Allen Pérez Somarriba
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Los comités patrióticos se han negado a morir a pesar del reflujo que sobrevino después del referéndum. "Mala hierba", piensan los hermanos Arias. Los CPs, en cambio, no han firmado ninguna acta de defunción ni mucho menos. Siguen vivos para evaluar y hacer las lecturas que haya que hacer sobre su rol en la lucha por la defensa de la vida y de la dignidad aquí y más allá de nuestras fronteras.
Los comités patrióticos se han negado a morir a pesar del reflujo que sobrevino después del referéndum. "Mala hierba", piensan los hermanos Arias. Los CPs, en cambio, no han firmado ninguna acta de defunción ni mucho menos. Siguen vivos para evaluar y hacer las lecturas que haya que hacer sobre su rol en la lucha por la defensa de la vida y de la dignidad aquí y más allá de nuestras fronteras.
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La batalla por Bolivia me ha llamado a la reflexión patriótica. Porque ser patriota en Costa Rica significa hoy ser internacionalista, mundialista o globalista, o como se quiera llamar a eso que llamamos solidaridad humana y revolucionaria en nuestro pequeño y vulnerable planeta. Somos patriotas no porque Costa Rica sea el mejor país de la tierra o cosa por el estilo. No. Somos patriotas porque al amar a nuestra propia tierra amamos al mundo y viceversa. Nuestro patriotismo es solidario porque toda injusticia en cualquier continente nos ofende.No por casualidad los CPs se identifican plenamente con la revolución democrática, popular, cultural y antineoliberal de los pueblos bolivianos oprimidos. Los CPs no pueden guardar silencio ante la conjura para deponer al gobierno legítimo del pueblo que encabeza Evo Morales. Por ahora los elementos de la derecha boliviana han sido neutralizados en mucho gracias al empeño de UNASUR..No obstante, la batalla por Bolivia ni de lejos está por terminar. Los enemigos de lo bello y lo justo seguirán atizando el odio, la división y la injusticia.Escribo estas palabras desde Alemania donde he constatado con dolor que el nazismo y el fascismo no han muerto. Y se deshonra a la humanidad cuando son, precisamente, los neonazis de Bolivia quienes quieren tumbar al compañero Evo. Los CPs podemos y debemos dar la medida en la batalla por Bolivia Debemos luchar desde donde nos encontremos y con lo que se tenga. Aquí y allá, o en la misma Bolivia.Cuando me refiero a los neonazis de Bolivia no lo digo en sentido figurado. Es que lo son aunque marchen sin los símbolos hitlerianos. Hablo de delincuentes que practican el racismo y el terrorismo. Son el ácido del neoliberalismo. Son la esperanza de Bush para dejarse un trofeo venido desde el corazón de América del Sur. Quedemos claros que los enemigos de Evo son también los nuestros.La derrota de la revolución boliviana sería asimismo una agresión y una pérdida humillante para los CPs. Si a Evo lo sacaran del poder nosotros sufriríamos los embates reaccionarios de tan catastrófico maremoto. Es más, sería un fuerte golpe a las fuerzas progresistas del mundo. La gente decente y consciente de Europa mira hacia el sur con esperanza. Nuestro patriotismo es, en consecuencia, antiimperialista, democrático y socialista.En Costa Rica, me parece, que el principal deber de los CPs es el propio fortalecimiento de los mismos. Los CPs tienen la responsabilidad de dibujar colectivamente los contenidos revolucionarios de nuestras posturas antineoliberales. Nuestro socialismo deberá ser criollo, universal, humanista y profundamente democrático. Si los CPs no aspiraran a proponer otro mundo posible y justo, sería un sin sentido su permanencia en la geografía política. Sería la negación de su propia lógica discursiva.¡Ojo con las elecciones del 2010! Que no nos desbanden, que no nos disuelvan ni que nos manden al recreo de la mañana. Aprovechen los CPs la coyuntura electoral para fortalecerse y crecer. Luchemos para que una plataforma revolucionaria y unitaria llegue al poder. Procuremos contribuir de manera genuina para poner en el gobierno a una coalición antineoliberal. Velemos porque así sea pero no bajemos la guardia. La protesta en la calle y la pluma son las armas de nuestra pacífica rebelión. Multipliquemos las luchas ahora que se desatan los fuegos electorales. No demos tregua porque el compromiso con la patria nos impide tomar vacaciones. ¡Desmovilizarnos, jamás! Hay que rechazar muy firmes todo intento de desmovilización aún cuando provengan de partidos políticos amigos y de compañeros de lucha bien intencionados A ellos debemos decirles que la lucha de los CPs no riñe en absoluto con el compromiso electoral de romper el naipe de los Arias para llevar al poder a una coalición comprometida con un programa revolucionario y patriótico.Todavía más: refundemos el movimiento nacional de los comités patrióticos y organicemos desde ya el primer congreso. Necesitamos de manera urgente congregarnos frente al espejo común que nos hace como somos y desde ahí reflexionar sobre nuestra corta historia, nuestra identidad, el presente y el futuro que nos aguardan.La batalla por Bolivia es también nuestra hora; cumpliendo con nuestras tareas revolucionarias en casa y en cualquier otra parte del mundo donde nos encontremos. Y serán los compañeros bolivianos quienes nos señalen el momento cuando nos necesiten en su propia tierra. La batalla por Bolivia nos enseña que no hay que bajar la guardia ni frente a la derecha ni frente a los pusilánimes.
La batalla por Bolivia me ha llamado a la reflexión patriótica. Porque ser patriota en Costa Rica significa hoy ser internacionalista, mundialista o globalista, o como se quiera llamar a eso que llamamos solidaridad humana y revolucionaria en nuestro pequeño y vulnerable planeta. Somos patriotas no porque Costa Rica sea el mejor país de la tierra o cosa por el estilo. No. Somos patriotas porque al amar a nuestra propia tierra amamos al mundo y viceversa. Nuestro patriotismo es solidario porque toda injusticia en cualquier continente nos ofende.No por casualidad los CPs se identifican plenamente con la revolución democrática, popular, cultural y antineoliberal de los pueblos bolivianos oprimidos. Los CPs no pueden guardar silencio ante la conjura para deponer al gobierno legítimo del pueblo que encabeza Evo Morales. Por ahora los elementos de la derecha boliviana han sido neutralizados en mucho gracias al empeño de UNASUR..No obstante, la batalla por Bolivia ni de lejos está por terminar. Los enemigos de lo bello y lo justo seguirán atizando el odio, la división y la injusticia.Escribo estas palabras desde Alemania donde he constatado con dolor que el nazismo y el fascismo no han muerto. Y se deshonra a la humanidad cuando son, precisamente, los neonazis de Bolivia quienes quieren tumbar al compañero Evo. Los CPs podemos y debemos dar la medida en la batalla por Bolivia Debemos luchar desde donde nos encontremos y con lo que se tenga. Aquí y allá, o en la misma Bolivia.Cuando me refiero a los neonazis de Bolivia no lo digo en sentido figurado. Es que lo son aunque marchen sin los símbolos hitlerianos. Hablo de delincuentes que practican el racismo y el terrorismo. Son el ácido del neoliberalismo. Son la esperanza de Bush para dejarse un trofeo venido desde el corazón de América del Sur. Quedemos claros que los enemigos de Evo son también los nuestros.La derrota de la revolución boliviana sería asimismo una agresión y una pérdida humillante para los CPs. Si a Evo lo sacaran del poder nosotros sufriríamos los embates reaccionarios de tan catastrófico maremoto. Es más, sería un fuerte golpe a las fuerzas progresistas del mundo. La gente decente y consciente de Europa mira hacia el sur con esperanza. Nuestro patriotismo es, en consecuencia, antiimperialista, democrático y socialista.En Costa Rica, me parece, que el principal deber de los CPs es el propio fortalecimiento de los mismos. Los CPs tienen la responsabilidad de dibujar colectivamente los contenidos revolucionarios de nuestras posturas antineoliberales. Nuestro socialismo deberá ser criollo, universal, humanista y profundamente democrático. Si los CPs no aspiraran a proponer otro mundo posible y justo, sería un sin sentido su permanencia en la geografía política. Sería la negación de su propia lógica discursiva.¡Ojo con las elecciones del 2010! Que no nos desbanden, que no nos disuelvan ni que nos manden al recreo de la mañana. Aprovechen los CPs la coyuntura electoral para fortalecerse y crecer. Luchemos para que una plataforma revolucionaria y unitaria llegue al poder. Procuremos contribuir de manera genuina para poner en el gobierno a una coalición antineoliberal. Velemos porque así sea pero no bajemos la guardia. La protesta en la calle y la pluma son las armas de nuestra pacífica rebelión. Multipliquemos las luchas ahora que se desatan los fuegos electorales. No demos tregua porque el compromiso con la patria nos impide tomar vacaciones. ¡Desmovilizarnos, jamás! Hay que rechazar muy firmes todo intento de desmovilización aún cuando provengan de partidos políticos amigos y de compañeros de lucha bien intencionados A ellos debemos decirles que la lucha de los CPs no riñe en absoluto con el compromiso electoral de romper el naipe de los Arias para llevar al poder a una coalición comprometida con un programa revolucionario y patriótico.Todavía más: refundemos el movimiento nacional de los comités patrióticos y organicemos desde ya el primer congreso. Necesitamos de manera urgente congregarnos frente al espejo común que nos hace como somos y desde ahí reflexionar sobre nuestra corta historia, nuestra identidad, el presente y el futuro que nos aguardan.La batalla por Bolivia es también nuestra hora; cumpliendo con nuestras tareas revolucionarias en casa y en cualquier otra parte del mundo donde nos encontremos. Y serán los compañeros bolivianos quienes nos señalen el momento cuando nos necesiten en su propia tierra. La batalla por Bolivia nos enseña que no hay que bajar la guardia ni frente a la derecha ni frente a los pusilánimes.
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BolPress - Bolivia/23/09/2008
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