La bajada del consumo está haciendo daño. Bloomberg
IÑIGO SÁENZ DE UGARTE
Londres - Las posibilidades de una salida rápida de la crisis se alejan en el Reino Unido. La economía cayó un 0,8% en el segundo trimestre del año, lo que hace que la contracción de los últimos doce meses se haya elevado al 5,6%. Es la peor evolución anual desde 1955.
Por una vez, los expertos eran demasiado optimistas: esperaban en su mayoría que el descenso del PIB fuera como mucho de tres décimas. La City creía haber visto buenos augurios en la leve recuperación de los precios de la vivienda y otros indicadores económicos. Se confiaba en que, además de ser menos negativo que el anterior, Este fuera el último trimestre de caídas. Aunque se confirme el pronóstico del Gobierno de que el fin de la recesión llegará en el segundo semestre, pocos creen ya que los futuros datos de crecimiento vayan a ser espectaculares.
El sector más castigado entre abril y junio fue el financiero, un elemento básico de la economía británica. Consumidores y empresas continúan sin tener acceso al crédito, con lo que los primeros reducen sus gastos al mínimo mientras las empresas aspiran sólo a rebajar los inventarios.
Los productos importados seguirán estando lejos del alcance de muchos. Fruto de la decepción por el dato, la cotización de la libra esterlina cayó ayer frente al euro y el dólar. La gran esperanza de la economía británica es que la depreciación de la moneda ayude en los últimos meses del año a las exportaciones y que las empresas vuelvan poco a poco a sus niveles de producción anteriores. La recuperación, sin embargo, durará años y no meses.
Público - España/25/07/2009
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