El Gobierno de EEUU esta estudiando dar mayores derechos a los prisioneros en su base naval de Guantánamo (Cuba) como paso previo a un posible cierre de dicho centro de detención para sospechosos de terrorismo, según publica hoy The New York Times.El periódico, que cita funcionarios implicados en dicho proceso, indica que una de las propuesta más ampliamente discutidas en ese contexto se refiere a una revisión del procedimiento para determinar si las condiciones de detención son apropiadas, lo que llevaría a permitir que los prisioneros estuvieran acompañados de sus abogados en las audiencias.Esa propuesta también contempla la posibilidad de que jueces federales, y no militares, sean los que decidan si los sospechosos deben permanecer detenidos, señala el diario, que sugiere que los cambios implicarían llevar a los prisioneros a EEUU.'Si se les fuera a traer a Estados Unidos, hay un reconocimiento de que por razones de política serían necesarios unos procedimientos más sólidos que los que se utilizan actualmente en Guantánamo', declaró al diario un alto funcionario implicado en las discusiones y que quiso mantenerse en el anonimato.En la actualidad, son oficiales militares los que deciden si las condiciones de detención son las apropiadas para 'enemigos combatientes', que es como son considerados estos prisioneros, dentro de la guerra contra el terrorismo lanzada por el presidente de EEUU, George W. Bush.Antes de que se tome una decisión sobre el traslado de los prisioneros a Estados Unidos, se debería construir o encontrar un lugar y elaborar una legislación que permita mantener detenidos a los que sean considerados como una amenaza 'hasta que terminen las hostilidades' en la guerra contra el terrorismo.'Son hombres peligrosos' dijo Sandra L. Hodgkinson, asesora del Ministerio de Defensa para asuntos de detenidos, quien añadió que 'debe haber una forma apropiada de tratar esto.En el caso de que se cierre el centro de detención de Guantánamo, entre 200 y 330 prisioneros serían trasladados a Estados Unidos y el resto serían enviados a sus respectivos países, según dijeron al periódico funcionarios estadounidenses.Las fuentes citadas por el periódico calculan que unos 200 detenidos son considerados demasiado peligrosos para ser repatriados.De esos, 80 o más deberían ser juzgados por crímenes de guerra y los 120 restantes permanecerían detenidos indefinidamente por ser considerados por militares como una amenaza a la seguridad de Estados Unidos.El secretario de Defensa estadounidense, Robert Gates, pidió el cierre de Guantánamo poco después de ser nombrado en el cargo, en el mes diciembre, pero encontró resistencia en el Gobierno.Pese a eso, el 26 de septiembre pasado Gates le dijo al Congreso que había encargado a sus subordinados que elaboraran una propuesta que pudiera eventualmente utilizarse como base de discusión.
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Terra Actualidad/EFE/04/11/2007
Terra Actualidad/EFE/04/11/2007
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