La Policía montó un gran operativo destinado a desbaratar una organización que ingresaba mujeres desde Europa del Este, Africa y Asia. Las remataban en bares a bandas que después las explotaban en diferentes locales.
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Jo Revill
En el mayor operativo realizado en los últimos años, la policía desbarató una banda dedicada al tráfico de mujeres en Gran Bretaña. Descubrió que algunas víctimas eran "vendidas" en subastas realizadas en pubs y luego encerradas en burdeles donde las obligaban a prostituirse.Los allanamientos encabezados por la policía de Cambridgeshire abarcaron 73 locales de este tipo, donde se rescataron a siete mujeres, algunas con heridas graves sufridas en intentos de fuga.La magnitud del abuso horrorizó a las autoridades británicas, quienes encontraron casos de mujeres obligadas a prostituirse en casas de pueblo como en el centro de la ciudad, imposibilitadas de salir y obligadas a tener sexo con hasta 60 hombres por día, en un negocio que les representa a las bandas miles de libras."Hemos podido determinar que el crimen organizado pasó de las armas de fuego y las drogas al tráfico sexual. Es un terreno lucrativo para estas bandas y a las mujeres que secuestran les puede resultar muy difícil escapar", dijo el inspector principal Paul Fullwood, al mando de la investigación.De acuerdo a la información que brindó la policía, las mujeres eran llevadas a los pubs por un cuidador. Allí las veían miembros de diferentes bandas que son invitados a hacer apuestas por ellas. La cantidad que pagan en algunos casos no pasa de los 2.000 dólares.Hasta el momento, 24 personas fueron arrestadas durante la Operación Radio -la mayoría sospechadas de delitos inmigratorios- y todas salieron bajo fianza. Todavía no se presentaron cargos como resultado del operativo, que todavía sigue reuniendo datos de inteligencia.Muchas de las mujeres que ingresan a Gran Bretaña de contrabando cada año llegan de Europa del Este, Africa y Asia, tentadas por la perspectiva de una vida mejor y de trabajos bien pagos. Pero, al llegar, les quitan el documento de identidad y, muchas veces, las suelen mantener cautivas en condiciones deplorables.Fullwood, director de la unidad de crimen organizado de Cambridgeshire, explicó que "muchos burdeles operan bajo el disfraz de otro tipo de negocios. Pueden ser hogares de aspecto normal, en barrios tranquilos".La semana pasada la policía abrió sus archivos para reveler relatos personales detallados de algunas de las víctimas. Tres de ellas, dos de regreso en sus países natales y una tercera hospedada en un hostal, hablaron sobre golpizas, sobre cómo les robaron su identidad y sobre cómo las mantuvieron cautivas en burdeles con las puertas y las ventanas cerradas con llave.Una mujer describió que la golpeaban tanto que tenía un brazo fracturado y que no le permitieron recibir atención médica. Otra dijo que la obligaron a tener sexo sin protección con por lo menos 25 clientes por día. Le negaron la posibilidad de hacerse un test cuando pensó que podría estar embarazada y guardias de seguridad la amenazaron con una espada samurai y un bate de béisbol.El parlamentarista conservador Shailesh Vara, vicepresidente del grupo parlamentario sobre tráfico de mujeres y niños, sostuvo: "Es fantástico que la policía haya montado un operativo de este tipo para intentar revelar lo que está sucediendo. Lo que han descubierto hasta el momento es verdaderamente alarmante. Cada vez resulta más claro que hoy muchas mujeres son secuestradas y mantenidas contra su voluntad en casas en toda Gran Bretaña y que, aún así, son invisibles para el resto de nosotros".Vara, miembro del parlamento por North West Cambridgeshire, agregó: "La idea de que algunas mujeres sean rematadas en pubs como si fueran animales es repugnante. Deben tomarse muchas más medidas para detener este comercio. Gran Bretaña debe ratificar la convención de las Naciones Unidas sobre tráfico de seres humanos, para que se puedan tomar medidas internacionales para frenar a estas bandas".(Fuente: The Observer)
Jo Revill
En el mayor operativo realizado en los últimos años, la policía desbarató una banda dedicada al tráfico de mujeres en Gran Bretaña. Descubrió que algunas víctimas eran "vendidas" en subastas realizadas en pubs y luego encerradas en burdeles donde las obligaban a prostituirse.Los allanamientos encabezados por la policía de Cambridgeshire abarcaron 73 locales de este tipo, donde se rescataron a siete mujeres, algunas con heridas graves sufridas en intentos de fuga.La magnitud del abuso horrorizó a las autoridades británicas, quienes encontraron casos de mujeres obligadas a prostituirse en casas de pueblo como en el centro de la ciudad, imposibilitadas de salir y obligadas a tener sexo con hasta 60 hombres por día, en un negocio que les representa a las bandas miles de libras."Hemos podido determinar que el crimen organizado pasó de las armas de fuego y las drogas al tráfico sexual. Es un terreno lucrativo para estas bandas y a las mujeres que secuestran les puede resultar muy difícil escapar", dijo el inspector principal Paul Fullwood, al mando de la investigación.De acuerdo a la información que brindó la policía, las mujeres eran llevadas a los pubs por un cuidador. Allí las veían miembros de diferentes bandas que son invitados a hacer apuestas por ellas. La cantidad que pagan en algunos casos no pasa de los 2.000 dólares.Hasta el momento, 24 personas fueron arrestadas durante la Operación Radio -la mayoría sospechadas de delitos inmigratorios- y todas salieron bajo fianza. Todavía no se presentaron cargos como resultado del operativo, que todavía sigue reuniendo datos de inteligencia.Muchas de las mujeres que ingresan a Gran Bretaña de contrabando cada año llegan de Europa del Este, Africa y Asia, tentadas por la perspectiva de una vida mejor y de trabajos bien pagos. Pero, al llegar, les quitan el documento de identidad y, muchas veces, las suelen mantener cautivas en condiciones deplorables.Fullwood, director de la unidad de crimen organizado de Cambridgeshire, explicó que "muchos burdeles operan bajo el disfraz de otro tipo de negocios. Pueden ser hogares de aspecto normal, en barrios tranquilos".La semana pasada la policía abrió sus archivos para reveler relatos personales detallados de algunas de las víctimas. Tres de ellas, dos de regreso en sus países natales y una tercera hospedada en un hostal, hablaron sobre golpizas, sobre cómo les robaron su identidad y sobre cómo las mantuvieron cautivas en burdeles con las puertas y las ventanas cerradas con llave.Una mujer describió que la golpeaban tanto que tenía un brazo fracturado y que no le permitieron recibir atención médica. Otra dijo que la obligaron a tener sexo sin protección con por lo menos 25 clientes por día. Le negaron la posibilidad de hacerse un test cuando pensó que podría estar embarazada y guardias de seguridad la amenazaron con una espada samurai y un bate de béisbol.El parlamentarista conservador Shailesh Vara, vicepresidente del grupo parlamentario sobre tráfico de mujeres y niños, sostuvo: "Es fantástico que la policía haya montado un operativo de este tipo para intentar revelar lo que está sucediendo. Lo que han descubierto hasta el momento es verdaderamente alarmante. Cada vez resulta más claro que hoy muchas mujeres son secuestradas y mantenidas contra su voluntad en casas en toda Gran Bretaña y que, aún así, son invisibles para el resto de nosotros".Vara, miembro del parlamento por North West Cambridgeshire, agregó: "La idea de que algunas mujeres sean rematadas en pubs como si fueran animales es repugnante. Deben tomarse muchas más medidas para detener este comercio. Gran Bretaña debe ratificar la convención de las Naciones Unidas sobre tráfico de seres humanos, para que se puedan tomar medidas internacionales para frenar a estas bandas".(Fuente: The Observer)
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Clarin.com-Argentima/29/08/2007