Siempre un 25 de diciembre
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Volvemos a estar otra vez en navidad. Aunque estas tan resonadas fiestas para muchas otras personas solamente significan la llegada del solsticio de invierno en el hemisferio norte y de verano en el sur, e igualmente pues, el paso de un año para otro. Sin embargo, ya metidos en zambombas, panderetas, villancicos, turrones, mazapanes, mantecados, cavas, etc., convendría que mirásemos, una vez más, las fuentes de donde surgió o se inventó el nacimiento del personaje de Jesús, ese mismo que los asiduos creyentes del cristianismo en general ignoran o no les interesa saber esas fuentes, pues se les terminarían el chollo.
Por otro lado eso no quiere decir que las fiestas dejen de celebrarse, eso sí, que entonces el protagonista no sería el “niño Jesús”, los Reyes Magos y el indispensable Papa Noel, aún todo el montaje que la cristiandad ha venido realizando desde que pasó a ser la religión oficial del Imperio Romano y sí más el profano y consumista que mirándolo bien ya no es igual que en años pasados.
Los tiempos pretéritos del hombre (al igual que los presentes), están repletos de dioses religiosos solares y redentores. Tomemos como muestra, por su antigüedad la India, por haberse sacado las informaciones de ahí, mismo que no estemos familiarizados con las costumbres y nombres de los personajes, pero es fiel copia del supuesto Jesús, de ahí más nuestra sorpresa.
Nos referimos a Visnú, un dios que se reencarnó nueve veces para sufrir por los pecados de los hombres. En el octavo avatar fue Krisna, y en el noveno, Buda. Krisna fue igualmente como Jesús un dios redentor, nacido de una virgen pura y hermosa llamada Devanguy. Su venida mesiánica fue anunciada con mucha antelación, conforme se ve en el Atharva, Vedangas y Vedanta. El dios Visnú se le apareció a Lacmy, madre de la virgen Devanaguy, informándole que la hija iría tener un hijo-dios. Le mandó que no dejase a la hija que se casara, para que así se cumpliera los designios del dios. Estos acontecimientos pudieron ocurrir unos miles de años a.d.n. en el palacio de Mudura. Para evitar que ocurriese lo que estaba anunciado, Devanaguy había sido encerrada en una torre, con guardias en la puesta. Sin embargo, la profecía se cumplió. “El espíritu divino de Visnú atravesó los muros y se unió a su amada”. Cierta noche se escuchó una música celestial y una luz iluminó la prisión. El espíritu y la luz del dios ofuscaron a la virgen encarnándose en ella, que lo recibió. Un fuerte vendaval rompieron las murallas de la prisión cuando Krishna nació. La virgen fue arrebatada para ir a Nanda, donde Krisna fue criado, lugar este ignorado por el rajá.
Los pastores habían recibido aviso celestial del nacimiento de Krisna, donde fueron adorarles y llevaron regalos. Entonces el rajá mandó matar a todos las criaturas recién nacidas, pero Krishna consiguió escapar. A los 16 años Krisna abandonó su familia y salió por toda la India predicando su doctrina, resucitando a los muertos y curando enfermos. Todo el mundo corría hacia él para verlo y escucharlo. Todos decía: “Este es el redentor prometido a nuestros padres”. Escogió un círculo de discípulos, a los cuales les hablaba en parábolas, para que así solo ellos pudiesen continuar predicando sus ideas.
Cierto día los soldados quisieron matar a Krisna cuando sus discípulos amedrentados huyeron. El maestro los reprendió, los llamó de hombres de poca fe, con lo cual al reaccionar expulsaron a los soldados. Creyendo que Krisna fuese una de las muchas transmigraciones divinas, lo llamaban “Yazeu”, el nacido de la fe. Las mujeres del pueblo lo perfumaban, adoraban, etc.
Llegado su hora, Krisna fue para las márgenes del río Ganges y entrando en el agua, desde un árbol le dispararon una flecha que lo mató. El asesino tendría sido condenado a vagar por el mundo. Cuando sus discípulos buscaron el cuerpo, no lo encontraron más, porque para entonces ya había subido al reino de los cielos.
Después Visnú lo había mandado nuevamente a la tierra por la novena vez, recibiendo el nombre de Buda. Aquí, con algunas que otras modificaciones se repite lo anterior ya narrado. Destacar que el más célebre de sus discursos recibió el nombre de: “Sermón de la montaña”. Después de su muerte se le apareció a sus discípulos. También Buda tuvo sus discípulos predilectos. Él se reveló contra el poder abusivo de los sacerdotes brahmánicos. Posteriormente el budismo se dividió en muchas otras sectas, al igual que el cristianismo.
Cuando los misioneros cristianos empezaron a conquistar (evangelizar) la India, quedaron muy impresionados al ver de dónde nació el romance de la vida y obra de Jesucristo. El equivalente al papa en el budismo, el Dalai Lama, también se dice que es infalible…
Mitra, el dios redentor de los persas, fue el eslabón de unión entre el cristianismo y budismo. La historia de Jesús fue un nuevo avatar, destinado a los occidentales. Mitra era el intermediario entre Ormuzd y el hombre. Era llamado de Señor y nació en una gruta un 25 de diciembre. Su madre también era virgen antes y después del parto. Una estrella había surgido en oriente anunciando su nacimiento. Llegaron magos con regalos de incienso, oro y mirra, para adorarlo. Tendría vivido y muerto como posteriormente lo hizo Jesús, sin faltar la resurrección.
Fílmico describió como era la ceremonia de los sacerdotes persas, cargando la imagen de Mitra en una plataforma por las calles, representando profundos dolores por su muerte. Por otro lado, festejaban alegremente su resurrección, encendiendo cirios pascuales y ungiendo a la imagen con perfumes. El sumo sacerdote les gritaba a los creyentes que Mitra resucitó yendo hacia el cielo para así proteger a su pueblo. Los ritos del bautismo en el mitra ismo y cristianismo son muy similares.
Horus fue el dios solar y redentor de los egipcios. Él, como los ya citados, también nació de una virgen. El nacimiento de Horus era festejado, como no, el 25 de diciembre. Amenofis IV, faraón egipcio después de las grandes reformas llevadas a efecto sobre la religión de su país pasó a denominarse Akhenatón y esos mismos cambios fueron posteriormente adoptados en el cristianismo, recordemos que éste tuvo sus principios precisamente en Egipto, por lo que debemos citar a Hipátia, la última gran matemática de la Escuela de Alexandria, asesinada por los fanáticos del que posteriormente subió a los altares con el nombre de san Cirilo.
Baco, el dios del vino, fue también un salvador. Tendría hecho muchos milagros, inclusive la transformación del agua en vino y la multiplicación de los panes y peces. De niño igualmente lo quisieron matar.
Adonis era festejado durante ocho días, siendo cuatro de dolor y cuatro de alegría; las mujeres hacían las lamentaciones. El rito del santo sepulcro fue copiado de Adonis. Apagaban todos los cirios quedando apenas uno, que representaba la esperanza y quedaba semi escondido, solo reaparecían totalmente en el momento de la res succión, entonces el llanto de las mujeres era substituido por una gran alegría.
También los fenicios tenían el rito de la pasión, del que copiaron el cristianismo para el montaje de los evangelios. Todos los dioses redentores fueron también dioses-solares, como Atis, en Frigia; Belanho, entre los celtas; Joel, entre los germanos; Fo, entre los chinos.
Así pues, ante de Jesucristo ya hubo innumerables redentores. Podemos finalizar diciendo que hemos dado solamente unas pinceladas históricas las cuales fueron las fuentes donde los fundadores del cristianismo se inspiraron para que ahora se pueda celebrar estas festividades también un 25 de diciembre, con zambombas, panderetas, villancicos, cava, turrones, reyes magos, etc.
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LQSomos. Zerimar Ilosit. Diciembre de 2008
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Por otro lado eso no quiere decir que las fiestas dejen de celebrarse, eso sí, que entonces el protagonista no sería el “niño Jesús”, los Reyes Magos y el indispensable Papa Noel, aún todo el montaje que la cristiandad ha venido realizando desde que pasó a ser la religión oficial del Imperio Romano y sí más el profano y consumista que mirándolo bien ya no es igual que en años pasados.
Los tiempos pretéritos del hombre (al igual que los presentes), están repletos de dioses religiosos solares y redentores. Tomemos como muestra, por su antigüedad la India, por haberse sacado las informaciones de ahí, mismo que no estemos familiarizados con las costumbres y nombres de los personajes, pero es fiel copia del supuesto Jesús, de ahí más nuestra sorpresa.
Nos referimos a Visnú, un dios que se reencarnó nueve veces para sufrir por los pecados de los hombres. En el octavo avatar fue Krisna, y en el noveno, Buda. Krisna fue igualmente como Jesús un dios redentor, nacido de una virgen pura y hermosa llamada Devanguy. Su venida mesiánica fue anunciada con mucha antelación, conforme se ve en el Atharva, Vedangas y Vedanta. El dios Visnú se le apareció a Lacmy, madre de la virgen Devanaguy, informándole que la hija iría tener un hijo-dios. Le mandó que no dejase a la hija que se casara, para que así se cumpliera los designios del dios. Estos acontecimientos pudieron ocurrir unos miles de años a.d.n. en el palacio de Mudura. Para evitar que ocurriese lo que estaba anunciado, Devanaguy había sido encerrada en una torre, con guardias en la puesta. Sin embargo, la profecía se cumplió. “El espíritu divino de Visnú atravesó los muros y se unió a su amada”. Cierta noche se escuchó una música celestial y una luz iluminó la prisión. El espíritu y la luz del dios ofuscaron a la virgen encarnándose en ella, que lo recibió. Un fuerte vendaval rompieron las murallas de la prisión cuando Krishna nació. La virgen fue arrebatada para ir a Nanda, donde Krisna fue criado, lugar este ignorado por el rajá.
Los pastores habían recibido aviso celestial del nacimiento de Krisna, donde fueron adorarles y llevaron regalos. Entonces el rajá mandó matar a todos las criaturas recién nacidas, pero Krishna consiguió escapar. A los 16 años Krisna abandonó su familia y salió por toda la India predicando su doctrina, resucitando a los muertos y curando enfermos. Todo el mundo corría hacia él para verlo y escucharlo. Todos decía: “Este es el redentor prometido a nuestros padres”. Escogió un círculo de discípulos, a los cuales les hablaba en parábolas, para que así solo ellos pudiesen continuar predicando sus ideas.
Cierto día los soldados quisieron matar a Krisna cuando sus discípulos amedrentados huyeron. El maestro los reprendió, los llamó de hombres de poca fe, con lo cual al reaccionar expulsaron a los soldados. Creyendo que Krisna fuese una de las muchas transmigraciones divinas, lo llamaban “Yazeu”, el nacido de la fe. Las mujeres del pueblo lo perfumaban, adoraban, etc.
Llegado su hora, Krisna fue para las márgenes del río Ganges y entrando en el agua, desde un árbol le dispararon una flecha que lo mató. El asesino tendría sido condenado a vagar por el mundo. Cuando sus discípulos buscaron el cuerpo, no lo encontraron más, porque para entonces ya había subido al reino de los cielos.
Después Visnú lo había mandado nuevamente a la tierra por la novena vez, recibiendo el nombre de Buda. Aquí, con algunas que otras modificaciones se repite lo anterior ya narrado. Destacar que el más célebre de sus discursos recibió el nombre de: “Sermón de la montaña”. Después de su muerte se le apareció a sus discípulos. También Buda tuvo sus discípulos predilectos. Él se reveló contra el poder abusivo de los sacerdotes brahmánicos. Posteriormente el budismo se dividió en muchas otras sectas, al igual que el cristianismo.
Cuando los misioneros cristianos empezaron a conquistar (evangelizar) la India, quedaron muy impresionados al ver de dónde nació el romance de la vida y obra de Jesucristo. El equivalente al papa en el budismo, el Dalai Lama, también se dice que es infalible…
Mitra, el dios redentor de los persas, fue el eslabón de unión entre el cristianismo y budismo. La historia de Jesús fue un nuevo avatar, destinado a los occidentales. Mitra era el intermediario entre Ormuzd y el hombre. Era llamado de Señor y nació en una gruta un 25 de diciembre. Su madre también era virgen antes y después del parto. Una estrella había surgido en oriente anunciando su nacimiento. Llegaron magos con regalos de incienso, oro y mirra, para adorarlo. Tendría vivido y muerto como posteriormente lo hizo Jesús, sin faltar la resurrección.
Fílmico describió como era la ceremonia de los sacerdotes persas, cargando la imagen de Mitra en una plataforma por las calles, representando profundos dolores por su muerte. Por otro lado, festejaban alegremente su resurrección, encendiendo cirios pascuales y ungiendo a la imagen con perfumes. El sumo sacerdote les gritaba a los creyentes que Mitra resucitó yendo hacia el cielo para así proteger a su pueblo. Los ritos del bautismo en el mitra ismo y cristianismo son muy similares.
Horus fue el dios solar y redentor de los egipcios. Él, como los ya citados, también nació de una virgen. El nacimiento de Horus era festejado, como no, el 25 de diciembre. Amenofis IV, faraón egipcio después de las grandes reformas llevadas a efecto sobre la religión de su país pasó a denominarse Akhenatón y esos mismos cambios fueron posteriormente adoptados en el cristianismo, recordemos que éste tuvo sus principios precisamente en Egipto, por lo que debemos citar a Hipátia, la última gran matemática de la Escuela de Alexandria, asesinada por los fanáticos del que posteriormente subió a los altares con el nombre de san Cirilo.
Baco, el dios del vino, fue también un salvador. Tendría hecho muchos milagros, inclusive la transformación del agua en vino y la multiplicación de los panes y peces. De niño igualmente lo quisieron matar.
Adonis era festejado durante ocho días, siendo cuatro de dolor y cuatro de alegría; las mujeres hacían las lamentaciones. El rito del santo sepulcro fue copiado de Adonis. Apagaban todos los cirios quedando apenas uno, que representaba la esperanza y quedaba semi escondido, solo reaparecían totalmente en el momento de la res succión, entonces el llanto de las mujeres era substituido por una gran alegría.
También los fenicios tenían el rito de la pasión, del que copiaron el cristianismo para el montaje de los evangelios. Todos los dioses redentores fueron también dioses-solares, como Atis, en Frigia; Belanho, entre los celtas; Joel, entre los germanos; Fo, entre los chinos.
Así pues, ante de Jesucristo ya hubo innumerables redentores. Podemos finalizar diciendo que hemos dado solamente unas pinceladas históricas las cuales fueron las fuentes donde los fundadores del cristianismo se inspiraron para que ahora se pueda celebrar estas festividades también un 25 de diciembre, con zambombas, panderetas, villancicos, cava, turrones, reyes magos, etc.
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LQSomos. Zerimar Ilosit. Diciembre de 2008
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LQSomos/23/12/2008
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