PRESIDENTE MANUEL ZELAYA: “Tuve que recorrer durante quince horas, unas veces caminando, otras veces marchando, en diferentes lugares, a medianoche, porque yo quería celebrar el cumpleaños de l apatria con el pueblo hondureño. Los que creyeron que gobernar es cosa fácil, se equivocaron. Gobernar no es tarea de iracundos ni de irascibles. Gobernar es cosa seria. Gobernar requiere talento, dedicación y amor al pueblo”.
SHARIF ABDEL KOUDDOUS: Zelaya no dio detalles, pero es poco probable que hubiera podido regresar sin la ayuda de funcionarios del ejército hondureño o de los servicios de inteligencia. Esa posibilidad podría significar un nuevo revés para el régimen de facto de Honduras, que venía contando con el apoyo militar para resistir los disturbios internos y desafiar al aislamiento global.
El jefe del régimen golpista, Roberto Micheletti, en un principio tildó las noticias sobre el retorno de Zelaya como, cito, “terrorismo mediático”. Pero a medida de que miles de seguidores de Zelaya comenzaron a acercarse a la embajada de Brasil, Micheletti, impuso un toque de queda nacional y habló por cadena de radio y televisión. Acompañado por su gabinete y los altos mandos militares, Micheletti le pidió a Brasil que entregue a Zelaya para su detención.
ROBERTO MICHELETTI: No queda claro por qué ha regresado ahora a Honduras el Sr. Zelaya. Sólo él lo sabe. Pero yo no puedo arribar a otra conclusión más que está aquí para continuar obstaculizando la celebración de nuestras elecciones el próximo 29 de noviembre, como lo han venido haciendo él y sus seguidores desde hace varias semanas. Hago un llamado al gobierno de Brasil a que respete la orden judicial dictada contra el Sr. Zelaya, entregándolo a las autoridades competentes de Honduras. El Estado de Honduras está comprometido a respetar los derechos del Sr. Zelaya al debido proceso. Los ojos del mundo están puestos sobre Brasil y también sobre Honduras. No dejemos que las pasiones de unos pocos manchen la reputación e imagen de nuestra gente.
AMY GOODMAN: Los partidarios de Zelaya han informado sobre la intención de marchar hacía el palacio presidencial durante la tarde de hoy. Aquí en EE.UU., la Secretaria de Estado, Hillary Clinton, instó a ambas partes a entablar el diálogo.
HILLARY CLINTON: Es imperativo que el diálogo comience, que exista un canal de comunicación entre el Presidente Zelaya y el régimen de facto en Honduras. Y también es imprescindible que el regreso del Presidente Zelaya no conduzca a ningún conflicto o violencia, sino que todos actúen de manera pacífica para tratar de encontrar algún terreno común. Una vez más, los costarricenses van a utilizar sus buenos oficios para tratar de promover que eso ocurra.
AMY GOODMAN: Clinton habló en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas, donde se reunió con el presidente de Costa Rica, Oscar Arias. Después de la reunión, Arias dijo que estaría dispuesto a viajar a Honduras con el objetivo de reanudar los esfuerzos para conseguir una solución negociada.
PRESIDENTE OSCAR ARIAS: Creo que esta es la mejor oportunidad, el mejor momento, ahora que Zelaya ha vuelto a su país, para que las dos partes firmen el acuerdo de San José. Es todo lo que tenemos sobre la mesa. No hay un plan B. Y cuando se escribió este acuerdo de San José, fue después de escuchar a todo el mundo. Tomamos las sugerencias de cada una de las partes. Yo estaría dispuesto a ir, pero si ambas partes… si ambas partes me piden ir a Tegucigalpa, sin duda estaría más que complacido de ir a ver lo que puedo hacer.
AMY GOODMAN: Escuchamos recién al Premio Nobel de la Paz, el presidente costarricense Oscar Arias. Ahora vamos directamente a la embajada de Brasil en Tegucigalpa. Andrés Conteris, que trabaja con nosotros en Democracy Now! y es el director del Programa para las Américas de la organización No Violencia Internacional, se encuentra en el interior de la embajada. Te damos la bienvenida a Democracy Now!, Andrés. ¿Qué está pasando ahora mismo?
ANDRES CONTERIS: Amy, que bueno hablar contigo. Hace unos cuarenta minutos, militares y policías dispersaron muy violentamente a los más de 500 manifestantes que se encontraban fuera de la embajada, que habían estado danzando y celebrando con alegría toda la noche. Pude ver su increíble, increíble espíritu de júbilo, ya que se expresaron de ese modo desde que se conoció la noticia de que el presidente Zelaya había regresado al país. Luego, hace cuarenta minutos, hubo un masivo ataque con gases lacrimógenos y un desalojo violento de las más de 500 personas que se encontraban frente a la embajada.
Estoy dentro de la embajada, con cerca de 150 personas que están dentro. No hubo un ataque directo contra la propia embajada, pero el gas lacrimógeno se introdujo, y ha afectado a todos y cada uno de nosotros que estamos dentro de la embajada. Ahora estoy en la habitación donde duerme el Presidente, y estoy cerca de la Primera Dama. Todos estamos afectados por este ataque con gases lacrimógenos. Pero, afortunadamente, no hay lesiones permanentes. No estamos al tanto de los heridos, pero estoy seguro de que debe haber muchos entre los que protestaban y celebraban fuera de la embajada.
AMY GOODMAN: Andrés, ¿puedes decirnos cómo hizo el presidente Zelaya para regresar a Honduras?
ANDRES CONTERIS: Las noticias son… Amy, se le preguntó eso directamente y contestó de una manera muy general, pero las noticias son que voló desde Nicaragua a El Salvador y luego llegó a la frontera en un lugar llamado El Amatillo y se ocultó en el maletero de un coche y cruzó unos cincuenta, disculpen, una veintena de barricadas de la policía y nunca fue detectado. Se dirigió directamente…su chofer lo llevó directamente a la embajada de Brasil.
Los primeras informaciones eran que el Presidente estaba en Honduras y que estaba en la sede de las Naciones Unidas. Así que la marcha inicial de celebración fue a las Naciones Unidas. Había miles y miles de personas celebrando su retorno. Y luego se supo que estaba en la embajada de Brasil, y entonces esa celebración se trasladó aquí.
SHARIF ABDEL KOUDDOUS: Y Andrés, ¿por qué los brasileños se le han dado refugio en la
Embajada de Brasil en Tegucigalpa?
ANDRES CONTERIS: Está muy claro que Brasil ha sido un defensor muy fuerte del Presidente Zelaya durante toda esta crisis. Y por el poder y el simbolismo de la fuerza de América del Sur y de Brasil, que es el más fuerte y más grande de esos países, está claro, creo, que el Presidente Zelaya decidió que este era el mejor lugar. Y cuando él llegó, por supuesto, le abrieron las puertas. Las autoridades brasileñas han informado que no sabían de antemano que iba a venir aquí, pero fue bien recibido cuando llegó. Y su familia se reunió aquí con él, en la embajada, por primera vez después de ochenta y seis días de estar separados.
SHARIF ABDEL KOUDDOUS: Y el Presidente, el jefe del régimen golpista, Roberto Micheletti, ha continuado con su llamado para la detención de Zelaya. ¿Qué dice el Presidente Zelaya ahora de todo esto?
ANDRES CONTERIS: El Presidente Zelaya habla muy positivamente, en un modo muy conciliador. Ni siquiera se toma en serio lo que el líder del régimen golpista, Micheletti, está diciendo. Micheletti dice que hay un espacio en la cárcel esperando por el Presidente Zelaya. Sin embargo, el Presidente Zelaya está realmente centrado en la manera de cómo resolver realmente esta crisis a través de la mediación.
Se espera que hoy arribe el Sr. Insulza, el Secretario General de la OEA. Sin embargo, se han cerrado los aeropuertos y no es seguro que vayan a permitir el aterrizaje del avión con el señor Insulza de la OEA.
AMY GOODMAN: Andrés Conteris se comunica con nosotros desde el interior de la embajada brasileña en Tegucigalpa. Roberto Micheletti dice que quiere que Brasil entregue al presidente destituido. Andrés, ¿Hay alguna respuesta de Zelaya sobre esa petición?
ANDRES CONTERIS: En términos de esa petición, no, no hubo una respuesta directa. Él, realmente, trata a este régimen golpista como si no existiese, en la medida de lo posible, y no reconoce su autoridad. Muchos de los que estaban en las calles oyeron hablar del toque de queda que fue impuesto a las 4:00 de la tarde de ayer, y que se mantuvo durante toda la noche, y no respondieron a esa orden porque creen que el Presidente Zelaya es el presidente y es el único que puede dar la orden para un toque de queda. Y por eso siguieron celebrando en las calles.
SHARIF ABDEL KOUDDOUS: Andrés se comunica con nosotros desde el interior de la embajada de Brasil en Tegucigalpa. También tenemos desde Washington, DC a Mark Weisbrot. Él es co-director del Centro de Investigaciones Económicas y Políticas y presidente de Just Foreign Policy. Ha escrito extensamente sobre la crisis de Honduras y es un veterano analista de asuntos latinoamericanos. Mark, ¿podría explicar la importancia del retorno de Zelaya, en particular en vísperas de la Asamblea General de las Naciones Unidas?
MARK WEISBROT: Si. Bueno, creo que marca una gran diferencia. Ha habido una gran diferencia desde el principio, desde el golpe de Estado del 28 de junio. Ha habido una gran brecha entre Estados Unidos y el resto del mundo desde el principio acerca de esta situación. La Asamblea General de las Naciones Unidas, la Organización de Estados Americanos, la Unasur, la Unión de Naciones Suramericanas, todos dijeron desde el primer momento que querían el retorno inmediato e incondicional del presidente electo, Zelaya. Y Estados Unidos nunca ha dicho eso, en realidad. De hecho, el acuerdo propuesto por Arias puso todo tipo de condiciones a su regreso, incluyendo la incorporación de las personas que encabezaron el golpe a su gobierno y el adelantamiento de las elecciones. Y de hecho, como Andrés ha mencionado, Brasil ha sido un fuerte defensor de Zelaya, y el ministro de Relaciones Exteriores de Brasil dijo un par de meses atrás…se quejó ante Hillary Clinton de que estas condiciones fueran incluidas en el acuerdo de Arias, ya que, como se sabe, ni la Organización de Estados Americanos, ni las Naciones Unidas o cualquier otra persona querían un acuerdo de ese tipo. Así lo dijo públicamente. Esto quiere decir que siempre ha habido esta gran diferencia, pero el gobierno de Obama ha sido capaz de pasar el tema sin más, porque no ha habido mucha atención sobre Honduras.
Y así, ahora, con la Asamblea General y con la atención centrada en el retorno dramático de Zelaya, Obama va a tener que inclinarse por una de las partes más de que lo ha hecho hasta ahora. El gobierno de Obama ha sido muy ambivalente. Fueron y vinieron, primero sostuvieron la postura de que debe ser restituido en su cargo y luego llegaron a decir casi lo contrario. Y el 4 de agosto, el gobierno envió una carta, por ejemplo, al Presidente Lugar [Senador Lugar], en la que retrocedían bastante en su apoyo a Zelaya. Y Zelaya ha estado aquí seis veces desde que fue derrocado, aquí en Washington, y el presidente Obama no se ha reunido con él ni una vez, a pesar de haber recibido solicitudes de personas que son amigos cercanos y aliados de él y también de miembros demócratas del Congreso.
Este es el tipo de señales, señales mixtas, que este gobierno ha enviado a los líderes del golpe de Estado y que han fortalecido su voluntad a lo largo de todo este tiempo. Y tienen mucha razón ahora, por ejemplo. Habrá que hacer mucha más presión para sacarlos de allí, mucha más, tanto internacional como nacional, dentro de Estados Unidos. Habrá que hacer mucha más presión sobre el gobierno de Obama para que realmente los fuerce a dejar el gobierno.
AMY GOODMAN: ¿Y exactamente qué podría hacer la administración Obama si se compromete a sostener el apoyo al líder democráticamente electo, Manuel Zelaya? ¿Cuál es la relación que EE.UU. tiene con Honduras?
MARK WEISBROT: Oh, ellos podrían hacer bastante más. En primer lugar, el 11 de agosto, dieciséis miembros del Congreso enviaron una carta al Presidente Obama y a la secretaria de Estado, Hillary Clinton, en la que pidieron que se congelen los activos de los líderes del golpe, e incluso del gobierno–también pueden congelar los activos del gobierno. Cuando Aristide, el Presidente Aristide de Haití, fue derrocado por primera vez, George Bush padre congeló algunos de los activos de la dictadura y se los dio al gobierno en el exilio, al Presidente Aristide. Y esto fue, bueno, durante una presidencia republicana que, en realidad, inicialmente había apoyado o había estado involucrado en el golpe. Y esto es lo mínimo que podrían hacer ahora.
Podrían poner todo tipo de presiones, algo que no han hecho hasta ahora. Y, de nuevo, vemos a nuestra Secretaria de Estado que está tratando de decir, “bueno, ambas partes deben hacer esto, ambas partes”, incluso anoche dijo que apoyaba el toque de queda que este gobierno impuso para evitar que las personas se manifiesten de forma pacífica. Y así pues, todo este tipo de cosas.
Además, no ha habido una sola palabra de este gobierno sobre las múltiples violaciones a los derechos humanos cometidas por la dictadura, los miles de arrestos y detenciones arbitrarias, las golpizas. Han disparado contra los manifestantes y ha habido muertos. Estos abusos de derechos humanos han sido denunciados por Human Rights Watch, Amnistía Internacional, por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos, por grupos de derechos humanos de Honduras, por Europa. Y nada, nada ha salido de este gobierno. Creo que realmente dice mucho. Que le dice lo mucho que este gobierno no ha querido debilitar a la dictadura en Honduras. Eso es lo que va a tener que cambiar. Y creo que va a haber más presión internacional, y esperamos más presión interna, también, para cambiar eso.
AMY GOODMAN: Mark Weisbrot, ante la sorpresa del régimen golpista, Zelaya ha regresado a Honduras, que está ahora en la embajada de Brasil en Tegucigalpa. Pero si estuviera en Nueva York y quisiera hablar, dirigirse a la Asamblea General de las Naciones Unidas, ¿que ocurriría? ¿Quién lo reconocería?
MARK WEISBROT: Bueno, lo reconecerían a él y recibiría un enorme apoyo. Y ese era, estoy seguro, su otro plan: si no hubiera regresado a Honduras, habría hablado allí. Pero esto, creo yo, es mucho más potente. Quiero decir, que habría tenido tal vez unas pocas líneas aquí y allá en las noticias. Esto atrae ahora a la atención del mundo. Vamos a ver un montón de apoyo en las Naciones Unidas y de varios jefes de estado a Zelaya, mucha más presión, y aquí en el Congreso, también, por cierto.
Y si los espectadores quieren hacer algo, pueden ponerse en contacto con miembros del Congreso, y ya sabe, habrá otra carta de los miembros del Congreso que indica que Zelaya debe volver. Y también el Observatorio de la Escuela de las Américas ha pedido a las personas que escriban y llamen al Departamento de Estado. Así que, va a ver mucha más presión sobre ellos.
Y la pregunta es, ¿realmente harán lo que hay que hacer para librarse de este gobierno? Porque el gobierno todavía tiene amigos aquí. bueno, ustedes han entrevistado a Lanny Davis. Ellos conocen personas influyentes. Tienen a los republicanos, y tienen a favor, ustedes saben, grandes intereses en este gobierno, incluidos los militares, que quieren mantener su base allí. Y hay muchas fuerzas aquí que realmente no quieren que Zelaya vuelva, o si están dispuestos a que vuelva, no quieren que sea como un triunfador. Usted sabe, eso es otra cosa por la que están muy preocupados, que él salga ganando y sus amigos en el gobierno, en el régimen de facto, terminen perdiendo. Así que, de nuevo, va a tener que haber mucha presión, pero sin duda la presión se ha incrementado bastante con el regreso de Zelaya.
AMY GOODMAN: Mark Weisbrot, quiero volver a Andrés en la embajada de Brasil en Tegucigalpa. Andrés Conteris, de Democracy Now! en Español, que está justo al lado del presidente ahora, que está hablando con los periodistas. Andrés, describe lo que está sucediendo.
ANDRES Conteris: Sí, Amy, estoy aquí con el Presidente, y él está hablando. Voy a dejar oír su voz y tratar de hacer la traducción.
PRESIDENTE ZELAYA: …y obliguemos a la dictadura a que entre en diálogo para solucionar estos problemas cuanto antes. […] …cuando invadieron mi casa, provocando este Estado de facto y represivo que tiene hoy al pueblo hondureño sometido y secuestrado.
ANDRES CONTERIS: El Presidente está tomando un vaso de agua ahora, y vamos a hacerle una pregunta. No es posible hacer una pregunta en este momento, pero vamos a escuchar su respuesta a otras preguntas.
AMY GOODMAN: Andrés Conteris le está haciendo al Presidente Zelaya una pregunta.
ANDRES CONTERIS: De EE.UU., Sr. Presidente, quieren saber qué es lo que Ud. le pide al pueblo y al gobierno de EE.UU.
PRESIDENTE ZELAYA: Que hagan respetar la Carta democrática de la OEA. Que se convoque de manera urgente al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y que se preparen para actuar con todas las actividades comerciales y económicas para hacer que esta dictadura entienda el mensaje.
ANDRES CONTERIS: Esta es la pregunta que logramos hacerle al Sr. Presidente.
AMY GOODMAN: Andrés Conteris, muchas gracias por estar con nosotros. Vamos a seguir de cerca esta historia, le aportaremos más información mañana. Una vez más, la última noticia es que el Presidente, el presidente democráticamente electo de Honduras, Manuel Zelaya, ha regresado a Honduras después de tres meses, no está exactamente claro cómo lo hizo, cómo cruzó la frontera, pero dijo que caminó, viajó, no está claro quién lo ayudó en esto, y luego terminó dentro de la embajada de Brasil. El líder de los golpistas, Roberto Micheletti, exige a Brasil la entrega de Zelaya para poder detenerlo.