LAS PRIORIDADES Y LAS MEDIDAS QUE ESTA PREPARANDO EL GOBIERNO PARA ENFRENTAR EL VENDAVAL FINANCIERO
Empleo, deuda y producción para los días de crisis
Economía prepara medidas paraarancelarias para frenar una invasión de importados, un “compre argentino” y una negociación con Brasil. Habrá anuncios con fecha de pagos de deuda y una ley al Congreso para tratar con los holdouts.
Empleo, deuda y producción para los días de crisis
Economía prepara medidas paraarancelarias para frenar una invasión de importados, un “compre argentino” y una negociación con Brasil. Habrá anuncios con fecha de pagos de deuda y una ley al Congreso para tratar con los holdouts.
“Si se hacen las cosas bien, el daño para el país puede no ser tan grave y durar menos que en el Primer Mundo.”
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Por Roberto Navarro
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La estrategia del Gobierno para enfrentar la crisis financiera internacional apunta a priorizar tres áreas:
1. Cuidar la producción nacional.
2. Defender el empleo y el poder adquisitivo de los trabajadores.
3. Asegurar el pago de la deuda pública de los próximos dos años.
Para preservar la industria local de una eventual invasión de productos importados, situación que derivaría en una fuerte pérdida de puestos de trabajo, en el Ministerio de Economía preparan una serie de medidas paraarancelarias que apunta a proteger a dos tercios de los bienes que se fabrican en el país. También se está elaborando un nuevo proyecto de “compre argentino” y se está definiendo la estrategia de negociación con Brasil para elevar los aranceles de importación extramercosur. Con respecto al pago de la deuda 2009-2010, en los próximos días el titular del Palacio de Hacienda, Carlos Fernández, anunciará las alternativas de pago que tiene el país para enfrentar sus compromisos. De esa manera esperan llevar tranquilidad al mercado de títulos públicos. También enviarán al Congreso un proyecto de ley que permita volver a negociar con los bonistas que no aceptaron el canje 2005. Otra señal de que la administración de Cristina Fernández de Kirchner seguirá adelante con el trueque de bonos en manos de los holdouts. Respecto dell dólar, en la Casa Rosada están convencidos de que la economía necesita un dólar competitivo: es decir, más alto (ver aparte). Pero piensa que no es el momento de agitar el mercado cambiario dada la fuerte sensibilidad del sistema financiero.
El diagnóstico de la mesa chica que acompaña en las decisiones a la Presidenta es que “si se hacen las cosas bien el daño para el país puede no ser tan grave y durar menos que en el Primer Mundo. Pero nos tenemos que cuidar y preservar a nuestros socios estratégicos”. Cuando los principales asesores de Cristina Fernández de Kirchner hablan de hacer las cosas bien se refieren a resistir las presiones sectoriales, priorizar el mantenimiento de lo que se consiguió en los últimos cinco años en materia de reindustrialización y empleo. Además, como base de esa política: cuidar la caja.
Con respecto al vínculo con los socios estratégicos, en el Ejecutivo no quieren que, fundamentalmente Brasil y China, tomen las restricciones comerciales que está instrumentando Argentina como medidas contra ellos. “China es el principal comprador de nuestro campo y está comenzando a adquirir otros bienes: no podemos pegarles un portazo”, grafican en la Rosada. En el caso de Brasil, explican que el 50 por ciento de lo que compra el país vecino en Argentina son manufacturas de origen industrial y que, además, se trata de un socio cada vez más estratégico para el nuevo mundo que se viene.
–¿Por qué piensan que el daño no será tan grave y durará poco? –preguntó Página/12 a un colaborador de charla diaria con la Presidenta.
–Argentina, a diferencia de las grandes potencias que ya están en recesión, viene con un fuerte impulso de crecimiento económico, tiene un sistema financiero sólido, que está en condiciones de seguir brindando crédito, y un mercado interno fuerte. Y va a durar poco porque cuando comience a recuperarse el mundo, lo primero que va a hacer la gente es comer más y mejor y nosotros exportamos, fundamentalmente, comida. Los chinos que se acostumbraron a consumir carne y lácteos no van a querer volver a comer arroz –explicó.
Importaciones
“La decisión de restringir las importaciones es una jugada a tres bandas”, señaló a Página/12 un asesor de primera línea de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. “Cuida a las empresas, que tardaron un lustro en reponerse de la debacle de los noventa, preserva el trabajo de los argentinos y nos asegura que mantendremos un fuerte superávit comercial, aun con la caída de los precios internacionales de los commodities.”
La política que eligió Economía para frenar las compras externas es el mismo que está implementando Francia en este momento y el que suelen utilizar países como Brasil y hasta Estados Unidos. Se trata de medidas paraarancelarias, que están permitidas por la Organización Mundial de Comercio. En este caso se ampliará el listado de los bienes que requieren el pedido de licencias para importarse. Las licencias, que pueden ser automáticas o semiautomáticas, son permisos de importación que la Secretaría de Industria puede aprobar o rechazar.
El país tiene 1748 posiciones arancelarias. En la actualidad, el 26 por ciento está cubierto con licencias automáticas. La próxima semana la Secretaría de Industria ampliará ese porcentaje hasta el 50 por ciento. Esta medida obliga al importador informar a la secretaría el producto, la cantidad y el precio de la compra externa. Industria tiene tres días para aprobar o rechazar la operación. En ese lapso analiza si la importación puede dañar al sector local que fabrica el mismo bien. Si considera que existe peligro de perjuicio, la rechaza. Entre los bienes que se agregan al listado que contará con esa protección paraarancelaria se encuentran las manufacturas de hierro, de acero, de madera, de plástico y de vidrio, entre otras. También los productos de tocador, limpieza y belleza. Además se ampliará la cantidad de ítem que deberán solicitar licencias semiautomáticas para ingresar al país. En este caso los importadores deberán aportar datos sobre precio, calidad, producción local y regional, y esperar 90 días la respuesta de Industria. En realidad, dada la espera, opera como una barrera contra el ingreso de importados. En la semana que comienza se anunciará que se agregan a este sistema los electrodomésticos, televisores, productos siderometalúrgicos y varios textiles que habían quedado afuera cuando se instrumentó la medida en 2005.
Compre argentino
La Secretaría de Industria se propone poner en práctica, con algunas modificaciones, la Ley de Compre Argentino. La legislación, que rige desde los noventa, obliga a las empresas de servicios públicos a priorizar la compra de productos argentinos, siempre que sean de la misma calidad de sus competidores importados y no más de un 5 por ciento más caros. Pero esa norma nunca se cumplió. Las compañías privatizadas sólo cumplen con la formalidad de presentar la documentación que explica por qué no compran productos nacionales y en la Secretaría de Industria ni siquiera existe una oficina para evaluar la veracidad de esa información. El secretario de Industria, Fernando Fraguio, pidió un mayor presupuesto para incorporar personal y tecnología para supervisar el compre argentino y el resto de las medidas que piensa implementar. La idea es que todo el sector público priorice los productos nacionales y que tenga como contrapartida algún tipo de premio, aunque sea simbólico.
Brasil
En Economía piensan que el mayor peligro en la relación comercial con Brasil no es la devaluación del real, sino una caída brusca en el nivel de actividad del país vecino que tenga como resultado el desvío de parte del excedente de producción hacia Argentina. Por ese motivo están armando una propuesta para reglamentar el Mecanismo de Adaptación Competitiva (MAC). El MAC, creado en 2006, contempla la implementación de cupos de importación inmediatos –mientras se realiza una investigación sobre su impacto– cuando se registre un “aumento sustancial de las importaciones de un país que provoque un daño importante a los productores de otro”. La norma regional aclara que este mecanismo se dispara cuando estas importaciones se den en el marco de una fuerte asimetría de condiciones macroeconómicas o de fluctuaciones de tipo de cambio. En estos años no se reglamentó porque no se dieron esas condiciones. Ahora Argentina espera que los cupos no superen el nivel de importaciones actuales y que la implementación de cupos sea automática, a partir de que se alcancen esos niveles de importación.
Mercosur
Uno de los principales acuerdos económicos del pacto regional es el Arancel Externo Común (AEC). En los próximos quince días los ministros de Economía de los cuatro países que los integran (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay) se reunirán a debatir la posibilidad de subir el nivel de esas alícuotas para defender la producción regional. El arancel máximo pactado con la Organización Mundial de Comercio es del 35 por ciento. Hay algunos bienes que tienen arancel cero. La posición argentina es elevar al máximo el porcentaje que se les cobra a los sectores más vulnerables de la producción nacional y a los que generan más puestos de trabajo. El ministro de Hacienda brasileño, Guido Mantega, afirmó hace pocos días que “no es momento para tomar medidas proteccionistas”. En la cartera económica argentina recalcaban que el viernes pasado la Unión Europea informó que estudia reintroducir los aranceles a la importación de cereales, que había suspendido en 2007. Cerca de Cristina Fernández de Kirchner confían en que el presidente Lula da Silva escuchará a los industriales paulistas que están presionando para que los defiendan de una posible invasión de productos del sudeste asiático.
robertodnavarro@gmail.com
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Por Roberto Navarro
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La estrategia del Gobierno para enfrentar la crisis financiera internacional apunta a priorizar tres áreas:
1. Cuidar la producción nacional.
2. Defender el empleo y el poder adquisitivo de los trabajadores.
3. Asegurar el pago de la deuda pública de los próximos dos años.
Para preservar la industria local de una eventual invasión de productos importados, situación que derivaría en una fuerte pérdida de puestos de trabajo, en el Ministerio de Economía preparan una serie de medidas paraarancelarias que apunta a proteger a dos tercios de los bienes que se fabrican en el país. También se está elaborando un nuevo proyecto de “compre argentino” y se está definiendo la estrategia de negociación con Brasil para elevar los aranceles de importación extramercosur. Con respecto al pago de la deuda 2009-2010, en los próximos días el titular del Palacio de Hacienda, Carlos Fernández, anunciará las alternativas de pago que tiene el país para enfrentar sus compromisos. De esa manera esperan llevar tranquilidad al mercado de títulos públicos. También enviarán al Congreso un proyecto de ley que permita volver a negociar con los bonistas que no aceptaron el canje 2005. Otra señal de que la administración de Cristina Fernández de Kirchner seguirá adelante con el trueque de bonos en manos de los holdouts. Respecto dell dólar, en la Casa Rosada están convencidos de que la economía necesita un dólar competitivo: es decir, más alto (ver aparte). Pero piensa que no es el momento de agitar el mercado cambiario dada la fuerte sensibilidad del sistema financiero.
El diagnóstico de la mesa chica que acompaña en las decisiones a la Presidenta es que “si se hacen las cosas bien el daño para el país puede no ser tan grave y durar menos que en el Primer Mundo. Pero nos tenemos que cuidar y preservar a nuestros socios estratégicos”. Cuando los principales asesores de Cristina Fernández de Kirchner hablan de hacer las cosas bien se refieren a resistir las presiones sectoriales, priorizar el mantenimiento de lo que se consiguió en los últimos cinco años en materia de reindustrialización y empleo. Además, como base de esa política: cuidar la caja.
Con respecto al vínculo con los socios estratégicos, en el Ejecutivo no quieren que, fundamentalmente Brasil y China, tomen las restricciones comerciales que está instrumentando Argentina como medidas contra ellos. “China es el principal comprador de nuestro campo y está comenzando a adquirir otros bienes: no podemos pegarles un portazo”, grafican en la Rosada. En el caso de Brasil, explican que el 50 por ciento de lo que compra el país vecino en Argentina son manufacturas de origen industrial y que, además, se trata de un socio cada vez más estratégico para el nuevo mundo que se viene.
–¿Por qué piensan que el daño no será tan grave y durará poco? –preguntó Página/12 a un colaborador de charla diaria con la Presidenta.
–Argentina, a diferencia de las grandes potencias que ya están en recesión, viene con un fuerte impulso de crecimiento económico, tiene un sistema financiero sólido, que está en condiciones de seguir brindando crédito, y un mercado interno fuerte. Y va a durar poco porque cuando comience a recuperarse el mundo, lo primero que va a hacer la gente es comer más y mejor y nosotros exportamos, fundamentalmente, comida. Los chinos que se acostumbraron a consumir carne y lácteos no van a querer volver a comer arroz –explicó.
Importaciones
“La decisión de restringir las importaciones es una jugada a tres bandas”, señaló a Página/12 un asesor de primera línea de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. “Cuida a las empresas, que tardaron un lustro en reponerse de la debacle de los noventa, preserva el trabajo de los argentinos y nos asegura que mantendremos un fuerte superávit comercial, aun con la caída de los precios internacionales de los commodities.”
La política que eligió Economía para frenar las compras externas es el mismo que está implementando Francia en este momento y el que suelen utilizar países como Brasil y hasta Estados Unidos. Se trata de medidas paraarancelarias, que están permitidas por la Organización Mundial de Comercio. En este caso se ampliará el listado de los bienes que requieren el pedido de licencias para importarse. Las licencias, que pueden ser automáticas o semiautomáticas, son permisos de importación que la Secretaría de Industria puede aprobar o rechazar.
El país tiene 1748 posiciones arancelarias. En la actualidad, el 26 por ciento está cubierto con licencias automáticas. La próxima semana la Secretaría de Industria ampliará ese porcentaje hasta el 50 por ciento. Esta medida obliga al importador informar a la secretaría el producto, la cantidad y el precio de la compra externa. Industria tiene tres días para aprobar o rechazar la operación. En ese lapso analiza si la importación puede dañar al sector local que fabrica el mismo bien. Si considera que existe peligro de perjuicio, la rechaza. Entre los bienes que se agregan al listado que contará con esa protección paraarancelaria se encuentran las manufacturas de hierro, de acero, de madera, de plástico y de vidrio, entre otras. También los productos de tocador, limpieza y belleza. Además se ampliará la cantidad de ítem que deberán solicitar licencias semiautomáticas para ingresar al país. En este caso los importadores deberán aportar datos sobre precio, calidad, producción local y regional, y esperar 90 días la respuesta de Industria. En realidad, dada la espera, opera como una barrera contra el ingreso de importados. En la semana que comienza se anunciará que se agregan a este sistema los electrodomésticos, televisores, productos siderometalúrgicos y varios textiles que habían quedado afuera cuando se instrumentó la medida en 2005.
Compre argentino
La Secretaría de Industria se propone poner en práctica, con algunas modificaciones, la Ley de Compre Argentino. La legislación, que rige desde los noventa, obliga a las empresas de servicios públicos a priorizar la compra de productos argentinos, siempre que sean de la misma calidad de sus competidores importados y no más de un 5 por ciento más caros. Pero esa norma nunca se cumplió. Las compañías privatizadas sólo cumplen con la formalidad de presentar la documentación que explica por qué no compran productos nacionales y en la Secretaría de Industria ni siquiera existe una oficina para evaluar la veracidad de esa información. El secretario de Industria, Fernando Fraguio, pidió un mayor presupuesto para incorporar personal y tecnología para supervisar el compre argentino y el resto de las medidas que piensa implementar. La idea es que todo el sector público priorice los productos nacionales y que tenga como contrapartida algún tipo de premio, aunque sea simbólico.
Brasil
En Economía piensan que el mayor peligro en la relación comercial con Brasil no es la devaluación del real, sino una caída brusca en el nivel de actividad del país vecino que tenga como resultado el desvío de parte del excedente de producción hacia Argentina. Por ese motivo están armando una propuesta para reglamentar el Mecanismo de Adaptación Competitiva (MAC). El MAC, creado en 2006, contempla la implementación de cupos de importación inmediatos –mientras se realiza una investigación sobre su impacto– cuando se registre un “aumento sustancial de las importaciones de un país que provoque un daño importante a los productores de otro”. La norma regional aclara que este mecanismo se dispara cuando estas importaciones se den en el marco de una fuerte asimetría de condiciones macroeconómicas o de fluctuaciones de tipo de cambio. En estos años no se reglamentó porque no se dieron esas condiciones. Ahora Argentina espera que los cupos no superen el nivel de importaciones actuales y que la implementación de cupos sea automática, a partir de que se alcancen esos niveles de importación.
Mercosur
Uno de los principales acuerdos económicos del pacto regional es el Arancel Externo Común (AEC). En los próximos quince días los ministros de Economía de los cuatro países que los integran (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay) se reunirán a debatir la posibilidad de subir el nivel de esas alícuotas para defender la producción regional. El arancel máximo pactado con la Organización Mundial de Comercio es del 35 por ciento. Hay algunos bienes que tienen arancel cero. La posición argentina es elevar al máximo el porcentaje que se les cobra a los sectores más vulnerables de la producción nacional y a los que generan más puestos de trabajo. El ministro de Hacienda brasileño, Guido Mantega, afirmó hace pocos días que “no es momento para tomar medidas proteccionistas”. En la cartera económica argentina recalcaban que el viernes pasado la Unión Europea informó que estudia reintroducir los aranceles a la importación de cereales, que había suspendido en 2007. Cerca de Cristina Fernández de Kirchner confían en que el presidente Lula da Silva escuchará a los industriales paulistas que están presionando para que los defiendan de una posible invasión de productos del sudeste asiático.
robertodnavarro@gmail.com
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Por Roberto Navarro
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Página/12 Web - Argentina/19/10/2008
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