Leovani Garcia OlivarezQuito, 1 nov (PL) Lo que en este Ecuador era un secreto a voces fue revalidado por el gobierno nacional: la penetración de la Central de Inteligencia Americana (CIA) en los servicios militares y policiales del país.
Un informe, realizado por un equipo cívico-castrense por recomendación del presidente ecuatoriano, Rafael Correa, revela la existencia de presuntas redes de espionajes extranjeras que operan en esta nación y los trabajos de servicios nacionales para estos organismos.
El documento, hecho público por el ministro de Defensa, Javier Ponce, señala que la CIA estaba en pleno conocimiento de lo que estaba ocurriendo en Angostura (zona fronteriza con Colombia) el 1 de marzo último, cuando se registró el bombardeo colombiano.
Una fuente de la embajada estadounidense en Ecuador llamó a un oficial nacional y le informó de manera anticipada sobre esa acción militar, y dijo además que poco después el mandatario colombiano, Álvaro Uribe, se comunicaría con Correa, destacó Ponce.
Esta comunicación refleja que Washington estaba al tanto de la operación y de las acciones subsecuentes, aseveró.
El titular destacó que los análisis de los procedimientos aplicados por inteligencia militar y en menor medida policial en torno a la agresión de Bogotá, reflejan la discrecionalidad de los sistemas de inteligencia y la ausencia total de control político sobre los procesos de recolección y sistematización de la información.
El informe revela asimismo que las unidades de espionajes y las operativas de la policía mantienen una dependencia económica informal con los Estados Unidos para el pago de informantes, capacitación, equipamiento y desplazamiento.
Y se recalca que militares vendieron información sobre actividades en la frontera norte a agentes norteamericanos, la cual posiblemente era utilizada para la implementación del Plan Colombia, y por los servicios de inteligencia de Bogotá.
Ponce no descartó asimismo la existencia en este territorio de una amplia red de espionaje, que involucre además de militares, a funcionarios y civiles ecuatorianos, pues se trata de una práctica de antaño, denunciada por el ex agente de la CIA Phillips Age en un libro impreso sobre su actividad en Ecuador.
Las revelaciones de esta infiltración y la dependencia de órganos policiales nacionales a la CIA no motivaron comentarios en la embajada estadounidense en esta capital, involucrada en el documento realizado por la comisión cívico-militar, según medios de prensa nacionales.
Altos jefes militares y policiales alegaron desconocer este informe, pero prometieron colaborar con las recomendaciones plasmadas en el documento, que solicita el enjuiciamiento administrativo y penal de los involucrados, que ocultaron información al gobierno, quemaron evidencias y colaboraron con la CIA.
En cambio, ciudadanos ecuatorianos consultados en las calles de Quito señalaron que la presencia de los servicios de espionajes extranjeros, en especial de Estados Unidos, en el país no es nuevo; los novedoso es que lo confirme el gobierno./lma/lgo
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Prensa Latina - Cuba/01/11/2008
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