26/11/09

inSurGente

EEUU se enfrenta a un escenario de impago de su deuda astronómica


Cuesta trabajo imaginar cómo los EEUU han podido doblar en dos años una deuda que ya era inimaginable. En ese sentido, una pregunta se ha venido abriendo camino en los últimos tiempos: ¿hasta cuándo los EEUU cuentan con ser graciosamente financiados? Ahora, la propia prensa oficial estadounidense habla de que el Gobierno se "enfrenta a un shock de pago potencial similar a aquel que llevó a muchos propietarios a incurrir en impagos". Claro, que la deuda eterna de los EEUU no es comparable con la deuda externa de los países de Tercer Mundo; no ya desde el punto de vista estrictamente económico: la imperial es…infinitamente peor, sino porque no tiene ni tendrá las mismas consecuencias geopolíticas. Así que puesto a preguntarse, cabe hacerlo también sobre si los EEUU no tendrán que utilizar cada vez más un arma (y nunca mejor dicho) no económica para resolver sus problemas-económicos-sin-solución-económica.

El Gobierno de Estados Unidos está financiando sus necesidades de dinero con emisiones de deuda con unas condiciones que son demasiado buenas para ser verdad. Pero esta alegre situación, propiciada por los bajos tipos de interés, puede tener los días contados. Se avecina una oleada de vencimientos que puede obligar al Estado a llevar a cabo un gran esfuerzo de refinanciación.

Los responsables del Tesoro se enfrentan ahora a una cadena de dolores de cabeza: una montaña de deuda nueva, un globo de créditos a corto plazo que vencen en los próximos meses y unos tipos de interés que volverán a la normalidad en cuanto la Reserva Federal (Fed) considere que la situación de emergencia ha pasado.

Incluso aunque el Tesoro está tratando de aferrarse a los tipos bajos de hoy intercambiando deuda a corto plazo por bonos a largo plazo, el Gobierno se enfrenta a un shock de pago potencial similar a aquel que llevó a muchos propietarios a incurrir en impagos en sus hipotecas, apunta el diario New York Times.

Y es que, más allá de una deuda creciente, cuyos intereses seguirán creciendo cuando los tipos comiencen a normalizarse, a corto plazo el Tesoro tiene que refinanciar o liquidar una gran cantidad de deuda, que supondría entorno al 36% de la deuda comercializable del Gobierno, o 1,6 billones de dólares.

Una deuda anual equivalente al TARP.-

Con la deuda nacional alcanzando ya los 12 billones de dólares, la Casa Blanca estima que los compromisos financieros públicos excederán los 700.000 millones de dólares anuales en 2019, frente a los 202.000 millones de este año. La misma cantidad que el Gobierno proyectó inicialmente para el plan de estímulo, o TARP.

Concretamente, los 500.000 millones de dólares anuales que tendrá que desembolsar el Estado sólo en concepto de intereses supone una cantidad mayor que lo presupuestado en 2009 para educación, energía, seguridad fronteriza y las guerras de Irak y Afganistan, según el NYT.

Pan para ahora...¿y qué pasará en el futuro?.-

Ahora, los americanos tienen que salir de dos profundos agujeros: su endeudamiento como consumidores individuales y como ciudadanos que pagan impuestos a un Gobierno que en dos años ha duplicado su deuda. Y lo peor es que los efectos de lo segundo tardarán aún en sentirse.

"El Gobierno se está hipotecando enormemente ahora, pero el dolor que esto provocará no se sentirá hasta después", comenta Robert Bixby, director ejecutivo de Concord Coalition.

"Un buen Gobierno debe ser como una ardilla, que almacena nueces para sobrevivir al invierno. Y Estados Unidos no sólo no está almacenando nueces, sino que además se está comiendo las pocas que le sobraron del invierno anterior", sentencia William Gross, director ejecutivo de Pimco.
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inSurGente/26/11/2009

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