París - El presidente francés, Nicolas Sarkozy, advirtió a la Argentina y otros grandes países emergentes como Brasil, China e India que deben aceptar los "deberes de las grandes naciones" si quieren tener "los mismos derechos" que las grandes potencias.
"Francia exige reciprocidad, Francia exige equilibrio, Francia exige la preferencia comunitaria", dijo anteayer, al advertir que se opondrá a todo acuerdo de la Ronda de Doha en la Organización Mundial de Comercio (OMC) que sea "contrario a los intereses franceses". En la ronda, los países ricos exigen a los que están en vías de desarrollo que abran más sus industrias a la competencia mundial como moneda de cambio para que ellos reduzcan su proteccionismo agrícola (conformado por subsidios y aranceles a la importación).
El pronunciamiento de Sarkozy, formulado al inaugurar el salón de la ganadería en Rennes, reviste especial importancia porque marca una inflexión capital en la política agrícola francesa. Es que anunció que durante la presidencia francesa de la Unión Europea (UE), en el segundo semestre del año próximo, abrirá una "discusión" destinada a definir una "nueva" política agrícola común (PAC).
Reforma "puntillosa"
El presidente utilizó cinco adjetivos para descalificar la reforma actual, adoptada en 2003 y aplicada a partir de 2005: "Puntillosa", "tecnocrática", "incomprensible", excesivamente "burocrática" y totalmente "inadaptada" para enfrentar los desafíos que le esperan. Como su predecesor, Jacques Chirac, considerado como un defensor de los intereses de los agricultores, Sarkozy se esforzó en demostrar que también es sensible a ese sector, que representa un segmento del electorado particularmente influyente. Las próximas elecciones presidenciales francesas se realizarán en 2012, es decir, en plena renegociación sobre la nueva PAC.
En una frase de marcado corte electoralista expuso la posición que su auditorio esperaba escuchar: "Es necesario que los agricultores puedan vivir de la venta de su producción y dejen de depender de las subvenciones, que representan 50 por ciento y más de sus ingresos". Esa frase constituye un reconocimiento oficial del nivel de subvenciones que reciben los productores agrícolas en Europa o, en todo caso, en Francia.
Sarkozy indicó que las modificaciones que propicia son posibles ahora por el cambio de la coyuntura mundial, que se caracteriza por un nivel sin precedente de los precios agrícolas. "Es la primera vez en 40 años que los precios mundiales son superiores a los precios europeos", reconoció.
También propuso que la nueva política contemple una organización más eficaz de los sectores sometidos con mayor frecuencia a crisis, como las frutas y legumbres, el vino y la ganadería ovina. "La PAC, tal como existe en la actualidad, no responde más a los intereses posteriores a 2013", dijo en referencia a su fecha de expiración.
"Quiero romper con el inmovilismo y construir una agricultura de primer nivel en Francia y en Europa. Quiero una agricultura de primer rango, donde cada agricultor pueda vivir dignamente de su trabajo", precisó. La nueva política, dijo, debe basarse en cuatro principios:
Asegurar la independencia y seguridad alimentaria de Europa.
Contribuir a los equilibrios alimentarios mundiales.
Preservar los equilibrios de los territorios rurales.
Participar en la lucha contra los cambios climáticos.
La renegociación, precisó, debe comenzar con un gran debate de orientación sobre las "políticas comunitarias [agrícolas]" y sobre la forma de "financiarla".
Arsenal proteccionista
Sarkozy expresó su voluntad de que la próxima PAC se defina a partir de "un principio indiscutible de preferencia comunitaria". Eso significa que, si los otros 26 países de la UE aceptan su opinión, Europa reforzará su arsenal proteccionista para dar la prioridad a su producción.
Como parte de esa estrategia de defensa de los intereses comunitarios, anunció que Francia se "opondrá" a "todo acuerdo" de la OMC que "no sirva" a sus intereses. Esa frase fue coronada con una salva de aplausos por parte de los participantes, partidarios de endurecer las posiciones europeas en las actuales negociaciones de la Ronda de Doha, que permanecen bloqueadas por desacuerdos en materia agrícola.
Sarkozy sugirió incluso endurecer la posición europea al respecto, al propiciar una "profunda reflexión" a nivel de la UE sobre el futuro de esas negociaciones, y anunció que Francia expondrá rápidamente ese "nuevo marco político" ante la OMC. "Las negociaciones deben reanudarse sobre bases sanas y objetivos clarificados".
"Francia exige reciprocidad, Francia exige equilibrio, Francia exige la preferencia comunitaria", dijo anteayer, al advertir que se opondrá a todo acuerdo de la Ronda de Doha en la Organización Mundial de Comercio (OMC) que sea "contrario a los intereses franceses". En la ronda, los países ricos exigen a los que están en vías de desarrollo que abran más sus industrias a la competencia mundial como moneda de cambio para que ellos reduzcan su proteccionismo agrícola (conformado por subsidios y aranceles a la importación).
El pronunciamiento de Sarkozy, formulado al inaugurar el salón de la ganadería en Rennes, reviste especial importancia porque marca una inflexión capital en la política agrícola francesa. Es que anunció que durante la presidencia francesa de la Unión Europea (UE), en el segundo semestre del año próximo, abrirá una "discusión" destinada a definir una "nueva" política agrícola común (PAC).
Reforma "puntillosa"
El presidente utilizó cinco adjetivos para descalificar la reforma actual, adoptada en 2003 y aplicada a partir de 2005: "Puntillosa", "tecnocrática", "incomprensible", excesivamente "burocrática" y totalmente "inadaptada" para enfrentar los desafíos que le esperan. Como su predecesor, Jacques Chirac, considerado como un defensor de los intereses de los agricultores, Sarkozy se esforzó en demostrar que también es sensible a ese sector, que representa un segmento del electorado particularmente influyente. Las próximas elecciones presidenciales francesas se realizarán en 2012, es decir, en plena renegociación sobre la nueva PAC.
En una frase de marcado corte electoralista expuso la posición que su auditorio esperaba escuchar: "Es necesario que los agricultores puedan vivir de la venta de su producción y dejen de depender de las subvenciones, que representan 50 por ciento y más de sus ingresos". Esa frase constituye un reconocimiento oficial del nivel de subvenciones que reciben los productores agrícolas en Europa o, en todo caso, en Francia.
Sarkozy indicó que las modificaciones que propicia son posibles ahora por el cambio de la coyuntura mundial, que se caracteriza por un nivel sin precedente de los precios agrícolas. "Es la primera vez en 40 años que los precios mundiales son superiores a los precios europeos", reconoció.
También propuso que la nueva política contemple una organización más eficaz de los sectores sometidos con mayor frecuencia a crisis, como las frutas y legumbres, el vino y la ganadería ovina. "La PAC, tal como existe en la actualidad, no responde más a los intereses posteriores a 2013", dijo en referencia a su fecha de expiración.
"Quiero romper con el inmovilismo y construir una agricultura de primer nivel en Francia y en Europa. Quiero una agricultura de primer rango, donde cada agricultor pueda vivir dignamente de su trabajo", precisó. La nueva política, dijo, debe basarse en cuatro principios:
Asegurar la independencia y seguridad alimentaria de Europa.
Contribuir a los equilibrios alimentarios mundiales.
Preservar los equilibrios de los territorios rurales.
Participar en la lucha contra los cambios climáticos.
La renegociación, precisó, debe comenzar con un gran debate de orientación sobre las "políticas comunitarias [agrícolas]" y sobre la forma de "financiarla".
Arsenal proteccionista
Sarkozy expresó su voluntad de que la próxima PAC se defina a partir de "un principio indiscutible de preferencia comunitaria". Eso significa que, si los otros 26 países de la UE aceptan su opinión, Europa reforzará su arsenal proteccionista para dar la prioridad a su producción.
Como parte de esa estrategia de defensa de los intereses comunitarios, anunció que Francia se "opondrá" a "todo acuerdo" de la OMC que "no sirva" a sus intereses. Esa frase fue coronada con una salva de aplausos por parte de los participantes, partidarios de endurecer las posiciones europeas en las actuales negociaciones de la Ronda de Doha, que permanecen bloqueadas por desacuerdos en materia agrícola.
Sarkozy sugirió incluso endurecer la posición europea al respecto, al propiciar una "profunda reflexión" a nivel de la UE sobre el futuro de esas negociaciones, y anunció que Francia expondrá rápidamente ese "nuevo marco político" ante la OMC. "Las negociaciones deben reanudarse sobre bases sanas y objetivos clarificados".
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Impulso Baires - Argentina/14/09/2007
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