Por Raúl Burgoa
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LA PAZ — Los presidentes de Bolivia, Ecuador, Paraguay y Venezuela participaron el jueves en el bicentenario del grito libertador de La Paz, el levantamiento contra la Corona española, con llamados a lograr una nueva "independencia" latinoamericana y acusaciones a EEUU por su rol en Honduras.
"Nada ni nadie podrá interrumpir el camino a nuestra independencia", aseguró el presidente venezolano, Hugo Chávez, en las conmemoraciones independentistas de La Paz, que se reproducirán en los próximos tres años en otros puntos de Latinoamérica.
Su homólogo ecuatoriano, Rafael Correa, dijo que "hoy luchamos hermanados los pueblos de América Latina por nuestra segunda y definitiva independencia".
"Los presidentes tenemos que buscar con nuestros ejércitos, doctrinas y políticas propias y, de esta manera, no depender del Comando Sur" de Estados Unidos, remarcó el anfitrión, Evo Morales, dando un carácter más específico a las proclamas de sus pares.
"No es posible que todavía el Comando Sur de Estados Unidos, es decir, las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, dirijan el golpe de Estado en Honduras", deploró.
No fue el único que culpó a Washington: Chávez dijo que Obama está "entre la espada y la pared" en su rechazo al golpe contra Zelaya en Honduras, porque la asonada en ese país "la dio el Departamento de Estado" estadounidense.
"Yo creo que a Obama no le informaron" del golpe, afirmó el venezolano.
Dirigiéndose a un periodista, Chávez aseguró que "este golpe lo dio el Departamento de Estado, no tenga usted la menor duda".
Tras el derrocamiento de Zelaya, a fines de junio, Obama reclamó su restitución, en tanto la secretaria de Estado, Hillary Clinton, impulsó la mediación que lleva a cabo Costa Rica.
Igualmente Chávez señaló que "la situación de Honduras tiende a complicarse, se tensa más, y pudiera terminar en una guerra civil que pudiera desparramarse sobre Centroamérica".
También indicó que Zelaya, uno de sus aliados políticos, está dispuesto a regresar a Honduras a retomar la presidencia, y hasta morir ingresando a su país por tierra o mar.
Chávez dijo haber hablado con Zelaya por teléfono el miércoles, aunque no precisó dónde se encontraba el mandatario centroamericano. "Me dijo: Hugo, yo no sé si voy a morir, pero yo voy a Honduras".
Según el venezolano, durante su charla Zelaya le confesó que "Honduras tiene muchas fronteras de tierras y agua. Yo no voy a estar dando vueltas por el mundo, no voy a terminar dando lástima, prefiero morir en territorio hondureño".
El mandatario paraguayo, Fernando Lugo, también presente en La Paz, destacó que "la histórica revolución de La Paz hace 200 años debe redundar en "autonomía, soberanía, en independencia" en América Latina y en la ruptura "de las cadenas para comenzar una vida genuinamente independiente", afirmó Lugo.
La Paz recuerda el jueves los 200 años de la primera rebelión contra la Corona española, comandada por el criollo Pedro Domingo Murillo, que luego se extendió al resto de Latinoamérica.
Los mandatarios presenciaron desde una tribuna en las calles de La Paz varios desfiles, incluyendo el de los indígenas con sus trajes y sus 'whiphalas' (banderas) multicolores.
Delegaciones militares de Argentina, Perú, Ecuador, Paraguay y Venezuela participaron en los actos, al igual que más de 200 jinetes que cabalgaron 100 kilómetros desde el lunes pasado.
En mayo pasado la sureña ciudad de Sucre celebró el primer grito de liberación en toda América, en una conmemoración marcada por la disputa política entre el Gobierno central y las autoridades de esa región.
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LA PAZ — Los presidentes de Bolivia, Ecuador, Paraguay y Venezuela participaron el jueves en el bicentenario del grito libertador de La Paz, el levantamiento contra la Corona española, con llamados a lograr una nueva "independencia" latinoamericana y acusaciones a EEUU por su rol en Honduras.
"Nada ni nadie podrá interrumpir el camino a nuestra independencia", aseguró el presidente venezolano, Hugo Chávez, en las conmemoraciones independentistas de La Paz, que se reproducirán en los próximos tres años en otros puntos de Latinoamérica.
Su homólogo ecuatoriano, Rafael Correa, dijo que "hoy luchamos hermanados los pueblos de América Latina por nuestra segunda y definitiva independencia".
"Los presidentes tenemos que buscar con nuestros ejércitos, doctrinas y políticas propias y, de esta manera, no depender del Comando Sur" de Estados Unidos, remarcó el anfitrión, Evo Morales, dando un carácter más específico a las proclamas de sus pares.
"No es posible que todavía el Comando Sur de Estados Unidos, es decir, las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, dirijan el golpe de Estado en Honduras", deploró.
No fue el único que culpó a Washington: Chávez dijo que Obama está "entre la espada y la pared" en su rechazo al golpe contra Zelaya en Honduras, porque la asonada en ese país "la dio el Departamento de Estado" estadounidense.
"Yo creo que a Obama no le informaron" del golpe, afirmó el venezolano.
Dirigiéndose a un periodista, Chávez aseguró que "este golpe lo dio el Departamento de Estado, no tenga usted la menor duda".
Tras el derrocamiento de Zelaya, a fines de junio, Obama reclamó su restitución, en tanto la secretaria de Estado, Hillary Clinton, impulsó la mediación que lleva a cabo Costa Rica.
Igualmente Chávez señaló que "la situación de Honduras tiende a complicarse, se tensa más, y pudiera terminar en una guerra civil que pudiera desparramarse sobre Centroamérica".
También indicó que Zelaya, uno de sus aliados políticos, está dispuesto a regresar a Honduras a retomar la presidencia, y hasta morir ingresando a su país por tierra o mar.
Chávez dijo haber hablado con Zelaya por teléfono el miércoles, aunque no precisó dónde se encontraba el mandatario centroamericano. "Me dijo: Hugo, yo no sé si voy a morir, pero yo voy a Honduras".
Según el venezolano, durante su charla Zelaya le confesó que "Honduras tiene muchas fronteras de tierras y agua. Yo no voy a estar dando vueltas por el mundo, no voy a terminar dando lástima, prefiero morir en territorio hondureño".
El mandatario paraguayo, Fernando Lugo, también presente en La Paz, destacó que "la histórica revolución de La Paz hace 200 años debe redundar en "autonomía, soberanía, en independencia" en América Latina y en la ruptura "de las cadenas para comenzar una vida genuinamente independiente", afirmó Lugo.
La Paz recuerda el jueves los 200 años de la primera rebelión contra la Corona española, comandada por el criollo Pedro Domingo Murillo, que luego se extendió al resto de Latinoamérica.
Los mandatarios presenciaron desde una tribuna en las calles de La Paz varios desfiles, incluyendo el de los indígenas con sus trajes y sus 'whiphalas' (banderas) multicolores.
Delegaciones militares de Argentina, Perú, Ecuador, Paraguay y Venezuela participaron en los actos, al igual que más de 200 jinetes que cabalgaron 100 kilómetros desde el lunes pasado.
En mayo pasado la sureña ciudad de Sucre celebró el primer grito de liberación en toda América, en una conmemoración marcada por la disputa política entre el Gobierno central y las autoridades de esa región.
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AFP/17/07/2009
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