Manuel / Hidalgo
-
PARAFRASEANDO un artículo suyo publicado no hace mucho en The New York Times, una pregunta interesante puede ser ¿quién es Paul Krugman? El flamante nuevo premio Nobel parece ser un viejo conocido por los que nos dedicamos a esto de la economía, independientemente de la disciplina en la que nos hayamos especializado. Y lo digo así porque no es habitual que esto ocurra cuando dichas disciplinas están cada vez más compartimentadas y aisladas unas de otras.
Sin embargo, Krugman es incluso conocido para algunos profanos en la materia económica. Su fama rebosa los límites de esta ciencia. La razón es que Paul Krugman es un economista mediático. Prolífico en artículos, conferencias, opiniones políticas..., su cara se deja ver de forma habitual en nuestras pantallas, periódicos... Es quizás por ello por lo que es relativamente más conocido que el resto de los economistas académicos. Además, su posicionamiento político y sus advertencias sobre la llegada de la actual crisis lo sitúan en el selecto grupo de popes económicos a los que hay que escuchar. Por último, un libro suyo, Economía internacional. Teoría y política, figura entre los libros de texto universitarios más vendidos en la actualidad.
Pero Krugman es, ante todo, un gran académico. Sus aportaciones a la Teoría del comercio internacional son las que le han dado el merecimiento del título, y no sus artículos en prensa o su carácter mediático. Esta segunda actividad es complementaria. Es por la que se le conoce. Pero es la primera la que le da el mérito académico.
A finales de los 70, escribió tres pequeños pero intensos artículos científicos, en donde modificaba la visión que hasta entonces tenían los economistas sobre las razones y fundamentos del comercio internacional. Hasta dicho momento, los diferentes modelos, que hundían sus raíces en los inicios del siglo XIX con referencias a un economista inglés, David Ricardo, y que en los 60 fueron revitalizados por los economistas Heckscher y Ohlin, no fueron capaces de dar una explicación convincente sobre las razones y pautas del comercio internacional.
Krugman desarrolló la teoría introduciendo conceptos que, aunque no eran novedosos para otros campos de la economía, sí lo eran para esta rama de la ciencia. Además, sus modelos predecían consecuencias que se han ido cumpliendo en su gran mayoría. Actualmente, sus modelos son parte fundamental de algunas disciplinas económicas, además de la economía internacional, como es la economía regional, y de teorías y análisis más recientes, como son la localización de las actividades productivas, los efectos de la integración económica, el desarrollo económico, etcétera.
Es difícil, por lo tanto, explicar economía y no tener que hablar de él. Es por ello que le han dado un premio que reconoce su valía para la ciencia económica. Ahora será aún más conocido. Sin embargo, los estudiantes de Economía lo llevan conociendo tantos años como su complejo libro de texto es leído y estudiado.
Sin embargo, Krugman es incluso conocido para algunos profanos en la materia económica. Su fama rebosa los límites de esta ciencia. La razón es que Paul Krugman es un economista mediático. Prolífico en artículos, conferencias, opiniones políticas..., su cara se deja ver de forma habitual en nuestras pantallas, periódicos... Es quizás por ello por lo que es relativamente más conocido que el resto de los economistas académicos. Además, su posicionamiento político y sus advertencias sobre la llegada de la actual crisis lo sitúan en el selecto grupo de popes económicos a los que hay que escuchar. Por último, un libro suyo, Economía internacional. Teoría y política, figura entre los libros de texto universitarios más vendidos en la actualidad.
Pero Krugman es, ante todo, un gran académico. Sus aportaciones a la Teoría del comercio internacional son las que le han dado el merecimiento del título, y no sus artículos en prensa o su carácter mediático. Esta segunda actividad es complementaria. Es por la que se le conoce. Pero es la primera la que le da el mérito académico.
A finales de los 70, escribió tres pequeños pero intensos artículos científicos, en donde modificaba la visión que hasta entonces tenían los economistas sobre las razones y fundamentos del comercio internacional. Hasta dicho momento, los diferentes modelos, que hundían sus raíces en los inicios del siglo XIX con referencias a un economista inglés, David Ricardo, y que en los 60 fueron revitalizados por los economistas Heckscher y Ohlin, no fueron capaces de dar una explicación convincente sobre las razones y pautas del comercio internacional.
Krugman desarrolló la teoría introduciendo conceptos que, aunque no eran novedosos para otros campos de la economía, sí lo eran para esta rama de la ciencia. Además, sus modelos predecían consecuencias que se han ido cumpliendo en su gran mayoría. Actualmente, sus modelos son parte fundamental de algunas disciplinas económicas, además de la economía internacional, como es la economía regional, y de teorías y análisis más recientes, como son la localización de las actividades productivas, los efectos de la integración económica, el desarrollo económico, etcétera.
Es difícil, por lo tanto, explicar economía y no tener que hablar de él. Es por ello que le han dado un premio que reconoce su valía para la ciencia económica. Ahora será aún más conocido. Sin embargo, los estudiantes de Economía lo llevan conociendo tantos años como su complejo libro de texto es leído y estudiado.
-
Diario de Sevilla - España/24/10/2008
-
Ver todos los artículos sobre este tema
No hay comentarios:
Publicar un comentario