29/11/07

Mujeres del siglo XXI: La culta y ambiciosa Cristina

Por Javier Godoy F.
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En la política como en el matrimonio se mueve con mucha comodidad. Sus adversarios le temen y respetan; su oratoria es lapidaria cuando de atacar se trata.

Su vida, hoy como ayer, es de certezas e incertidumbres. Su carácter es fuerte y encendido, ambiciosa en la política y con una sólida formación intelectual que le ha permitido ir desde sus inicios izquierdistas hasta ganar la presidencia de su nación.

La emblemática cantante de música de protesta, Mercedes Sosa –aquella que en sus presentaciones lanza su despedida diciendo: que dios reparta suerte para todos-, dice quererla y habla bien de ella y ella no esconde su admiración por la trovadora, cuando en su página oficial de Internet inserta la canción urgente en la potente voz de su paisana. Es también una admiradora confesa de Hillary Clinton y de Eva Perón.

Cuando manifestó sus aspiraciones para contender por la Presidencia de su país, basada en la confianza que dan las encuestas a los políticos, el ex presidente Raúl Alfonsín, conocedor de los alcances de esta mujer dijo: no necesitamos a una mujer que se identifique con los puños crispados de Eva Perón. Nada la detuvo y no sólo pasó por encima de sus detractores, también ganó la contienda electoral con un amplio margen de 20 puntos sobre el segundo lugar.

No fue sorpresa su triunfo porque cuando Cristiana Elizabet Fernández de Kirchner ganó en octubre del 2005 la posición de Senadora por la provincia de Buenos Aires: ahí mismo, sin ocultamiento emprendió su carrera por la presidencia de Argentina.

Cristina, como la propaganda política la posicionò en la mente del electorado, durante tres meses de campaña por todo el país andino, con su triunfo obtiene algunos méritos históricos que van desde ser la primera mujer presidenta como resultado de una elección democrática y también la que recibe la presidencia de Argentina de manos de su esposo: Nestor Kirchner.

Esta combativa mujer no llegó a la política en forma improvisada, por el contrario, desde su juventud militó en la izquierda peronista. Al casarse en l975 con Kirchner y ante la presencia militar en el gobierno y el sucesivo dominio de éste sobre el estado argentino, se retiró. Junto con su esposo ejerció la abogacía y desde ahí tejió su retorno a la vida pública 12 años después cuando por primera vez incursiona en un cargo de elección popular como Diputada por la provincia de Santa Cruz.

Con una clara visión de que su participación política se da en una ecuación de inteligencia, talento, oportunidad y capacidad para llegar al logro de sus propósitos, esta abogada y política argentina siempre dejó de lado en sus discusiones los aspectos femeninos o de género y optó por la preparación intelectual y la lucha de campo como mejor aprendizaje para pelear posiciones en la intrincada actividad política, partidista y legislativa. Mantiene un alto perfil de defensora de los derechos humanos y es una férrea defensora de la actividad política de la mujer.

Es madre de dos hijos, tiene 54 años y el próximo diciembre tomará posesión de la presidencia de un país que hace apenas unos cuantos años estaba al borde del desfiladero pero que hoy està creciendo a una tasa anual de más del 7%. Es una mujer abierta, sin prejuicios ni telarañas ideológicas.

Tiene una muy buena relación con Hugo Chávez y promete mejorarla. Hay admiración mutua entre ella y el Presidente Lula Da Silva de Brasil. Con Rafael Correa de Ecuador, Michelle Bachelet de Chile y Tabarè Vázquez de Uruguay mantiene lazos fraternales importantes para su futuro mandato.

Por su activismo y protagonismo político regional ha sido en muchas ocasiones encasillada con el epíteto de populista, contestatarìa como acostumbra ser ha respondido:

A propósito de caudillos o populistas, habría que decir que es una construcción histórica del pueblo, que tiene que ver con la identidad, con lo popular y que es, tal vez, una categoría inevitable para quienes no pertenecen a esos segmentos sociales o reniegan de ello.

Cristina Fernández Kirchner iniciará su gobierno después de haber vencido una larga nómina de adversarios individuales y de grupo -incluidos los de su propio partido, del que tuvo separarse para formar su propio frente político que la postuló a la presidencia, recibiendo un país en buenas condiciones económicas y políticas y, si hemos de hacer caso a sus reflexiones, sabrá llegar a buen puerto porque –ha reiterado- la lucha política es la lucha por el poder. Lo importante es para qué quieres el poder y qué quieres hacer desde el poder.
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Dossier Político - Mexico/29/11/2007

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