Durante la transmisión de la presidencia de la cumbre al rey saudita Abdalá bin Abdelaziz, el presidente Hugo Chávez aseguró que "Si Estados Unidos comete la locura de invadir Irán o de agredir nuevamente a Venezuela, el precio del petróleo a lo mejor no llega a 100 dólares, llega a 200 dólares".
Chávez, que citó dos veces a Cristo en este país que aplica una estricta doctrina islámica conocida como wahabismo, denunció "la permanente amenaza contra Irán" y dijo que quiere "que cesen las amenazas contra los países de la OPEP".
El precio de 100 dólares el barril "es un precio justo", afirmó el mandatario venezolano, cuyo país es considerado un "halcón" en cuanto a cotizaciones en el seno del cartel, junto con Irán.
En 1999, cuando Chávez asumió la presidencia de Venezuela, el precio del barril de crudo "estaba cerca de 10 dólares. Hoy le entrego la presidencia a su majestad con el precio a 100 dólares", se congratuló el jefe de Estado venezolano.
"En Caracas pudiéramos decir que renació la OPEP", dijo Chávez en referencia a la segunda cumbre del cartel, en el año 2000 en la capital venezolana.
Chávez insistió en que la OPEP debe transformarse "en un activo agente político, en un actor político, geopolítico" y expresó nostalgia por el carácter político de la organización en sus inicios.
La OPEP "nació como un actor geopolítico, no sólo como un actor económico tecnocrático", sostuvo.
Por su parte, el rey saudita Abdalá bin Abdelaziz dijo que no se debe permitir que el petróleo se convierta en un "instrumento de conflicto”.
"El petróleo es una energía para la construcción y no un instrumento de conflicto", afirmó el Rey en una aparente respuesta al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, que minutos antes había reclamado al cartel adquirir un tono más político.
Durante la cumbre de 1975 en Argelia, fue una "OPEP fundamentalmente política y yo diría más que política, sin duda revolucionaria", sentenció.
La tercera cumbre en los 47 años de vida de la OPEP dará la bienvenida a Ecuador por su retorno oficial como el 13º y más pequeño integrante del cartel.
La cumbre fue inaugurada en un impresionante palacio de convenciones que según los rumores costó 10.000 millones de dólares al rico gobierno saudita.
Todos los jefes de Estado de los países de la OPEP aceptaron la invitación del rey saudita Abdalá bin Abdelaziz, salvo el presidente indonesio, Susilo Bambang Yudhoyono, y el líder libio Muammar Kadhafi, que mantiene tensiones con Riad, especialmente tras el boicot de Kadhafi a la Cumbre Árabe de marzo pasado.
Los demás jefes de Estado y de Gobierno presentes son Hugo Chávez de Venezuela; Mahmud Ahmadinejad de Irán; Jose Eduardo dos Santos de Angola; Abdelaziz Buteflika de Argelia; Jalal Talabani de Irak; jeque Jalifa bin Zayed al Nahiyan de Emiratos Arabes Unidos; emir Sabah al Ahmad al Jaber al Sabah de Kuwait; Umaru Yar'Adua de Nigeria y jeque Hamed bin Jalifa al Zani de Qatar. Libia está representada por Shokri Ghanem, presidente de la estatal petrolera libia y que hace las veces de ministro de Petróleo, e Indonesia por su vicepresidente, Jusuf Kalla.
El precio de 100 dólares el barril "es un precio justo", afirmó el mandatario venezolano, cuyo país es considerado un "halcón" en cuanto a cotizaciones en el seno del cartel, junto con Irán.
En 1999, cuando Chávez asumió la presidencia de Venezuela, el precio del barril de crudo "estaba cerca de 10 dólares. Hoy le entrego la presidencia a su majestad con el precio a 100 dólares", se congratuló el jefe de Estado venezolano.
"En Caracas pudiéramos decir que renació la OPEP", dijo Chávez en referencia a la segunda cumbre del cartel, en el año 2000 en la capital venezolana.
Chávez insistió en que la OPEP debe transformarse "en un activo agente político, en un actor político, geopolítico" y expresó nostalgia por el carácter político de la organización en sus inicios.
La OPEP "nació como un actor geopolítico, no sólo como un actor económico tecnocrático", sostuvo.
Por su parte, el rey saudita Abdalá bin Abdelaziz dijo que no se debe permitir que el petróleo se convierta en un "instrumento de conflicto”.
"El petróleo es una energía para la construcción y no un instrumento de conflicto", afirmó el Rey en una aparente respuesta al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, que minutos antes había reclamado al cartel adquirir un tono más político.
Durante la cumbre de 1975 en Argelia, fue una "OPEP fundamentalmente política y yo diría más que política, sin duda revolucionaria", sentenció.
La tercera cumbre en los 47 años de vida de la OPEP dará la bienvenida a Ecuador por su retorno oficial como el 13º y más pequeño integrante del cartel.
La cumbre fue inaugurada en un impresionante palacio de convenciones que según los rumores costó 10.000 millones de dólares al rico gobierno saudita.
Todos los jefes de Estado de los países de la OPEP aceptaron la invitación del rey saudita Abdalá bin Abdelaziz, salvo el presidente indonesio, Susilo Bambang Yudhoyono, y el líder libio Muammar Kadhafi, que mantiene tensiones con Riad, especialmente tras el boicot de Kadhafi a la Cumbre Árabe de marzo pasado.
Los demás jefes de Estado y de Gobierno presentes son Hugo Chávez de Venezuela; Mahmud Ahmadinejad de Irán; Jose Eduardo dos Santos de Angola; Abdelaziz Buteflika de Argelia; Jalal Talabani de Irak; jeque Jalifa bin Zayed al Nahiyan de Emiratos Arabes Unidos; emir Sabah al Ahmad al Jaber al Sabah de Kuwait; Umaru Yar'Adua de Nigeria y jeque Hamed bin Jalifa al Zani de Qatar. Libia está representada por Shokri Ghanem, presidente de la estatal petrolera libia y que hace las veces de ministro de Petróleo, e Indonesia por su vicepresidente, Jusuf Kalla.
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Globovisión - Venezuela/18/11/2007
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