31/5/08

Europa cierra aún más sus fronteras

El desafío de la inmigración ilegal: la UE endurece sus políticas
Francia impulsa un plan para reforzar los controles y expulsar a los ilegales; habrá clases obligatorias de idioma y de "valores"
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Por Luisa Corradini (Francia)
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PARIS.- Francia desea endurecer las políticas inmigratorias e intensificar la lucha contra los inmigrantes clandestinos en Europa mediante un "pacto sobre la inmigración y el asilo" que propondrá a sus socios cuando asuma la presidencia rotativa de la Unión Europea (UE), el 1° de julio. Según ese proyecto, los Estados miembros de la UE deberán "renunciar a las regularizaciones masivas y colectivas de indocumentados", oficializar las "visas biométricas", reforzar los controles en las fronteras y practicar expulsiones más eficaces. También se preverán sanciones penales contra los empleadores que acepten trabajadores ilegales. Ese arsenal de medidas represivas incluirá directivas de expulsión a quienes se les rechazó el pedido de asilo. Entre las medidas preconizadas para los inmigrantes legales figuran la creación de una "tarjeta azul", similar a la green card estadounidense; "lecciones obligatorias de idioma" y el aprendizaje de los "valores nacionales y europeos", como la igualdad entre sexos y la tolerancia, según afirmó ayer el diario británico Financial Times, que tuvo acceso a un borrador del proyecto. La propuesta francesa será presentada el 7 y 8 de julio durante una reunión informal de ministros del Interior y Justicia en Cannes. El presidente francés, Nicolas Sarkozy, quiere llegar a un acuerdo lo antes posible. "Es muy posible que firmemos ese documento en el Consejo Europeo de octubre", afirmó una fuente diplomática. La idea francesa no es exactamente la que presentó ayer el Financial Times , indicaron fuentes diplomáticas francesas. El diario, sostienen, basó sus afirmaciones en un borrador del 25 de enero pasado. "La idea del proyecto consiste en reforzar la lucha contra la inmigración ilegal, pero sin afectar los derechos de quienes piden asilo" como sugiere ese periódico, explican. El pacto que propondrá Sarkozy, en realidad, pretende dar un impulso al más alto nivel a principios consensuales -o a decisiones ya adoptadas en el nivel europeo- para que se concreten rápidamente. El objetivo es alcanzar un acuerdo definitivo en 2010, aunque Alemania y Gran Bretaña mantienen todavía algunas reticencias. Además del asilo, el pacto propicia reforzar la lucha contra la inmigración clandestina, ayudar a sus países de origen a fin de evitar el éxodo de sus poblaciones y, al mismo tiempo, mejorar la integración de los inmigrantes regulares. "Por el momento, no hay desacuerdos profundos", afirman en el Ministerio del Interior francés. A pesar de que cada país tiene una estrategia diferente, todos los miembros de la UE creen necesario endurecer las políticas inmigratorias. Desde 2003, Francia acordó darle la prioridad a la lucha contra la inmigración clandestina, que constituye una población evaluada entre 200.000 y 400.000 personas. El gobierno fija cada año un objetivo cuantificado de expulsiones. Esa cifra pasó de unos 10.000 en 2002 a 25.000 en 2007. Tras la llegada de Sarkozy al poder, hace un año, tres nuevas leyes reforzaron el arsenal de lucha contra la inmigración ilegal para sustituirla por una "inmigración escogida" (profesionalmente calificada).
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Centros de detención
Otros países también endurecieron progresivamente su panoplia jurídica en los últimos años. En Gran Bretaña, el gobierno laborista decidió poner el acento en la represión. Las autoridades "alejan" un clandestino cada ocho minutos (más de 63.000 en 2007). El ministro de la Inmigración, Liam Byrne, lanzó un plan que acelerará las expulsiones. Ese programa prevé un aumento de 60% de la capacidad de alojamiento de los centros de detención y el refuerzo de controles en las fronteras. En Alemania, la inmigración clandestina constituye un delito pasible de multa o de hasta un año de cárcel. Para luchar contra la inmigración ilegal (entre 100.000 y un millón de personas), la policía multiplica los controles en el interior del país. En España se terminó el tiempo de las regularizaciones masivas. La coyuntura económica convenció al gobierno socialista de adoptar medidas represivas contra la inmigración clandestina. En 2007, hubo 55.938 expulsiones (6% más que en 2006), mientras que la llegada por mar de indocumentados se redujo un 54%. En su conjunto, los 27 miembros de la UE acordaron la semana pasada fijar en 18 meses la duración máxima de detención de los inmigrantes clandestinos antes de expulsarlos hacia sus países. El texto aún debe ser aprobado por el Parlamento Europeo. La UE cuenta con ocho millones de inmigrantes ilegales, según estimaciones de la Comisión Europea. Más de 200.000 clandestinos fueron detenidos en la UE en la primera mitad de 2007, pero menos de 90.000 fueron expulsados. Si bien el proyecto preparado por el gobierno francés reconoce la importancia demográfica y económica de la inmigración para la UE, el texto de Sarkozy afirma, sin embargo, que "Europa no tiene los medios para acoger con dignidad a todos aquellos que ven en ella un Eldorado". El contenido de ese pacto se conoció un día después de que Sarkozy anunciara la apertura del mercado de trabajo francés a los ciudadanos polacos y de otros siete países ex comunistas que se sumaron a la UE en 2004.
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Lanacion.com - Argentina/31/05/2008
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