11/11/07

La suba del euro es un arma de doble filo para Argentina

DOLAR EN PICADA - LA PULSEADA CON EL EURO

LA MAS CODICIADA. La moneda de la comunidad europea continúa en ascenso y complica el panorama de la principal economía mundial.
ARCHIVO LA GACETA
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Economistas consultados por LA GACETA coincidieron en señalar que no todo es color de rosa ante la apreciación del euro frente al dólar.
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Algunos empresarios, productores del agro y hasta gobernantes de los países emergentes -como la Argentina- festejan la depreciación creciente que tiene el dólar frente al euro. La debilitación de la moneda estadounidense comenzó en 2001 y se profundizó este año, y uno de sus efectos inmediatos es el incremento en el valor de los commodities (como la soja y otros granos), por lo que los gobiernos -a través de impuestos a las exportaciones- y los empresarios observan complacidos este fenómeno.Hasta aquí, el derrumbe del dólar frente al euro aparece como beneficioso para la Argentina. Sin embargo, algunos economistas consultados por LA GACETA alertan que el fenómeno es un arma de doble filo y que sólo en el corto plazo al país le conviene un dólar débil.“Si bien la depreciación del dólar podría ser vista como una buena noticia para el país, la continua pérdida de valor de la divisa americana podría tener consecuencias impensadas para la economía mundial. El dólar ha sido en las últimas décadas depósito de riqueza para el mundo. Variaciones bruscas en su valor cambiarían las bases sobre las que se asienta el orden económico actual. En este momento, más del 40% de la base monetaria estadounidense se encuentra en manos de no residentes y gran parte forma las reservas de los bancos centrales de distintos países alrededor del mundo”, explicó el economista y experto del estudio Arriazu & Asociados, Fernando Marengo.“Si por un momento suponemos que los tenedores de dólares alrededor del mundo, cansados de la pérdida de valor del dólar, deciden un cambio de portafolio en contra del dólar, a la economía americana le resultaría imposible continuar financiando su déficit externo. Ante esta imposibilidad de financiamiento, el déficit externo americano debería tender a desaparecer, pero debido al tamaño y al impacto que este tiene sobre el crecimiento mundial, esto podría provocar una destrucción del comercio mundial”, agregó. “Resulta difícil pensar en el colapso de una moneda que sea depósito de valor a nivel mundial. Para evitar que continúe la depreciación del dólar son necesarias políticas coordinadas entre los Estados Unidos y Europa”, concluyó.En igual sentido se pronunció Juan Luis Bour, economista jefe de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL). “¿Beneficia o perjudica a la Argentina el dólar débil? En el plano del Gobierno actual, atarse a un dólar débil le permite devaluar poco y mantener competitividad. En otras palabras, como todos aprecian sus monedas frente al dólar, la Argentina con devaluar un poco (3 ó 4% anual) ya devalúa mucho respecto del resto de las monedas”, sostuvo. “Ahora bien -continuó- el crecimiento económico no se basa en devaluar más rápido que los demás países. Cuanto más devaluamos, menor es el poder de compra de cada argentino respecto de los bienes que produce el mundo (somos más pobres). Así que en un escenario en que el dólar se sigue deslizando, Argentina debe ser más prudente en política cambiaria. Si -como es de esperar- en algún momento ese deslizamiento del dólar frente al euro se detiene y, eventualmente, se revierte, los precios de las commodities (medidos en dólares) dejarán de crecer o caerán. En ese escenario de un dólar más fuerte, la política económica doméstica enfrentará nuevos desafíos”, advirtió. Bour explicó que el euro sube frente al dólar porque la economía de EEUU arrastra un desequilibrio de cuenta corriente, reflejo del desequilibrio de la balanza de comercio de bienes. “Un dólar más débil debería ayudar, a la larga, a reducir ese déficit. Estos son argumentos de mediano plazo que explican la debilidad de la moneda americana vis à vis el resto de las monedas del mundo. Está relativamente claro que el dólar se seguirá debilitando frente a ciertas monedas asiáticas, básicamente porque estos países muestran tasas de crecimiento de productividad muy altas (y mayores que en los EEUU). Si la productividad asiática es mayor, el poder de compra de esas monedas aumentará respecto del dólar. Con respecto al euro sin embargo, esas diferencias de productividad no son tan claras, y en realidad se estima que la economía americana es mucho más flexible que la de Europa. Una economía más flexible sale más rápido de una recesión y en promedio crece a tasas mayores. No hay mucha razón para la debilidad, más allá de factores políticos o de corto plazo”, explicó.
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La Gaceta Tucumán - Argentina/11/11/2007

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