El Gobierno tiene que dejar las contradicciones sobre la inflación y el alza de alimentos, y explicar cuál es su política en esta materia, si es que la tiene.
Durante los últimos días, declaraciones de autoridades del área económica han dejado confusión, respecto a lo que está sucediendo en el país con el incremento desmesurado del costo de vida, de productos alimenticios y escasez de diesel.El proceso inflacionario, que llega a casi los dos dígitos, ha motivado explicaciones contradictorias. Por un lado, se ha dicho que la inflación es un fenómeno que está ocurriendo en todos los países del mundo, que los productos alimenticios acusan incremento en la mayoría de los países, crisis mundial de granos, que el aumento de precios en alimentos se debe a la especulación de los comerciantes, al sabotaje de los productores agropecuarios del oriente, que encarecen a propósito el arroz, la carne, el aceite y otros.Entre las soluciones gubernamentales se anuncia la importación masiva de alimentos para frenar la inflación, algo que con anticipación expertos y empresarios han advertido que no es recomendable, porque se puede desatar un caos en la economía nacional y enormes círculos de corrupción.En medio de esta situación el Gobierno, también, anuncia el desembolso del bono Juancito Pinto, continúa con la entrega de cheques venezolanos, e insiste en la Renta Dignidad, que podría incrementar aún más el proceso inflacionario, según las autoridades del BCB.A todo esto se suma la emisión monetaria, que se duplicó de Bs 4 mil a 8 mil millones. El Banco Central de Bolivia ya superó la emisión de moneda en 11 mil millones de bolivianos, lo que afectará de manera negativa en la economía nacional.Lo que el Gobierno debe hacer es brindar una explicación clara sobre su política anti inflacionaria, si la tiene, respaldada con números. Es hora de dejar los discursos
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Durante los últimos días, declaraciones de autoridades del área económica han dejado confusión, respecto a lo que está sucediendo en el país con el incremento desmesurado del costo de vida, de productos alimenticios y escasez de diesel.El proceso inflacionario, que llega a casi los dos dígitos, ha motivado explicaciones contradictorias. Por un lado, se ha dicho que la inflación es un fenómeno que está ocurriendo en todos los países del mundo, que los productos alimenticios acusan incremento en la mayoría de los países, crisis mundial de granos, que el aumento de precios en alimentos se debe a la especulación de los comerciantes, al sabotaje de los productores agropecuarios del oriente, que encarecen a propósito el arroz, la carne, el aceite y otros.Entre las soluciones gubernamentales se anuncia la importación masiva de alimentos para frenar la inflación, algo que con anticipación expertos y empresarios han advertido que no es recomendable, porque se puede desatar un caos en la economía nacional y enormes círculos de corrupción.En medio de esta situación el Gobierno, también, anuncia el desembolso del bono Juancito Pinto, continúa con la entrega de cheques venezolanos, e insiste en la Renta Dignidad, que podría incrementar aún más el proceso inflacionario, según las autoridades del BCB.A todo esto se suma la emisión monetaria, que se duplicó de Bs 4 mil a 8 mil millones. El Banco Central de Bolivia ya superó la emisión de moneda en 11 mil millones de bolivianos, lo que afectará de manera negativa en la economía nacional.Lo que el Gobierno debe hacer es brindar una explicación clara sobre su política anti inflacionaria, si la tiene, respaldada con números. Es hora de dejar los discursos
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Opinión - Bolivia/12/11/2007
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