CRISTINA LOBOGUERRERO -BERGENFIELD, NUEVA JERSEY— Además de las inclemencias del tiempo y el desprecio demostrado por algunos residentes, los aproximadamente 150 jornaleros que a diario se dan cita desde las seis de la mañana en las inmediaciones de la calle Columbia y la avenida Washington de Bergenfield, tienen que lidiar los sábados con los enemigos acérrimos de los indocumentados: los Minuteman.
Jesús, de 25 años y oriundo de Guatemala, sabe muy bien a lo que se tiene que enfrentar de lunes a viernes, como él mismo afirma “el frío en el invierno, el calor en el verano, hasta la frustración de volverme a mi casa sin haber conseguido quien me contrate”.
Sin embargo, desde hace más de dos años un nuevo obstáculo se agrega al trajín diario de Jesús y otros jornaleros del área. “La rutina cambia los días sábados en la mañana cuando de entre seis a ocho personas se paran con carteles, banderas y nos toman fotografías”, explicó el joven dedicado a la construcción desde hace tres años.
El grupo al que Jesús se refiere es el United Patriots of America (UPA), que todos los sábados se hace presente, de ocho a 10 de la mañana, en la zona donde los jornaleros salen a buscar trabajo.
Algunos portan pancartas con letreros como “no abran las fronteras”, “ilegales regresen a su país”, “salvemos los trabajos de americanos”.
La actividad que desarrolla UPA cada fin de semana forma parte de un proyecto denominado “Sábado por la mañana: Observación en los lugares en donde se reúnen los jornaleros”, por medio del cual se alienta a que acudan las personas de ésa u otra organización, conocida como los Minuteman, que están en contra de los indocumentados.
La invitación que se difunde a través de varios sitios en Internet también pide a la gente llevar banderas o algún cartel, así como observar todos los movimientos de los jornaleros pero sin tener contacto verbal o físico con los indocumentados o con adversarios locales.
“Nosotros miraremos, filmaremos y luego haremos la queja criminal ante las autoridades pertinentes”, aseguran en su página en línea.
Ningún miembro de United Patriots of America pudo ser ubicado por este rotativo para hablar sobre este tema. De acuerdo a su página digital, el UPA fue fundado en el 2001 por Ron Bass y tiene base en la ciudad de Linden. Está descrita como una organización no partidista que tiene como misión aplicar las leyes de Inmigración y asegurar las fronteras del traspaso de ilegales y utilizar como estrategia educar, organizar y proveer liderazgo a los ciudadanos alrededor del país para promover cambios necesarios para alcanzar su misión.
Por su parte, Greg Pason, de la organización “Residentes en contra de Racismo”, explicó que “organizaciones xenófobicas como el UPA quieren que se apruebe la 287 (g) (por medio de la cual se habilita a la Policía a fungir como agentes de Inmigración), porque esto significaría que ellos pueden quedar libres de sus crímenes de odio y continuar con su acoso, conociendo de antemano que sus víctimas no los reportarán a la Policía”.
Agregó que “por eso es que para prevenir que incluso, esta gran degradación en que se ha convertido la libertad, grupos como el nuestro y la Acción Antirracista del Norte de Jersey, nos hemos organizado para defender los derechos de las personas protestando en contra de la 287 (g) y de la UPA”.
Los Residentes Contra el Racismo, una organización miembro de la Coalición de Justicia y Paz del condado Bergen, organizan una vigilia para hoy en la que además protestarán en contra de la xenofobia del grupo de los Minuteman y miembros del UPA.
“Con esta demostración se dará inicio al lanzamiento de una campaña de solidaridad primavera/verano, esperando que se pueda establecer una rutina de venir cada dos semanas para demostrarles nuestro apoyo a los trabajadores y (expresar) a los miembros de UPA que ellos no representan la voz de los habitantes del condado Bergen, sino un muy pequeño sector”, señaló Pason.
Bergenfield es una pequeña localidad ubicada en el condado Bergen, que según datos de la oficina del Censo cuenta con 26.247 habitantes, de los cuales el 20% es asiático y el 17% es latino.
Mariel Morgan, residente de Bergenfield desde hace más de 20 años, dijo no molestarle la presencia de los trabajadores aclarando que “mientras ellos no vengan a sentarse en las escaleras de mi casa yo no tengo problema. Son gente tranquila, al principio me asustó porque cuando llegaba un carro corrían por lo menos 50 de los hombres para que los contraten, pero no votan basura al piso, no molestan”.
Rambo, un jornalero de origen ecuatoriano, aseguró que “vinimos a trabajar, no ensuciamos las calles, respetamos a los transeúntes y sin embargo vemos resignados como mucha gente pasa en sus vehículos y nos miran con odio como si no fuéramos seres humanos iguales a ellos”.
Maria.loboguerrero@eldiariony.com
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El Diario - USA/15/04/2008
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