9/4/09

EEUU y la UE ya utilizaron US$ 8 billones de fondos públicos para salvar a la banca privada

El capitalismo se salva a sí mismo
Insensibles a los resultantes sociales de la crisis (más pobreza y desempleo a escala masiva que afecta a los sectores más vulnerables de la sociedad mundial), los líderes y gobernantes de las potencias imperiales USA-UE ya llevan utilizados US$ 8 billones para salvar al sistema financiero sionista que depredó y quebró a la economía mundial con la "burbuja financiera".
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Informe especial
IAR Noticias
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Según datos oficiales que publican este miércoles agencias internacionales, EEUU y la Unión Europea ya han "inyectado" a los mercados financieros US$ 8 billones (unos seis billones de euros) a partes iguales destinados al rescate de las entidades y bancos quebrados por la crisis financiera recesiva que azota a las potencias centrales y se expande por toda la periferia del planeta.

La Comisión de Supervisión del Congreso de EEUU, encargada de evaluar los progresos del plan de rescate financiero aprobado en octubre de 2008, consigna que el total de las "ayudas", préstamos y garantías proporcionadas hasta la fecha superan los US$ 4 billones (unos tres billones de euros).

De esa cifra, US$ 590.400 millones (446.679 millones de euros) corresponden a gastos o compromisos del Tesoro, mientras que la Reserva Federal ha expandido su balance en unos US$ 1,5 billones (1,1 billones de euros) en préstamos y compras de títulos de agencias como Fannie Mae o Freddie Mac.

La Comisión Europea por su parte difundió un informe según el cual desde septiembre de 2008 concretó más de 50 medidas nacionales para estabilizar el sistema financiero por un valor total de US$ 4 billones (unos 3 billones de euros).

Las medidas -según el informe- se clasifican en mecanismos de garantías a entidades financieras ( US$ 2,3 billones), planes de recapitalización (US$300.000 millones) y medidas específicas de reestructuración (US$ 400.000 millones). La comisaria europea de Competencia, Neelie Kroes, señaló que han cumplido con su objetivo de impedir la "desintegración" del sistema financiero.

A esta suma millonaria sideral (aproximadamente un 30% del PBI juntos de EEUU y la Unión Europea) habría que agregar otros US$ 3 billones que -según los especialistas de Wall Street- tendrán que desembolsar en el corto plazo para reforzar la compra de "activos tóxicos" (papeles financieros quebrados) cuya cifra final a precio de mercado podría superar los PBI juntos de EEUU y la Unión Europea.

Para tener una idea del potencial que encierra este macro negocio financiero con la crisis (el salvataje de bancos con dinero del Estado) hay que señalar que -según los expertos- solamente los boonos emitidos para asegurar los títulos en circulación suman US$ 25 billones.

Otros especialistas estiman que la restitución de los fondos faltantes para restituir la "normalidad" al sistema financiero privado imperial, y la suma a ser empleada para salvar de la quiebra a las empresas del sector industrial y comercial podrían superar los US$ 45 billones.

Para tener una idea de esta cifra, hay que puntualizar que todo el PBI mundial es de US$ 65 billones.

No obstante, y a pesar de que se trata de un desembolso sin precedentes en la historia moderna de fondos públicos para salvar al sistema capitalista privado de la quiebra, los "rescates" USA-UE no han tenido hasta ahora ningún resultado para solucionar la crisis financiera que, como efecto más inmediato, contrae el crédito, desacelera la economía y el consumo, e impacta en la economía real con quiebras generalizadas de empresas y despidos masivos de trabajadores.

Por otra parte, el costo de este monumental negocio capitalista con la "crisis capitalista" (que ya está siendo exportado desde EEUU y Europa a los países de la periferia de Asia, África y América Latina) es financiado con el dinero de los impuestos pagados por el conjunto de la sociedad.

Mediante los planes de "rescate financiero" emprendidos la Unión Europea y EEUU, los súper bancos y fondos de inversión nucleados en el sistema privado tanto de la Reserva Federal como de los bancos centrales europeos, reciclan una nueva "burbuja financiera", no ya con dinero especulativo proveniente del sector privado, sino con fondos públicos puestos compulsivamente al servicio de un nuevo ciclo de rentabilidad capitalista, y al margen de una ascendente crisis de la economía real que marcha por vía paralela.

Se trata, en suma, de una "socialización de las pérdidas" para subsidiar un "nuevo ciclo de ganancias privadas" con el Estado como herramienta de ejecución, mediante el cual los megaconsorcios más fuertes (los ganadores de la crisis) se degluten a los más débiles generando un nuevo proceso de reestructuración y concentración del sistema capitalista.

Pero este empleo de fondos públicos para salvar al capitalismo privado provenientes de los impuestos pagados por toda la sociedad, hasta ahora solo ha conseguido agravar la crisis paralela que desató en la economía real tanto de EEUU como de Europa, y que ya se expande como un virus por la periferia del mundo emergente o subdesarrollado.

Proyecciones de organismos oficiales y de entidades privadas, así como los diagnósticos de reputados especialistas coinciden en que la economía mundial ha ingresado en un proceso de recesión mundial que se va a agudizar durante los años 2009 y 2010, sobre todo en EEUU y en la Unión Europea (principalmente en los países del Este), expandiéndose por Asia, África y América Latina con un pronóstico que todavía no aparece claro.

Según The Wall Street Journal, en este escenario se espera que, así como sucedió con la banca y las instituciones quebradas por la crisis subprime, en los próximos meses más empresas ingresen en un proceso de bancarrota y anuncien nuevos despidos (sumados a los ya existentes), y los consumidores se ajusten aún más el cinturón, a medida que la ausencia de crédito afecta su capacidad de endeudamiento.

Y la crisis, como ya es histórico en el sistema capitalista, va a caer sobre los hombros de los sectores más vulnerables de la sociedad, tanto de los países centrales como de las naciones emergentes o subdesarrolladas que la van subsidiar a través de las cargas impositivas de sus salarios y de los productos que consumen.

Mientras los Estados imperiales USA-UE financian con dinero público el rescate de sus sistema de explotación capitalista privado, la crisis va impactar fundamentalmente en el eslabón más débil de la sociedad mundial: Los 1.400 millones de pobres, 963 millones de hambrientos y 190 millones de desempleados, en total 2.553 millones de personas (un 38% de la población humana), registrados en situación precaria antes del colapso financiero en las metrópolis imperialistas.

En los países centrales, y mientras sus Estados "salvan" al capitalismo privado, las grandes víctimas van ser los sectores más vulnerables de la sociedad, que pagan impuestos a través de sus salarios, y la masa de trabajadores despedidos que van a alimentar la base de la crisis social que ya se vislumbra en los países más pobres de la periferia europea.

Los datos oficiales determinan que, no obstante las billonarias sumas empleadas para salvar a los bancos privados de la quiebra, tanto EEUU como las potencias de la UE se encuentran en recesión.

De acuerdo a la OIT, en 2009 unas 50 millones de personas en todo el mundo podrían perder sus trabajos debido a la crisis económica.

El organismo dice en su informe sobre Tendencias Globales de Empleo para 2009 que los recortes laborales son inevitables y que el éxito o fracaso de los paquetes económicos determinarán qué tan grave serán los despidos.

La crisis ya dejó solamente en EEUU a 3.600.000 trabajadores en la calle, mientras la Organización Mundial del Trabajo predice que para fines de 2009 se habrán perdido 50 millones de empleos en el mundo a causa del colapso recesivo global.

La estadísticas en tanto, revelan brutales tasas de desempleo en los países centrales: 14,4% en España, 8,1 en Francia, 8,1 en Estados Unidos, 7,2 en Alemania (la primera economía del euro), 6,9 en Suecia, 6,7 en Italia, 6,1 en Gran Bretaña. La Unión Europea tiene 17,5 millones de desocupados, y se prevén 3,5 millones más para 2009. EEUU ya alcanza la cifra de 12 millones de empleados.

Pero este escenario con los resultantes sociales de la crisis, no parece influir en la voluntad de los líderes y gobernantes de las potencias imperiales USA-UE que -en vez de reactivar la producción y el empleo- ya llevan utilizados US$ 8 billones para salvar al sistema financiero sionista que depredó y quebró a la economía mundial con la "burbuja financiera".

Insensibles a los resultantes sociales de la crisis (más pobreza y desempleo a escala masiva que afecta a los sectores más vulnerables de la sociedad mundial), el sistema capitalista sionista que hegemoniza el control de la dupla imperial USA-UE solo está interesado en "salvarse a sí mismo" indiferente a los estallidos sociales que se avecinan.
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IAR Noticias/09/04/2009

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