10/8/07

Boxeadores cubanos serán repatriados pero no castigados

Son dos campeones internacionales que abandonaron la concentración cubana durante los Juegos Panamericanos. Castro dijo que no irán a prisión. ..
Redacción LTH / Clarín
Dos estrellas del boxeo cubano, Erislandy Lara y Guillermo Rigondeaux, que el pasado 22 de julio se fugaron de la villa panamericana en Río de Janeiro, poco antes de competir por una medalla de oro que tenían asegurada en los pasados Juegos Panamericanos de Río, fueron "encontrados" por la policía brasilera, y están en proceso de ser devueltos a su país, donde Fidel Castro los había calificado de "mercenarios". Los boxeadores dijeron que fueron víctimas de "un golpe" que los dejó sin dinero. Y aseguraron que tenían el mayor interés en retornar a La Habana.
La fuga de estos dos boxeadores, de 24 y 25 años respectivamente, parecería casi una travesura. Según el diario O Globo, ambos habían compartido cuartos de una posada, en la localidad de Saquarema, junto con empresarios europeos, un brasileño y tres prostitutas contratadas en la capital. Allí vivieron cuatro días de juerga, donde flirtearon con las acompañantes y se divirtieron con un extranjero de habla hispana que, según O Globo, sería español, pero que de acuerdo con otros diarios podría tratarse de un empresario cubano residente en Europa.
A un periodista de ese medio, Rigondeaux le dijo muy alegre: "Me gustan mucho, mucho, las brasileñas. Son mejores que las cubanas". Pero la aventura tenía otros condimentos no tan divertidos. Rigondeaux y Lara fueron tentados por una empresa radicada en Hamburgo (Alemania) para huir de Cuba y trabajar para ellos como grandes campeones profesionales.
Ahora, tendrán sí o sí que volver a casa. La policía fluminense alega que los encontró de "casualidad" mientras hacía un operativo contra delitos ambientales. En la Playa Seca, localidad de Araruama, los vieron descender de un taxi, acompañados por el conductor y un intérprete. Y según la versión de los sabuesos, bastó escuchar el español, ver los dientes de oro de Guillermo y su fornido físico, para individualizar a los dos atletas. Sin embargo, declaraciones de un jefe policial revelaron que estaban detrás de las huellas de los deportistas. "Teníamos fotos de ellos y no fue difícil identificarlos", admitió el coronel Adilson Nascimento.
Los encontraron sin un centavo, sin documentos y con la visa vencida, ya que éstas habían sido otorgadas por las autoridades migratorias únicamente hasta el domingo pasado, día final de los Panamericanos. Con esto, el gobierno brasileño juntó los elementos necesarios que justificará ampliamente la rápida deportación de los atletas.
La celeridad puesta en el caso hace pensar que el gobierno de Lula da Silva quiso evitar cualquier conflicto con el líder cubano Fidel Castro.
Preguntado ayer sobre el tema, el canciller brasileño Celso Amorim evitó cualquier comentario: "Me enteré por los diarios", evadió. Entre tanto, la Policía Federal brasileña, que tiene el caso en sus manos, se cuidó de poner a los boxeadores a buen recaudo en un hotel cuyo nombre no quiso dar. Dijeron que querían evitar el asedio de la empresa alemana Arena Box Promotions que puja por llevárselos afuera. El dueño de esa afirma, el turco-alemán Ahmed Onar, les envió un abogado para tratar el problema; pero siempre según la policía brasileña, los atletas lo rechazaron.
Lara y Rigondeaux fueron contactados por miembros de esa compañía, con sede alemana, que nació en realidad hace un año. En tan poco tiempo se llevó a varios ilustres boxeadores de Cuba, previo promesas de pago de verdaderas fortunas. Algunas informaciones señalan que Erislandy y Rigondeaux ya habían firmado contrato con esa compañía. También trascendió que los deportistas habían viajado a Paraguay para salir de allí rumbo a Europa con pasaportes falsos.
Onar, el director de Arena, dijo que había ofrecido dinero al gobierno cubano por los boxeadores pero "no quisieron".
Castro los perdona
El convaleciente presidente de Cuba, Fidel Castro, que antes había calificado de "mercenarios" a los boxeadores Rigondeaux y Lara, dijo que "no serán arrestados" tras su arribo a La Habana.
"A estos ciudadanos no los esperan arrestos de ningún tipo ni mucho menos métodos como los que usa el gobierno de Estados Unidos en Abu Ghraib y Guantánamo, jamás utilizados en nuestro país", asegura Castro en una nueva "reflexión" publicada en medios locales.
En su comentario publicado en primera plana por el matutino "Juventud Rebelde", el líder cubano, quien cumplirá 81 años de edad el próximo día 13, dice que a ambos "se les trasladará provisionalmente a una casa de visita y se les brindará acceso a sus familiares. La prensa también podrá contactarlos si ellos desean hacerlo". Añade que "les ofrecerán tareas decorosas y en favor del deporte de acuerdo con sus conocimientos y experiencia".
Tras señalar que "las autoridades brasileñas pueden estar tranquilas frente a las inevitables campañas de los adversarios", Castro dice que "Cuba sabe comportarse a la altura de las circunstancias". Tambien considera este caso como "una muestra de donde el deporte y la política se mezclan, en busca de soluciones correctas y de principios, por encima de aficiones y amarguras".
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La Tribuna Hispana-USA/10/08/2007

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