Paceños, no paceños, izquierdistas y derechistas rindieron homenaje a una ciudad generosa que acoge a todos los bolivianos sin discriminar a nadie
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La Paz fue la cuna de las insurrecciones indígenas más radicales del siglo XVIII que encendieron la chispa de las revoluciones independistas en América en el siglo XIX, y se consolidó como el centro integrador y el fundamento de la unidad nacional. En el siglo XXI, el departamento se ha convertido en el bastión de los cambios sociales en el país y su ciudad capital es la más cosmopolita de Bolivia, destacan paceños y no paceños en el Bicentenario de la rebelión del 16 de julio de 1809.
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Los gritos libertarios del 25 de mayo en Sucre y del 16 de julio en La Paz son hitos históricos de los que los bolivianos tenemos que sentirnos orgullosos porque fueron los primeros de América, resaltó el presidente del Senado Oscar Ortiz (Podemos).
La rebelión del 16 de julio de 1809 fue la primera que desconoció a la Corona, organizó un gobierno y reivindicó el concepto de Patria, entendida como una casa común donde deberían convivir todos los bolivianos, ya sean indígenas, mestizos, criollos, blancos, negros y mulatos, destacó el Vicepresidente Alvaro García Linera en la sesión de Congreso de este miércoles con motivo de la celebración del Bicentenario.
"La organización de la Junta Tuitiva de La Paz es la manifestación del pensamiento político más completo y audaz de la independencia y de la máxima consagración de la soberanía nacional; y la proclama lanzada y firmada por los nueve miembros de la Junta Tuitiva presidida por don Pedro Domingo Murillo es el documento histórico más grandioso que produjo la revolución americana...", dice el historiador uruguayo Casto Rojas.
Varios historiadores y analistas indigenistas critican a quienes interpretan esos acontecimientos de 1809 como hechos libertarios de independencia.
En realidad, a partir del 25 de septiembre de 1808 empezaron a instalarse Juntas, primero en Aranjuez, luego en Sevilla y posteriormente en Cádiz, a iniciativa de españoles que desconocían la autoridad del invasor francés y como acto de fidelidad al rey de España. Esas Juntas se organizaron en América entre 1809 y 1810, también en fidelidad al Rey y no como actos de independencia, asegura la publicación Pukara. (http://www.periodicopukara.com/archivos/pukara-43.pdf)
Dice Pukara que "los apologistas del criollaje en América indican que la motivación "oculta" o "disimulada" de los "revolucionarios" de 1809 era la independencia y que los gritos de fidelidad al rey eran pura máscara. En realidad, de esa manera se valida, justifica y ennoblece la hipocresía y la doblez, constantes tan interesantes entre nuestros políticos criollos hasta nuestros días".
Pedro Domingo Murillo se distinguió por su celo y ferocidad contra los indios en la guerra contra Tupak Katari, al igual que casi todos los "héroes" del 16 de julio, asegura Pukara, citando la tesis de licenciatura del historiador Roberto Choque Canqui.
Habiendo sido nombrado Comandante de la Plaza y Presidente de la Junta de los Derechos del Rey y del Pueblo el 11 de julio, y ante la amenaza del ejército realista al mando de José Manuel Goyeneche, Murillo quiso pactar con los realistas, pero éstos no aceptaron su defección y lo derrotaron en la batalla de Irupana, en noviembre de 1809.
En base al manuscrito 13150 obtenido en los archivos de Madrid, Roberto Choque indica que el 17 de septiembre de 1809 Murillo informó al virrey Baltazar Hidalgo y Cisneros de la Torre que "pese a haber mantenido la tranquilidad en la ciudad de La Paz y toda su provincia con subordinación a las legítimas potestades" habían excesos que no podía controlar. José Huidobro Bellido, en su Relación: Informe del virrey del Perú, D. José de Abascal y Sousa, detalla cartas enviadas por los conjurados de La Paz a las autoridades españolas en sentido de que "los alborotos del 16 de julio eran el preciso resultado de fidelidad, celo y honor del pueblo" hacia la monarquía española.
Según Pukara, Murillo redactó en prisión una carta suplicando clemencia al virrey español, descargando la responsabilidad de los "excesos" en sus colaboradores más próximos.
La impronta indígena
La impronta indígena ha convertido a La Paz en cuna de grandes revoluciones, como la revolución Tupak Katari de 1780 al 82, el proyecto más radical de transformación de la sociedad en América Latina, resalta el vicepresidente Álvaro García Linera.
Según García Linera, los indígenas sembraron la semilla revolucionaria hace más de 200 años en La Paz, dando pie a las sublevaciones de los patriotas Pedro Domingo Murillo, Gregorio García Lanza y Juan Basilio Catacora, entre otros, que fueron parte de un ciclo de rebeliones que se expandió por toda América.
La revolución se gestó antes de 1809 por Túpac Katari, Bartolina Sisa y otros líderes indígenas, recordó el presidente de la Brigada parlamentaria de La Paz Filemón Aruni en una sesión de honor por los 200 años de libertad celebrada este miércoles en el Salón de los Retratos del Senado Nacional. El diputado Sixto Jumpire solicitó considerar la posibilidad de construir un monumento de Túpac Katari para ubicarlo junto al de Pedro Domingo Murillo.
El Presidente Evo Morales rememoró las políticas de sometimiento y exterminio de la conquista española que contribuyeron a la eliminación de pueblos enteros que se enfrentaron a los invasores en defensa de sus tierras y contra la explotación. Morales clamó por la "unidad y la libertad" de Bolivia y reivindicó su política antiimperialista, anticolonialista, antineoliberal en defensa de los intereses nacionales, aunque aclaró que su postura anticapitalista "no quiere decir que desechemos la propiedad privada, sino las formas en que el sistema destroza el medio ambiente".
"Hoy día la patria, a 200 años, nos encuentra unidos entorno a la libertad, pero por sobre todo, a ese profundo contenido que tiene la palabra libertad, que significa dignidad y soberanía", dijo a su turno el alcalde de La Paz Juan del Granado.
Parlamentarios de la oposición valoraron positivamente el discurso de Morales en los actos del Bicentenario. Tanto el Presidente como el Vicepresidente rescataron el aporte de los distintos héroes que han forjado la construcción de la República, apuntó el senador Oscar Ortiz.
"Yo creo que ha sido un mensaje conciliador que ha rescatado la historia de una visión indígena y la participación que han tenido en ella. Hubiese sido bueno que Presidente Morales rinda homenaje a quienes ofrendaron su vida y lanzaron el primer grito libertario el 25 de mayo de 1809; no fue así, el Presidente sabrá porqué y creo que nos queda un sabor a poco. Habrá otra oportunidad para que el Estado le reconozca a Sucre en su verdadera dimensión", comentó el senador Roger Pinto (Podemos).
Según el senador Luis Vásquez (Podemos), lo positivo del mensaje del Presidente fue reconocer al departamento de La Paz y a la paceñidad, más allá de un concepto geográfico, como el factor fundamental en la construcción republicana y en la unidad del país. "Creo que en su discurso ha exagerado en la visión indigenista de lo que la historia recoge. Creo que La Paz es una construcción, así como Bolivia, de indígenas, mestizos y criollos que han peleado por la libertad y si queremos hablar de unidad tenemos que darle a cada sector su propio conocimiento histórico".
La Paz halagada
No cabe duda que la guía intelectual y espiritual y el bastión de los grandes cambios sociales del siglo XXI en Bolivia radica en La Paz, una ciudad que "recibe a todos los bolivianos con generosidad y sin discriminar a nadie", enfatizó García Linera.
La Paz es una mezcla de razas, es crisol de nacionalidades y es ante todo una visión de una Bolivia única, destacó Vásquez.
"Siempre hemos encontrado en La Paz un espacio, una oportunidad y el cariño de su gente. Muchos vivimos, estudiamos, nos desarrollamos y obtuvimos oportunidades. Los pandinos rendimos homenaje a una ciudad generosa", dijo Roger Pinto.
"La Paz es una de las mejores ciudades que tiene la región, realmente estoy admirada", señaló Gladys Cattebeke, presidenta de la Junta Municipal de Asunción (Paraguay), mientras que el alcalde de Arequipa (Perú) Simón Balbuena destacó que "Bolivia, y en especial la urbe paceña, nos ha enseñando que se puede salir adelante pese a las crisis económicas, convirtiéndose en un referente en América Latina".
Además de referente municipal, La Paz será hoy el centro de reunión de militares de Argentina, Paraguay, Ecuador, Perú y Venezuela que desfilarán en homenaje al Bicentenario, en presencia de los presidentes de Venezuela Hugo Chávez, de Paraguay Fernando Lugo, de Ecuador Rafael Correa, del vicepresidente del Consejo de Ministros de Cuba Jorge Luis Sierra Cruz, del canciller de Brasil Celso Amorín, y de varias otras autoridades de la región.
Los gritos libertarios del 25 de mayo en Sucre y del 16 de julio en La Paz son hitos históricos de los que los bolivianos tenemos que sentirnos orgullosos porque fueron los primeros de América, resaltó el presidente del Senado Oscar Ortiz (Podemos).
La rebelión del 16 de julio de 1809 fue la primera que desconoció a la Corona, organizó un gobierno y reivindicó el concepto de Patria, entendida como una casa común donde deberían convivir todos los bolivianos, ya sean indígenas, mestizos, criollos, blancos, negros y mulatos, destacó el Vicepresidente Alvaro García Linera en la sesión de Congreso de este miércoles con motivo de la celebración del Bicentenario.
"La organización de la Junta Tuitiva de La Paz es la manifestación del pensamiento político más completo y audaz de la independencia y de la máxima consagración de la soberanía nacional; y la proclama lanzada y firmada por los nueve miembros de la Junta Tuitiva presidida por don Pedro Domingo Murillo es el documento histórico más grandioso que produjo la revolución americana...", dice el historiador uruguayo Casto Rojas.
Varios historiadores y analistas indigenistas critican a quienes interpretan esos acontecimientos de 1809 como hechos libertarios de independencia.
En realidad, a partir del 25 de septiembre de 1808 empezaron a instalarse Juntas, primero en Aranjuez, luego en Sevilla y posteriormente en Cádiz, a iniciativa de españoles que desconocían la autoridad del invasor francés y como acto de fidelidad al rey de España. Esas Juntas se organizaron en América entre 1809 y 1810, también en fidelidad al Rey y no como actos de independencia, asegura la publicación Pukara. (http://www.periodicopukara.com/archivos/pukara-43.pdf)
Dice Pukara que "los apologistas del criollaje en América indican que la motivación "oculta" o "disimulada" de los "revolucionarios" de 1809 era la independencia y que los gritos de fidelidad al rey eran pura máscara. En realidad, de esa manera se valida, justifica y ennoblece la hipocresía y la doblez, constantes tan interesantes entre nuestros políticos criollos hasta nuestros días".
Pedro Domingo Murillo se distinguió por su celo y ferocidad contra los indios en la guerra contra Tupak Katari, al igual que casi todos los "héroes" del 16 de julio, asegura Pukara, citando la tesis de licenciatura del historiador Roberto Choque Canqui.
Habiendo sido nombrado Comandante de la Plaza y Presidente de la Junta de los Derechos del Rey y del Pueblo el 11 de julio, y ante la amenaza del ejército realista al mando de José Manuel Goyeneche, Murillo quiso pactar con los realistas, pero éstos no aceptaron su defección y lo derrotaron en la batalla de Irupana, en noviembre de 1809.
En base al manuscrito 13150 obtenido en los archivos de Madrid, Roberto Choque indica que el 17 de septiembre de 1809 Murillo informó al virrey Baltazar Hidalgo y Cisneros de la Torre que "pese a haber mantenido la tranquilidad en la ciudad de La Paz y toda su provincia con subordinación a las legítimas potestades" habían excesos que no podía controlar. José Huidobro Bellido, en su Relación: Informe del virrey del Perú, D. José de Abascal y Sousa, detalla cartas enviadas por los conjurados de La Paz a las autoridades españolas en sentido de que "los alborotos del 16 de julio eran el preciso resultado de fidelidad, celo y honor del pueblo" hacia la monarquía española.
Según Pukara, Murillo redactó en prisión una carta suplicando clemencia al virrey español, descargando la responsabilidad de los "excesos" en sus colaboradores más próximos.
La impronta indígena
La impronta indígena ha convertido a La Paz en cuna de grandes revoluciones, como la revolución Tupak Katari de 1780 al 82, el proyecto más radical de transformación de la sociedad en América Latina, resalta el vicepresidente Álvaro García Linera.
Según García Linera, los indígenas sembraron la semilla revolucionaria hace más de 200 años en La Paz, dando pie a las sublevaciones de los patriotas Pedro Domingo Murillo, Gregorio García Lanza y Juan Basilio Catacora, entre otros, que fueron parte de un ciclo de rebeliones que se expandió por toda América.
La revolución se gestó antes de 1809 por Túpac Katari, Bartolina Sisa y otros líderes indígenas, recordó el presidente de la Brigada parlamentaria de La Paz Filemón Aruni en una sesión de honor por los 200 años de libertad celebrada este miércoles en el Salón de los Retratos del Senado Nacional. El diputado Sixto Jumpire solicitó considerar la posibilidad de construir un monumento de Túpac Katari para ubicarlo junto al de Pedro Domingo Murillo.
El Presidente Evo Morales rememoró las políticas de sometimiento y exterminio de la conquista española que contribuyeron a la eliminación de pueblos enteros que se enfrentaron a los invasores en defensa de sus tierras y contra la explotación. Morales clamó por la "unidad y la libertad" de Bolivia y reivindicó su política antiimperialista, anticolonialista, antineoliberal en defensa de los intereses nacionales, aunque aclaró que su postura anticapitalista "no quiere decir que desechemos la propiedad privada, sino las formas en que el sistema destroza el medio ambiente".
"Hoy día la patria, a 200 años, nos encuentra unidos entorno a la libertad, pero por sobre todo, a ese profundo contenido que tiene la palabra libertad, que significa dignidad y soberanía", dijo a su turno el alcalde de La Paz Juan del Granado.
Parlamentarios de la oposición valoraron positivamente el discurso de Morales en los actos del Bicentenario. Tanto el Presidente como el Vicepresidente rescataron el aporte de los distintos héroes que han forjado la construcción de la República, apuntó el senador Oscar Ortiz.
"Yo creo que ha sido un mensaje conciliador que ha rescatado la historia de una visión indígena y la participación que han tenido en ella. Hubiese sido bueno que Presidente Morales rinda homenaje a quienes ofrendaron su vida y lanzaron el primer grito libertario el 25 de mayo de 1809; no fue así, el Presidente sabrá porqué y creo que nos queda un sabor a poco. Habrá otra oportunidad para que el Estado le reconozca a Sucre en su verdadera dimensión", comentó el senador Roger Pinto (Podemos).
Según el senador Luis Vásquez (Podemos), lo positivo del mensaje del Presidente fue reconocer al departamento de La Paz y a la paceñidad, más allá de un concepto geográfico, como el factor fundamental en la construcción republicana y en la unidad del país. "Creo que en su discurso ha exagerado en la visión indigenista de lo que la historia recoge. Creo que La Paz es una construcción, así como Bolivia, de indígenas, mestizos y criollos que han peleado por la libertad y si queremos hablar de unidad tenemos que darle a cada sector su propio conocimiento histórico".
La Paz halagada
No cabe duda que la guía intelectual y espiritual y el bastión de los grandes cambios sociales del siglo XXI en Bolivia radica en La Paz, una ciudad que "recibe a todos los bolivianos con generosidad y sin discriminar a nadie", enfatizó García Linera.
La Paz es una mezcla de razas, es crisol de nacionalidades y es ante todo una visión de una Bolivia única, destacó Vásquez.
"Siempre hemos encontrado en La Paz un espacio, una oportunidad y el cariño de su gente. Muchos vivimos, estudiamos, nos desarrollamos y obtuvimos oportunidades. Los pandinos rendimos homenaje a una ciudad generosa", dijo Roger Pinto.
"La Paz es una de las mejores ciudades que tiene la región, realmente estoy admirada", señaló Gladys Cattebeke, presidenta de la Junta Municipal de Asunción (Paraguay), mientras que el alcalde de Arequipa (Perú) Simón Balbuena destacó que "Bolivia, y en especial la urbe paceña, nos ha enseñando que se puede salir adelante pese a las crisis económicas, convirtiéndose en un referente en América Latina".
Además de referente municipal, La Paz será hoy el centro de reunión de militares de Argentina, Paraguay, Ecuador, Perú y Venezuela que desfilarán en homenaje al Bicentenario, en presencia de los presidentes de Venezuela Hugo Chávez, de Paraguay Fernando Lugo, de Ecuador Rafael Correa, del vicepresidente del Consejo de Ministros de Cuba Jorge Luis Sierra Cruz, del canciller de Brasil Celso Amorín, y de varias otras autoridades de la región.
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Bolpress - Bolivia/16/07/2009
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