El nombramiento de Kazajistán para la presidencia de la OSCE para el 2010 ha suscitado numerosas críticas entre la comunidad internacional. Apoyado por Rusia, Kazajistán ha podido alcanzar este objetivo tras haber garantizado a Estados Unidos y a Europa que durante su presidencia respetaría y defendería la estructura institucional y los principios cardinales de la organización. Sin embargo, quedan algunas dudas sobre el auténtico grado de democratización que ha alcanzado el país centroasiático y las posibilidades de que Rusia aproveche esta presidencia para modificar algunas estructuras básicas de la OSCE, como el órgano dedicado al control de los procesos electorales de los países miembros.
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Lodovico Bertuzzi
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La OSCE, Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa, anunció tras finalizar el Consejo de Ministros celebrado en Madrid el 29 y 30 de noviembre de 2007 que Kazajistán ostentará el cargo de Presidente de la Organización durante el año 2010. Kazajistán intentaba lograr este propósito desde el 2003, convirtiéndose este objetivo en una de las prioridades, en los últimos años, de la política exterior del presidente Nazarbaev. El país ya se propuso para la presidencia en el 2005 y en el 2006, aunque no lo consiguió por su escaso trabajo para la promoción y el respeto de los derechos humanos. Durante la reunión ministerial de 2006, Kazajistán pareció dispuesto a alcanzar la presidencia para el 2009, pero su candidatura fue objeto de largas discusiones en cuanto al efectivo nivel de democratización y respeto de las libertades civiles y políticas que impidieron que se llegara a un acuerdo, postergando su discusión para el año siguiente. Con el resultado alcanzado a finales de noviembre, Kazajistán se convierte en el primer país ex soviético en alcanzar dicho cargo, un hecho importante tanto a nivel político como simbólico. El Gobierno kazajo, junto a la población, ha asociado el alcanzce del liderazgo anual de la OSCE con la confirmación del creciente papel del país a nivel mundial y su importancia en las dinámicas internacionales globales. Tras el anuncio el 30 de noviembre, los medios locales, entre ellos la televisión estatal Khabar y el periódico pro-gubernamental Kazakhstanskaya Pravda, elogiaron el liderazgo del presidente kazajo Nazarbaev, subrayando su creciente presencia internacional y afirmando que la elección del país representa un reconocimiento al camino recorrido por el país para afirmar y respetar los principios democráticos universales y la creación de un estado de derecho. Tal y como publicó la agencia de noticias Kazinform, Nazarbaev se dirigió a los diplomáticos extranjeros presentes en Astana el 10 de diciembre, asegurando que el Gobierno kazajo se comprometía a reforzar y proteger la estructura institucional de la OSCE, ya que esta organización representa una plataforma de diálogo única y peculiar que une el área euro-atlántica y los Estados euroasiáticos.
Lodovico Bertuzzi
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La OSCE, Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa, anunció tras finalizar el Consejo de Ministros celebrado en Madrid el 29 y 30 de noviembre de 2007 que Kazajistán ostentará el cargo de Presidente de la Organización durante el año 2010. Kazajistán intentaba lograr este propósito desde el 2003, convirtiéndose este objetivo en una de las prioridades, en los últimos años, de la política exterior del presidente Nazarbaev. El país ya se propuso para la presidencia en el 2005 y en el 2006, aunque no lo consiguió por su escaso trabajo para la promoción y el respeto de los derechos humanos. Durante la reunión ministerial de 2006, Kazajistán pareció dispuesto a alcanzar la presidencia para el 2009, pero su candidatura fue objeto de largas discusiones en cuanto al efectivo nivel de democratización y respeto de las libertades civiles y políticas que impidieron que se llegara a un acuerdo, postergando su discusión para el año siguiente. Con el resultado alcanzado a finales de noviembre, Kazajistán se convierte en el primer país ex soviético en alcanzar dicho cargo, un hecho importante tanto a nivel político como simbólico. El Gobierno kazajo, junto a la población, ha asociado el alcanzce del liderazgo anual de la OSCE con la confirmación del creciente papel del país a nivel mundial y su importancia en las dinámicas internacionales globales. Tras el anuncio el 30 de noviembre, los medios locales, entre ellos la televisión estatal Khabar y el periódico pro-gubernamental Kazakhstanskaya Pravda, elogiaron el liderazgo del presidente kazajo Nazarbaev, subrayando su creciente presencia internacional y afirmando que la elección del país representa un reconocimiento al camino recorrido por el país para afirmar y respetar los principios democráticos universales y la creación de un estado de derecho. Tal y como publicó la agencia de noticias Kazinform, Nazarbaev se dirigió a los diplomáticos extranjeros presentes en Astana el 10 de diciembre, asegurando que el Gobierno kazajo se comprometía a reforzar y proteger la estructura institucional de la OSCE, ya que esta organización representa una plataforma de diálogo única y peculiar que une el área euro-atlántica y los Estados euroasiáticos.
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Las críticas internacionales a la clase dirigente kazaja
El nombramiento a la presidencia para el 2010 estuvo acompañado de numerosas críticas por parte de la comunidad internacional, muchas de ellas subrayaban la contradicción entre el escaso respeto de los derechos humanos y de las libertades civiles y políticas en el seno del país y los objetivos principales de la OSCE, precisamente focalizados en el respeto de dichos valores por parte de todos los Estados miembros. El órgano de la OSCE encargado de supervisar los procesos electorales de los Estados miembros, la Oficina para las Instituciones Democráticas y los Derechos Humanos (Organization for Democratic Institutions and Human Rights, ODIHR), reconoció los progresos realizados por Kazajistán en las últimas elecciones parlamentarias de agosto, aunque señaló que el país no ha alcanzado algunos de los estándares fijados a nivel internacional, sobre todo en términos de pluripartidismo, libertad de prensa y de expresión, libertad de movimiento de los partidos políticos. La directora para Europa y Asia central de la organización de defensa de los derechos humanos Human Rights Watch, Holly Cartner, ha afirmado que es insólito y poco válido apoyar para la presidencia de la OSCE a un Estado que no aplica ni respeta en el seno de su propio país los principios y valores sobre los que se basa esa organización.En efecto, Kazajistán no ha realizado ninguna votación que satisfaga los estándares de free and fair elections que cumplan con los postulados de la OSCE. En las últimas elecciones parlamentarias del pasado agosto, el 88,41% de los votos fue a parar al partido presidencial Nur-Otan, mientras que los partidos de la oposición sólo obtuvieron el 7% de los votos, sin poder alcanzar ningún escaño parlamentario. El presidente Nazarbaev, que lidera al país de manera ininterrumpida desde la independencia del país en 1991, ha logrado reafirmarse en el poder en todas las elecciones presidenciales, impulsando enmiendas constitucionales que han modificado la duración y las modalidades de reelección al cargo de presidente. El sistema informativo está dominado por las fuerzas fieles al aparato de Gobierno y los periodistas independientes que trabajan en el país son amenazados y a menudo incriminados por sus denuncias y críticas, como es el caso de Alikbek Zhumbaev, un activista de la oposición que actualmente cumple condena de cinco años por ultrajar la figura del presidente Nazarbaev. En la clasificación que mide el grado de libertad de prensa presente en los países del mundo elaborada por Reporteros sin Fronteras en el 2007, Kazajistán ocupa el puesto número 125 de los 169 clasificados.Tras el nombramiento a la presidencia de la OSCE para el 2010, el Gobierno kazajo, a través del ministro de Exteriores Marat Tazhin, se comprometió a promover, a partir del 2008, toda una serie de reformas y un giro liberal dentro del sistema informativo kazajo que satisfaga en mayor medida los criterios de la OSCE y modifique, en sede parlamentaria, el sistema electoral, garantizando una mayor representatividad. La oposición del país está dividida por el significado político que la presidencia OSCE podría representar para el país. Algunos, como Zharmakhan Tuyakbay, líder del Partido Social Demócrata Nacional, consideran este hecho como algo positivo ya que la futura presidencia colocará al país en el centro de atención de los miembros de la OSCE, generando presiones sobre el actual Gobierno para una apertura efectiva y una sustancial liberalización del sistema político. Sin embargo, otros se muestran más escépticos y sostienen que durante el 2007, año en que Kazajistán estaba bajo la atenta observación de los miembros de la OSCE (por su candidatura), el Gobierno Nazarbaev consiguió organizar una de las elecciones más antidemocráticas de la historia del país, reforzando aún más su poder. Uno de los líderes del partido de oposición Nagyz Ak Zhol, lanzó la siguiente pregunta en un artículo del periódico Taszhargan, “¿por qué el Gobierno de Nazarbaev debería cambiar, si por una parte puede continuar despreciando los derechos humanos y rechazando el principio de representación una cabeza – un voto, y por otra puede ocupar la presidencia de una organización cuyo objetivo principal es, paradójicamente, el de defender e incentivar el respeto de los principios democráticos en nuestro país?”.
Las críticas internacionales a la clase dirigente kazaja
El nombramiento a la presidencia para el 2010 estuvo acompañado de numerosas críticas por parte de la comunidad internacional, muchas de ellas subrayaban la contradicción entre el escaso respeto de los derechos humanos y de las libertades civiles y políticas en el seno del país y los objetivos principales de la OSCE, precisamente focalizados en el respeto de dichos valores por parte de todos los Estados miembros. El órgano de la OSCE encargado de supervisar los procesos electorales de los Estados miembros, la Oficina para las Instituciones Democráticas y los Derechos Humanos (Organization for Democratic Institutions and Human Rights, ODIHR), reconoció los progresos realizados por Kazajistán en las últimas elecciones parlamentarias de agosto, aunque señaló que el país no ha alcanzado algunos de los estándares fijados a nivel internacional, sobre todo en términos de pluripartidismo, libertad de prensa y de expresión, libertad de movimiento de los partidos políticos. La directora para Europa y Asia central de la organización de defensa de los derechos humanos Human Rights Watch, Holly Cartner, ha afirmado que es insólito y poco válido apoyar para la presidencia de la OSCE a un Estado que no aplica ni respeta en el seno de su propio país los principios y valores sobre los que se basa esa organización.En efecto, Kazajistán no ha realizado ninguna votación que satisfaga los estándares de free and fair elections que cumplan con los postulados de la OSCE. En las últimas elecciones parlamentarias del pasado agosto, el 88,41% de los votos fue a parar al partido presidencial Nur-Otan, mientras que los partidos de la oposición sólo obtuvieron el 7% de los votos, sin poder alcanzar ningún escaño parlamentario. El presidente Nazarbaev, que lidera al país de manera ininterrumpida desde la independencia del país en 1991, ha logrado reafirmarse en el poder en todas las elecciones presidenciales, impulsando enmiendas constitucionales que han modificado la duración y las modalidades de reelección al cargo de presidente. El sistema informativo está dominado por las fuerzas fieles al aparato de Gobierno y los periodistas independientes que trabajan en el país son amenazados y a menudo incriminados por sus denuncias y críticas, como es el caso de Alikbek Zhumbaev, un activista de la oposición que actualmente cumple condena de cinco años por ultrajar la figura del presidente Nazarbaev. En la clasificación que mide el grado de libertad de prensa presente en los países del mundo elaborada por Reporteros sin Fronteras en el 2007, Kazajistán ocupa el puesto número 125 de los 169 clasificados.Tras el nombramiento a la presidencia de la OSCE para el 2010, el Gobierno kazajo, a través del ministro de Exteriores Marat Tazhin, se comprometió a promover, a partir del 2008, toda una serie de reformas y un giro liberal dentro del sistema informativo kazajo que satisfaga en mayor medida los criterios de la OSCE y modifique, en sede parlamentaria, el sistema electoral, garantizando una mayor representatividad. La oposición del país está dividida por el significado político que la presidencia OSCE podría representar para el país. Algunos, como Zharmakhan Tuyakbay, líder del Partido Social Demócrata Nacional, consideran este hecho como algo positivo ya que la futura presidencia colocará al país en el centro de atención de los miembros de la OSCE, generando presiones sobre el actual Gobierno para una apertura efectiva y una sustancial liberalización del sistema político. Sin embargo, otros se muestran más escépticos y sostienen que durante el 2007, año en que Kazajistán estaba bajo la atenta observación de los miembros de la OSCE (por su candidatura), el Gobierno Nazarbaev consiguió organizar una de las elecciones más antidemocráticas de la historia del país, reforzando aún más su poder. Uno de los líderes del partido de oposición Nagyz Ak Zhol, lanzó la siguiente pregunta en un artículo del periódico Taszhargan, “¿por qué el Gobierno de Nazarbaev debería cambiar, si por una parte puede continuar despreciando los derechos humanos y rechazando el principio de representación una cabeza – un voto, y por otra puede ocupar la presidencia de una organización cuyo objetivo principal es, paradójicamente, el de defender e incentivar el respeto de los principios democráticos en nuestro país?”.
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Las tensiones entre occidente y Rusia
A nivel internacional, Rusia siempre ha apoyado categóricamente la candidatura de Kazajistán, defendiendo al país centroasiático de los ataques de los numerosos detractores y amenazando con que si no se garantizaba la presidencia de Kazajistán, Moscú bloquearía cualquier otra candidatura que se presentara durante el trienio 2009-2011, dejando a la organización sin una troika dirigente ya desde principios del 2008, cuando Finlandia ostente la presidencia anual. De hecho, la troika es una de las principales instituciones de la OSCE, responsable de las decisiones políticas de mayor importancia, conformada por el presidente en funciones, su predecesor y su sucesor. Sin una decisión sobre la presidencia para el 2009, incluso los trabajos del 2008 de la OSCE se verían gravemente comprometidos. La decisión de los miembros occidentales de la OSCE parece ser el resultado de una atenta valoración estratégica: a cambio de apoyar la candidatura kazaja, los Estados europeos y Estados Unidos recibieron el compromiso del Gobierno kazajo de apoyar y defender las actividades de supervisión electoral realizadas por la ODIHR, que Rusia ha amenazado con querer cambiar y limitar drásticamente. Por ello, el ministro de Exteriores kazajo, declaró en el encuentro de Madrid, que Kazajistán se comprometía a conservar la estructura y los poderes del ODIHR y a no permitir ningún intento para debilitar sus actividades y prerrogativas. Rusia y Estados Unidos llegaron a la cumbre de Madrid con visiones muy distintas sobre diversos aspectos vinculados a las actividades y competencias de la OSCE, sobre todo por la voluntad de Moscú de reorientar la organización y las agencias hacia temas ligados a la seguridad, y alejarlos de los derechos humanos y los valores democráticos. Las fricciones más profundas se registraron ya antes del encuentro en España, sobre todo por la propuesta rusa, apoyada por Kazajistán y otros 5 países miembros de la Comunidad de Estados Independientes (CEI) para limitar el número de los miembros de la ODIHR a 50, y dejar que las actividades de supervisión electoral se realizasen por parte de los Estados miembros. Según la actual regulación, la ODIHR no presenta ningún informe al Consejo Permanente, el principal órgano decisorio de la organización, donde los países tienen la misma voz, incluyendo la presidencia de turno, evitando así un control demasiado estrecho y potencialmente restrictivo de los Estados miembros, muchos de los cuales son objeto de frecuente supervisión.El proyecto de reforma de la ODIHR forma parte de un ambicioso y complejo esquema ruso para reequilibrar la relación entre los objetivos en tema de defensa y respeto de los derechos humanos, principal objetivo de la actividad de la OSCE, y otros dos parámetros olvidados, según la opinión rusa, en los últimos años: las cuestiones político-militares y estratégicas y los temas económicos y ambientales. Rusia, de hecho, percibe la tendencia de Europa y Estados Unidos de utilizar las misiones de supervisión de la OSCE como un instrumento político eficaz para intervenir en los asuntos internos de los Estados post soviéticos, controlando la transición política y económica y proporcionando (de manera no oficial) recursos financieros de apoyo. La aversión de Rusia a las actividades de supervisión de la ODIHR fue confirmada tras la negativa a los responsables de la ODIHR de supervisar las elecciones parlamentarias rusas del 2 de diciembre, negando la concesión de visados a los supervisores. A pesar de ello, Rusia continua negando que tenga como objetivo el boicotear la labor de la ODIHR: el ministro de Exteriores ruso Lavrov afirmó su intención de reforzar la labor de la OSCE, luchando contra la actual debilidad operativa y la vaguedad de sus objetivos estratégicos. El subsecretario de Estado americano Nicholas Burns afirmó, el 30 de noviembre, que Estados Unidos protegería la estructura y los trabajos de la ODIHR, oponiéndose a la propuesta rusa destinada a debilitar y a cuestionar las actividades de la organización. Por tanto, la decisión de encargar la presidencia a Kazajistán para el 2010 se alcanzó sólo tras el explícito compromiso del Gobierno del país centroasiático a Europa y Estados Unidos de trabajar en la defensa de las labores y las potestades de la ODIHR ante eventuales ataques por parte de Rusia y de otros miembros de la CEI.
Las tensiones entre occidente y Rusia
A nivel internacional, Rusia siempre ha apoyado categóricamente la candidatura de Kazajistán, defendiendo al país centroasiático de los ataques de los numerosos detractores y amenazando con que si no se garantizaba la presidencia de Kazajistán, Moscú bloquearía cualquier otra candidatura que se presentara durante el trienio 2009-2011, dejando a la organización sin una troika dirigente ya desde principios del 2008, cuando Finlandia ostente la presidencia anual. De hecho, la troika es una de las principales instituciones de la OSCE, responsable de las decisiones políticas de mayor importancia, conformada por el presidente en funciones, su predecesor y su sucesor. Sin una decisión sobre la presidencia para el 2009, incluso los trabajos del 2008 de la OSCE se verían gravemente comprometidos. La decisión de los miembros occidentales de la OSCE parece ser el resultado de una atenta valoración estratégica: a cambio de apoyar la candidatura kazaja, los Estados europeos y Estados Unidos recibieron el compromiso del Gobierno kazajo de apoyar y defender las actividades de supervisión electoral realizadas por la ODIHR, que Rusia ha amenazado con querer cambiar y limitar drásticamente. Por ello, el ministro de Exteriores kazajo, declaró en el encuentro de Madrid, que Kazajistán se comprometía a conservar la estructura y los poderes del ODIHR y a no permitir ningún intento para debilitar sus actividades y prerrogativas. Rusia y Estados Unidos llegaron a la cumbre de Madrid con visiones muy distintas sobre diversos aspectos vinculados a las actividades y competencias de la OSCE, sobre todo por la voluntad de Moscú de reorientar la organización y las agencias hacia temas ligados a la seguridad, y alejarlos de los derechos humanos y los valores democráticos. Las fricciones más profundas se registraron ya antes del encuentro en España, sobre todo por la propuesta rusa, apoyada por Kazajistán y otros 5 países miembros de la Comunidad de Estados Independientes (CEI) para limitar el número de los miembros de la ODIHR a 50, y dejar que las actividades de supervisión electoral se realizasen por parte de los Estados miembros. Según la actual regulación, la ODIHR no presenta ningún informe al Consejo Permanente, el principal órgano decisorio de la organización, donde los países tienen la misma voz, incluyendo la presidencia de turno, evitando así un control demasiado estrecho y potencialmente restrictivo de los Estados miembros, muchos de los cuales son objeto de frecuente supervisión.El proyecto de reforma de la ODIHR forma parte de un ambicioso y complejo esquema ruso para reequilibrar la relación entre los objetivos en tema de defensa y respeto de los derechos humanos, principal objetivo de la actividad de la OSCE, y otros dos parámetros olvidados, según la opinión rusa, en los últimos años: las cuestiones político-militares y estratégicas y los temas económicos y ambientales. Rusia, de hecho, percibe la tendencia de Europa y Estados Unidos de utilizar las misiones de supervisión de la OSCE como un instrumento político eficaz para intervenir en los asuntos internos de los Estados post soviéticos, controlando la transición política y económica y proporcionando (de manera no oficial) recursos financieros de apoyo. La aversión de Rusia a las actividades de supervisión de la ODIHR fue confirmada tras la negativa a los responsables de la ODIHR de supervisar las elecciones parlamentarias rusas del 2 de diciembre, negando la concesión de visados a los supervisores. A pesar de ello, Rusia continua negando que tenga como objetivo el boicotear la labor de la ODIHR: el ministro de Exteriores ruso Lavrov afirmó su intención de reforzar la labor de la OSCE, luchando contra la actual debilidad operativa y la vaguedad de sus objetivos estratégicos. El subsecretario de Estado americano Nicholas Burns afirmó, el 30 de noviembre, que Estados Unidos protegería la estructura y los trabajos de la ODIHR, oponiéndose a la propuesta rusa destinada a debilitar y a cuestionar las actividades de la organización. Por tanto, la decisión de encargar la presidencia a Kazajistán para el 2010 se alcanzó sólo tras el explícito compromiso del Gobierno del país centroasiático a Europa y Estados Unidos de trabajar en la defensa de las labores y las potestades de la ODIHR ante eventuales ataques por parte de Rusia y de otros miembros de la CEI.
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Factoresgeopolíticos
Aparte de las amenazas de veto de Rusia en caso de que no se nombrara a Kazajistán, también se presentaron otros elementos que obligaron a los miembros de la OSCE a entregar la presidencia a Kazajistán. Se trata, sobre todo, de consideraciones estratégicas sobre la importancia geopolítica de Kazajistán, especialmente su papel de gran exportador de hidrocarburos, que han hecho que ni la Unión Europea ni Estados Unidos se plantearan negar dicha oportunidad al país. Maria Disenova, research fellow del Instituto para la estrategia económica de Asia Central con sede en Almaty, sostiene que son muchos los intereses económicos que apoyan el nombramiento de Kazajistán, entre ellos la inclusión en el plan estratégico europeo para Asia central de aspectos de seguridad energética y la intención de no contradecir plenamente la voluntad rusa, uno de los mayores promotores de la candidatura kazaja y uno de los principales proveedores de hidrocarburos a Europa. Dosym Satpayev, un analista político independiente, afirmó en las páginas del Economist que negar a Kazajistán el honor de la presidencia de la OSCE hubiera provocado el alejamiento del país de Europa y haciendo que el Gobierno kazajo se acercara a China, país con el que mantiene importantes acuerdos dentro de la Shanghai Cooperation Organization (SCO). Otra consecuencia hubiera sido la de aumentar las relaciones con Rusia: por tanto, la presidencia kazaja es un precio que hay que pagar para conservar buenas relaciones diplomáticas y económicas con el país centroasiático, evitando además posibles enfrentamientos con Rusia.
Factoresgeopolíticos
Aparte de las amenazas de veto de Rusia en caso de que no se nombrara a Kazajistán, también se presentaron otros elementos que obligaron a los miembros de la OSCE a entregar la presidencia a Kazajistán. Se trata, sobre todo, de consideraciones estratégicas sobre la importancia geopolítica de Kazajistán, especialmente su papel de gran exportador de hidrocarburos, que han hecho que ni la Unión Europea ni Estados Unidos se plantearan negar dicha oportunidad al país. Maria Disenova, research fellow del Instituto para la estrategia económica de Asia Central con sede en Almaty, sostiene que son muchos los intereses económicos que apoyan el nombramiento de Kazajistán, entre ellos la inclusión en el plan estratégico europeo para Asia central de aspectos de seguridad energética y la intención de no contradecir plenamente la voluntad rusa, uno de los mayores promotores de la candidatura kazaja y uno de los principales proveedores de hidrocarburos a Europa. Dosym Satpayev, un analista político independiente, afirmó en las páginas del Economist que negar a Kazajistán el honor de la presidencia de la OSCE hubiera provocado el alejamiento del país de Europa y haciendo que el Gobierno kazajo se acercara a China, país con el que mantiene importantes acuerdos dentro de la Shanghai Cooperation Organization (SCO). Otra consecuencia hubiera sido la de aumentar las relaciones con Rusia: por tanto, la presidencia kazaja es un precio que hay que pagar para conservar buenas relaciones diplomáticas y económicas con el país centroasiático, evitando además posibles enfrentamientos con Rusia.
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Conclusiones: ¿un futuro comprometido?
Las controversias que han dominado gran parte de la cumbre de Madrid podrían reforzar la percepción de que los Estados más influyentes de la OSCE se están moviendo en direcciones opuestas. Alain Délétroz, vicepresidente del International Crisis Group (ICG), con sede en Bruselas, mantiene que la responsabilidad de ostentar la presidencia OSCE en el 2010 puede estimular a Kazajistán para que actúe siguiendo las directrices de la organización, aunque duda sobre un impacto positivo de dicho desarrollo a nivel regional. La ampliamente discutida y criticada elección de Kazajistán no sólo podría dañar la imagen de la OSCE: el ataque ruso a la ODIHR podría ser perjudicial para el futuro de la organización. Si las relaciones entre las potencias occidentales y Rusia empeorasen aún más dentro de la OSCE, ésta se podría convertir (tal y como ya sucedió en la CSCE) en un foro de discusión entre diplomacias divididas en dos bloques contrapuestos y desconfiadas la una de la otra, debilitando a la organización y haciendo que su papel sea muy débil y de escasa efectividad a nivel europeo y asiático.
Conclusiones: ¿un futuro comprometido?
Las controversias que han dominado gran parte de la cumbre de Madrid podrían reforzar la percepción de que los Estados más influyentes de la OSCE se están moviendo en direcciones opuestas. Alain Délétroz, vicepresidente del International Crisis Group (ICG), con sede en Bruselas, mantiene que la responsabilidad de ostentar la presidencia OSCE en el 2010 puede estimular a Kazajistán para que actúe siguiendo las directrices de la organización, aunque duda sobre un impacto positivo de dicho desarrollo a nivel regional. La ampliamente discutida y criticada elección de Kazajistán no sólo podría dañar la imagen de la OSCE: el ataque ruso a la ODIHR podría ser perjudicial para el futuro de la organización. Si las relaciones entre las potencias occidentales y Rusia empeorasen aún más dentro de la OSCE, ésta se podría convertir (tal y como ya sucedió en la CSCE) en un foro de discusión entre diplomacias divididas en dos bloques contrapuestos y desconfiadas la una de la otra, debilitando a la organización y haciendo que su papel sea muy débil y de escasa efectividad a nivel europeo y asiático.
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Traducción de Diana Quintero Rodríguez.
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Equilibri.net - Italy/09/01/2008
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