Kenia: se recrudecen los enfrentamientos - Argentina - Uruguay: continua el conflicto por el caso Botnia - Pakistán: enfrentamientos en Waziristan. Musharraf en Europa - Polonia-República Checa: implicaciones diplomáticas de la cuestión del escudo anti-misiles - Irán: las futuras elecciones reflejan la laberíntica estructura política del país
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Kenia: se recrudecen los enfrentamientos
En la última semana se ha verificado una nueva escalada de violencia en el país, tras el resultado electoral que confirmó la guía de Kenia al presidente Kibaki, a pesar de las acusaciones de fraude electoral por parte de la oposición y de los observadores de la Unión Europea. Diversas fuentes hablan de decenas de muertos pertenecientes sobre todo a la etnia Kibuyu, la etnia de Kibaki.Los enfrentamientos se produjeron, sobre todo, en la zona del Rift Valley, donde el control del territorio por parte del Gobierno central es escaso, y en las barriadas cercanas a Nairobi. Además de la violencia interracial, se verifican casos de manifestantes a favor de Odinga que han sido asesinados por las fuerzas policiales durante sus protestas contra el actual Ejecutivo, al que califican de ilegítimo. Tras las primeras dos semanas de enfrentamientos, que han provocado más de 600 muertos, parecía que los dos rivales podrían llegar a un acuerdo para restablecer el orden y la unidad nacional. Sin embargo, Kibaki presentó su Gobierno sin Odinga, pero con el apoyo de Musyoko, tercer candidato presidencial y anterior representante de la oposición junto al ODM. Odinga había rechazado las negociaciones con Musyoko, apodado el “traidor”, y Kibaki manifestó su intención de continuar su mandato sin celebrar nuevas elecciones, tal y como pedía la oposición. La Comunidad Internacional continúa protestando y condenando el unilateralismo de Kibaki. Gran Bretaña, a través de las palabras del viceministro de Asuntos Exteriores, habría afirmado que no reconoce la legitimidad del Gobierno de Kibaki, mientras que la Unión Europea y Estados Unidos han amenazado con cortar las ayudas internacionales al país. La violencia de estos días, así como la desencadenada tras el anuncio del resultado electoral, parecen no ser del todo espontáneas. Existen testimonios que hablan de la participación de miembros parlamentarios. La oposición continua atacando a Kibaki a pesar de que éste ordenara a las fuerzas policiales que reprimieran las manifestaciones usando la violencia. Parece que no hay posibilidad de alcanzar una unidad nacional a corto plazo, dada la férrea posición de los actores políticos actuales. A pesar de los llamamientos hechos por parte de su partido a Odinga para que conservara la calma, el clima continúa siendo tenso pudiendo producirse nuevos episodios de violencia.
Kenia: se recrudecen los enfrentamientos
En la última semana se ha verificado una nueva escalada de violencia en el país, tras el resultado electoral que confirmó la guía de Kenia al presidente Kibaki, a pesar de las acusaciones de fraude electoral por parte de la oposición y de los observadores de la Unión Europea. Diversas fuentes hablan de decenas de muertos pertenecientes sobre todo a la etnia Kibuyu, la etnia de Kibaki.Los enfrentamientos se produjeron, sobre todo, en la zona del Rift Valley, donde el control del territorio por parte del Gobierno central es escaso, y en las barriadas cercanas a Nairobi. Además de la violencia interracial, se verifican casos de manifestantes a favor de Odinga que han sido asesinados por las fuerzas policiales durante sus protestas contra el actual Ejecutivo, al que califican de ilegítimo. Tras las primeras dos semanas de enfrentamientos, que han provocado más de 600 muertos, parecía que los dos rivales podrían llegar a un acuerdo para restablecer el orden y la unidad nacional. Sin embargo, Kibaki presentó su Gobierno sin Odinga, pero con el apoyo de Musyoko, tercer candidato presidencial y anterior representante de la oposición junto al ODM. Odinga había rechazado las negociaciones con Musyoko, apodado el “traidor”, y Kibaki manifestó su intención de continuar su mandato sin celebrar nuevas elecciones, tal y como pedía la oposición. La Comunidad Internacional continúa protestando y condenando el unilateralismo de Kibaki. Gran Bretaña, a través de las palabras del viceministro de Asuntos Exteriores, habría afirmado que no reconoce la legitimidad del Gobierno de Kibaki, mientras que la Unión Europea y Estados Unidos han amenazado con cortar las ayudas internacionales al país. La violencia de estos días, así como la desencadenada tras el anuncio del resultado electoral, parecen no ser del todo espontáneas. Existen testimonios que hablan de la participación de miembros parlamentarios. La oposición continua atacando a Kibaki a pesar de que éste ordenara a las fuerzas policiales que reprimieran las manifestaciones usando la violencia. Parece que no hay posibilidad de alcanzar una unidad nacional a corto plazo, dada la férrea posición de los actores políticos actuales. A pesar de los llamamientos hechos por parte de su partido a Odinga para que conservara la calma, el clima continúa siendo tenso pudiendo producirse nuevos episodios de violencia.
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Stefano Torelli
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Argentina - Uruguay: continua el conflicto por el caso Botnia
Las relaciones entre Argentina y Uruguay, tras un breve período de calma, se han empeorado, tras el cierre del puente que une a los dos países a través del río Colón. La manifestación de los ecologistas se unió a las ya celebradas en Gualaguaychú, donde la carretera de comunicaciones estaba cortada desde hace ya 420 días (el piquete comenzó el 20 de noviembre de 2006); en el esquema de los organizadores también se incluía la aparición de Concordia en la protesta, pero la escasa afluencia de participantes y la posible intervención de la Gendarmería Nacional hizo que el cierre de las vías de comunicación se pospusiera al 26 de enero, limitando su acción a un simple volante informativo. Las Asambleas de las tres ciudades contaron con el apoyo de grupos ecologistas de la capital federal, Buenos Aires, que se reunieron en el puerto para entregar folletos a los viajeros que partían hacia Uruguay, donde se explicaban los daños que la papelera Botnia provocaría en la salud de los habitantes de la zona y en el ambiente. Montevideo respondió inmediatamente enviando una reclamación formal directa a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, en la que se le acusaba de incumplir el tratado institucional del Mercosur (Mercado Común del Sur) donde se recoge el libre tránsito de personas y mercancías a través de las Naciones adherentes. La Casa Rosada replicó que el Jefe de Estado Tabaré Vázquez está intentando distraer la atención del punto crucial de todo el asunto, la puesta en marcha de la papelera sin respetar el Acuerdo para el Río Uruguay. Además, Kirchner recuerda que Uruguay ya había cerrado las carreteras previamente, impidiendo la normal circulación de los viandantes (ya que tanto por Gualeguaychú como por Colón, los peatones pueden atravesar los puentes).La cuestión de la papelera, que ya dura casi 5 años, no se resolverá en breve: para Montevideo su funcionamiento es fundamental para la economía local, tanto por el aumento del empleo como por las ingentes cantidades de dinero que Botnia paga por el terreno (más de un millón anual de dólares hasta el 2010, desde el 2011 será un 5% sobre los beneficios brutos). Por su parte, la sociedad argentina no permite que su Ejecutivo olvide el asunto, aludiendo constantemente a los resultados de estudios que, contradiciendo los resultados de Green Cross, citan al menos una treintena de casos de intoxicaciones causadas probablemente por la industria española que trabaja en Frey Bentos.
Argentina - Uruguay: continua el conflicto por el caso Botnia
Las relaciones entre Argentina y Uruguay, tras un breve período de calma, se han empeorado, tras el cierre del puente que une a los dos países a través del río Colón. La manifestación de los ecologistas se unió a las ya celebradas en Gualaguaychú, donde la carretera de comunicaciones estaba cortada desde hace ya 420 días (el piquete comenzó el 20 de noviembre de 2006); en el esquema de los organizadores también se incluía la aparición de Concordia en la protesta, pero la escasa afluencia de participantes y la posible intervención de la Gendarmería Nacional hizo que el cierre de las vías de comunicación se pospusiera al 26 de enero, limitando su acción a un simple volante informativo. Las Asambleas de las tres ciudades contaron con el apoyo de grupos ecologistas de la capital federal, Buenos Aires, que se reunieron en el puerto para entregar folletos a los viajeros que partían hacia Uruguay, donde se explicaban los daños que la papelera Botnia provocaría en la salud de los habitantes de la zona y en el ambiente. Montevideo respondió inmediatamente enviando una reclamación formal directa a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, en la que se le acusaba de incumplir el tratado institucional del Mercosur (Mercado Común del Sur) donde se recoge el libre tránsito de personas y mercancías a través de las Naciones adherentes. La Casa Rosada replicó que el Jefe de Estado Tabaré Vázquez está intentando distraer la atención del punto crucial de todo el asunto, la puesta en marcha de la papelera sin respetar el Acuerdo para el Río Uruguay. Además, Kirchner recuerda que Uruguay ya había cerrado las carreteras previamente, impidiendo la normal circulación de los viandantes (ya que tanto por Gualeguaychú como por Colón, los peatones pueden atravesar los puentes).La cuestión de la papelera, que ya dura casi 5 años, no se resolverá en breve: para Montevideo su funcionamiento es fundamental para la economía local, tanto por el aumento del empleo como por las ingentes cantidades de dinero que Botnia paga por el terreno (más de un millón anual de dólares hasta el 2010, desde el 2011 será un 5% sobre los beneficios brutos). Por su parte, la sociedad argentina no permite que su Ejecutivo olvide el asunto, aludiendo constantemente a los resultados de estudios que, contradiciendo los resultados de Green Cross, citan al menos una treintena de casos de intoxicaciones causadas probablemente por la industria española que trabaja en Frey Bentos.
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Lucia Conti
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Pakistán: enfrentamientos en Waziristán. Musharraf en Europa
Durante el fin de semana pasado las Fuerzas Armadas pakistaníes lanzaron una serie de operaciones contra los militantes islámicos activos en el Waziristán del Sur. El objetivo principal de la ofensiva, que entre el viernes y el domingo provocó la muerte de más de 90 presuntos talibanes y la captura de cerca de 50 militantes, es el señor de la guerra Baitullah Mehsud, el hombre que el Gobierno pakistaní acusa de ser el responsable directo del homicidio de la ex primera ministra Benazir Bhutto, ocurrido el pasado 27 de diciembre.Mientras tanto, el ministro del Interior Kamal Shah confirmó a Dera Ismail Khan la detención, en la North West Frontier Province (en la frontera afgana), de dos personas que supuestamente tomaron parte en el atentado. Una de ellas, el quinceañero Aitezaz Shah, además de haber confesado su autoría, habría revelado un plan para atentar contra los peregrinos chiitas durante las fiestas del Ashura, en Karachi. Tras dejar al país en una grave condición de inestabilidad, el presidente Musharraf llegó ayer a Bruselas para una gira europea de cuatro días que lo llevará a Francia, Suiza y Reino Unido. Dialogando con los representantes de las comunidades pakistaníes presentes en Bélgica, Musharraf afirmó que las próximas elecciones parlamentarias, previstas para el 18 de febrero, serán “democráticas” y que su visita a Europa tiene como finalidad la de “reafirmar esta concepción”. El Presidente pakistaní debe, de hecho, asegurarse el apoyo de los países europeos a pesar de las críticas recibidas por los actos anti-democráticos que éste ha llevado a cabo en los últimos meses. Para lograrlo, Musharraf debe convencer que está en grado de contener los movimientos disgregadores que amenazan con llevar a Pakistán a la guerra civil. Por el momento no existen alternativas posibles al régimen de Musharraf y, por tanto, sería un error por parte de Europa el negar su ayuda al Presidente Pakistaní. Desk Asia
Pakistán: enfrentamientos en Waziristán. Musharraf en Europa
Durante el fin de semana pasado las Fuerzas Armadas pakistaníes lanzaron una serie de operaciones contra los militantes islámicos activos en el Waziristán del Sur. El objetivo principal de la ofensiva, que entre el viernes y el domingo provocó la muerte de más de 90 presuntos talibanes y la captura de cerca de 50 militantes, es el señor de la guerra Baitullah Mehsud, el hombre que el Gobierno pakistaní acusa de ser el responsable directo del homicidio de la ex primera ministra Benazir Bhutto, ocurrido el pasado 27 de diciembre.Mientras tanto, el ministro del Interior Kamal Shah confirmó a Dera Ismail Khan la detención, en la North West Frontier Province (en la frontera afgana), de dos personas que supuestamente tomaron parte en el atentado. Una de ellas, el quinceañero Aitezaz Shah, además de haber confesado su autoría, habría revelado un plan para atentar contra los peregrinos chiitas durante las fiestas del Ashura, en Karachi. Tras dejar al país en una grave condición de inestabilidad, el presidente Musharraf llegó ayer a Bruselas para una gira europea de cuatro días que lo llevará a Francia, Suiza y Reino Unido. Dialogando con los representantes de las comunidades pakistaníes presentes en Bélgica, Musharraf afirmó que las próximas elecciones parlamentarias, previstas para el 18 de febrero, serán “democráticas” y que su visita a Europa tiene como finalidad la de “reafirmar esta concepción”. El Presidente pakistaní debe, de hecho, asegurarse el apoyo de los países europeos a pesar de las críticas recibidas por los actos anti-democráticos que éste ha llevado a cabo en los últimos meses. Para lograrlo, Musharraf debe convencer que está en grado de contener los movimientos disgregadores que amenazan con llevar a Pakistán a la guerra civil. Por el momento no existen alternativas posibles al régimen de Musharraf y, por tanto, sería un error por parte de Europa el negar su ayuda al Presidente Pakistaní. Desk Asia
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Polonia-República Checa: implicaciones diplomáticas de la cuestión del escudo anti-misiles
A la espera de la evolución de las negociaciones y en vista de la cumbre de la OTAN en Bucarest durante el mes de abril, los países involucrados en el proyecto del escudo anti-misiles estadounidense están intentando coordinarse para alcanzar un acuerdo que permita superar las actuales controversias sobre el programa. Donald Tusk y Mirek Topolanek, líderes políticos de Varsovia y Praga, tras la celebración de una reunión bilateral en Varsovia a mediados de enero, han decidido coordinar sus decisiones sobre el proyecto que implica la instalación de un radar en territorio checo y de diez misiles anti-balísticos en el polaco. Los dos países deben, además, hacer frente a la profunda desaprobación de la opinión pública. Polonia parece estar en medio de dos polos, no ya entre Alemania y Rusia, sino entre Washington y Moscú. Varsovia, tras el cambio de Gobierno del pasado 21 de octubre, quiere revisar la “cuestión escudo”, tanto sus costes sociales y financieros del proyecto como sobre todo en su relación con Moscú. El Kremlin siempre se ha mostrado en contra del proyecto, que según los altos cargos políticos y militares, tendría un carácter exclusivamente anti-ruso. Varsovia no puede y no quiere provocar un enfrentamiento político-diplomático, con posibles implicaciones militares, con Moscú. Ésta última, a pesar de las experiencias históricas pasadas, continua siendo, junto con Berlín, un aliado político y económico determinante y necesario. Sin embargo Washington, que parece haber instaurado una sólida alianza estratégica con Varsovia, pudiendo apoyar a Polonia a nivel atlántico en caso de que se produjera un enfrentamiento ruso-polaco. Polonia y la República Checa parecen esperar que la situación evolucione tras un período de estancamiento producido tanto por la oposición rusa como por la falta de una diplomacia multilateral efectiva. El problema de fondo es que los cuatro países involucrados han llevado a cabo una red de negociaciones bilaterales y no colectivas. Estos primeros meses del 2008 serán cruciales para el proyecto, ya que se llevarán a cabo las principales negociaciones entre los países interesados (Polonia, República Checa, Estados Unidos y Rusia) y que tendrán en la Cumbre de la OTAN de Bucarest del mes de abril un importante banco de pruebas.
Polonia-República Checa: implicaciones diplomáticas de la cuestión del escudo anti-misiles
A la espera de la evolución de las negociaciones y en vista de la cumbre de la OTAN en Bucarest durante el mes de abril, los países involucrados en el proyecto del escudo anti-misiles estadounidense están intentando coordinarse para alcanzar un acuerdo que permita superar las actuales controversias sobre el programa. Donald Tusk y Mirek Topolanek, líderes políticos de Varsovia y Praga, tras la celebración de una reunión bilateral en Varsovia a mediados de enero, han decidido coordinar sus decisiones sobre el proyecto que implica la instalación de un radar en territorio checo y de diez misiles anti-balísticos en el polaco. Los dos países deben, además, hacer frente a la profunda desaprobación de la opinión pública. Polonia parece estar en medio de dos polos, no ya entre Alemania y Rusia, sino entre Washington y Moscú. Varsovia, tras el cambio de Gobierno del pasado 21 de octubre, quiere revisar la “cuestión escudo”, tanto sus costes sociales y financieros del proyecto como sobre todo en su relación con Moscú. El Kremlin siempre se ha mostrado en contra del proyecto, que según los altos cargos políticos y militares, tendría un carácter exclusivamente anti-ruso. Varsovia no puede y no quiere provocar un enfrentamiento político-diplomático, con posibles implicaciones militares, con Moscú. Ésta última, a pesar de las experiencias históricas pasadas, continua siendo, junto con Berlín, un aliado político y económico determinante y necesario. Sin embargo Washington, que parece haber instaurado una sólida alianza estratégica con Varsovia, pudiendo apoyar a Polonia a nivel atlántico en caso de que se produjera un enfrentamiento ruso-polaco. Polonia y la República Checa parecen esperar que la situación evolucione tras un período de estancamiento producido tanto por la oposición rusa como por la falta de una diplomacia multilateral efectiva. El problema de fondo es que los cuatro países involucrados han llevado a cabo una red de negociaciones bilaterales y no colectivas. Estos primeros meses del 2008 serán cruciales para el proyecto, ya que se llevarán a cabo las principales negociaciones entre los países interesados (Polonia, República Checa, Estados Unidos y Rusia) y que tendrán en la Cumbre de la OTAN de Bucarest del mes de abril un importante banco de pruebas.
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Teresa Coratella
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Irán: las futuras elecciones reflejan la laberíntica estructura política del país
El período electoral para las elecciones parlamentarias iraníes se abrió el 5 de enero cuando centenares de personas acudieron a registrarse en las listas antes de que expirara el plazo el 11 de enero. Se trata de todos los que deberán ser elegidos por el Consejo de Guardianes para las elecciones parlamentarias del próximo 14 de marzo. El clima actual de la cita electoral es más intenso que nunca, ya que el resultado de las elecciones del 14 de marzo será, sin lugar a dudas, un posible indicador de cómo podría ser el resultado de las elecciones presidenciales que se celebrarán en el 2009. Hecho al que también podemos sumar el resultado, algo decepcionante para los conservadores, de las pasadas elecciones municipales del 2006. Por ello, los conservadores están realizando una campaña electoral completamente distinta a la que usaron en las anteriores elecciones, donde su fracaso dependió en buena parte de la falta de unidad, presentándose por un lado los conservadores pro Ahmadinejad y por otro, la llamada ala conservadora moderada.Por tanto, la estrategia de los conservadores parece fundamentarse en la unidad, y los “Comités 6 más 5” son una clara muestra de ello: el objetivo concreto es el de superar, al menos momentáneamente, las grandes divergencias y alcanzar un acuerdo sobre una única lista parlamentaria. De todos modos, a pesar de los resultados positivos de los “Comités 6 más 5”, quedan aún cuestiones sin resolver para los conservadores, sobre todo en relación a las facciones de derechas que continúan siendo independientes y a los disidentes del ala conservadora que apoyan al jefe de los Guardianes de la Revolución, Mohsen Rezai y al actual alcalde de Teherán, Mohammad-Bagher Ghalibaf. Por último, no hay que olvidar que la complejidad de la estructura política iraní impide que se creen coaliciones perfectamente solidificadas.
Irán: las futuras elecciones reflejan la laberíntica estructura política del país
El período electoral para las elecciones parlamentarias iraníes se abrió el 5 de enero cuando centenares de personas acudieron a registrarse en las listas antes de que expirara el plazo el 11 de enero. Se trata de todos los que deberán ser elegidos por el Consejo de Guardianes para las elecciones parlamentarias del próximo 14 de marzo. El clima actual de la cita electoral es más intenso que nunca, ya que el resultado de las elecciones del 14 de marzo será, sin lugar a dudas, un posible indicador de cómo podría ser el resultado de las elecciones presidenciales que se celebrarán en el 2009. Hecho al que también podemos sumar el resultado, algo decepcionante para los conservadores, de las pasadas elecciones municipales del 2006. Por ello, los conservadores están realizando una campaña electoral completamente distinta a la que usaron en las anteriores elecciones, donde su fracaso dependió en buena parte de la falta de unidad, presentándose por un lado los conservadores pro Ahmadinejad y por otro, la llamada ala conservadora moderada.Por tanto, la estrategia de los conservadores parece fundamentarse en la unidad, y los “Comités 6 más 5” son una clara muestra de ello: el objetivo concreto es el de superar, al menos momentáneamente, las grandes divergencias y alcanzar un acuerdo sobre una única lista parlamentaria. De todos modos, a pesar de los resultados positivos de los “Comités 6 más 5”, quedan aún cuestiones sin resolver para los conservadores, sobre todo en relación a las facciones de derechas que continúan siendo independientes y a los disidentes del ala conservadora que apoyan al jefe de los Guardianes de la Revolución, Mohsen Rezai y al actual alcalde de Teherán, Mohammad-Bagher Ghalibaf. Por último, no hay que olvidar que la complejidad de la estructura política iraní impide que se creen coaliciones perfectamente solidificadas.
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Donatella Scatamachia
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Traducción de Diana Quintero Rodríguez
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Equilibri.net - Italy/22/01/2008
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