21/5/08

ESCARBANDO...LQ somos.

Noticias vaticanas
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Según un artículo que publica elpaís.com, en una entrevista que L’Osservatore Romano realiza al sacerdote José Gabriel Funes, astrónomo del vaticano, éste afirma que la existencia de extraterrestres no sólo es posible si no que puede que haya otras formas de vida inteligente más evolucionadas que vivan en la armonía del amor de Dios y
que bien podrían estar excluidos de la "necesidad de redención" ¡Ahí es nada!

Confieso que el Vaticano y sus voces no dejan de sorprenderme. Porque, vamos a ver, si hay vida inteligente tan buena y evolucionada que está excluida de los planes de la Redención Crística, y libre del pecado original, eso quiere decir que la creación del ser humano terrestre fue todo un fiasco divino. Esto es que Dios debía estar bajo los influjos de alguna droga, o del alcohol, o tenía una mala semana cuando creó nuestro planeta y a sus criaturas; lo cual, después de todo, tampoco es de extrañar, porque realizar la creación del universo en sólo seis días contaba con todos los números de la rifa para que algo saliera fatal; y salió. Ya lo dicen las leyes de Murphy: “Si algo puede salir mal, saldrá”. Lo malo es que la china nos cayó a nosotros, los frágiles, raros, pobres, retorcidos y perversos humanos.

El caso es que yo ya me olía algo de esto, y lo digo de verdad. ¿A qué, si no, tuvo que crear Dios al ser humano dos veces? ¡A ver!, ¿Por qué? ¿Eh? ¿Por qué? ¿No me creen? ¿Piensan que desvarío? Pues miren, aunque últimamente se me va la olla bastante, en esto no; no desvarío. La Biblia, que es ni más ni menos -según dicen los doctores de la Santa Madre Iglesia- la palabra revelada del Creador, lo dice bien clarito, ya que tiene dos relatos de la creación del hombre. Dos relatos, uno detrás de otro pero con un gran salto misterioso, ya que nadie, ni los más sesudos rabinos, ni los más eruditos teólogos católicos, se lo explican, sobre todo, porque tampoco dice ni "mu" el propio Creador al respecto. En el primer relato, y transcribo del Génesis, capítulo 1, versículos de 26 a 31, la “Palabra de Dios” se puede leer:

“Y dijo Dios: Hagamos al hombre á nuestra imagen, conforme á nuestra semejanza; y señoree en los peces de la mar, y en las aves de los cielos, y en las bestias, y en toda la tierra, y en todo animal que anda arrastrando sobre la tierra. Y creó Dios al hombre á su imagen, á imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Y los bendijo Dios; y díjoles Dios: Fructificad y multiplicad, y henchid la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces de la mar, y en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra. Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda hierba que da simiente, que está sobre la faz de toda la tierra; y todo árbol en que hay fruto de árbol que da simiente, seros ha para comer. Y á toda bestia de la tierra, y á todas las aves de los cielos, y á todo lo que se mueve sobre la tierra, en que hay vida, toda hierba verde les será para comer: y fue así. Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana el día sexto.”

Vaya, que Dios creó a un andrógino, o a dos; que debe ser que Él mismo lo es, eso: andrógino; y no dos, sino tres, ya saben, lo de la Trinidad... pero a lo que iba, los creó hombre y mujer y se quedó de lo más satisfecho con ello. Es más, lo considero bueno y perfecto, vaya, redondo; tanto que se fue a descansar… Pero sin que sepamos qué es lo que de pronto lo perturbó, e hizo que interrumpiera su sacro descanso, de repente, sin decirnos nada de lo que había pasado con ese precioso/preciosa andrógino, el Señor Dios, sintió la imperiosa necesidad de crear al ser humano de nuevo, y con un método diferente…

Las malas lenguas, que siempre las hay en estas cosas, dicen que en realidad el primer par de humanos creados no es que fueran andróginos propiamente dicho, sino que fueron un hombre “Adán” y una mujer “Lilith”, creados al unísono, iguales a Dios y en plena libertad e igualdad, sin sombra alguna de patriarcado ni de machismo. Pero parece que cuando dos Casi Dioses andan juntos y se las ven con un Dios en toda la regla, la cosa no puede ir bien; Adán quería someter a Lilith, pero cómo ésta no dejaba que se pasara ni un pelo, la cosa iba de mal en peor… Y aquella primera pareja o aquel andrógino, o lo que fuera, fundamentalmente Lilith, fueron ignorados y borrados del libro sagrado para siempre jamás. También parece ser que en realidad habrían existido tres relatos, pero Dios que era el más pillo de todos, se lo pensó mejor e hizo desaparecer el tercero -que en realidad habría sido el segundo; se cayó como un muerto y empezó de nuevo. De ahí esa laguna inescrutable y esa misteriosa desaparición de la primera pareja creada… (Sobre esto, pueden leer un interesante artículo clicando aquí).

Y bien, como quiera que fuese, lo cierto es que tenemos un segundo relato oficial que también transcribo, y que se encuentra en Génesis, capítulo 2, versículos 7 a 23:
Formó, pues, Jehová Dios al hombre del polvo de la tierra, y alentó en su nariz soplo de vida; y fue el hombre en alma viviente. Y había Jehová Dios plantado un huerto en Edén al oriente, y puso allí al hombre que había formado. Y había Jehová Dios hecho nacer de la tierra todo árbol delicioso á la vista, y bueno para comer: también el árbol de vida en medio del huerto, y el árbol de ciencia del bien y del mal. Y salía de Edén un río para regar el huerto, y de allí se repartía en cuatro ramales. El nombre del uno era Pisón: éste es el que cerca toda la tierra de Havilah, donde hay oro: Y el oro de aquella tierra es bueno: hay allí también bedelio y piedra cornerina. El nombre del segundo río es Gihón: éste es el que rodea toda la tierra de Etiopía. Y el nombre del tercer río es Hiddekel: éste es el que va delante de Asiría. Y el cuarto río es el Eufrates. Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y le puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase. Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto comerás; Mas del árbol de ciencia del bien y del mal no comerás de él; porque el día que de él comieres, morirás. Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; haréle ayuda idónea para él. Formó, pues, Jehová Dios de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos, y trájolas a Adam, para que viese cómo les había de llamar; y todo lo que Adam llamó á los animales vivientes, ese es su nombre. Y puso Adam nombres á toda bestia y ave de los cielos y á todo animal del campo: mas para Adam no halló ayuda que estuviese idónea para él. Y Jehová Dios hizo caer sueño sobre Adam, y se quedó dormido: entonces tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar; Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y trájola al hombre. Y dijo Adam: Esto es ahora hueso de mis huesos, y carne de mi carne: ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada.” (ambos relatos están tomados de la Biblia, versión de Casiodoro de Reina)

Cómo vemos, Dios volvió a llamar al segundo ser humano varón que creó, Adán -¿falta de imaginación divina?- y a la segunda mujer creada, Eva, por lo que mi tesis de que Lilith se la debió montar al innombrable adquiere valor.

Bueno, este segundo relato le pareció al Creador mucho mejor, dónde va a parar, aquí ya la Palabra de Dios indica no sólo el nuevo orden de sometimiento de la mujer al hombre, si no que además establece normas, prohibiciones, etcétera, para que no le salga otra vez rana el asunto; en fin, que deja más claro que él y sólo él es Dios y lo demás son cuentos.

¿Lo ven? En el primer relato crea Dios a un ser humano andrógino –o simultáneamente a dos: a un hombre y a una mujer iguales a Él mismo, vaya, como Él en todos los sentidos; todos unos dioses. En el primer relato no nos dice muy bien cómo lo hace, ni para qué, ni qué fue de ellos, ni si se los cargo de un "dicho divino" de los suyos, algo así cómo "hágase la luz" y la luz fue hecha, pues "apareced en Alpha de Centauro" y allá que aparecieron. No, todo es un misterio. Lo que si puede leerse en ese primer relato es que a esa primera pareja no les pone en absoluto ninguna norma, ni límites, ni prohibiciones, ni nada de nada... Simplemente los hizo Señor y Señora de la creación y a correr. Vio que todo le había salido "chachi" hasta que los hace desaparecer sin más.

Pero ¿qué pasó, entonces con esa primera y original creación humano/humana perfecta? ¡Pues anda, ahora caigo! Este o estos andróginos recién creados e iguales a Dios en todo, se fueron por esas galaxias del universo a fructificar y multiplicar criaturas igualitas a Dios; esto es, sin dolores de parto ni nada, que eso vino luego del pecado; y a pasárselo fetén de Constelación en Constelación, porque lo de ganarse el pan con el sudor de la frente también fue posterior. Y de ellos, sin lugar a dudas, deben descender todos esos extraterrestres tan perfectos del universo, tan buenos y evolucionados ellos, a los que ni siquiera les hace falta ser redimidos por la Redención Crística.

¡De la que se libraron y que potra tuvieron! ¡No, si hasta para ser creado hay que tener suerte! Ellos no necesitan a la Iglesia Católica, ni al Vaticano, ni al sacrificio de Cristo, ni separar la Iglesia del Estado, ni Concordatos con la Santa Sede, ni todo ese tinglado del pecado y de la culpa, del premio y del castigo, del sacrificio, de la muerte sin cuidados paliativos, de las profesiones de semana santa, ni de las galimatías de los libros sagrados, ni han tenido que sufrir los líos de ser pueblos elegidos y pueblos malditos –léase Israelitas y demás-, ni saben de los Cielos ni de los Infiernos, ni de los Ángeles, ni de las tentaciones del maligno… ni –a buen seguro- han tenido que sufrir las iras, cóleras y demás rarezas de ese endiablado carácter de Dios… ¡Hay que fastidiarse con los hermanitos extraterrestres!.

Ahora, lo que me pregunto, es por qué Dios o Jehová, o Yahve, o como se llame, le tiene tanta manía a este pobre planeta nuestro y nos la tuvo jurada a los humanos de segundo orden -los del segundo relato- desde el principio, que si primero nos prohibió el conocimiento del bien y del mal; que si luego mandó a la serpiente que nos tentara... ¡Anda que no debía saber Él ya de antemano que íbamos a caer y a meter la pata hasta el cuezo; ya te digo! Pero, entonces, ¿para qué nos metió en todos esos embolados del pecado original, los dolores de parto, el trabajo, el paro, el sacrificio de su Hijo para salvarnos y encima no a todos, sino sólo unos pocos elegidos para residir en su Paraíso, y los demás al puñetero y cruel infierno… ¡Vaya pedo que debía tener ese Dios cuando se le ocurrió lo de crearnos y con tantas prisas! ¿No hubiera sido mucho mejor que la durmiera?

Pues para liarlo aún más, hay otro versículo en este segundo relato, después de que comieran del árbol prohibido, ese que daba el conocimiento del bien y del mal, que tiene su miga: “Y dijo Jehová Dios: he aquí que el hombre es cómo uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora pues, que no alargue su mano y tome también del árbol de la vida y coma, y viva para siempre” (Génesis, 3;22). ¡Ojo al dato! Jehová dice “como uno de nosotros”. ¿Con quiénes hablaba? ¿Cuántos Dioses se hallaban reunidos? ¿Estarían también en el conciábulo esa primera pareja del primer relato, perfecta e igual a Él mismo? ¿Si será cierto eso de que los extraterrestres vinieron a manipular genes de simios y el resultado, es decir nosotros los humanos los tomamos por Dioses? En cualquier caso ese enigma del segundo relato y su por qué, más que una creación divina, parece una divina cagada con perdón de los creyentes.
En fin, ¿saben qué? Estaba considerando yo -ahora que el Papa ha vuelto a actualizar el averno- la posibilidad de convertirme y ser buena de una vez por todas, pero con este nuevo descubrimiento, se va a convertir su abuela, la de los dioses o la de los extraterrestres; que para el caso es lo mismo. Prefiero seguir quemándome por los siglos de los siglos. ¡Ea!, que una tiene sus principios.
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LQSomos Hannah. Mayo de 2008
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LQSomos/21/05/2008

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