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RIAD (AFP) — La OPEP cerró este domingo una inusual cumbre en Riad con la promesa de mantener un suministro de petróleo adecuado y fiable cuando el barril se acerca a los 100 dólares, pero Irán amenazó nuevamente con usar el crudo como arma si Estados Unidos le ataca.
"No quisiéramos tener que utilizar nunca el petróleo como un arma o tener que adoptar ninguna acción ilegal (...) pero si Estados Unidos adopta cualquier acción contra nosotros sabremos cómo responder", dijo el presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad, en una conferencia de prensa tras el fin de la cumbre de la OPEP en Riad.
Irán, segundo productor de la OPEP y cada vez más presionado por Estados Unidos a raíz de su polémico programa nuclear, ya ha amenazado varias veces con cortar el suministro si Washington le ataca.
Venezuela, Irán y Ecuador, los "halcones" del grupo y enfrentados a Estados Unidos, quieren que la organización se politice y que el barril de petróleo deje de cotizarse en dólares para venderse en una moneda fuerte.
El bloque de los moderados está encabezado por Arabia Saudí, primer exportador mundial de oro negro, aliado fuerte de Estados Unidos y líder de facto de la OPEP, que insiste en su posición de mantener el cartel en un ámbito estrictamente técnico y económico.
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, un feroz opositor a Estados Unidos, advirtió asimismo durante la cumbre de que "si Estados Unidos comete la locura de invadir Irán o de agredir nuevamente a Venezuela, el precio del petróleo a lo mejor no llega a 100 dólares, llega a 200 dólares". Si Washington ataca a Teherán "el precio podría subir a 150, 200, 250 dólares, pero eso no sería lo más grave, lo gravísimo sería atacar un país soberano porque no se está de acuerdo con sus políticas", aseveró por su lado el presidente de Ecuador, Rafael Correa, en una conferencia de prensa.
La OPEP "seguirá suministrando una oferta petrolera fiable, adecuada, oportuna y eficiente a los mercados mundiales", aseguró no obstante la declaración final de la cumbre de Riad, la tercera en 47 años de vida del grupo. El texto también "enfatiza la importancia de la paz mundial para aumentar las inversiones energéticas y tener un mercado estable y predecible".
Los países árabes de la OPEP más Egipto y Siria utilizaron su petróleo como arma política en 1973, cuando durante la guerra de Yom Kippur suspendieron sus exportaciones a los países que apoyaron a Israel.
Los llamamientos de Chávez a convertir la OPEP en un "actor geopolítico" y "revolucionario" fueron rechazados delicadamente por el rey saudí Abdalá bin Abdelaziz, anfitrión del encuentro, quien aseguró que "el petróleo es una energía para la construcción y no un instrumento de conflicto".
"No hay que tenerle miedo a la visión política (de la OPEP), eso es negar la realidad", dijo por su lado Correa, cuyo país se convirtió en la cumbre en el 13o y más pequeño miembro de la organización.
Aunque no se menciona en la declaración final, como querían Irán, Venezuela y Ecuador, la OPEP encargó a sus ministros de Finanzas estudiar el impacto de la caída del dólar en sus ingresos petroleros y cómo limitar sus efectos. "La caída del dólar no es la caída del dólar, es la caída del imperio norteamericano. Hay que prepararse para eso", aseguró Chávez este domingo, antes de reunirse con Ahmadinejad en Riad y emprender un viaje relámpago a Irán.
Pese a sus diferencias, los países de la OPEP están unidos en la idea de mantener los precios elevados. Chávez aseguró que 100 dólares el barril es "un precio justo", mientras Arabia Saudí justificó los precios actuales al destacar que aún no han llegado a su nivel de inicios de los 80, cuando superaron los 101 dólares ajustados a la inflación.
El barril llegó este mes al récord nominal de 98,60 dólares el barril, mientras crecen los llamamientos de los países consumidores a un aumento de la producción de crudo para enfriar las cotizaciones. El tema será tratado durante una reunión ministerial del cartel en Abu Dhabi, el 5 de diciembre.
"No quisiéramos tener que utilizar nunca el petróleo como un arma o tener que adoptar ninguna acción ilegal (...) pero si Estados Unidos adopta cualquier acción contra nosotros sabremos cómo responder", dijo el presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad, en una conferencia de prensa tras el fin de la cumbre de la OPEP en Riad.
Irán, segundo productor de la OPEP y cada vez más presionado por Estados Unidos a raíz de su polémico programa nuclear, ya ha amenazado varias veces con cortar el suministro si Washington le ataca.
Venezuela, Irán y Ecuador, los "halcones" del grupo y enfrentados a Estados Unidos, quieren que la organización se politice y que el barril de petróleo deje de cotizarse en dólares para venderse en una moneda fuerte.
El bloque de los moderados está encabezado por Arabia Saudí, primer exportador mundial de oro negro, aliado fuerte de Estados Unidos y líder de facto de la OPEP, que insiste en su posición de mantener el cartel en un ámbito estrictamente técnico y económico.
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, un feroz opositor a Estados Unidos, advirtió asimismo durante la cumbre de que "si Estados Unidos comete la locura de invadir Irán o de agredir nuevamente a Venezuela, el precio del petróleo a lo mejor no llega a 100 dólares, llega a 200 dólares". Si Washington ataca a Teherán "el precio podría subir a 150, 200, 250 dólares, pero eso no sería lo más grave, lo gravísimo sería atacar un país soberano porque no se está de acuerdo con sus políticas", aseveró por su lado el presidente de Ecuador, Rafael Correa, en una conferencia de prensa.
La OPEP "seguirá suministrando una oferta petrolera fiable, adecuada, oportuna y eficiente a los mercados mundiales", aseguró no obstante la declaración final de la cumbre de Riad, la tercera en 47 años de vida del grupo. El texto también "enfatiza la importancia de la paz mundial para aumentar las inversiones energéticas y tener un mercado estable y predecible".
Los países árabes de la OPEP más Egipto y Siria utilizaron su petróleo como arma política en 1973, cuando durante la guerra de Yom Kippur suspendieron sus exportaciones a los países que apoyaron a Israel.
Los llamamientos de Chávez a convertir la OPEP en un "actor geopolítico" y "revolucionario" fueron rechazados delicadamente por el rey saudí Abdalá bin Abdelaziz, anfitrión del encuentro, quien aseguró que "el petróleo es una energía para la construcción y no un instrumento de conflicto".
"No hay que tenerle miedo a la visión política (de la OPEP), eso es negar la realidad", dijo por su lado Correa, cuyo país se convirtió en la cumbre en el 13o y más pequeño miembro de la organización.
Aunque no se menciona en la declaración final, como querían Irán, Venezuela y Ecuador, la OPEP encargó a sus ministros de Finanzas estudiar el impacto de la caída del dólar en sus ingresos petroleros y cómo limitar sus efectos. "La caída del dólar no es la caída del dólar, es la caída del imperio norteamericano. Hay que prepararse para eso", aseguró Chávez este domingo, antes de reunirse con Ahmadinejad en Riad y emprender un viaje relámpago a Irán.
Pese a sus diferencias, los países de la OPEP están unidos en la idea de mantener los precios elevados. Chávez aseguró que 100 dólares el barril es "un precio justo", mientras Arabia Saudí justificó los precios actuales al destacar que aún no han llegado a su nivel de inicios de los 80, cuando superaron los 101 dólares ajustados a la inflación.
El barril llegó este mes al récord nominal de 98,60 dólares el barril, mientras crecen los llamamientos de los países consumidores a un aumento de la producción de crudo para enfriar las cotizaciones. El tema será tratado durante una reunión ministerial del cartel en Abu Dhabi, el 5 de diciembre.
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