| Patentavidas |
 Mientras el idealismo de Opus hacía canturrear a medio mundo su “Live is Life” el otro medio se moría de hambre y entre ambos, la Escuela de Chicago más pragmática, imponía golpe a golpe aquello de “Business are business” y la falsa Utopía del Libre mercado engañabobos, por medio del cual todo es susceptible de ser patentado, desde las ideas que empiezan a tiranizar el inocente disfrute de la cultura del ciudadano de a pie, hasta la fabricación de medicamentos que impide a gobiernos enteros suministrar a su necesitada población genéricos con los que evitar las tan temidas epidemias, por no mencionar las direcciones de correos, los nombres propios, los derechos de imagen, que se han sumado en pocos decenios a la ya milenaria explotación del hombre por el hombre a la que jamás nos habíamos acostumbrado. Ayer conocimos por la prestigiosa revista Science que Craig Venter, Padre del Genoma Humano, tras más de quince años de investigación, ha logrado dar un salto cualitativo en la búsqueda de la Piedra Filosofal de la Biología al anunciar que ha sintetizado en laboratorio la bacteria “Mycoplasma Mycoides” Por supuesto, es un logro formidable que abre las puertas a todo lo imaginable y por imaginar. Pero este hallazgo, no aparece así como así en el sendero científico, como por arte de magia, lo que los Teólogos denominarían “Creatio ex nihilo” o para acomodarnos al marco intelectual en el que nos movemos, por “Generación espontánea”, surge en un arduo y tortuoso recorrido intelectual colectivo de toda la altruista comunidad científica que viene de muy lejos, como mínimo, desde que en 1828 Friedrich Wöhler sintetizara la urea, y con ello, desdibujara los gruesos trazos escolásticos que separaban los conceptos de orgánico e inorgánico. Desde entonces, hasta ayer, todos los avances en este sentido, eran pasos en la buena dirección, pero me temo que a estas alturas, no solo se haya buscado sintetizar la vida de una bacteria, sino patentar la vida entera, ahora que está amenazada de muerte natural, y de igual forma que sucede con los productos transgénicos, poco a poco, las grandes multinacionales irán reemplazando la vida natural por la artificial, como las vainas gigantes se iban adueñando de nuestros cuerpos, mientras dormíamos. El único modo de hacer frente a la amenaza de los conocidos Patentavidas, es tomar conciencia de que la vida no solo es vida… es ¡Nuestra vida! sea esta sintética, artificial o natural, capital vital que no debemos confiar en manos de expertos, cuando la ciencia que conduce a estos, no es la misma que la de Ramón y Cajal, Severo Ochoa, o Patarroyo, sino una más cercana a la que cotiza en Wall Street infectada, no por filantrópicas bacterias que prometen otros mundos maravillosos repletos de potencialidades por explorar, sino por viejos y peligrosísimos virus mercantilistas muy conocidos que han mutado de apariencia para engañar y vencer nuestra natural resistencia a la futura esclavitud que tienen pergeñada desde sus laboratorios farmacéutico-políticos en forma de Think Tanks Neoliberales para usurpar el mando absoluto de la Biotecnología, verdadero saber con el que se conquistará la Libertad social o controlará el Poder de dominación durante el Siglo XXI. |
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