviertan en el centro del poder económico. La amenazas a la seguridad de las principales fuentes mundiales de petróleo y gas natural podrán agravarse en los años venideros”.Klare cree que esta conclusión lleva a dos “impulsos estratégicos”: asegurar a los inversores prometiéndoles proteger sus inversiones en el exterior mediante el despliegue de fuerzas militares de EU, y —segundo— que la industria invierta en el desarrollo de “líquidos” que no provengan del petróleo.El experto en seguridad nacional, quien recuerda como desde 1945, cuando el presidente Roosevelt dio la protección de EU al rey Abdul Aziz de Arabia Saudita a cambio de un “acceso privilegiado al petróleo saudita”, hasta la invasión de Irak y pasando por el establecimiento del Africom (Comando de EU para África) en febrero pasado por W. Bush, ve en estas propuestas del CNP la formación del “nuevo consenso de Washington”.Michael T. Klare no cree que la situación en Irak afectará este consenso bipartidario, porque hay signos de que, al contrario, el temor al caos en Irak llevará “a importantes figuras en ambos partidos a pedir un revigorizado papel militar de EU en la protección de los abastecimientos de energéticos del extranjero”.Este consenso de las elites es palpable en el informe del Consejo de Relaciones Exteriores titulado Nacional Security Consequences of U.S. Oil Dependency, apoyado por prominentes Demócratas y Republicanos, que alerta contra los peligros a la “seguridad del flujo” de petróleo extranjero, concluyendo que “una fuerte presencia militar de EU es clave en las áreas que producen y en las rutas marítimas” que transportan ese crudo hacia EU.Y Bush ya expuso esta política el 13 de septiembre pasado, cuando dijo que la salida de tropas de Irak fortalecerá a los extremistas, que Irán se beneficiara del caos y seguirá buscando el arma nuclear para dominar la región y que “los extremistas podrán controlar una parte clave del abastecimiento global de energía”.En este contexto es previsible que los demócratas no se opondrán a un ataque a Irán si se lo presenta como una acción para prevenir que Teherán amenace los abastecimientos de petróleo del Golfo Pérsico, y Klare agrega que tampoco es previsible que la próxima Administración cambiará la política de EU hacia la región el Golfo, sino mas bien hay que prever un aumento en el uso de la fuerza militar para proteger esos flujos y las inversiones para explotar el petróleo en regiones conflictivas.Michael T. Klare exhorta a rechazar cualquier “consenso” que busque el uso de la fuerza para proteger los abastecimientos extranjeros de petróleo, y llama a apoyar políticas de conservación para bajar el uso del petróleo que resta en el mundo.
Sección "La aldea"
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Milenio - Mexico/03/11/2007

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