18/3/08

ESCARBANDO...LQ somos.

Disquisiciones de una librepensadora sobre la vida y los vivientes
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A poco que uno tenga un par de neuronas en funcionamiento, sea honesto en sus análisis y deducciones y mantenga estos análisis y deducciones a buen recaudo de su universo de creencias y afectos, a poco que cualquier persona tenga los ojos abiertos a lo que sucede a su alrededor y en su vida misma, puede que llegue a las siguientes conclusiones:
Lo individual –el ser humano- no importa, es insignificante para el orden universal; pero lo colectivo –la especie humana- tampoco importa; es, igualmente, insignificante e irrelevante para ese mismo orden universal. Digan lo que digan científicos y teólogos, al final sólo una cosa es cierta: en el universo todo es comida: desde la más pequeña partícula y molécula, hasta la más enorme galaxia. Todo y Todos somos presas y depredadores. Todos los individuos y todas las especies formamos parte de una gran cadena alimentaria cuya fuerza es la de su eslabón más débil. Y por muy inteligentes, racionales y fuertes que nos creamos los humanos, estoy convencida de que ese eslabón somos nosotros, capaces de mandarlo todo al pairo con sólo apretar un botón, por un quítame allá esa paja o por mi Dios es mejor que el tuyo…
Las únicas fuerzas sobrenaturales o divinas que existen son las que los seres humanos, desde su arrogante ignorancia construyen y proyectan en forma de “Dios”.
Las antedichas deducciones producen una herida tan brutal en nuestro etnocentrismo, en nuestra desmesurada egolatría y nuestra grandiosa vanidad y arrogancia, tanto a nivel individual como de especie, que necesitamos imperiosamente inventar un paradigma maravilloso y preciosístico tras otro, a cada cual más absurdo, para que nos sintamos a salvo, sin apreciar cuanto lastre significa para nuestras vidas, mantener esa pseudosalvación mesiánica y futura. Algunos políticos pretenden escapar a esto -sin darse cuenta de ello- empeñándose en programas de "orden y control" para que nada se les escape; pero es inútil, porque la vida escapa siempre a este tipo de imposiciones por muy poderosas que sean.
Así que nos construimos realidades virtuales –que nos amargan la corta vida- para mantener a nuestros cerebros calmados y alejados de ese mundo real que tanto parece atemorizarnos, en lugar de vivir la realidad plenamente y con disfrute, auto-convirtiéndonos en ciudadanos del miedo y súbditos del engaño, dependientes del prozac. La “Verdad” no existe, sólo existe el dogma y la creencia fanática en lo que éste postula. Todo dogma, sin excepción, es una creación humana llevada a cabo con una de estas intenciones –o con dos, o con las tres simultáneamente-: 1) satisfacer la ostentación de poder y dominio de un individuo o casta, o grupo, sobre los demás. 2) enajenar a los sometidos e impedirles pensar por sí mismos. 3) autoengañarse y evitar esa herida narcisística ya citada y la ocasional angustia que puede ocasionar el conocimiento.
El “Progreso”, o lo que debería ser el progreso, tampoco existe. Lo que existe es el perfeccionamiento “ad infinitud” y arbitrario de la tecnología y de su uso desde los dogmas que el poder establece.
También es un mito el que el ser humano sea “lo más mejor” de la creación. ¿Por qué y a santo de qué somos “más” que una ballena, o un delfín, o una pulga, o un árbol, o una brizna de hierba, o una única y simple célula, o una molécula, o una partícula, o una estrella, o un agujero negro? ¿Somos lo “más” por ser racionales? ¿Por tener conciencia? ¿Por ser “el producto más perfecto de la evolución? ¿Por estar dotados de lenguaje? ¿por tener la capacidad de extinguir especies, destrozar el medio ambiente y llevarlo a cabo? A ver, traten de definir “racional”, “conciencia”, “perfección”, “evolución”, “lenguaje”… Y luego contrasten sus definiciones con las aplicaciones que hacen ustedes en sus vidas con todos y cada uno de esos conceptos… Y, además, ¿están ustedes seguros de que somos los únicos en el universo que poseen racionalidad, conciencia, lenguaje, etc.? Pues si lo están, arrójenlo a la basura porque ya hay un buen número de científicos que dicen todo lo contrario… Por ejemplo, ¿qué nos hace mejores que los bonobos? Vean:
"(...) El hombre es el único, en el reino terrestre, que es capaz de forzar y violar a su media naranja. Según esta antropóloga, esta conducta ha sido aprendida y es resultado de los rezagos del patriarcado que le otorgó todos los derechos al hombre para someter a la mujer. Hasta la violación. Desde su hipótesis, antes de que ocurriera este tránsito patriarcal no existe ninguna evidencia de que ocurrieran —con la frecuencia con que ocurren en nuestros días— hechos tan tristes dentro de la comunidad humana porque la mujer tenía un valor social concreto y era respetada entre los pueblos antiguos, muchas veces, más que el hombre.Los datos interesantes sobre nuestros primates son estos: La manera de ganar un favor sexual futuro de la hembra hace a los machos desplegar cantidades asombrosas de energía para complacerla y mimarla. Sin embargo, no tienen asegurado el objetivo, ni siquiera aquellos que dominan en el grupo. La hembra elige su compañero. La mayoría de los adultos machos se queda sin hembra por mucho tiempo. Un detalle que me hizo sonreír imaginando esa conducta entre los humanos: En algunas especies las hembras en celo son las que persiguen al macho que desean, y con su intensidad erótica lo incitan y lo invitan a copular varias veces con ella.Pero la sorpresa mayor fue descubrir a los bonobos que, dicho sea de paso, no sabíamos que existían hasta el 1933. Estoy casi segura de que, si competimos con los bonobos, perdemos por amplio margen si hablamos de placer sexual y logros de paz en el grupo. Estos chimpancés pigmeos, los bonobos, tienen conductas sociales muy simpáticas, pero su sexualidad puede asombrarnos aún más.Nancy Thompson-Handler fue la pionera que los estudió en Lomako, República de Zaire, entre el río Zaire y Kasai en los años 80. Resulta que estos monitos son los únicos, aparte del hombre, con prácticas sexuales dirigidas al placer. Copular no tiene entre ellos un fin reproductivo. Sus actos de amor están vinculados con ofrecer y recibir complacencia. Los bonobos no esperan el celo y están haciéndose el amor todo el tiempo.
Visto lo visto sobre la evolución de la vida en este planeta nuestro, y visto lo que hemos hecho con eso que llamamos conciencia de realidad y de nosotros mismos, tal vez, la fórmula evolutiva adoptada por algunos cefalópodos y peces de “crecer rápido, desovar y morir pronto” no sea tan pobre ni desacertada, siempre que prefiramos seguir en la quimera de estos autoengaños mortecinos y desperdiciar absurdamente todos y cada uno de los instantes que vivimos.... (...)"
(Pueden leerlo entero aquí)
Y ¿cómo sería vivir despiertos y aprovechar y gozar de la vida? ¿Qué necesitaríamos hacer? Sólo les diré que vivir despiertos sería instaurar un verdadero paraíso en cada uno de nosotros y en nuestra vida, y que hacer lo que sería necesario está al alcance de cada uno de nosotros, porque bastaría con que cada uno de nosotros se atreviera a pensar por sí mismo sin dogmas ni doctrinas, con respeto, con ética y estética, con solidaridad, sin egoísmos, ni etnocentrismos, ni egolatrías, ni adoraciones narcisísticas, ni falacias, ni aspiraciones a salvar o ser salvados, ni temores, ni de espaldas a la muerte –hecho natural que no tiene porque ser temido-, ni autoritarismos, ni fanatismos y con comprensión, dulzura, igualdad y fraternidad. Eso sería, quizá, la libertad. Pero, o no estamos "hechos" para ella, o, simplemente, nos gusta la esclavitud más que a un tonto un lápiz.
En fin, esta es mi personal y particular diarrea mental de hoy, mi particular sistema de creencias que no tienen porque hacer suyas, porque cada uno elige al fin y al cabo, el camino de vida o de muerte por el que desea andar, y la forma más idónea para calmar su cerebro.¡Qué ustedes lo reflexionen bien y hasta otro día, en el que habrá más. Qué pasen un placentero fin de semana o vacaciones para los que se vayan, aprovechando la semana santa!.
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LQSomos. Hannah. Marzo de 2008
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LQSomos/18/03/2008

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