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Por Roxana Saberi
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SULEIMANIYEH, Iraq, 12 dic (IPS) - El viceprimer ministro de Iraq, Barham Salih, aseguró a IPS que Irán colaboró con su gobierno para limitar las actividades del Ejército Mahdi, milicias cuyos miembros profesan el Islam chiíta.
Salih también expresó su esperanza de que el régimen islamista iraní, oficialmente chiita, realice más esfuerzos por estabilizar la región. "Sin ninguna duda, los iraníes han empleado recientemente su influencia y poder para contener las operaciones en Iraq" del Ejército Mahdi (Jaish Al-Mahdi), las milicias controladas por el clérigo chiíta Moqtada al Sadr, declaró el funcionario. "Es un signo auspicioso. Pero voy a ser franco: que Irán pueda activar o desactivar las actividades de esa milicia me preocupa como funcionario del gobierno iraquí", agregó, entrevistado por IPS en la ciudad kurdistana de Sulemaniyeh. Estados Unidos ha acusado reiteradamente a Irán de entrenar, armar y financiar a grupos extremistas chiítas --una de las dos ramas de la fe musulmana, mayoritaria en Irán y en Iraq-- como el Ejército Mahdi. El secretario (ministro) de Defensa de Estados Unidos, Robert Gates, reiteró el sábado que Irán interfiere en Iraq y calificó a la política exterior de aquel país como una amenaza para su país y para todo Medio Oriente. Pero sus comentarios contrastan con los de otros funcionarios del gobierno de George W. Bush, para quienes, al parecer, Irán ha suspendido el envío de armas a través de su frontera con Iraq. Salih comentó que el cambio en la actitud iraní se produjo en agosto, en una visita a Teherán del primer ministro iraquí Nouri Al-Maliki, él mismo chiita. El régimen islamista le prometió detener el flujo de armas, dinero y personas a través de la frontera. Sesenta y dos por ciento de los 24 millones de habitantes de Iraq, concentrados en el sur del territorio, profesan el Islam chiita, y 35 por ciento el sunita, predominante en el mundo árabe y en el régimen de Saddam Hussein, depuesto en 2003. En cuanto a la composición étnica, tres cuartas partes de los iraquíes son árabes, 20 por ciento kurdos (mayoritarios en el norte) y el resto pertenecen a otras pequeñas minorías. Irán ha negado cualquier tipo de interferencia en Iraq y señaló que la inestabilidad en ese país responde a la presencia de tropas extranjeras de ocupación encabezadas por Estados Unidos. A pesar de su mutua animosidad, Washington y Teherán han mantenido tres rondas de conversaciones a alto nivel respecto de cuestiones de seguridad en Iraq. Este domingo, el ministro de Relaciones Exteriores iraní propuso una nueva reunión para el 18 de este mes. Un día antes, Ali Larijani, miembro del Consejo Supremo de Seguridad Nacional iraní, había declarado que a través de ese proceso su país había ayudado a mejorar las condiciones de seguridad en Iraq. "Si los estadounidenses prestan atención al papel fundamental de Irán en la cuestiones iraquíes y a sus posibilidades de colaborar --por su influencia moral y política--, podrán ayudar al gobierno de Iraq", afirmó Larijani. Salih declinó responder si creía que Irán deseaba la estabilidad de su país. Para que así fuera, agregó, "el interés estratégico de Teherán debería ser promover un Iraq estable, democrático y federal, en oposición a quienes piensan que pueden operar a través de amigotes y apoderados". "Además del pueblo iraquí, el beneficiado en segundo lugar por la remoción de Sadam Hussein fue el pueblo iraní. En lugar de interferir con los asuntos internos de Iraq, el gobierno de Irán debería preocuparse por la estabilidad y asegurarse de que el nuevo gobierno iraquí estará en paz con su propio pueblo y sus vecinos", agregó. Por otra parte, el primer ministro de la región autónoma del Kurdistán iraquí, Nechirvan Barzani, también afirmó que "Irán debe jugar un papel más importante en la estabilidad de Iraq y puede hacerlo hasta cierto punto". "Sería algo beneficioso para todos los países de la región", aseguró. "No sabemos si la información que los estadounidenses nos han mostrado hasta ahora" sobre el envío de armas a Irán por parte de las autoridades iraníes "es cierta o no". "Si lo es, creo que no beneficia ni a Irán ni a Iraq", agregó. Mohamad Gouma, asesor del presidente del Kurdistán iraquí, Massoud Barzani, comentó que Irán ha buscado la paz. En los últimos años, esta región gozó una relativa calma y prosperidad, en comparación con otras zonas de Iraq. "Las relaciones entre el Kurdistán iraquí e Irán son buenas, tanto históricamente como en la actualidad. Es cierto que también tenemos buenas relaciones con Estados Unidos, y que existe enemistad entre Teherán y Washington, pero nosotros no tenemos ninguna participación en ese juego", dijo Gouma. Si en algún momento Estados Unidos decide atacar a Irán, los kurdos iraquíes permanecerán neutrales, agregó. "Nos oponemos a una guerra y no tendríamos ninguna participación en ella. Si llegara a ocurrir, sería la mayor conflagración en la historia de Medio Oriente", advirtió Gouma. Salih, de ascendencia kurda, también aseguró que Iraq quiere permanecer al margen de esa disputa, incluso si Washington solicita su apoyo para un ataque contra Teherán. "No queremos que nuestro territorio sea utilizado como base de lanzamiento para ataques contra ninguno de nuestros vecinos, ni que sea usado como un área para ajustar cuentas", afirmó. "La inestabilidad en Iraq se extenderá a otros en la región, incluido Irán, y todos deberían ser concientes de las consecuencias", concluyó Salih.
SULEIMANIYEH, Iraq, 12 dic (IPS) - El viceprimer ministro de Iraq, Barham Salih, aseguró a IPS que Irán colaboró con su gobierno para limitar las actividades del Ejército Mahdi, milicias cuyos miembros profesan el Islam chiíta.
Salih también expresó su esperanza de que el régimen islamista iraní, oficialmente chiita, realice más esfuerzos por estabilizar la región. "Sin ninguna duda, los iraníes han empleado recientemente su influencia y poder para contener las operaciones en Iraq" del Ejército Mahdi (Jaish Al-Mahdi), las milicias controladas por el clérigo chiíta Moqtada al Sadr, declaró el funcionario. "Es un signo auspicioso. Pero voy a ser franco: que Irán pueda activar o desactivar las actividades de esa milicia me preocupa como funcionario del gobierno iraquí", agregó, entrevistado por IPS en la ciudad kurdistana de Sulemaniyeh. Estados Unidos ha acusado reiteradamente a Irán de entrenar, armar y financiar a grupos extremistas chiítas --una de las dos ramas de la fe musulmana, mayoritaria en Irán y en Iraq-- como el Ejército Mahdi. El secretario (ministro) de Defensa de Estados Unidos, Robert Gates, reiteró el sábado que Irán interfiere en Iraq y calificó a la política exterior de aquel país como una amenaza para su país y para todo Medio Oriente. Pero sus comentarios contrastan con los de otros funcionarios del gobierno de George W. Bush, para quienes, al parecer, Irán ha suspendido el envío de armas a través de su frontera con Iraq. Salih comentó que el cambio en la actitud iraní se produjo en agosto, en una visita a Teherán del primer ministro iraquí Nouri Al-Maliki, él mismo chiita. El régimen islamista le prometió detener el flujo de armas, dinero y personas a través de la frontera. Sesenta y dos por ciento de los 24 millones de habitantes de Iraq, concentrados en el sur del territorio, profesan el Islam chiita, y 35 por ciento el sunita, predominante en el mundo árabe y en el régimen de Saddam Hussein, depuesto en 2003. En cuanto a la composición étnica, tres cuartas partes de los iraquíes son árabes, 20 por ciento kurdos (mayoritarios en el norte) y el resto pertenecen a otras pequeñas minorías. Irán ha negado cualquier tipo de interferencia en Iraq y señaló que la inestabilidad en ese país responde a la presencia de tropas extranjeras de ocupación encabezadas por Estados Unidos. A pesar de su mutua animosidad, Washington y Teherán han mantenido tres rondas de conversaciones a alto nivel respecto de cuestiones de seguridad en Iraq. Este domingo, el ministro de Relaciones Exteriores iraní propuso una nueva reunión para el 18 de este mes. Un día antes, Ali Larijani, miembro del Consejo Supremo de Seguridad Nacional iraní, había declarado que a través de ese proceso su país había ayudado a mejorar las condiciones de seguridad en Iraq. "Si los estadounidenses prestan atención al papel fundamental de Irán en la cuestiones iraquíes y a sus posibilidades de colaborar --por su influencia moral y política--, podrán ayudar al gobierno de Iraq", afirmó Larijani. Salih declinó responder si creía que Irán deseaba la estabilidad de su país. Para que así fuera, agregó, "el interés estratégico de Teherán debería ser promover un Iraq estable, democrático y federal, en oposición a quienes piensan que pueden operar a través de amigotes y apoderados". "Además del pueblo iraquí, el beneficiado en segundo lugar por la remoción de Sadam Hussein fue el pueblo iraní. En lugar de interferir con los asuntos internos de Iraq, el gobierno de Irán debería preocuparse por la estabilidad y asegurarse de que el nuevo gobierno iraquí estará en paz con su propio pueblo y sus vecinos", agregó. Por otra parte, el primer ministro de la región autónoma del Kurdistán iraquí, Nechirvan Barzani, también afirmó que "Irán debe jugar un papel más importante en la estabilidad de Iraq y puede hacerlo hasta cierto punto". "Sería algo beneficioso para todos los países de la región", aseguró. "No sabemos si la información que los estadounidenses nos han mostrado hasta ahora" sobre el envío de armas a Irán por parte de las autoridades iraníes "es cierta o no". "Si lo es, creo que no beneficia ni a Irán ni a Iraq", agregó. Mohamad Gouma, asesor del presidente del Kurdistán iraquí, Massoud Barzani, comentó que Irán ha buscado la paz. En los últimos años, esta región gozó una relativa calma y prosperidad, en comparación con otras zonas de Iraq. "Las relaciones entre el Kurdistán iraquí e Irán son buenas, tanto históricamente como en la actualidad. Es cierto que también tenemos buenas relaciones con Estados Unidos, y que existe enemistad entre Teherán y Washington, pero nosotros no tenemos ninguna participación en ese juego", dijo Gouma. Si en algún momento Estados Unidos decide atacar a Irán, los kurdos iraquíes permanecerán neutrales, agregó. "Nos oponemos a una guerra y no tendríamos ninguna participación en ella. Si llegara a ocurrir, sería la mayor conflagración en la historia de Medio Oriente", advirtió Gouma. Salih, de ascendencia kurda, también aseguró que Iraq quiere permanecer al margen de esa disputa, incluso si Washington solicita su apoyo para un ataque contra Teherán. "No queremos que nuestro territorio sea utilizado como base de lanzamiento para ataques contra ninguno de nuestros vecinos, ni que sea usado como un área para ajustar cuentas", afirmó. "La inestabilidad en Iraq se extenderá a otros en la región, incluido Irán, y todos deberían ser concientes de las consecuencias", concluyó Salih.
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IPS Noticias - Uruguay/12/12/2007
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