El miércoles pasado, presionada para que revelara los nombres de los principales funcionarios que la acompañarán a partir del 10 de diciembre, la primera dama sorprendió al designar a Martín Lousteau como ministro de Economía.
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Buenos Aires.- Una semana después de haber nombrado a su gabinete y a 19 días de comenzar su gobierno, la presidenta electa de Argentina, Cristina Fernández, mantiene la incógnita sobre la política económica que aplicará en el país.
El miércoles pasado, presionada para que revelara los nombres de los principales funcionarios que la acompañarán a partir del 10 de diciembre, la primera dama sorprendió al designar a Martín Lousteau como ministro de Economía.�Lousteau es un joven economista de 36 años que hasta ahora tuvo como principal misión la de presidir el estatal Banco Provincia de Buenos Aires, que es el segundo más grande a nivel nacional.
Su nombramiento fue el que más expectativas generó porque se esperaban definiciones inmediatas que llevaran tranquilidad a los inversores sobre las directrices económicas que mantendrá o modificará la nueva presidenta.
Pero el propio Lousteau se llamó a silencio y sólo enfrentó en una ocasión a la prensa para considerar “un honor muy grande que la presidenta electa haya confiado en mí y en mi equipo”, sin dar mayores detalles de sus proyectos.
Sin información oficial, la prensa comenzó a especular y algunos diarios opositores publicaron un presunto informe en el que Lousteau proponía reducir el crecimiento a un nivel del 5.0 por ciento anual y bajar a menos de tres pesos argentinos el precio del dólar.
El documento causó escándalo porque se opone a los lineamientos que ha seguido el presidente Néstor Kirchner para mantener una tasa de crecimiento anual del 9.0 por ciento en promedio y la paridad con el dólar a un rango de 3.15 y 3.20 pesos argentinos.
Sin embargo, para frustración de los medios que ya querían anticipar confrontaciones, resultó que el informe adjudicado a Lousteau no era de él sino de otro economista.
Hasta ahora, y en coincidencia con la política de Kirchner de evitar contacto directo con la prensa, la mandataria electa sólo dejó trascender que de ninguna manera tratará de “enfriar” el crecimiento económico para contener la inflación, como piden algunos analistas.
Durante su campaña política, Fernández de Kirchner no presentó ninguna propuesta global de gobierno, por lo que se siguen desconociendo los detalles de los programas que pondrá en marcha.
En ese sentido, el analista político Pablo Mendelevich consideró que la designación de Lousteau es sólo una “cortina de humo” porque quien seguirá manejando la economía, como hasta ahora, será el propio Kirchner.
“Pusieron a Lousteau porque su juventud le permite ser dócil y además trae un prestigio que le beneficia a la presidenta electa, pero definitivamente el que tomará las riendas será Kirchner”, afirmó.
El columnista del diario La Nación precisó que “los desafíos son económicos porque políticamente Cristina no tiene nubes en el horizonte, la oposición está sin alas, y sólo apura mantener el crecimiento”.
Pese a esta visión, el nombramiento de Lousteau, aun sin programas específicos, fue bien recibida por los sectores más influyentes y que incluso en algunos casos han estado enfrentados con Kirchner.
Ese fue el caso del presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Juan Carlos Lascurain, quien aplaudió al nuevo ministro y confió en que continuará con una política económica basada en superávit comercial y fiscal y tipo de cambio competitivo”.
“El nombramiento de Lousteau nos parece bien, trabajamos con él en varias oportunidades, sabemos su pensamiento en cuanto a la producción y a la inversión y creemos que seguirá esta política enmarcada hacia el desarrollo”, señaló./Notimex
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El miércoles pasado, presionada para que revelara los nombres de los principales funcionarios que la acompañarán a partir del 10 de diciembre, la primera dama sorprendió al designar a Martín Lousteau como ministro de Economía.�Lousteau es un joven economista de 36 años que hasta ahora tuvo como principal misión la de presidir el estatal Banco Provincia de Buenos Aires, que es el segundo más grande a nivel nacional.
Su nombramiento fue el que más expectativas generó porque se esperaban definiciones inmediatas que llevaran tranquilidad a los inversores sobre las directrices económicas que mantendrá o modificará la nueva presidenta.
Pero el propio Lousteau se llamó a silencio y sólo enfrentó en una ocasión a la prensa para considerar “un honor muy grande que la presidenta electa haya confiado en mí y en mi equipo”, sin dar mayores detalles de sus proyectos.
Sin información oficial, la prensa comenzó a especular y algunos diarios opositores publicaron un presunto informe en el que Lousteau proponía reducir el crecimiento a un nivel del 5.0 por ciento anual y bajar a menos de tres pesos argentinos el precio del dólar.
El documento causó escándalo porque se opone a los lineamientos que ha seguido el presidente Néstor Kirchner para mantener una tasa de crecimiento anual del 9.0 por ciento en promedio y la paridad con el dólar a un rango de 3.15 y 3.20 pesos argentinos.
Sin embargo, para frustración de los medios que ya querían anticipar confrontaciones, resultó que el informe adjudicado a Lousteau no era de él sino de otro economista.
Hasta ahora, y en coincidencia con la política de Kirchner de evitar contacto directo con la prensa, la mandataria electa sólo dejó trascender que de ninguna manera tratará de “enfriar” el crecimiento económico para contener la inflación, como piden algunos analistas.
Durante su campaña política, Fernández de Kirchner no presentó ninguna propuesta global de gobierno, por lo que se siguen desconociendo los detalles de los programas que pondrá en marcha.
En ese sentido, el analista político Pablo Mendelevich consideró que la designación de Lousteau es sólo una “cortina de humo” porque quien seguirá manejando la economía, como hasta ahora, será el propio Kirchner.
“Pusieron a Lousteau porque su juventud le permite ser dócil y además trae un prestigio que le beneficia a la presidenta electa, pero definitivamente el que tomará las riendas será Kirchner”, afirmó.
El columnista del diario La Nación precisó que “los desafíos son económicos porque políticamente Cristina no tiene nubes en el horizonte, la oposición está sin alas, y sólo apura mantener el crecimiento”.
Pese a esta visión, el nombramiento de Lousteau, aun sin programas específicos, fue bien recibida por los sectores más influyentes y que incluso en algunos casos han estado enfrentados con Kirchner.
Ese fue el caso del presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Juan Carlos Lascurain, quien aplaudió al nuevo ministro y confió en que continuará con una política económica basada en superávit comercial y fiscal y tipo de cambio competitivo”.
“El nombramiento de Lousteau nos parece bien, trabajamos con él en varias oportunidades, sabemos su pensamiento en cuanto a la producción y a la inversión y creemos que seguirá esta política enmarcada hacia el desarrollo”, señaló./Notimex
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Milenio - Mexico/22/11/2007
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