RÍO DE JANEIRO, Brasil - Un foro internacional patrocinado por la ONU discutió el martes estrategias sobre cómo llevar internet a otras 1.000 millones de personas en el mundo y así reducir la brecha digital.
Si bien ya 1.000 millones de personas tienen acceso a internet, otras 5.000 millones carecen de la posibilidad de ingresar a la red, un instrumento cada día más importante para el desarrollo económico y social.
Los participantes en el foro concluyeron que la meta de ofrecer ese acceso a millones será una tarea gigantesca, pero no imposible.
Hace 10 años hablar de 1.000 millones de usuarios de internet sonaba exagerado, impensable, pero ahora podemos hablar de los próximos 1.000 millones, dijo Markus Kummer, el funcionario de la ONU que dirige la secretaría del foro. Está claro que tarde o temprano llegaremos a ese número. También está claro que los próximos 1.000 millones serán más pobres que los primeros, agregó.
Los retos son de enorme variedad, van desde los costos tecnológicos y las regulaciones del gobierno, hasta contenido en la red en los idiomas locales y combatir el analfabetismo. En algunas partes del mundo incluso el asunto se trata de ofrecer acceso al servicio de electricidad.
En 1997, casi tres cuartos de la población del mundo viviendo en países de bajos o medianos ingresos representaban 5% de los usuarios de internet, mientras actualmente son 32%, de acuerdo con datos de los organizadores del foro.
Sin embargo, menos de 4% de los africanos tienen acceso a internet y la difusión de la banda ancha en el continente es menor al 1%.
Mouhammet Diop, director de la firma consultora de internet Next.sn, en Senegal, dijo que uno de los mayores problemas en África es que cada país intenta por cuenta propia construir una estructura de internet.
Un foco individual y no regional no nos llevará a ningún lado, dijo Diop. El financiamiento es el corazón del problema. Deberíamos pensar en nuevas formas de financiar una sociedad de información, aseguró.
Si bien algunos participantes en el foro favorecen soluciones de financiamiento de libre mercado, otros mantienen que el acceso a la red en regiones remotas y rurales no serán posibles sin una intervención gubernamental y asociaciones entre los sectores público y privado en sectores como los cables de fibra óptica y otros proyectos como ferrocarriles y gasoductos.
La idea es ver las ICTS (tecnología de información y comunicación, por sus siglas en inglés) no sólo como objetos de interés comercial y de negocios, sino como de desarrollo, de la misma forma que en los casos de salud y educación, indicó Anita Gurumurthy, directora de la firma IT en Bangalore, en India.
Pero otros dijeron que la solución sólo provendrá de un aumento de la competencia y mejores marcos regulatorios.
¿Qué es lo que en términos de política y marco regulatorio ayudará a atraer capitales a estas áreas del mundo en desarrollo?: Transparencia, ambientes estables, el respeto a las leyes y un compromiso de estimular la competencia, dijo Jacquelynn Ruff, vicepresidente de políticas públicas y asuntos regulatorios en la firma Verizon.
En algunas partes del mundo, sin embargo, la competencia y las soluciones de libre mercado pueden estar fuera de alcance.
En el Pacífico 65% de la población vive en remotas áreas rurales, con distancias de más de 3.000 kilómetros entre una isla y otra. Esto crea una situación casi graciosa en la que lo que puede ser un éxito en un país es malo en otro en términos de viabilidad a largo plazo, dijo Maui Sanford, presidente de la Asociación de Telecomunicaciones de las Islas del Pacífico.
Valerie DCosta, del programa de donaciones infoDef, con apoyo del Banco Mundial, dijo que la solución puede que incluso ni siquiera involucre computadores, sino posibilidades como celulares. También, dijo, es necesario escuchar mejor las necesidades de los usuarios.
Necesitamos saber cómo podría ayudar el evitarse dos días de viaje hasta el próximo pueblo y colaborar en que los pequeños negocios aumenten su participación de mercado, dijo.
Si bien ya 1.000 millones de personas tienen acceso a internet, otras 5.000 millones carecen de la posibilidad de ingresar a la red, un instrumento cada día más importante para el desarrollo económico y social.
Los participantes en el foro concluyeron que la meta de ofrecer ese acceso a millones será una tarea gigantesca, pero no imposible.
Hace 10 años hablar de 1.000 millones de usuarios de internet sonaba exagerado, impensable, pero ahora podemos hablar de los próximos 1.000 millones, dijo Markus Kummer, el funcionario de la ONU que dirige la secretaría del foro. Está claro que tarde o temprano llegaremos a ese número. También está claro que los próximos 1.000 millones serán más pobres que los primeros, agregó.
Los retos son de enorme variedad, van desde los costos tecnológicos y las regulaciones del gobierno, hasta contenido en la red en los idiomas locales y combatir el analfabetismo. En algunas partes del mundo incluso el asunto se trata de ofrecer acceso al servicio de electricidad.
En 1997, casi tres cuartos de la población del mundo viviendo en países de bajos o medianos ingresos representaban 5% de los usuarios de internet, mientras actualmente son 32%, de acuerdo con datos de los organizadores del foro.
Sin embargo, menos de 4% de los africanos tienen acceso a internet y la difusión de la banda ancha en el continente es menor al 1%.
Mouhammet Diop, director de la firma consultora de internet Next.sn, en Senegal, dijo que uno de los mayores problemas en África es que cada país intenta por cuenta propia construir una estructura de internet.
Un foco individual y no regional no nos llevará a ningún lado, dijo Diop. El financiamiento es el corazón del problema. Deberíamos pensar en nuevas formas de financiar una sociedad de información, aseguró.
Si bien algunos participantes en el foro favorecen soluciones de financiamiento de libre mercado, otros mantienen que el acceso a la red en regiones remotas y rurales no serán posibles sin una intervención gubernamental y asociaciones entre los sectores público y privado en sectores como los cables de fibra óptica y otros proyectos como ferrocarriles y gasoductos.
La idea es ver las ICTS (tecnología de información y comunicación, por sus siglas en inglés) no sólo como objetos de interés comercial y de negocios, sino como de desarrollo, de la misma forma que en los casos de salud y educación, indicó Anita Gurumurthy, directora de la firma IT en Bangalore, en India.
Pero otros dijeron que la solución sólo provendrá de un aumento de la competencia y mejores marcos regulatorios.
¿Qué es lo que en términos de política y marco regulatorio ayudará a atraer capitales a estas áreas del mundo en desarrollo?: Transparencia, ambientes estables, el respeto a las leyes y un compromiso de estimular la competencia, dijo Jacquelynn Ruff, vicepresidente de políticas públicas y asuntos regulatorios en la firma Verizon.
En algunas partes del mundo, sin embargo, la competencia y las soluciones de libre mercado pueden estar fuera de alcance.
En el Pacífico 65% de la población vive en remotas áreas rurales, con distancias de más de 3.000 kilómetros entre una isla y otra. Esto crea una situación casi graciosa en la que lo que puede ser un éxito en un país es malo en otro en términos de viabilidad a largo plazo, dijo Maui Sanford, presidente de la Asociación de Telecomunicaciones de las Islas del Pacífico.
Valerie DCosta, del programa de donaciones infoDef, con apoyo del Banco Mundial, dijo que la solución puede que incluso ni siquiera involucre computadores, sino posibilidades como celulares. También, dijo, es necesario escuchar mejor las necesidades de los usuarios.
Necesitamos saber cómo podría ayudar el evitarse dos días de viaje hasta el próximo pueblo y colaborar en que los pequeños negocios aumenten su participación de mercado, dijo.
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El Universo - Ecuador/14/11/2007
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