CONTINUA LA BATALLA ENTRE LOS PRINCIPALES POSTULANTES DEMOCRATAS
Hillary ganó California, pero no le alcanzó para frenar a Obama. Es el estado más importante por la cantidad de delegados que reparte. Aunque Clinton triunfó, Barak hizo una buena elección y se llevó gran parte de los representantes y aún tiene chances en la carrera por la candidatura.
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Por: Ana Baron
Por: Ana Baron
Fuente: NUEVA YORK. ENVIADA ESPECIAL
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La lucha continúa", exclamó exhausta Leslie Reston, 21 años, una voluntaria de la campaña de Hillary Clinton que se encontraba en la entrada del Manhattan Ball Room el martes por la noche esperando la llegada de su candidata. Los resultados electorales recién habían comenzado a caer. Pero Leslie ya sabía que, de acuerdo a lo pronosticado por todos los sondeos, el duelo entre Hillary y Obama no terminaría en el "supermartes". Si bien del lado republicano John McCain logró consolidar su liderazgo, sus dos rivales demócratas declararon que no están dispuestos a rendirse. Para ellos también la lucha continúa.Barack Obama ganó en 13 estados mientras que Hillary lo hizo en sólo 8. Sin embargo, como sus victorias incluyen a California y a Nueva York, dos estados de enorme peso electoral, al final Hillary obtuvo más delegados que su rival. Pese a ello, el candidato afroamericano declaró ayer públicamente que contaba con más votos que su contendiente, supuestamente provenientes de los respaldos que entregan los llamados "superdelegados", es decir, los electores que no participaron en la votación del "supermartes" y que integran la estructura de comando del partido.Oficialmente, sin embargo, Hillary logró sumar hasta ayer un total de 1.000 delegados mientras que Obama obtuvo 902. Es decir, Hillary sigue teniendo una leve ventaja. Pero la carrera continúa totalmente abierta. Se necesitan 2.065 delegados para poder ser el candidato a presidente del Partido Demócrata."Y le puedo asegurar que vamos a seguir luchando estado por estado. Hasta tener la primera mujer presidenta", dijo a Clarín Leslie con un idealismo y optimismo que caracteriza a todos los militantes demócratas jóvenes que están participando activamente en esta elección.De hecho, un día antes, Pierre Mendy, un militante afroamericano de Obama que trabajó para su campaña electoral en Harlem, confió a esta corresponsal que si su candidato pierde "no importa, seguiremos con nuestra lucha hacia adelante, nadie nos va a parar en nuestro camino hacia la Casa Blanca; si no es este año será dentro de cuatro años".Del lado republicano, el senador por Arizona, John McCain, se impuso en nueve estados, incluyendo California, Nueva York y su estado natal. Tiene ahora un total de 703 delegados, es decir más de la mitad de los 1.191 que necesita para ganar. En el puesto número dos se encuentra el ex gobernador de Massachussetts, el mormón Mitt Romney, que ganó en siete estados, sumando así un total de 269 delegados, y en el tercer puesto quedó el gobernador de Arkansas y pastor bautista, Mike Huckabee, quien logró imponerse en cinco estados con 190 delegados. De hecho, Huckabee fue la sorpresa de la noche. Cuando ya todos los analistas pensaban que estaba fuera de carrera, Huckabee logró imponerse en varios de los estados del sur como Alabama, Arkansas, Georgia, Tennesse y Virginia Occidental, donde el voto evangélico es muy fuerte."Esta noche pienso que tenemos que acostumbrarnos a la idea de que somos número uno en el Partido Republicano", dijo McCain a sus simpatizantes en Scottsdae Arizon. "Y les puedo asegurar que no me molesta para nada". El hecho de que Huckabee como Mitt Romney hayan decidido permanecer en la carrera, favorece enormemente a McCain, ya que de esta manera el voto de los ultraconservadores sigue dividido y no se concentra en ninguno de sus dos rivales.De hecho, Huckabee estaba tan contento tras el "supermartes" que se atrevió a decir que, aun cuando en la carrera por la nominación del Partido Republicano quedaron sólo dos candidatos, "yo soy uno de ellos". Ignoró así que su rival Mitt Romney y no él es quien sigue ocupando el segundo puesto.Sin embargo, la atención sigue centrada sobre Obama y Hillary. El hecho de que Hillary logró imponerse en Massachussetts, el estado de los Kennedy, fue un enorme revés para Obama. Teniendo el apoyo del senador Edward Kennedy; de Caroline y Patrick Kennedy; y de María Shriver Kennedy, Obama no logró imponerse sobre la maquinaria electoral de Hillary en ese estado. Pero su venganza tuvo lugar en Missouri, que Hillary creyó que caería en su manos pero que finalmente optó por su rival.También es cierto que en todos los estados donde Hillary salió victoriosa, Obama logró reducir significativamente la ventaja que le llevaba en los sondeos realizados antes del "supermartes".Ahora la campaña se desplaza a Louisiana, Nebraska y las Islas Vírgenes donde los demócratas tendrán su próxima interna este sábado. Ese mismo día los republicanos votan en Kansas. Y un día después lo harán los demócratas en Maine. Luego ambos partidos continúan la contienda el martes 12 en Washington DC, Virginia y Maryland y una semana después en los estados de Washington, Wisconsin y Hawai. Dos semanas después tendrán lugar lo que algunos ya han bautizado de "supermartes 2", debido a que se votará en Texas -un estado de muchísimo peso-, Ohio, Rhode Island y Vermont.
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Finales
Marcelo Cantelmi
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Los electores norteamericanos parecen haber decidido en masa poner el último clavo al ataúd del neoconservadurismo. Es un hecho que surge como el más concluyente dato político de estas internas. Así, no sólo termina este año la fallida y controvertida presidencia de George Bush. También parece apagarse de un modo más radical de lo esperado el conjunto de ideas que trajo este gobierno con las consecuencias de un notorio retroceso en la proyección de EE.UU. y en su economía doméstica. Eso lo indica no sólo el duelo entre las dos figuras demócratas que disienten del nucleo central del pensamiento neoconservador, sino también lo muestra el arrasador triunfo hasta ahora del republicano John McCain, un moderado, que dejó en la banquina a los fundamentalistas del partido que alimentaron a Bush. Conviene contener el optimismo. Pero las primeras señales apuntan a un cambio demorado y necesario.
Los electores norteamericanos parecen haber decidido en masa poner el último clavo al ataúd del neoconservadurismo. Es un hecho que surge como el más concluyente dato político de estas internas. Así, no sólo termina este año la fallida y controvertida presidencia de George Bush. También parece apagarse de un modo más radical de lo esperado el conjunto de ideas que trajo este gobierno con las consecuencias de un notorio retroceso en la proyección de EE.UU. y en su economía doméstica. Eso lo indica no sólo el duelo entre las dos figuras demócratas que disienten del nucleo central del pensamiento neoconservador, sino también lo muestra el arrasador triunfo hasta ahora del republicano John McCain, un moderado, que dejó en la banquina a los fundamentalistas del partido que alimentaron a Bush. Conviene contener el optimismo. Pero las primeras señales apuntan a un cambio demorado y necesario.
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Clarin.com - Argentina/07/02/2008
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