11/11/07

Londres se ha convertido en refugio de multimillonarios rusos

Abramovich Dueño ruso del club de fútbol de Chelsea, saluda, a los hinchas, en el puente de Stamford
Foto AP Sang Tan,File
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Por:LYNN BERRY
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Abramovich Dueño ruso del club de fútbol de Chelsea, saluda, a los hinchas, en el puente de Stamford foto AP Sang Tan,File
LONDRES AP Roman Abramovich es el hombre más rico de Rusia, con una fortuna estimada en más de 20.000 millones de dólares. Pero para poder apreciar su fortuna hay que ir a Londres. Abramovich es el propietario del club de fútbol Chelsea, uno de los más famosos de Gran Bretaña. También ha comprado varias casas en la capital británica y en el campo, incluyendo una finca rural de 162 hectáreas (400 acres) que perteneció al rey Hussein de Jordania. Los empresarios rusos han medrado durante el mandato del presidente Vladimir Putin y el número de millonarios sube aceleradamente cada año. Pero pese a la creciente economía rusa y a la mano firme de Putin en el gobierno, muchos de los más ricos todavía tienen poca fe de que su dinero o sus familias estén a salvo. Londres se ha convertido en su refugio. Los rusos han invertido miles de millones de dólares en propiedades para establecer una presencia en Gran Bretaña, en especial ahora que está por concluir el segundo período de Putin y que crece la incertidumbre sobre quién lo sucederá tras las elecciones dentro de algunos meses. "A medida que se acerca el 2008, todos los que tienen dinero quieren ponerlo a salvo", dijo Grace Margolies, una agente de bienes raíces que tiene sangre rusa y que trabaja exclusivamente con los clientes rusos de la agencia Knight Frank. La mayoría de los rusos en Londres mantienen una presencia discreta, pero que de toda manera se hace sentir. El año pasado los rusos compraron 316 propiedades por valor al menos de 2 millones de dólares cada una, según una encuesta de la agencia. Habían comprado 65 en el 2000, el año en que Putin asumió la presidencia. En total unos 300.000 rusos, incluyendo una docena de los nuevos multimillonarios, tienen hogares en la capital británica. Los rusos hallan en Londres un ambiente financiero que desde hace tiempo atrae a los extranjeros acaudalados, incluyendo la realeza árabe con sus miles de millones del petróleo. Con el régimen impositivo británico favorable, sus bienes están seguros. Cuando los rusos buscan una residencia en Londres, la seguridad es prioritaria en su lista de requisitos, dijo Margolies. Quieren portero, sistemas de alarma y de vigilancia por televisión en circuito cerrado. La seguridad es también uno de los motivos por el que un número creciente de rusos envían a sus hijos a escuelas y universidades privadas británicas, dijo Hilary Moriarty, directora de la Asociación de Internados. Hace dos años Elizaveta Slesareva, de 15 años, se había matriculado en St. Peters, una escuela de internos en la ciudad medieval de York. En el receso de medio año lectivo regresó a Moscú a visitar a sus padres después de manifestar preocupación por su viaje, dijo el director Richard Smyth. Poco después de regresar a su país, murió junto con sus padres cuando su automóvil Mercedes fue acribillado a tiros. Su padre, Alexander Slesarev, era el propietario de Sodbiznesbank, que había estado en el centro de una crisis bancaria en el 2004. El Banco Central retiró la licencia del banco, al que acusó de lavado de dinero, y no todos los depositantes recuperaron su dinero. Los rusos acaudalados en Londres mantienen un elemento de secreto en sus vidas, un indicio de la cultura del miedo de la era soviética que ha retornado durante el mandato de Putin. Pero el año pasado fueron centro de atención cuando un ex agente de la KGB, Alexander Litvinenko, fue envenenado en Londres con una sustancia nuclear. Su familia y amigos han culpado a Putin, quien niega toda participación. Los gobiernos británico y ruso se han acusado mutuamente de encubrimiento. Gran Bretaña ha criticado la negativa rusa a entregar al principal sospechoso de la muerte de Litvinenko, también ex agente de la KGB. Putin, mientras tanto, ha acusado a Gran Bretaña de albergar "criminales y terroristas" rusos. Gran Bretaña por su parte se ha negado a extraditar a Boris Berezovsky, un magnate multimillonario y enérgico adversario de Putin, que fue aliado de Livinenko. Fiscales rusos dicen que Londres también se ha negado a entregar a dos de los asociados de Berezovksy y otros tres rusos que alguna vez trabajaron para Mijail Jodorovsky, el fundador de lo que fue alguna vez la mayor empresa petrolera rusa y que ahora está preso. Los tres habían huido a Londres para evitar se arrestados en el caso de fuerte connotación política. Jodorovsky decidió quedarse y disputar el control del Kremlin sobre su compañía, pero al final fue a la cárcel y su empresa, Yukos, fue absorbida por la firma petrolera Rosneft controlada por el estado. La lección no cayó en saco roto para Mijail Gutseriyev, el multimillonario propietario de otra empresa petrolera rusa. Después de resistirse durante meses a lo que calificó de "matonismo sin precedente" del estado para que cediera su compañía, huyó de Rusia en agosto cuando se dictó su orden de captura. Se dice que está en Londres. En los últimos años, a numerosos empresarios rusos el estado los ha despojado de sus compañías o bien las han perdido a manos de rivales políticamente más poderosos. Es la endeble protección a los derechos de propiedad en Rusia lo que los impulsa a comprarlas en Londres o depositar su dinero en bancos suizos, dijo Andrei Illarionov, ex asesor financiero de Putin que fue despedido en el 2005 después de criticar las políticas del Kremlin. "El régimen político que se ha formado en los últimos ocho años priva a los propietarios de toda garantía en territorio ruso", dijo recientemente a la radio Ekho Moskvy. Los rusos que han guardado su dinero en Gran Bretaña incluyen a quienes se oponen a Putin como también a quienes mantienen buenas relaciones con el presidente, como Abramovich. Otro multimillonario en buenos términos con el Kremlin, Alisher Usmanov, adquirió recientemente un porcentaje en otro de los grandes clubes de fútbol ingleses, Arsenal. Abramovich es el hombre más rico de Rusia, pero el país tiene ahora 53 multimillonarios, 19 más que el año pasado, según la lista anual de la revista Forbes. La mayoría amasó sus fortunas en petróleo, acero, minería y siderurgia. También ha subido el número de millonarios, que llegaron a 119.000 en el 2006, con un aumento del 15,5% respecto del año anterior, según un estudio de Merrill Lynch y la empresa consultora Capgemini. Las cifras habían subido el 17% en el 2005. Los rusos se han convertido en los principales compradores de residencias valuadas de 8 a 10 millones de dólares, dijo Liam Bailey, titular de investigación de bienes raíces en Knight Frank. Una de cada cinco propiedades en esta categoría es vendida a rusos, dijo, lo que representan unas 200 por año. Muchas de las propiedades son adquiridas pensando en los hijos, dijo Margolies, el agente inmobiliario. En algunos casos, el empresario suministra un hogar seguro y cómodo para su familia, mientras va y vuelve a Moscú, a cuatro horas de avión. En otros casos, el departamento en Londres sirve de base para que los padres visiten a los hijos, o bien se adquieren para los hijos que asisten a la universidad en Londres o comienzan aquí carreras profesionales. La mayoría de los niños rusos vienen para los dos últimos años de escuela secundaria y después se quedan para ir a la universidad. En el inicio del año escolar 2006-07 había 383 nuevos alumnos rusos, lo que representa un aumento paulatino en los últimos años, dijo un censo del Consejo de Escuelas Independientes. Más de 2.000 rusos están inscritos en universidades británicas.
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Los Tiempos - Bolivia/11/11/2007

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