El primer ministro japonés (d) estrecha la mano del presidente de Uganda
-
YOKOHAMA, Japón (AFP) — Japón prometió este miércoles ayudar a África a duplicar su producción de arroz en 10 años para enfrentar crisis alimentarias y anunció la duplicación de su ayuda al desarrollo durante los próximos cinco años.
El primer ministro japonés, Yasuo Fukuda, hizo el anuncio al inaugurar la Conferencia Internacional de Tokio sobre el Desarrollo en África (TICAD), que durará tres días y fue inaugurada en el puerto de Yokohama, en la región de Tokio. Cincuenta jefes de Estado, de Gobierno y ministros que representan a todos los países africanos -a excepción de Somalia- participan en esta conferencia organizada por Japón, la ONU y el Banco Mundial.
El objetivo de la cumbre es impulsar el crecimiento de los países africanos a través de la construcción de infraestructuras, reducir la pobreza en el continente y luchar contra el calentamiento climático. Japón también quiere aprovechar esta tribuna para colocarse en la carrera por las materias primas y fuentes de energía del continente, en la cual China lleva ventaja.
Fukuda se comprometió a ayudar a África, golpeada por la crisis alimentaria mundial, a "duplicar la producción actual de arroz, de 14 millones de toneladas, en 10 años". Precisó que Japón quiere "cooperar con diferentes países y organizaciones internacionales para desarrollar las redes de irrigación, la variedad de semillas y alentar a los trabajadores del sector" agrícola africano.
Fukuda confirmó asimismo la duplicación de la ayuda pública al desarrollo de Japón hacia África, de 580 millones de euros por año en promedio entre 2003 y 2007, a 1.160 millones de euros en 2012.
El anuncio fue considerado "engañoso" por el militante y roquero irlandés de U2 Bono, invitado a la conferencia, que subrayó que concernía sólo la ayuda de Estado a Estado y no la desembolsada a través de instituciones multilaterales.
Fukuda anunció asimismo la creación de un fondo de apoyo para las empresas japonesas que quieren invertir en África, por un total de 1.600 millones de euros en cinco años.
Cruciales para el desarrollo del continente, estas inversiones no son suficientes, estimó el número uno de Tanzania, Jakaya Kikwete, que preside actualmente la Unión Africana (UA). "Aparte del aumento de la ayuda para el desarrollo, que apreciamos, la TICAD debe ir más lejos. Aún hay que lograr el desarrollo del comercio y de las inversiones entre África y Japón", subrayó. El presidente de la UA quiso tranquilizar a los japoneses, que dudan en invertir en una África percibida como inestable, al afirmar que el continente es "seguro, prometedor y lucrativo".
África tuvo en 2007 un crecimiento promedio sostenido del 5,7%, aunque los analistas señalan que se concentra en los países dotados con recursos naturales. El presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, se mostró optimista, y estimó que África puede convertirse en "un nuevo polo de crecimiento" como China e India.
Pero según varios dirigentes africanos, los desempeños económicos del continente son penalizados por las prácticas comerciales "desleales" de los países desarrollados, según las palabras del presidente de Burkina Faso, Blaise Compaoré, que deploró "la dificultad de acceso de los productos africanos a los mercados" de estas naciones.
"Algunas personas en la sala son llamadas 'donantes', pero (...) no sé quién ayuda a quién", acusó incluso el presidente de Uganda, Yoweri Museveni. En Uganda, "tenemos demasiada comida y ningún mercado para exportarla", lamentó, y cuestionó las "malas políticas de Europa, Estados Unidos e incluso Japón".
El primer ministro japonés, Yasuo Fukuda, hizo el anuncio al inaugurar la Conferencia Internacional de Tokio sobre el Desarrollo en África (TICAD), que durará tres días y fue inaugurada en el puerto de Yokohama, en la región de Tokio. Cincuenta jefes de Estado, de Gobierno y ministros que representan a todos los países africanos -a excepción de Somalia- participan en esta conferencia organizada por Japón, la ONU y el Banco Mundial.
El objetivo de la cumbre es impulsar el crecimiento de los países africanos a través de la construcción de infraestructuras, reducir la pobreza en el continente y luchar contra el calentamiento climático. Japón también quiere aprovechar esta tribuna para colocarse en la carrera por las materias primas y fuentes de energía del continente, en la cual China lleva ventaja.
Fukuda se comprometió a ayudar a África, golpeada por la crisis alimentaria mundial, a "duplicar la producción actual de arroz, de 14 millones de toneladas, en 10 años". Precisó que Japón quiere "cooperar con diferentes países y organizaciones internacionales para desarrollar las redes de irrigación, la variedad de semillas y alentar a los trabajadores del sector" agrícola africano.
Fukuda confirmó asimismo la duplicación de la ayuda pública al desarrollo de Japón hacia África, de 580 millones de euros por año en promedio entre 2003 y 2007, a 1.160 millones de euros en 2012.
El anuncio fue considerado "engañoso" por el militante y roquero irlandés de U2 Bono, invitado a la conferencia, que subrayó que concernía sólo la ayuda de Estado a Estado y no la desembolsada a través de instituciones multilaterales.
Fukuda anunció asimismo la creación de un fondo de apoyo para las empresas japonesas que quieren invertir en África, por un total de 1.600 millones de euros en cinco años.
Cruciales para el desarrollo del continente, estas inversiones no son suficientes, estimó el número uno de Tanzania, Jakaya Kikwete, que preside actualmente la Unión Africana (UA). "Aparte del aumento de la ayuda para el desarrollo, que apreciamos, la TICAD debe ir más lejos. Aún hay que lograr el desarrollo del comercio y de las inversiones entre África y Japón", subrayó. El presidente de la UA quiso tranquilizar a los japoneses, que dudan en invertir en una África percibida como inestable, al afirmar que el continente es "seguro, prometedor y lucrativo".
África tuvo en 2007 un crecimiento promedio sostenido del 5,7%, aunque los analistas señalan que se concentra en los países dotados con recursos naturales. El presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, se mostró optimista, y estimó que África puede convertirse en "un nuevo polo de crecimiento" como China e India.
Pero según varios dirigentes africanos, los desempeños económicos del continente son penalizados por las prácticas comerciales "desleales" de los países desarrollados, según las palabras del presidente de Burkina Faso, Blaise Compaoré, que deploró "la dificultad de acceso de los productos africanos a los mercados" de estas naciones.
"Algunas personas en la sala son llamadas 'donantes', pero (...) no sé quién ayuda a quién", acusó incluso el presidente de Uganda, Yoweri Museveni. En Uganda, "tenemos demasiada comida y ningún mercado para exportarla", lamentó, y cuestionó las "malas políticas de Europa, Estados Unidos e incluso Japón".
-
Prensa Latina
Terra España
-
AFP/28/05/2008
AFP/28/05/2008
No hay comentarios:
Publicar un comentario