15/11/08

Krugman apuesta por rescate de países emergentes y aumento de déficit de EEUU

Nueva York (EFE) - El Premio Nobel de Economía 2008 Paul Krugman apostó ayer por la creación de un plan de rescate de los países emergentes y por la renuncia temporal de Estados Unidos al objetivo de contener el déficit público y la inflación.

Sobre la cumbre del Grupo de los Veinte (G-20) de este fin de semana en Washington para tratar de sentar las bases de una reforma del sistema financiero internacional, Krugman expresó hoy su confianza en que de ella salga una declaración general que abogue por impulsar el crecimiento económico.

"Se va a necesitar muchísima coordinación a nivel mundial y eso no se va a conseguir este fin de semana", afirmó el profesor de Economía de la Universidad de Princeton, por lo que no habrá "un acuerdo vinculante".

"No vamos a sacar un compromiso de todos los países diciendo que están dispuestos a gastar el 3% del PIB para impulsar la economía, pero quizá sí una declaración de intenciones", añadió Krugman durante una conferencia de prensa en Nueva York.

"Nos estamos centrando en la crisis de las economías ricas, pero también se va a necesitar un plan de rescate para los mercados emergentes", defendió Krugman, quien destacó el poder de expansión geográfica de los problemas financieros actuales.

Agregó que "hace dos años nadie habría podido imaginar que los problemas en las viviendas de Florida iban a destrozar la economía de Islandia", un derrumbe que a su juicio no tiene por qué estar directamente relacionado con el hecho de tener una divisa propia.

El columnista de The New York Times apuntó que otros países que forman parte del euro tienen dificultes, entre ellos España, que "está sufriendo un tremendo descalabro en su mercado inmobiliario".

Sobre EEUU, afirmó que debe olvidar temporalmente los objetivos de bajo déficit e inflación y apostar por el gasto público masivo.

"El rescate de entidades financieras en problemas y su recapitalización masiva en EEUU o Reino Unido está funcionando y facilitando las condiciones crediticias de otros países", aseguró.

Sin embargo, señaló que "no es suficiente" y que "ahora es necesario preocuparse de arreglar el conjunto de la economía".

Para ello propuso dedicar una "enorme cantidad de dinero -un mínimo de 600.000 millones de dólares- a potenciar el gasto público y la asistencia a los más debilitados".

Apostó por la inversión rápida y enérgica en infraestructuras, control del cambio climático e impulso de energías renovables, así como por la ampliación de las competencias del programa sanitario Medicare, a la espera de que se apruebe la legislación necesaria para impulsar un sistema de seguridad social universal.

"Estamos yendo rápidamente hacia una recesión económica mundial" y el problema "aumenta cada día", por lo que "hay que actuar rápido y no dejarse llevar por prejuicios convencionales sobre lo que es bueno o malo para la economía".

En ese sentido, explicó que en "tiempos normales" se debe mantener controlado el déficit, pero "en este momento todo está del revés y ésa no debe ser la preocupación", sino que se ha de invertir un mínimo del 4% del PIB en un gran plan de estímulo económico, que ayude a controlar el desempleo, aunque aumente la deuda.

Si invirtiendo grandes cantidades se mantiene el empleo y se desincentiva el ahorro al que tienden los estadounidenses, se podría revitalizar la economía aún a riesgo de elevar la inflación.

En su opinión, el control del crecimiento de los precios es otro "prejuicio" que en situaciones normales es bueno, pero que ahora no debe primar, especialmente cuando los tipos de interés están tan bajos, lo que permitiría a la Reserva Federal elevarlos una vez que la economía hubiera recuperado su ritmo.

Respecto al temor despertado entre algunos expertos a que de esta crisis resulte un nuevo sistema mucho más proteccionista, el premio Nobel apuntó que "entre todos los miedos que yo tengo ahora mismo, ése desde luego está al final de la lista".

Krugman también se refirió a la posibilidad de que EEUU rescate a su industria automovilística, un sector que, en su opinión, "no merece ser rescatado, aunque nadie quiere verlo hundirse".

"Es una decisión muy difícil que yo no querría tener que tomar, porque ambas opciones son muy malas", apuntó el economista, ya que "un rescate únicamente perpetuaría su mal comportamiento".
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Finanzas - España/15/11/2008

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