24/11/07

Vicepresidente del Parlamento europeo apoya movimientos sociales por los derecos de la infancia

18 aniversario de la Convención de los derechos del niño
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Cristiano Morsolin*
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“Cada camino de organización desde abajo y de ciudadanía activa representa una esperanza para la derrota de la pobreza, a favor de la paz y por la defensa de la dignidad humana”: así inicia el mensaje de Luisa Morgantini (www.luisamorgantini.net), Vicepresidenta del Parlamento Europeo, dirigido a los movimientos sociales por los derechos de la infancia en Latinoamérica.
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La europarlamentaria italiana subraya que “los movimientos sociales comprometidos en defensa de la infancia en Latinoamérica, entre los cuales los NATs, Niños y Adolescentes Trabajadores en Venezuela o en Bolivia la “Unión de Niños, Niñas y Adolescentes Trabajadores” UNATsBOL o muchas otras organizaciones en Perú, en Paraguay y en Colombia, muchas veces con la preciosa ayuda de la cooperación italiana e internacional, tratan juntos de erradicar la explotación y el maltrato, trata de seres humanos y los abusos sexuales en contra de los menores. Los niños y las niñas de los países mas pobres son las primeras victimas silenciosas de las guerras, de la pobreza, del hambre producido por un sistema económico injusto que concentra la riqueza en las manos de pocos, desperdicia los recursos en armas y destrucción, olvidando el derecho a una vida digna para muchas, demasiadas personas. Pero el sacrificio de Iqbal Masih (Pakistán), que a los cuatro años inició a trabajar en condiciones de esclavitud llegando después a ser el símbolo de la lucha en contra de la explotación infantil y el ejemplo de muchos otros niños, nos han enseñado que los niños no son solo victimas, mas pueden ser sujetos y protagonistas de la conquista de la libertad y de la dignidad.
La defensa de los derechos de la infancia y adolescencia es un tema delicado y esencial, reconocida desde 1989 en la Convención de Naciones Unidas sobre los derechos del niño y confirmada en leyes y resoluciones de diferentes instituciones internacionales y parlamentarias, entre las cuales el Parlamento Europeo y la Organización Internacional del Trabajo OIT.
No se trata de eurocentrismo cuando se defienden los derechos de los niños a una infancia digna y a la educación o por la batalla en contra de la explotación del trabajo infantil. Eurocentrismo significa seguir practicando políticas económicas que utilizan la mano de obra a buen mercado y especulan sobre el trabajo de los niños; significa apropiarse de los recursos de los países del Sur del Mundo no con el objetivo del desarrollo, sino únicamente para amañar lógicas de lucro. Combatir la pobreza y las desigualdades y contemporáneamente luchar para que cada niño y cada niña tengan el derecho a la infancia, el derecho a mejores condiciones de vida, de salud y de educación, es el camino para avanzar que a todos nos compete. Por estas razones el compromiso de los movimientos sociales es fundamental para liberar los niños de la explotación. Es a través de esta óptica, estoy segura, que anima algunos Gobiernos de Latinoamérica como Venezuela y Bolivia, a encontrar delegaciones de estos movimientos y demostrar una necesaria voluntad para dialogar, escuchar, e incluir.
Muchas van a ser las iniciativas que se están organizando en toda Latinoamérica; por ahora quiero expresar mi solidaridad a todas las personas y organizaciones que en Bogota, desde el 16 hasta el 18 de noviembre, se van a reunir por el lanzamiento del Movimiento nacional infantil – Plataforma de CoPartes TDH-Alemania; me comprometo a dar voz en el Parlamento Europeo a los millones de chicos y chicas que en el mundo luchan por sus derechos y para transformar el mundo en una tierra mas habitable, humana e justa para todos y todas”.
Edilberto Noguera - coordinador de la Asociación Santa Rita para la Educación y Promoción FUNSAREP-Cartagena (
www.funsarep.org.co ), presenta el lanzamiento del Movimiento nacional infantil que se ha realizado en Bogota el día sábado 17 de noviembre, evidenciando que “el Movimiento INFANTIL para la defensa de los derechos y de la diversidad cultural es un espacio organizativo de los niños y niñas de 15 organizaciones sociales de Medellín, Cartagena, Cali, Cauca, Bogota, Putumayo, que tiene como finalidad posibilitar que los niños y niñas, desde su protagonismo infantil, conozcan y defiendan su derecho, desarrollen acciones para la defensa de la vida y de la diversidad y contribuir a que en Colombia se respete y se tenga en cuenta la voz, la palabra y espacio de los niños y niñas. El Movimiento Infantil cuenta con un proceso de tres años, gestado desde las regiones con aportes de los propios niños y niñas y de las organizaciones que lo impulsan y lo apoyan a nivel nacional y también con el apoyo de la agencia de cooperación TDH “Terre des Hommes” Alemania. Los niños y las niñas sueñan una ciudad, un país, un mundo donde puedan vivir sin maltrato y sin violencia y se le valore su condición de persona con derechos y potencialidades. Los niños y niñas del Movimiento Infantil visibilizan sus propuestas desde sus espacios escolares, familiares, grupales, también interlocutan con autoridades, organizaciones sociales y espacios sociales para exigir su derecho a ser niño y niña; de igual forma tienen presencia y participación en escenarios nacionales y globales como el Foro Social Mundial desde el cual intentan visibilizar la presencia y los aporte de los niños, niñas y adolescentes a la construcción de otro mundo posible. He personalmente encontrado Diana Novoa, secretaria general de la Comisión Derechos Humanos del Senado para presentarle nuestra asamblea y ella se ha comprometido a organizar una audiencia para presentar nuestras propuestas”.
Desde 1998, cada 20 de noviembre, el día en el que se conmemora la firma de la Convención sobre los Derechos del Niño de Naciones Unidas, TERRE DES HOMMES-Alemania llama a una acción bautizada como “Niños de la calle por un día”.“Hemos elegido el tema de los niños de la calle porque es un grupo que ve violados sus derechos de manera extrema y es un buen ejemplo para mostrar cómo no se están cumpliendo los principios recogidos en la Convención”, explica a DW-WORLD (
http://www.dw-world.de/dw/article/0,2144,2958250,00.html) Peter Strack, portavoz de Terre des Hommes en Alemania. Y es que, dice Strack que uno de los logros de la Convención sobre los Derechos del Niño es haber servido “para que los mismos niños en muchos países sean conscientes de cuáles son sus derechos.” La Convención es un referente y “hay una cantidad creciente de niños que participan activamente en la vida pública”, asegura Strack. “Nos acaba de llegar la noticia, por ejemplo, de que en el proceso constituyente de Bolivia han habido contactos directos entre la Organización de Niños y Niñas Trabajadoras y el Canciller para que los derechos y demandas de estos menores sean incluidos en la nueva Constitución. En Colombia se celebra hoy en Bogotá un gran evento en el que los niños reclaman sus derechos y en el que participan varios miles de personas.” La Convención sobre los Derechos del Niño fue ratificada en 1989. Principalmente, el documento recoge el compromiso de los firmantes de proteger a sus menores de la violencia, permitirles la libre expresión de sus ideas y asegurarles una vida digna. El valor del texto reside en que es jurídicamente vinculante. El problema, lamenta Strack, en que emprender acciones legales contra quienes incumplen lo acordado es prácticamente imposible.
Bildunterschrift: “El concepto del niño como un ser portador de derechos está calando en algunas legislaciones, como en Bolivia, que cuenta con un Código de la Infancia. En otros países, como en Chile, todavía no se ha avanzado tanto.” Aún así, Strack no quiere repartir notas entre los Estados latinoamericanos. “La legislación de Bolivia es bastante buena, pero la situación económica del país no permite su cumplimiento. Chile tiene un sistema bastante amplio de atención básica, pero sus leyes no se comprometen todo lo que podrían con los derechos de la infancia.”
El problema en América Latina es que los problemas son muchos, reconoce Strack, “y los recursos y la voluntad no tantos. Durante muchos años se ha dado prioridad al desarrollo económico, como es el caso de México, a facilitar la llegada de capital extranjero… y el esperado efecto de que esas inversiones mejoren a la larga las condiciones de vida no se da si no existe política adecuada de redistribución y una política social fuerte.”
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Manifestaciones en Latinoamérica
Los movimientos sociales NATs de Niños, Niñas y Adolescentes Trabajadores han celebrado la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño, de cuya aprobación se han cumplido 18 años este martes 20 de noviembre, organizando diferentes manifestaciones en Lima, Bogota, Asunción, Córdoba.
Angel González, educador del Movimiento de Venezuela CORENATs y coordinador de la secretaria regional del MOLACNATs desde Barquisimeto evidencia que “se cumple un aniversario más de la firma y ratificación de casi todos los estados y gobiernos del mundo de la Convención Internacional de los Derechos del Niño. Podríamos decir que la humanidad (en la voz y decisión de los adultos en las altas esferas de los poderes mundiales) se tardó casi un siglo en considerar la importancia de proteger a la infancia considerada vulnerable. Desde los primeros años de la firma de la convención muchos somos los que tomamos como referente el 20 de Noviembre para por un lado celebrar y al mismo tiempo denunciar el hecho que ha 18 años después de esa gran acontecimiento mundial en realidad hay poco lo que en materia de protección y promoción de la infancia se ha avanzado y en consecuencia poco que celebrar. Podríamos analizar los escenarios históricos mundiales a principios del siglo pasado y compararlos al escenario actual y no encontraríamos muchas diferencias en términos de la violencia generalizada que sufren los niños y adolescentes del mundo entero; sin embargo hay un elemento importante a considerar que es importante señalar y tiene que ver con la presencia cada vez más notoria, presencial y articulada de múltiples experiencias organizativas de niños y adolescentes que desde diferentes espacios vienen revindicando y exigiendo el cumplimiento de sus derechos. Esta es una señal importante que nos da esperanza que en el siglo XXI la infancia no estará relegada a esperar inmóvil e inconcientemente a que la sociedad adulta cumpla el papel histórico que irresponsable y criminalmente no hicieron durante el siglo pasado, desde la declaración de los derechos del niño hasta su paso hacia la Convención”.
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BolPress - Bolivia/24/11/2007

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