La sombra de un nuevo 'caso Lewinsky' planea sobre John McCain
The New York Times habla de una supuesta relación amorosa entre el candidato repúblicano y una mujer de 40 años.
The New York Times habla de una supuesta relación amorosa entre el candidato repúblicano y una mujer de 40 años.
Corresponsal en Nueva York
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El senador John McCain, con toda probabilidad el candidato republicano a las elecciones presidenciales, tuvo que desmentir ayer una posible relación –sentimental o interesada- con una “lobista” de Washington, ocurrida hace nueve años. La noticia, que apareció ayer en portada del New York Times, ha desatado una auténtica tormenta en las primarias.
McCain hizo lo que se hace en estos casos: comparecer ante los medios acompañado de su mujer. Con Cindy McCain sonriendo a su lado, el veterano senador por Arizona, negó la mayor. “Obviamente estoy muy decepcionado con el artículo. No es cierto”, dijo con aire compungido. “En ningún momento he hecho algo que pudiera traicionar la confianza pública o tomado una decisión que pudiera dañar el interés público a favor de una persona o de una organización”.
McCain califió a la lobista, Vicki Iseman, de “amiga” y reconoció haberla visto “hace unos meses” en un acto público.
Momentos antes, en un comunicado, su campaña criticó la decisión del prestigioso diario neoyorquino. “Es una vergüenza que el New York Time se rebaje hasta el punto de lanzar este tipo de ataques”.
El artículo que tanta polémica ha despertado se remonta a las primarias presidenciales que McCain perdió ante el actual presidente George Bush, en 2000. Por aquel entonces, sus asesores empezaron a preocuparse por la constante presencia en las oficinas del senador de una joven lobista de la firma Alcalde & Fay, que representaba grandes compañías de telecomunicaciones.
Iseman, de 40 años, solía acompañar a McCain en eventos recaudatorios e incluso en algunos viajes en jet privados. “Convencidos de que su relación se había convertido en sentimental, algunos de sus ayudantes intervinieron para proteger al candidato de sí mismo, dando instrucciones al personal para bloquear el acceso de esta mujer, advirtiéndole en privado y hablando con el propio senador”, asegura el artículo del Times.
El diario cita varias fuentes anónimas y en ningún momento afirma tener pruebas contundentes de una posible relación ilícita.
No sólo se trata del aspecto sentimental, que para un candidato conservador podría tener consecuencias devastadoras, sino también de las insinuaciones sobre posibles corruptelas, algo aún más destructivo para McCain que ha basado su campaña y su imagen en su total honestidad. La firma de Iseman representaba empresas de comunicación que aportaron “decenas de miles de dólares” a la entonces fracasada campaña del senador.
El momento de la publicación es también tema de debate. La batalla de las primarias está llegando a su fin. McCain está a punto de conseguir el número de delegados necesarios para ser coronado oficialmente como el candidato oficial republicano, algo que no le ha sido fácil, dadas sus tensas relaciones con el sector más conservador del partido.
Bill Keller, director del New York Times, defendió ayer su decisión editorial: “publicamos las historias cuando estamos listos”, dijo Keller, “listos significa que hemos comprobado los hechos y que los interesados han tenido la oportunidad de contestar. Esta historia no es ninguna excepción. Llevábamos tiempo trabajando en ella”.
McCain hizo lo que se hace en estos casos: comparecer ante los medios acompañado de su mujer. Con Cindy McCain sonriendo a su lado, el veterano senador por Arizona, negó la mayor. “Obviamente estoy muy decepcionado con el artículo. No es cierto”, dijo con aire compungido. “En ningún momento he hecho algo que pudiera traicionar la confianza pública o tomado una decisión que pudiera dañar el interés público a favor de una persona o de una organización”.
McCain califió a la lobista, Vicki Iseman, de “amiga” y reconoció haberla visto “hace unos meses” en un acto público.
Momentos antes, en un comunicado, su campaña criticó la decisión del prestigioso diario neoyorquino. “Es una vergüenza que el New York Time se rebaje hasta el punto de lanzar este tipo de ataques”.
El artículo que tanta polémica ha despertado se remonta a las primarias presidenciales que McCain perdió ante el actual presidente George Bush, en 2000. Por aquel entonces, sus asesores empezaron a preocuparse por la constante presencia en las oficinas del senador de una joven lobista de la firma Alcalde & Fay, que representaba grandes compañías de telecomunicaciones.
Iseman, de 40 años, solía acompañar a McCain en eventos recaudatorios e incluso en algunos viajes en jet privados. “Convencidos de que su relación se había convertido en sentimental, algunos de sus ayudantes intervinieron para proteger al candidato de sí mismo, dando instrucciones al personal para bloquear el acceso de esta mujer, advirtiéndole en privado y hablando con el propio senador”, asegura el artículo del Times.
El diario cita varias fuentes anónimas y en ningún momento afirma tener pruebas contundentes de una posible relación ilícita.
No sólo se trata del aspecto sentimental, que para un candidato conservador podría tener consecuencias devastadoras, sino también de las insinuaciones sobre posibles corruptelas, algo aún más destructivo para McCain que ha basado su campaña y su imagen en su total honestidad. La firma de Iseman representaba empresas de comunicación que aportaron “decenas de miles de dólares” a la entonces fracasada campaña del senador.
El momento de la publicación es también tema de debate. La batalla de las primarias está llegando a su fin. McCain está a punto de conseguir el número de delegados necesarios para ser coronado oficialmente como el candidato oficial republicano, algo que no le ha sido fácil, dadas sus tensas relaciones con el sector más conservador del partido.
Bill Keller, director del New York Times, defendió ayer su decisión editorial: “publicamos las historias cuando estamos listos”, dijo Keller, “listos significa que hemos comprobado los hechos y que los interesados han tenido la oportunidad de contestar. Esta historia no es ninguna excepción. Llevábamos tiempo trabajando en ella”.
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Público.es - España/22/02/2008
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