PEKÍN (AFP) — El presidente venezolano, Hugo Chávez, que el martes inició una visita de Estado de tres días a China destinada a estrechar la cooperación militar y energética con su "aliada estratégica", aseguró que para él "es más importante estar en Pekín que en Nueva York". -
"En este momento, para mí es mucho más importante estar en Pekín que en Nueva York", aseguró Chávez en declaraciones difundidas por la cadena de televisión oficial venezolana, en alusión a la Asamblea General de la ONU, abierta este martes en Nueva York.
La visita que Chávez inició el martes en Pekín, es la quinta del dirigente venezolano al país asiático y está destinada a estrechar la cooperación entre los dos países, especialmente en materia militar y energética.
El presidente venezolano se reunirá el miércoles con su homólogo chino Hu Jintao y firmará unos 20 acuerdos, en particular para la compra de aviones militares y la construcción de refinerías.
Chávez, que llegó a Pekín procedente de Cuba tras una breve escala en Bélgica, permanecerá tres días en China antes de viajar a Rusia, la siguiente etapa de una gira internacional que después le llevará a Francia y Portugal.
A su llegada a Pekín, Chávez aseguró que "venimos cargados de entusiasmo porque nuestra relación con China ya pasó a un nivel estratégico muy alto. Este gran país necesita mucho petróleo, mucha energía".
El mandatario venezolano explicó que va a firmar "veintitantos" convenios durante su visita, entre ellos la construcción de refinerías en ambos países para procesar el extrapesado crudo venezolano.
"Estamos trabajando en un proyecto de construcción de una flota petrolera conjunta chino-venezolana", explicó, recordando que "hace diez años Venezuela no vendía ni una gota de petróleo a China y hoy vende 300.000 barriles diarios y se va para 500.000 el próximo año, y para un millón dentro de cuatro".
"China está demostrando al mundo que no hace falta agredir a nadie para ser una gran potencia (...) El ascenso de China no ha sido a costa de invasiones", explicó Chávez.
El presidente venezolano confirmó que el jueves viajará a Moscú, donde se reunirá con el presidente ruso Dimitri Medvedev y el primer ministro, Vladimir Putin.
"Estamos construyendo un mundo pluripolar porque será la única manera de lograr lo que decía Simón Bolívar: el equilibrio del universo para tener paz en esta tierra", aseguró, al día siguiente de que una flota rusa zarpara en dirección a Venezuela, donde realizará maniobras militares conjuntas a finales de este año, un hecho inédito en América Latina.
El jefe de filas de la izquierda radical latinoamericana ha hecho de su relación con China uno de los ejes de su política exterior, caracterizada por su enfrentamiento con Estados Unidos.
Antes de emprender viaje, el presidente venezolano había anunciado que firmaría con China un contrato para la compra de 24 aviones de combate K-8, que las Fuerzas Aéreas venezolanas recibirán a principios de 2009.
Chávez anunció asimismo que durante su viaje a Pekín se ampliará con 4.000 millones de dólares adicionales un fondo de inversión sino-venezolano creado hace dos años, que actualmente cuenta con un capital de 6.000 millones de dólares (2.000 millones de dólares aportados por Venezuela y 4.000 por China).
Caracas utiliza este fondo para financiar "proyectos de desarrollo socialista". "Antes teníamos que ir a Washington a mendigar dinero. Ahora no. Negociamos con los chinos", había afirmado.
Chávez también anunció que durante su visita a Pekín encargará la construcción de buques cisterna a los astilleros chinos, con el objetivo de instalar un astillero propio en Venezuela en un futuro cercano.
"En este momento, para mí es mucho más importante estar en Pekín que en Nueva York", aseguró Chávez en declaraciones difundidas por la cadena de televisión oficial venezolana, en alusión a la Asamblea General de la ONU, abierta este martes en Nueva York.
La visita que Chávez inició el martes en Pekín, es la quinta del dirigente venezolano al país asiático y está destinada a estrechar la cooperación entre los dos países, especialmente en materia militar y energética.
El presidente venezolano se reunirá el miércoles con su homólogo chino Hu Jintao y firmará unos 20 acuerdos, en particular para la compra de aviones militares y la construcción de refinerías.
Chávez, que llegó a Pekín procedente de Cuba tras una breve escala en Bélgica, permanecerá tres días en China antes de viajar a Rusia, la siguiente etapa de una gira internacional que después le llevará a Francia y Portugal.
A su llegada a Pekín, Chávez aseguró que "venimos cargados de entusiasmo porque nuestra relación con China ya pasó a un nivel estratégico muy alto. Este gran país necesita mucho petróleo, mucha energía".
El mandatario venezolano explicó que va a firmar "veintitantos" convenios durante su visita, entre ellos la construcción de refinerías en ambos países para procesar el extrapesado crudo venezolano.
"Estamos trabajando en un proyecto de construcción de una flota petrolera conjunta chino-venezolana", explicó, recordando que "hace diez años Venezuela no vendía ni una gota de petróleo a China y hoy vende 300.000 barriles diarios y se va para 500.000 el próximo año, y para un millón dentro de cuatro".
"China está demostrando al mundo que no hace falta agredir a nadie para ser una gran potencia (...) El ascenso de China no ha sido a costa de invasiones", explicó Chávez.
El presidente venezolano confirmó que el jueves viajará a Moscú, donde se reunirá con el presidente ruso Dimitri Medvedev y el primer ministro, Vladimir Putin.
"Estamos construyendo un mundo pluripolar porque será la única manera de lograr lo que decía Simón Bolívar: el equilibrio del universo para tener paz en esta tierra", aseguró, al día siguiente de que una flota rusa zarpara en dirección a Venezuela, donde realizará maniobras militares conjuntas a finales de este año, un hecho inédito en América Latina.
El jefe de filas de la izquierda radical latinoamericana ha hecho de su relación con China uno de los ejes de su política exterior, caracterizada por su enfrentamiento con Estados Unidos.
Antes de emprender viaje, el presidente venezolano había anunciado que firmaría con China un contrato para la compra de 24 aviones de combate K-8, que las Fuerzas Aéreas venezolanas recibirán a principios de 2009.
Chávez anunció asimismo que durante su viaje a Pekín se ampliará con 4.000 millones de dólares adicionales un fondo de inversión sino-venezolano creado hace dos años, que actualmente cuenta con un capital de 6.000 millones de dólares (2.000 millones de dólares aportados por Venezuela y 4.000 por China).
Caracas utiliza este fondo para financiar "proyectos de desarrollo socialista". "Antes teníamos que ir a Washington a mendigar dinero. Ahora no. Negociamos con los chinos", había afirmado.
Chávez también anunció que durante su visita a Pekín encargará la construcción de buques cisterna a los astilleros chinos, con el objetivo de instalar un astillero propio en Venezuela en un futuro cercano.
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AFP/23/09/2008
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