El presidente estadounidense George W. Bush dejó, a su paso por América Latina, promesas de gran calado pero incierto destino en materia de energía y migración, otros compromisos difusos, ofertas de ayuda médica y educativa y unos 420 detenidos por protestar.
MÉXICO - Marzo 2007 - (IPS)
Diego Cevallos*
Los siete días de gira por Brasil, Uruguay, Colombia, Guatemala y México terminaron este miércoles en la ciudad de Mérida, en la península mexicana de Yucatán, donde Bush reiteró manifestaciones de aprecio y respeto hacia América Latina, región a la que nunca antes dedicó tanto tiempo ni tantas declaraciones.
En México, de donde son por nacimiento o ascendencia 28 millones de personas que viven en Estados Unidos, Bush prometió que hará todo lo que esté a su alcance para que el Congreso legislativo de su país apruebe una reforma migratoria integral humanitaria, aunque en octubre firmó una ley que dispone construir 1.226 kilómetros de barreras con su vecino del sur.
En Brasil, dejó la promesa de avanzar en un plan para ampliar el uso del etanol como combustible alternativo a los derivados del petróleo, ambición que ese país, el mayor productor de ese insumo en el mundo, persigue con ahínco.
El politólogo mexicano Eugenio Lugo dijo a IPS que esos dos temas, etanol y migración, fueron los de más peso en la gira de Bush, pero consideró que aún es prematuro decir si se concretarán o no.
La visita a Uruguay se redujo casi a un mero intercambio de elogios y promesas entre Bush y el anfitrión, Tabaré Vázquez, en torno a migración y comercio. En Colombia sucedió algo similar, pero respecto de la ayuda de Washington al combate contra el narcotráfico y la guerrilla.
En el caso del país andino, el apoyo estadounidense tambalea por recientes revelaciones sobre vínculos entre políticos oficialistas y grupos paramilitares.
En Guatemala, penúltima escala de la gira de Bush, se selló el compromiso para planificar una lucha conjunta contra las pandillas juveniles y el narcotráfico.
Los observadores derramaron mares de tinta a propósito de la visita de Bush, realizada cuando faltan menos de dos años para que termine su segundo y último periodo presidencial y cuando, según encuestas, tiene muy bajo aprecio en su país y también en América Latina.
Bush comparte en esta región con los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, y Cuba, Fidel Castro, la peor ubicación en los sondeos realizados por empresas de opinión pública.
La mayoría de analistas interpretó el viaje como un intento por contrarrestar la influencia en la región del izquierdista Chávez, quien pareció asumirlo también así.
Usando términos pugilísticos, el mandatario venezolano dijo el martes que propinó a Bush un "nocaout fulminante" con la gira que él realizó los últimos días por Argentina, Bolivia, Nicaragua y Haití. Según Chávez, la presencia de Bush en América Latina representó un "insulto" a la región.
"Más allá de los ríos de declaraciones leídos y escuchados en estos días, la de Bush fue una gira en general de magros resultados, mucha parafernalia diplomática, análisis interpretativos de todo tipo y las infaltables protestas. Pero como en todo, habrá que ver qué transciende con en el tiempo", opinó el mexicano Lugo.
Diversas fuentes afirmaron que el viaje del presidente de Estados Unidos a América Latina se planificó apenas a inicios de año y que las agendas fueron definidas al apuro y sin mucha profundidad.
"Lo que precipita la decisión es Chávez. No por su creciente influencia político-económica en la región, que no es un dato nuevo, sino por su rol como vehículo de entrada a América Latina de actores extra-regionales", dijo a IPS Rosendo Fraga, Director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría de Argentina.
La visita del presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad en enero a Venezuela, Ecuador y Nicaragua y el traslado a Bolivia de miembros de su delegación, "mostraron que la influencia de Irán" por el canal de Chávez "comienza a ser un dato estratégico", opinó Fraga.
Este analista recordó que Chávez anunció la compra de los mismos sistemas de misiles antiaéreos rusos que en diciembre recibió Irán, y la adquisición de nueve submarinos, que probablemente también terminará importando de Rusia.
El presidente venezolano "ha comenzado a ser un problema estratégico mundial y ya no solo regional y ésta es la razón de la presencia de Bush en América Latina", señaló Fraga.
La gira del mandatario dejó, además de las variadas promesas, unas 420 personas detenidas y 35 heridas en las protestas contra la presencia de Bush. El mayor número de detenidos, unos 350, se registró en Colombia, donde también se registraron los choques más violentos.
Antes de la visita, el gobierno de Estados Unidos diseño un paquete de ofertas a América Latina, las únicas que se encuentran definidas y tienen presupuesto. A través de la Corporación Privada de Inversiones en el Exterior, Washington dará 385 millones de dólares para financiar proyectos de vivienda en América Central, Brasil, Chile y México. Además, se creará un fondo de 75 millones de dólares para promover la enseñanza del idioma inglés entre los jóvenes de América Latina, así como para financiar oportunidades de estudios en Estados Unidos.
También, en fecha no precisada, el barco de ayuda médica Comfort, de bandera estadounidense, recorrerá la región con el objetivo de atender a 85.000 pacientes, realizar unas 1.500 cirugías y procesar consultas de higiene oral.
*Con aportes de Marcela Valente, desde Buenos Aires.(FIN/2007)
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