El ministro del Petróleo y Gas de Omán, Mohamed Bin Al Ramhi, que ha viajado a Irán con el fin de estudiar las vías del desarrollo de la cooperación económica, en una reunión con el ministro iraní de Exteriores Manuchehr Mottaki, ha pedido desplegar todo el potencial de ambas partes para elevar el nivel de la cooperación entre Mascate y Teherán.
La visita de Al Ramhi a Teherán demuestra el interés creciente de los estados árabes en ampliar sus relaciones económicas con Irán. Este proceso se ha fortalecido tras el viaje a Qatar del pasado mes del presidente de la Republica Islámica de, Irán Mahmud Ahmadineyad, para asistir a la cumbre del Consejo de Cooperación del Golfo Pérsico.
El presidente iraní planteó en dicha cumbre una serie de propuestas, entre ellas, la creación de una organización económica regional en el golfo Pérsico que tendría como fin el desarrollar la cooperación comercial de las naciones de la zona.
Los estados árabes del golfo dieron la bienvenida a estas iniciativas del mandatario iraní. Teherán prima la ampliación de sus relaciones con los estados árabes del golfo Pérsico en diversos terrenos, entre ellos, el energético, inversión industrial, turismo y tránsito marítimo, valiéndose para ello de los puntos comunes culturales y religiosos.
Irán y Omán han dado pasos positivos hacia el mismo objetivo, como la celebración programada de comisiones económicas conjuntas y ferias comerciales, así como la formación de un fondo de inversión y el consejo mixto de comerciantes.
Las autoridades de Omán, al igual que los dirigentes de Kuwait, Bahrein y los Emiratos Árabes Unidos, piden desarrollar aun más sus colaboraciones con Irán, especialmente en el sector energético.
El traslado de gas de Irán a Omán es uno de los asuntos discutidos por ambos países. Para los expertos, la continuación de estos intercambios fortalecerá la integración política de Irán y los estados árabes del golfo Pérsico.
Todo esto cobra una especial relevancia en tanto y en cuando EEUU no deja de intentar sembrar cizaña en la región, en especial, entre árabes y persas, objetivo por el cual no ha escatimado el mandatario estadounidense, George Bush, hacer una visita a la zona para convencer a los árabes de lo “peligrosos” que son los iraníes.
No obstante y al parecer, todos los esfuerzos, declaraciones, ponencias y apretones de mano de Bush han caído en saco roto ya que, lejos de convencer a los árabes, en particular, a los estados ribereños del golfo, sobre la “amenaza” que para ellos suponen “las ambiciones nucleares de Irán”, estos mismos estados no sólo no se han dejado engatusar, sino que han dicho sin rodeos no sentirse amenazados por Irán, expresando, además, su deseo de incrementar sus relaciones a todos los niveles con Teherán: la visita del ministro omaní del Petróleo es un ejemplo más de todo lo dicho.
Se da la circunstancia de que incluso países árabes como Egipto, con el que Irán congeló sus relaciones hace más de 28 años, está manteniendo negociaciones cada vez a más alto nivel para romper ese hielo y mantener una relaciones diplomáticas plenas, con embajada incluida.
-
La visita de Al Ramhi a Teherán demuestra el interés creciente de los estados árabes en ampliar sus relaciones económicas con Irán. Este proceso se ha fortalecido tras el viaje a Qatar del pasado mes del presidente de la Republica Islámica de, Irán Mahmud Ahmadineyad, para asistir a la cumbre del Consejo de Cooperación del Golfo Pérsico.
El presidente iraní planteó en dicha cumbre una serie de propuestas, entre ellas, la creación de una organización económica regional en el golfo Pérsico que tendría como fin el desarrollar la cooperación comercial de las naciones de la zona.
Los estados árabes del golfo dieron la bienvenida a estas iniciativas del mandatario iraní. Teherán prima la ampliación de sus relaciones con los estados árabes del golfo Pérsico en diversos terrenos, entre ellos, el energético, inversión industrial, turismo y tránsito marítimo, valiéndose para ello de los puntos comunes culturales y religiosos.
Irán y Omán han dado pasos positivos hacia el mismo objetivo, como la celebración programada de comisiones económicas conjuntas y ferias comerciales, así como la formación de un fondo de inversión y el consejo mixto de comerciantes.
Las autoridades de Omán, al igual que los dirigentes de Kuwait, Bahrein y los Emiratos Árabes Unidos, piden desarrollar aun más sus colaboraciones con Irán, especialmente en el sector energético.
El traslado de gas de Irán a Omán es uno de los asuntos discutidos por ambos países. Para los expertos, la continuación de estos intercambios fortalecerá la integración política de Irán y los estados árabes del golfo Pérsico.
Todo esto cobra una especial relevancia en tanto y en cuando EEUU no deja de intentar sembrar cizaña en la región, en especial, entre árabes y persas, objetivo por el cual no ha escatimado el mandatario estadounidense, George Bush, hacer una visita a la zona para convencer a los árabes de lo “peligrosos” que son los iraníes.
No obstante y al parecer, todos los esfuerzos, declaraciones, ponencias y apretones de mano de Bush han caído en saco roto ya que, lejos de convencer a los árabes, en particular, a los estados ribereños del golfo, sobre la “amenaza” que para ellos suponen “las ambiciones nucleares de Irán”, estos mismos estados no sólo no se han dejado engatusar, sino que han dicho sin rodeos no sentirse amenazados por Irán, expresando, además, su deseo de incrementar sus relaciones a todos los niveles con Teherán: la visita del ministro omaní del Petróleo es un ejemplo más de todo lo dicho.
Se da la circunstancia de que incluso países árabes como Egipto, con el que Irán congeló sus relaciones hace más de 28 años, está manteniendo negociaciones cada vez a más alto nivel para romper ese hielo y mantener una relaciones diplomáticas plenas, con embajada incluida.
-
IRNA - Irán/23/01/2008
No hay comentarios:
Publicar un comentario